Loki caminaba por los majestuosos pasillos de Asgard, tan largos y de decoración preciosa pero ya vieja. Nuestro querido agente se dirigía al bifrost para realizar una tarea encomendada por la madre de todo Frigga y dicha tarea se conectaba a los eventos del día anterior.
Él iría a Svartálfaheim para espiar las criaturas de ese reino y buscar alguna sospecha que se relacionara con las visiones de Karnilla, salió a los establos para tomar un caballo e ir con el guardián del puente pero justo cuando llego se encontró con la escena de Seren y Thor discutiendo.
-¡Yo puedo ir a donde se me pegue la gana!- le grito el adolescente al rubio claramente haciendo un puchero.
-¡No tienes tanto derecho! ¡Tus acciones son muy peligrosas en este tiempo!- regaño Thor al menor.
-oh... ¿Acaso el “poderoso” Thor le tiene miedo a los pasos del gran Seren?- pregunto Seren a Thor con burla.
El rubio frunció el ceño, aquel chico disfrutaba de irritarlo cada vez que podía y eso ya le empezaba a cansar al mayor. Desde su llegada no hacía más que irritar y atacar al dios del trueno ¡Vamos que le tenía mucho odio pero no era para tanto!
“Yo mate a su padre enfrente de él” Se recordó Thor a sí mismo para luego darse una cachetada mental “Si tiene derecho a odiarme... ¡Aunque de todas maneras ese no era yo!” Frunció mucho más su ceño ante ese pensamiento, si tenía una razón para odiarlo pero aun así debía darle un respeto como mayor.
Puso sus manos en sus brazos y dando una posición de superioridad le contesto:
-Tenme respeto niño- dijo en el tono más serio que podía tener, a ese niño lo callaba de si o si -
-¡Respeto mi trasero!- contesto el pelinegro ahora ignorando las protestas del rubio.
Loki observo un poco más la pelea pero al ver que jamás terminaría decidió ir a tomar un caballo, no quería intervenir en la pelea por agobio, aparte sabía que sería inútil detenerla pues esos dos eran a su parecer muy necios y testarudos, muy poco tiempo de conocidos tenía con su hijo pero esas actitudes le resaltaban mucho al menor.
Ese tipo de peleas le recordaba a su querida infancia, él podría recordar los días en que discutía con su “hermano” por horas y horas para terminar en lo mismo; cediendo el uno del otro y perdonándole, en su niñez disfrutaba de ir en la contra de su hermano ya que pelear con él era su diversión y ninguno se quejaba de eso.
Un sentimiento de felicidad se apodero por un momento al pensar en eso; felicidad por su supuesto hermano, ese sentimiento que alguna vez tuvo al estar cerca del rubio, una sensación que albergaba su cuerpo al jugar con él…
Tiempos felices para Loki, tiempos que duraron poco…
El dios de las mentiras llego al puente arcoíris y el guardián lo dirigió al reino oscuro, viajando a través de los colores seguía recordando aquellos tiempos en donde fue feliz. Trato de no pensar en su estúpido no-hermano pero le era imposible, en cierta manera le tiene un gran rencor (y a la mayoría de Asgard también) pero no siempre fue así con él. Loki no siempre fue malo.
“Lo único que quería era igualdad”
Rabia, dolor, tristeza y decepción gobernaron la mente de la mentira, la rabia de no ser reconocido en su hogar, el dolor de no ser igual a su hermano ante su padre, la decepción de sus acciones pero que en cierta parte no se arrepentía de nada y ahora la tristeza de cómo es que había terminado sirviendo al pueblo que tanto lo odiaba.
El gran Loki tenía sus planes; tuvo sus planes de niño para ayudar a que Asgard fuera un mejor lugar, planes para tener grandes aventuras con su “hermano” pero después del drama y la mentira que vivió eso cambio para mal, fueron planes para ser mejor que Thor, planes para destruir al dios del trueno y vengarse de todo el sufrimiento que paso en su adolescencia y vida que conocía hasta ahora.
