Trató por todos los medios concentrarse pero esa molesta música de fondo, los gruñidos de Naruto y el continuo golpeteo de los pies del muchacho rubio contra el piso le impedían leer el grueso libro que sostenían entre sus blancas manos.
Posó su mentón sobre su muñeca mientras veía con aburrimiento como Naruto daba vueltas cómicamente sobre su mismo eje simulando que el muñeco de felpa que apresaba contra su pecho era probablemente su pareja de baile. Dejó las vueltas y comenzó a tambalearse, Sasuke sonrió de lado y pensó que ya era suficiente humillación para el rubio.
Naruto maldecía al muñeco, lo zarandeaba de un lado a otro intentando seguir el ritmo lento y tedioso de la música tan anticuada que tendría que bailar si deseaba complacer y cumplir su palabra con la familia Hyuga, especialmente con cierta morena de bonitos ojos y bella sonrisa.
- Ya te humillaste suficiente – Sasuke apagó el estéreo con suavidad, cruzó sus brazos y sonrió burlonamente, Naruto lo veía con confusión y enojo.
- ¡Bastardo, sé que no te gusta esta aburrida música de viejos pero tengo que practicar!
Naruto chillaba, dejó el muñeco en el suelo y caminó hacia el estéreo dispuesto a prenderlo y seguir con su patética rutina de baile pero la blanca mano del azabache le impidió prender el aparato que le había costado casi diez sueldos de su trabajo de medio tiempo.
- Naruto, eres patético.
- ¿Quién pidió tu opinión, maldito bastardo? Eres un…
El Uzumaki no terminó de hablar, vio como el azabache prendía el estéreo por su cuenta, sintió como lo tomaba del brazo y lo jalaba al centro de la sala. Sasuke estaba más extraño que de costumbre, pero también como de costumbre Naruto seguía sin entenderlo del todo. Los constantes cambios de humor del Uchiha eran cada vez más frecuentes.
- No tienes idea de cómo moverte y ni un ápice de elegancia – hablaba Sasuke mientras posaba sus manos en los hombros del rubio y lo obligaba a adoptar una postura más derecha, erguir su espalda y obligarlo a sacar algo de pecho fue lo primero que hizo en el menor.
- ¿Qué haces? – preguntó después de dejarse hacer y ver como los ojos negros delineaban su postura – Sasuke si vas a burlarte, hazlo. Nada de lo que digas impedirá que yo baile con Hinata a pesar de que me consideres patético y poco elegante. No todos somos perfectos como tú, ttebayo.
- Eres torpe y tu pareja de baile esta algo desmembrada – Sasuke observó al peluche de felpa que yacía en el suelo con un brazo casi desgarrado de su cuerpo – si Hyuga termina así probablemente su padre y toda su familia te encierran de por vida en prisión.
- ¡No exageres, bastardo!
- Verte en prisión sería incómodo para mí. Para evitarlo lo único que me resta es enseñarte a bailar para que te veas menos patético.
Entonces Naruto rió, soltó carcajadas mientras se sobaba el estómago y señalaba a un Sasuke que se mantenía con el mismo semblante estoico e indiferente. Escuchar a Sasuke decir que le enseñaría a bailar era irónico y más si recordaba que el tipo pálido frente a él jamás había asistido a un baile en su vida y es más, estaba seguro que el Uchiha detestaba con toda su alma ese tipo de ceremonias y cualquier tipo de baile donde involucrara a alguien que invadiera su espacio personal. No, Sasuke debía estar bromeando.
- Teme ¡por Dios! Sé lo mucho que odias bailar – el rubio dejó de reírse y se acercó al azabache – déjame seguir practicando, no quiero avergonzar a Hinata, ttebayo.
- Nunca dije que me gustara hacerlo pero sé cómo se hace correctamente – Sasuke cruzó sus brazos y miró con gesto burlón al rubio – a diferencia tuya que parece que estuvieras practicando algún tipo de arte marcial con tu pareja en vez de bailar. La idea es que la lleves al ritmo de esa molesta música no que trates de noquearla o marearla ¿Entiendes, dobe?
