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THILBO. por Eli97

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Notas del capitulo:

Segunda parte del octavo capitulo.

8

BAJO LA LUZ DE LA LUNA

 

Conforme se habría paso entre los troncos de los árboles y los arbustos, Danief comenzó a sentir mucho frio. Al respirar, salían de su boca como fantasmas, grandes estelas de vapor. Se dispuso a volver a la cálida cueva, había encontrado pocas ramas secas, aunque no habría sido su prioridad encontrarlas. Se volvió para encaminarse de vuelta a la calidad de la fogata, pero frente a él se alumbró de repente una silueta blanca; como si una estrella hubiera caído justo a sus pies. Se cubrió los ojos con las manos y cuando enfocó la vista, vio que había aparecido frente a él una altísima mujer de pálida piel y rubios cabellos que vestía un largo vestido blanco y una corona plateada con la forma de flores y hojas.

Danief quedó petrificado, no por que aquella mujer de belleza mitológica le causara miedo, sino todo lo contrario.  La mujer no movió la boca ni un centímetro, sin embargo, había comenzado a hablar dentro de la cabeza de Danief, que aún no conseguía moverse de lo impactado que estaba.

   —Sé quién eres, Hobbit — Comenzó a decir la blanca mujer—. He visto tu pasado.

Danief frunció el ceño. Por un momento, pensó que estaba en un sueño se llevó la mano hecha pinza al otro brazo para pellizcarse,  le había dolido pero no había conseguido despertarse, aquello era real.

— ¿Q-q-quién es usted? — Tartamudeó por fin Danief. Ella sonrió, mirando al sorprendido Hobbit desde su altura. Lo que dijo ésta vez sí salió de su boca.

     —Soy Lady Galadriel, la reina elfa.

Danief recordó de repente todos los cuentos que sus padres solían leerle cuando era muy pequeño, en los que había elfos, enanos, hombres, y grandes bestias peleando unas contra otras, siempre por cosas como el honor, la libertad, o el poder.

-¿Y Debería yo de conocer su nombre? – Preguntó con una repentina agresividad. Como si hubiera pensado que no dejaría que los títulos de la elfa le opacaran a él. Pero a la elfa esto pareció no importarle en lo más mínimo pues la sonrisa que se arqueaba tan perfectamente en su rostro era aparentemente imborrable. Sin dejar de mirarlo a través de sus profundos ojos claros, siguió hablando.

   —No, he venido a decirte algo acerca de tu futuro. Porque he visto el presente de otras personas, al igual que su futuro, y sé que estas en ellos.

Danief quedó perplejo.

        -¿Cómo puede usted saber algo sobre mi futuro… o sobre el de otros?

Pero Danief ya sabía la respuesta; era una elfa, en las historias que había escuchado, los elfos eran criaturas tan mágicas que las capacidades de muchos de ellos podían llegara a sobrepasar lo creíble. 

 La expresión de Lady Galadriel era impasible, como siempre. Se acercó lentamente al Hobbit y puso sus delgados y blancos dedos sobre el hombro de Danief lo cual lo obligó a cerrar los ojos.  En su mente e inconsciente, la voz de la pálida mujer retumbó como un eco.

—En este viaje debes adentrarte. Pues descubrirás en el algo que creíste perdido —. He conocido hobbits antes. Aunque parezca pequeña, su presencia siempre se es indispensable.  Persevera en ésta travesía, Danief Vilnicua — El cuerpo del hobbit se estremeció al escuchar su nombre—, porque cuando haya concluido, no volverás a ser el mismo.

La voz de la mujer se desvaneció en el vacío de su conciencia, y cuando Danief abrió los ojos, frente a él solo se divisaban los arbustos y árboles iluminados bajo un velo blanco que proyectaba la luz de la luna.   

 

Bajo el refugio de aquella cueva, estaba Bilbo, recostado sobre la fría roca, aun sonriendo por aquello que había oído y que le había causado tanta alegría. Entre pensamientos y pensamientos, terminó por recordar de repente que había algo más que lo había acompañado desde que habían salido huyendo de La Comarca. Llevó su mano hasta el bolcillo derecho de la chaqueta color vino que llevaba puesta y acarició con las yemas de sus dedos un aro frio y suave al tacto. Lo tomó y al extender la mano, afirmó lo que se temía. Sobre su palma descansaba, dorado y brillante como recién pulido, el anillo que había obtenido en Los Túneles de los Trasgos, el mismo que le había robado a aquella criatura de piel translucida. En los recuerdos de Bilbo retumbó la forma en que ese ser llamaba al dorado anillo, de una forma tan ansiosa, como si amara ese objeto, como si viviera por el  << Mi…preciooooso >> La idea de que él mismo lo había llamado así en algún momento le estremeció.

El  arrastre de los zapatos de Thorin entrando a la cueva le hizo dar un brinco. Cerró el puño ocultando el anillo, pero ya era demasiado tarde, Thorin lo había visto.  En su mente comenzó a formularse todas las posibilidades que podría inventarle al hecho de él tuviera ese anillo.  Tenía la sensación de que el anillo era algo de lo que nadie tenía porque saber. No tenía la intención de compartirlo con nadie, ¿Por qué iba a hacerlo?, Lo había obtenido él, era suyo. Había luchado para conseguirlo.

Cuando Thorin había entrado a la cueva, luego de meditar un rato afuera,  lo había hecho con un principal propósito. Pensaba confesarle sus sentimientos a Bilbo, no le había agradado la idea de pensarlo de ésa manera, pues, confesarle sus sentimientos, a criterio de Thorin, sonaba algo débil. Aunque no encontrara otra forma de llamarlo.