Llego al reino oscuro y se infiltro en busca de actividad pero todo era muy silencioso, camino por la tierra muerta que estaba de suelo y en su caminata encontró el cadáver de un elfo de la luz, un cadáver muy peculiar pues se parecía un poco a su “hijo” el dios de las mentiras no le dio tanta importancia y siguió su camino.
“Seren...Seren…Seren” El nombre de su hijo resonó en su cabeza muchas veces y su figura se entrometió en sus pensamientos.
¿Por qué Seren? ¿Por qué una estrella? ¿Por qué quedarse en Asgard?
¿Qué tenía de especial esa ciudad para que nuestro dios de la maldad se quedara en el futuro? Si bien Loki ya tenía planeado su futuro, destruir Asgard, ser un hechicero muy poderoso y tener a Thor a su merced
“Otra vez Thor…” Pensó molesto consigo mismo el pelinegro pero en verdad era inevitable no pensar en él, todos sus planes eran para destruirlo o humillarlo.
Volvió a pensar en Seren, en Asgard como su hogar de nuevo…en servirle al rey Thor pero esa idea le provocaba una increíble repulsión.
“Jamás estaré al servicio de ese tonto” Se dijo mentalmente.
Seren había dicho que era una buena persona en el futuro ¿Pero por qué buena? Claro que él podía ser bueno y noble pero estaba lleno de rencor, de odio más que nada y no podía hacer mucho por eso ya que él creció así y seguiría así hasta el fin de sus días o eso pensaba.
-Puedes cambiar Loki…- rompió en silencio Thor y ahora el enojo se sustituía por tristeza- Por algo pedí que no te ejecutaran, yo sé que todavía tienes oportunidad y por algo aceptaste ser el agente de Asgard-
Recordó dichas palabras del trueno ¿Él podía cambiar? ¿En verdad podía? Ni siquiera el mismo lo sabía y parece que muchas personas esperaban ese cambio.
“¡Yo no puedo y no quiero cambiar!” Se gritó mentalmente.
Detuvo su caminata, el lugar seguía desolado pero no le importaba mucho (De hecho lo que le importaba ahora era esa “batalla mental” que tenía con su misma persona. Respiro y dijo muy alto:
-Yo soy Loki Laufeyson, hijo de Laufey y enemigo de Asgard – dijo tranquilizándose.
-Más bien el perro de Asgard- dijo otra vez, una femenina y en un tono muy divertido.
Loki dirigió su atención a donde provenía aquella voz y grande fue su sorpresa al ver a esa mujer. Una mujer que llevaba un vestido morado que le llegaba arriba de la rodilla, tenía un cinturón con círculos dorados; una mujer de cabello rojo como el mismo fuego de Hel y de ojos verdes azulados. Era Lorelei.
-¿Qué haces aquí Lorelei?- le pregunto con cierta intriga, la mujer solo le dedico una sonrisa juguetona.
-La verdad es que alguien está jugando con mi imagen últimamente- paso de lado de Loki a la vez haciéndole una caricia en la espalda - ¿Sabes algo acerca de eso?-
-No trates de seducirme ahora, estoy ocupado- quito la mano de la mujer de su espalda y se distancio un poco, ella solo rio ante esto.
-Qué pena…y yo que buscaba algo de diversión- otra sonrisa coqueta fue dirigida para la serpiente- Pero ¿podría saber cuál es el motivo por el cual me rechazas?-
-Un trabajo para Asgard- contesto dándole poca importancia a pesar de que era algo de suma importancia, por todos los dioses se trataba de su propio futuro.
-¿Salvándole la vida otra vez a la gente que te odia? Pensé que eras más listo cariño- Dijo la bruja burlándose de la situación del pelinegro, patético según ella porque era la quinta o sexta vez que les salvaba la vida ¿y cómo se lo agradecían? Con odio, mucho odio a su persona.