- ¿Y me vas a decir que tú sabes cómo hacerlo? Eres un amargado incapaz de mantener contacto humano con alguien por más de cinco minutos.
- Pero sé bailar.
Eso era punto para Sasuke.
Naruto maldijo y pateó el peluche con odio ¿Acaso los jodidos Uchiha sabían hacer todo bien? Sasuke solo amplió su sonrisa burlona mientras observaba el berrinche del rubio, adoraba tener la razón y más si Naruto se la daba de esa forma tan infantil.
- Bien, Sasuke – Naruto dejó en paz al pobre muñeco y miró fijamente al rostro fino del azabache – enséñame a ser elegantioso* como tú y a bailar correctamente como si fuera uno de esos tipos riquillos y mimados que irán a la fiesta de Hinata.
El Uchiha se acercó al rubio, volvió a obligarlo a adoptar la posición erguida que anteriormente tenía. Posó sus manos en los hombros amplios del rubio y esbozó una pequeña y sutil sonrisa ladeada.
- Es un baile elegante, no es difícil solo debes llevarla al ritmo de la música…
- Eso he intentado hacer pero es fácil decirlo teme – Naruto interrumpió al azabache, hizo un mohín con los labios.
- Cállate, dobe – Sasuke gruñó – una de tus manos debe estar en su cintura, agárrala con suavidad pero firme – el azabache mientras hablaba tomó una de las grandes manos del rubio y la posó en su propia cintura – ella debe poner una de sus manos en tus hombros y luego tú entrelazas sus manos – Sasuke soltó uno de los hombros del rubio y con la mano libre entrelazó sus dedos.
Naruto no puedo evitar sonrojarse cuando sintió su mano siendo llevada a la cintura de Sasuke, era extraño y estúpido que se avergonzara por algo así, era un contacto simple, etéreo, inocente sin ninguna connotación sexual que no debía abochornarlo pero aun así lo hacía. Era ridículo si consideraba que en su extraña relación había existido mucho, muchísimo más contacto totalmente erótico y sexual que esa simple tomada de cintura.
Quizás su vergüenza era porque Sasuke había iniciado el contacto.
- ¿Me entiendes? – Sasuke repitió la pregunta por enésima vez a Naruto, el rubio asintió abochornado sin verlo a los ojos pero apretando el agarre en su cintura, el Uchiha blanqueó los ojos, el rubio no era un alumno fácil.
Sasuke soltó con delicadeza la mano morena del rubio y con suavidad posó su blanca muñeca en la barbilla del rubio, bajó levemente el rostro del menor hasta que sus ojos tuvieran contacto. Naruto ahora era un poco más alto, la juventud había logrado darle diez centímetros más a la maldita anatomía del Uzumaki provocando una patada en su orgullo Uchiha.
- Mira a los ojos siempre. Es necesario que veas a tu pareja cuando están bailando – habló con suavidad Sasuke, notaba a Naruto tímido pero no iba a burlarse, no por ahora.
El baile comenzó, Naruto miraba el rostro fino de Sasuke y escuchaba como le susurraba que oyera el ritmo de la música para no perderse. El rubio era guiado por el Uchiha con lentitud, se movían de un lado a otro, comenzó a contar tal y como Sasuke le dijo para que no perdiera el hilo del baile y sintió que en verdad se debía de ver menos patético y quizás algo elegante.
Bailar con Sasuke era diferente que con ese peluche y estaba seguro que también sería diferente a cuando lo hiciera con Hinata Hyuga. El cuerpo del Uchiha lo llevaba al compás de la melodía de fondo, el cuerpo delgado del más bajo se movía con agilidad y garbo, contar le estaba ayudando, evitaba perderse y pisar al moreno que mantenía la vista fija en sus ojos. Era estúpido, pero sentía esas malditas mariposas revolotear en su estómago cada vez que azabache le apretaba la mano.