Totalmente ajeno al conocimiento de que Bilbo ya lo había escuchado, dando un gran suspiro e hinchiendo el pecho, se puso en marcha hacia el interior de la cueva, cuando vio entonces a Bilbo, recostado, sosteniendo sobre la palma de su mano un dorado anillo, observándolo atentamente y casi acariciándolo con las yemas de su otra mano lo hizo pensar al principio que tal vez era algún regalo de su familia y que le recordaba a su hogar y que por eso lo contemplaba con tanta devoción, pero al ver su reacción al escucharlo entrar, como había tratado de ocultar el anillo, se dio cuenta de que de haberle pertenecido no tendría por qué ocultarlo con tanta desesperación.

— ¿Qué es eso? — Exigió saber Thorin caminando hacia él, Bilbo inútilmente intentaba disimular que había estado recostado sin haber hecho nada más.

   — ¿Qué cosa? —Dijo Bilbo haciendo como si no supiera a que se refería el enano. Pero por dentro sabía que tenía dos opciones, mentirle a Thorin e inventarle una historia sobre que era herencia de algún familiar, o contarle la verdad; cómo había hecho una pelea de acertijos contra aquel desagradable personaje, cómo le había hurtado el anillo y lo había dejado vivir.

     —Eso que tenías en la mano y que ocultas de mí.

Una sola idea había inundado la mente de Thorin. Si no le pertenecía a él, y el anillo resultaba ser de oro, solo podía tener un único origen << Lo robó de Erebor >> Pensó, << De los salones dorados, de el tesoro >>

Bilbo vio en la sombra que había invadido la expresión del enano al Thorin afectado por el mal del dragón. Así que se rindió y no se sintió capaz de mentir, de no poder contar la verdad. Bajando el semblante, extendió nuevamente la palma de su mano y el rostro del rey bajo la montaña se oscureció más. Pero Bilbo le contó a Thorin la corta historia de cómo había encontrado el anillo.  La expresión de loco de Thorin se fue desvaneciendo conforme Bilbo narraba. Algo había escuchado alguna vez acerca de unos anillos entregados a su pueblo. Pero la verdad era que no podía recordarlo.

Estaban sentados uno junto al otro sobre la roca, recargándose en los costados con las palmas sobre el suelo. Thorin Le hizo saber a Bilbo lo que había pensado al ver el anillo. Y juntos se rieron de lo tonto que había sido pensarlo, porque resultaba que a Bilbo se le había entregado una parte del tesoro antes de regresar a casa.  Entre ellos volvió a hacerse un gran silencio, y el sonido de sus risas siguió haciendo eco en las paredes de sus conciencias. Ambos estaban pensando en lo mismo, y Bilbo se sintió de repente con suficiente valor como para decirlo.

  —Te escuché — Confesó volviéndose al enano, quien, sorprendido, también posó su mirada sobre él —. Escuché lo que dijiste cuando platicabas con Danief.

Thorin no supo que decir. Bajó la mirada hacia sus pies unos segundos para meditar bien sus palabras y luego volvió a incorporar los ojos sobre Bilbo, que no había dejado de observarlo.

      —Te lo quería decir personalmente — Dijo por fin —, pero tenía miedo de… de como fueras a reaccionar.

—Entonces es cierto — Expectante, Bilbo esperaba con ansias cada silaba que saliera de la boca hechizante de Thorin.

  —Eres muy importante para mi Bilbo…y… tu…tu- Tartamudeó – Tu…

—Me gustas — Completó Bilbo.

Las palabras se escurrieron solas. De repente el hobbit vio la vida tan fácil como dos palabras. Y no se arrepintió.  Los  labios de Thorin se arquearon formando una dentada sonrisa, no podía pensar en nada más que en ese momento.

Lentamente, Danief se encaminÓ hacia la cueva. Todavía le costaba creer lo que le acababa de pasar. Salió de entre los arbustos y vio la luz de la fogata iluminando el interior de la cueva, se acercó y oyó desde dentro las voces de Thorin y Bilbo charlando. Al percatarse, se acercó a hurtadillas intentado hacer el menor ruido. Se acercó a la entrada rocosa de la cueva y divisó a los dos personajes, sentados uno junto a otro, mirándose fija y profundamente.

Como dos imanes opuestos, los dedos de Thorin comenzaron a arrastrar su mano hacia la de Bilbo, quien, al darse cuenta, lo imitó. Las yemas de los dedos de los dos se unieron, como si hubieran estado hechas toda la vida para unirse, para estar estrechadas. Se entrelazaron una con otra, y entre el crepitar del fuego, los ojos de ambos se perdieron en los del otro. Ya no existía nada más. Una gran tormenta se había desatado al choque de sus manos, esa tímida chispa que Danief había presenciado se había convertido en una enorme llamarada que emanaba de ambos como dos enorme soles que colisionaban.

Recargado en la entrada de la cueva, Danief solo podía sonreír.

—Me gustas —Dijo Thorin de sus propios labios — Me gustas demasiado.

Pero Bilbo ya lo sabía. Siempre lo había sabido.

 

 

Notas finales:

Pues espero haya gustado.

Buena fortuna, y lindo dia tengan, ( o tarde, o noche)

Esta y la primera parte son capitulos corregidos. Así como el 1,2,3,4,5,6,7 y 9no capitulos tambien ya estan corregidos.


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