-Esta vez implica más que eso, es más un problema general que particular ¿sí? Ahora deja de molestar que tengo cosas que hacer- Volteo su persona para ignorar a la pelirroja y seguir buscando algún rastro de un elfo oscuro.
Lorelei al ver esto se rio por debajo, estar en Asgard había hecho del rey de las mentiras una persona débil y tonta aunque sospechaba que eso terminaría pronto porque conociendo al pelinegro saldría con un plan “maestro” para matar al dios del trueno y tener el poder del trono de Asgard, se lo sabía de memoria porque ella había participado muchas veces en esos planes, planes que siempre terminaban en un fracaso le afectaba; por eso ella se largó a Midgard a vivir, con sus encantos podría obtener lo que quisiera y más si los ponía a prueba con los tontos mortales pero ese no era el punto, el punto es que Loki era débil y podría aprovecharse de eso.
-¿Jugando al héroe esta vez? Loki eso no te queda a ti ¿recuerdas? Eres un villano, nunca podrás ser el “bueno”- Intento provocar a las esmeraldas y este solo bufo, fracaso en provocarlo pero siguió intentando- Cariño estas demás en estas cosas de ser el héroe, una vez cargaste al mjolnir, sí, pero por culpa de un hechizo de inversión y eras tan indigno que solo lo cargaste por unos minutos ¿Acaso no quedaste satisfecho?-
-Podrías dejar de molestar- él no estaba de humor para escuchar la palabrería de Lorelei – Aparte no es una cuestión de ser un “héroe”, esto implica tanto mi vida como la tuya…además que la palabra “héroe” no debería estar en tu vocabulario, después de todo eres tu- dijo el dios de las travesuras con cierto toque de desprecio a aquella mujer.
-Oh…touché- dijo en burla- Al menos yo no soy un constante fracaso, tengo lo que quiero cuando quiero y no estoy arriesgando mi vida por todo un pueblo que me odia como cierta persona-
“Se me olvidaba lo necia que es esta mujer” pensó rodando sus ojos Loki y suspiro con pesadez.
-Tengo mis razones del por qué realizo este trabajo, es más me atrevo a decir que aquel idiota pronto estará besándome los pies- sonrió con malicia y la mujer le devolvió una igual.
-Como siempre tienes tus alternativas…pero volviendo a lo de ser héroe- Aquella bruja se acercó de una forma peligrosa al agente.
-Lo cual no soy- le interrumpió Loki a Lorelei
-¡Exacto! No lo eres y jamás llegaras a serlo, sabes desde un principio pudiste librarte de este asunto de agente secreto y seguir con tu destino- pronuncio aún más divertida al observar la duda en el rostro del dios.
- Dime ¿Por qué tenemos esta conversación?- pregunto ya cansado la mentira y la mujer río por debajo provocándolo.
-Me gusta molestar…- le contesto con encanto y el pelinegro volvió a rodar sus ojos.
-Yo nunca eh pedido ser un héroe, si acepte este cargo es por algo y créeme que no es para limpiar mi reputación- se alejó de la mujer pero esta se volvió acercar.
-Supongo…ya que no cooperas mucho conmigo me iré, nos vemos Laufeyson- Y en una nube roja desapareció esa muy irritante.
Loki ignorando todo lo ocurrido decidió seguir con su tarea y recorrió más camino pero aquella extra conversación sin sentido no dejaba su mente. Él sabía que era tonto servirle a aquellos que siempre le han hecho una mierda su vida pero al menos con su comportamiento había hecho que mordieran el anzuelo, se sentía mal por parte de su madre que en su niñez y a pesar de todas sus malas acciones que cometió lo seguía apoyando y eso era porque realmente lo quería y si, Loki realmente quería a Frigga. Volviendo a la trampa, la mayoría de Asgard creía que él había cambiado, que era una “mejor” persona y había renunciado a sus oscuros deseos; no, Laufeyson jamás renunciaría al trono, a tener a Thor bajo su merced y haría lo que fuera por tenerlo.