De un momento a otro notó que quién estaba guiando el baile ya no era Sasuke y más bien era él y no pudo evitar ampliar su sonrisa zorruna, acercó un poco más al azabache a su cuerpo y aceleró levemente el ritmo del baile, no obtuvo queja y eso aumentó su confianza para que de un movimiento rápido hiciera que el Uchiha diera un par de vueltas y detenerlo con delicadeza antes de inclinarlo levemente.
- Aprendes rápido – Sasuke dijo abriendo levemente los ojos, no pensaba que Naruto de un momento a otro tomaría las riendas del baile y lo guiaría con mejor maestría y menos que lo haría girar e incluso inclinarse. Naruto definitivamente era el número uno en sorprender a la gente.
- Tengo un buen maestro – el rubio volvió a su posición inicial, su rostro mostraba una sonrisa muy amplia y sincera que iluminaría hasta al ser más frío del universo - ¿Lo hice bien, Sasuke?
- No estuvo mal. Solo que no acerques a Hinata tanto a ti y tampoco la agarres así, eres algo brusco – el Uchiha empujó levemente al rubio y se soltó del firme agarre que Naruto mantenía en su cintura.
Sasuke caminó hacia el estéreo dispuesto a apagarlo cuando sintió como unos brazos los rodeaban y el aliento cálido del rubio chocar contra su cuello. Su cuerpo se detuvo y un ligero temblor lo sacudió. Solo Naruto provocaba esos espasmos en su piel.
- Hace un rato odiaba ese baile soso y aburrido pero si es contigo – Naruto aspiró el suave aroma de la piel del mayor – si es contigo Sasuke yo podría bailar eternamente esa estúpida cancioncita de mierda.
El Uchiha se sonrojó levemente, sus mejillas adquirieron un sutil tono carmín cuando sintió como el rubio se aferró más a su cintura y besó su cuello con delicadeza, la blanca piel del azabache le encantaba, era su adicción y obsesión que podría rayar en lo enfermizo, definitivamente Sasuke era lo único que para Naruto era verdaderamente irremplazable.
Sasuke y el ramen, claro.
- Entonces ¿Quieres practicar más?
Con rapidez Naruto lo volteó, el azabache sorprendido posó sus manos en los hombros del rubio para impedir que volviera a moverlo tan repentinamente, odiaba cuando el rubio giraba su cuerpo como si no le costara en absoluto. El Uzumaki juntó sus frentes y solo cuando obtuvo la atención del muchacho de piel pálida volvió a sonreír, las manos grandes morenas bajaron a la cintura de Sasuke y este afianzó el agarre en los hombros amplios del hombre de ojos azules. Sin dejar de ver esos profundos ojos negros hipnóticos comenzó a acortar la distancia y besó con suavidad al moreno.
El ósculo fue suave, un roce donde los labios del rubio delinearon los labios finos de Sasuke sin profanar su boca, apretó más contra su cuerpo al Uchiha tratando de transmitirle su necesidad de contacto, esa necesitad de sentir y tener a Sasuke siempre entre sus brazos era algo que a veces lo asustaba, sabía que lo que sentía por el muchacho de piel bonita era algo más que amor y es que no se imaginaba sin ese molesto toqué agrio y frío que irónicamente endulzaba su vida. Si él era luz y Sasuke oscuridad entonces su necesidad mutua era mayor después de todo no podía existir luz sin oscuridad ni oscuridad sin luz.
Terminó el sutil beso y volvió a juntar sus frentes, su sonrisa volvió mientras alzaba su mano y delineaba con delicadeza la mejilla de Sasuke que lentamente se coloreaba de un color rosa que hacía ver al azabache más sublime a sus ojos, más sublime y más perfecto.
- Eres malditamente perfecto, Sasuke. Ni siquiera hermoso llega a describirte, ttebayo.
- Deja lo cursi, idiota. Me enfermas.
Naruto se carcajeó fuertemente, de un rápido movimiento alzó a Sasuke y comenzó a dar vueltas con el Uchiha en brazos que pataleaba y lanzaba improperios contra el rubio muchacho que seguía riendo como idiota.
Como un idiota feliz y enamorado.