A eso le agregaría la llegada de Seren, hijo o no él le ayudaría a tener el poder en sus manos ya que sería un buen peón para el plan que había armado hace unos meses, sentía un poco de pena con el muchacho ya que se le veía muy ilusionado con la presencia del rey de las mentiras pero eso era, el rey de las mentiras y haría uso de ellas para llegar a su objetivo.
Seguía caminando pero no encontraba nada acerca de los elfos oscuros, un cuarteo o cualquier cosas ese reino estaba desierto y eso le preocupaba, solo un poco. Cerca de él estaba una roca y decidio ir a sentarse sobre ella para descansar un poco.
-¿Jugando al héroe esta vez? Loki eso no te queda a ti ¿recuerdas? Eres un villano, nunca podrás ser el “bueno”- Intento provocar a las esmeraldas y este solo bufo - Cariño estas demás en estas cosas de ser el héroe, una vez cargaste al mjolnir, sí, pero por culpa de un hechizo de inversión y eras tan indigno que solo lo cargaste por unos minutos ¿Acaso no quedaste satisfecho?-
Volvió a recordar a esa dichosa y molesta mujer pero gracias a esas palabras su mente viajo a un recuerdo lejano.
Loki vestía de blanco y dorado, en lugar de cuernos tenia alas y en lugar de ser un villano era el héroe ahora, podía jugar con el rol del “bueno” y estaba ahí, en la luna sosteniendo a mjolnir en sus manos mientras observaba como su hermano caía indigno de su martillo, con su alma oscura.
Mientras en el suelo yacía Thor Odinson indigno, vistiendo con solo su capa roja y unos pantalones de cuero. Su vista era lo peor pero eso no detuvo al dios de las travesuras en darlo una paliza como las que en un pasado él recibió.
*-¡Dime hermano! ¡¿Qué se siente, que se siente ser golpeado por tu propio martillo?! ¡Que yo sea más digno que tú!...Haz caminado por el mismo sendero que yo, haz tropezado como yo ¡¿Cómo se siente Thor?! ¡Ser el único derrotado, ser el fracasado! ¿Ahora admitirás que podemos cambiar, hermano? ¿Trabajaras conmigo para salvarnos a ambos?- grito desesperado el agente de Asgard acercándose a su debilucho hermano.
Apenado por tal recuerdo se tapó su cara con las manos y respiro muy profundo para olvidar tal vergüenza ¡Lo bueno fue que todo eso lo causo un estúpido hechizo! En verdad Loki jamás se había imagina cargar el poderoso martillo y menos darle tremenda paliza a su no-hermano pero al final de cuentas esa paliza si se la merecía.
Ahora su mente se centró más en la palabra héroe, de pequeño el si quería serlo aunque él pensaba así porque estaba cegado por la mentir que tenia de vida y creció; planeando, estudiando y haciéndose fuerte para que algún día tomara el poder de Asgard y fuera SU HEROE, pero todo eso se derrumbó desde aquel día. Ese día que nació el dios de la maldad, el día en que Thor perdió a su pequeño hermanito.
Un pequeño Loki de nada más 9 años corría de un lado a otro en busca de su hermano mayor Thor, un nuevo hechizo aprendió y quería probarlo en él así que rápidamente salió de la biblioteca en su búsqueda. Pasaron horas y no lograba encontrarlo ¿Dónde se había metido ese cabeza hueca?.
Pasando cerca de lo que era el jardín de la reina dicha mujer se encontraba revisando su hermosa flora, Loki viendo que no encontraba a su hermano decidió ir con su madre a comunicarle con orgullo su nuevo descubrimiento.
-¡Madre!- le grito con alegría corriendo a ella- ¡Madre lo hice!-
-¿Qué acabas de hacer cariño?- le pregunto con dulzura acercándose a su pequeño, se inclinó para recibirlo con un cariñoso abrazo.
-¡Eh aprendido un nuevo hechizo! ¿Quieres verlo?- le comunico emocionado el niño a la mujer y ella asintió con una gran sonrisa, orgullosa de su “hijo”- Muy bien-
Loki se separa de su madre, junto sus manos y concentro toda su fuerza y magia en ella entonces después de unos minutos el ambiente se sintió un poco frio a su alrededor, en las manos de loki apareció un pedazo de hielo que poco a poco se hacía grande y su piel empezó a cambiar. El color azul se mostró en sus manos dirigiéndose hasta las demás partes de su cuerpo, a los pocos minutos Loki tenía pequeños y delgados tatuajes por su cara, su piel toda por completa era de color azul y sus esmeraldas cambiaron un color rojo como la sangre.
-Oh por Borh…-pronuncio horrorizada Frigga al ver a su “bebe”, no estaba lista para decirle y jamás pensó que este momento llegaría de esta forma.
-¡Mira mamá! Como un camuflaje- orgulloso se lució ante su madre pero al ver la cara de espanto de ella se asustó -¿Madre..?-
-¡Loki!- Grito sorprendido Thor que pasaba junto a el padre de todos Odin en ese momento.
Frigga al ver a su esposo cerca con sus ojos le dedico una mirada desesperante y Odin solo pudo asentir intranquilo, se acercó a ellos junto a su hijo Thor pero este se le adelanto y fue corriendo tomando las manos de su pequeño hermano.
-¡Por las barbas de mi padre! Loki eres azul…¡¿Cómo es que eres azul?!- grito impresionado y el otro solo asintió emocionado al ver la reacción de su hermano.
-Un nuevo hechizo que aprendí ¿genial no?- se le veía su ego crecer desde sus ojos.
-Impresionante, esto te servirá para las batallas- pronuncio asombrado Thor analizando la piel de su hermanito.
Interrumpiendo aquel momento Odin carraspeo un poco y Frigga se paró firme aunque seguía con el impacto.
-Muchachos…ya es tarde y será mejor que se vayan a dormir, Thor vamos a la bóveda que tengo que mostrarte algo…- dijo rápido el aquel hombre de un solo ojo y rápido se llevó a su hijo, Thor ni siquiera tuvo tiempo de dar las buenas noches a su hermano por culpa de su padre.
Frigga agarro de la mano a Loki y él volvió a su blanquecina piel de nuevo, caminaron hacia las habitaciones pero entre ellos gobernaba un silencio incomodo; un silencio que hacía sentir extraño al pequeño pelinegro.
-¿Acaso hice algo malo?- pregunto un poco triste y su madre lo miro a los ojos, tena ganas de llorar pero no lo haría, debía de ser fuerte.
-No cariño…es solo que me impresiono aquel hechizo- dijo preocupada
-¿No te gusto? Ya no lo volveré a realizar- pronuncio triste, ese hechizo en verdad le gusto.
La reina permaneció en silencio de nuevo y cuando llegaron a la habitación después de arropar a su pequeño decidió hablar.
-Emm…cariño hay algo que tenemos que hablar- el tono que uso preocupo mucho a Loki.
-¿Es sobre el hechizo?-
-…Si, Loki eso que hiciste no fue un hechizo- Al escuchar eso Loki se sorprendió y mucho y miedo poco a poco empezó a apoderarse de él- Cariño siempre me comunicaste que te sentías diferente respecto a los otros niños e incluso a tu hermano también, la razón de ese sentimiento es por-
-Loki- Interrumpió Odín en la alcoba haciendo tensar a su esposa- Hay algo de lo que quiero hablarte, por favor escucha con atención y no me interrumpas- Esto hizo tragar saliva al pobre chico y miro con seriedad a su “padre”- Sé que desde que tienes memoria haz trabajado duro por ser un buen asgardiano y eso lo admiro mucha ya que solo eres un niño de 9 años, eres ambicioso y listo todo lo que necesita un rey- Loki al escuchar eso sintió su corazón dar una vuelta de 360° , su padre nunca lo había elogiado así y eso le alegraba mucho- Pero tú no podrás ser rey, tu destino no lo marca así que te pido te olvides de ese sueño y una de las razones por la cual no puedes serlo es por el simple hecho de tu raza-
El niño de las esmeraldas se sentía vacío y triste ¿Por qué no podría ser rey si esta tan bien preparado para serlo? Y siguió pensando en las palabras de su viejo llegando a la de “raza”, eso le asusto por completo.
-¿Qué quieres decir con raza padre…?- pregunto temeroso, en verdad no quería saber la respuesta.
Odin dio un largo suspiro y con seriedad y valentía preparo la siguiente oración:
-Tú no eres un asgardiano, no eres nuestro hijo- Frigga rompió en lágrimas después de eso y se retiró de la habitación, no podía aguantar más.
En ese momento Loki se quedó congelado, no quería y no comprendía lo que su padre le decía, sentía que una gran parte de él se iba a la mierda en ese momento y unas grandes ganas de llorar lo empezaban a llenar. Odin le relato la historia de la guerra contra los gigantes de hielo, la verdadera historia y Loki al escucharla por completo no podía creerla. Todos estos años fue engañado por su “supuesta familia”. El hombre que estaba enfrente de él había matado a su verdadera familia, él era aquel monstruo con el que asustaban a los demás niños y tal vez por eso se sentía diferente…porque era un monstruo.
La imagen de su hermano llego de golpe a su mente ¡Thor! , aquel hombre al que admiraba y amaba como su hermano no lo vería de la misma forma, nada sería como antes. Los dos adultos dejaron solo a Loki en su alcoba llorando, Frigga por ultimo trato de abrazar al pequeño gigante pero él la rechazo, prefería que no lo tocaran más y a pesar de que Odin le prometió que todo seguiría su curso normal él sabía que eso era una gran mentira.
Al siguiente día Loki trato de fingir como si nada hubiera pasado pero le era difícil, solo era un niño de nueve años ¿Cómo podía cargar con toda esta verdad? ¿Cómo podía fingir que su vida sigue siendo la misma cuando no lo es? Decidió ir con su hermano que siempre lo consolaba y al llegar con él este lo rechazo de inmediato, Thor estaba tan impactado como Loki lo estaba y en ese momento algo murió dentro del pelinegro, algo inexplicable que seguiría pudriéndose por años como un cadáver.
Las lágrimas corrían por el rostro del dios de las travesuras, eran horribles aquellos recuerdos pero no puedo evitarlos, jamás podía y era algo que lo acompañaría toda su vida. Se limpió su rostro y observando que no había nada más que ver en esa tierra muerta decidió volver a su “hogar”.
Al volver dirigió su paso hacia la reina Frigga para comunicarle que la misión fue una gran pérdida de tiempo pero en su camino se encontró con su no-hermano Thor.
-Volviste, pensé que tardarías más- dijo sorprendido Thor de verlo.
-Solo fue una pérdida de tiempo…-le contesto abatido el pelinegro.
-¿Te sientes bien? Te ves extraño- se acercó Thor para ver mejor a su hermano, acerca su mano para quitar algunos mechones de su cara pero Loki de un movimiento rápido lo rechazo golpeando su mano.
-¡No tengo nada! ¡Déjame en paz!- le reclamo y trato de apartarse pero el dios del trueno se lo impidió y de un movimiento lo acerco a él.
Esto dejo extrañado a Loki, Thor a pesar de que le salvo el trasero a Loki siempre estaba a la defensiva con él y esto era distinto. El rubio puso una de sus manos sobre la cabeza del menor y empezó a masajear y alborotar con cuidado el cabello negro.
-¿Qué haces?- pregunto Loki confuso por las acciones del rubio y trato de zafarse pero no podía.
-Cuando éramos pequeños cada vez que te alterabas de relajaba con esto y así te podías tranquilizar, as que eso hago te ayudo a tranquilizarte-
Loki recordó ese momento donde se despertaba llorando por una pesadilla e iba directo con su hermano a que lo tranquilizara.
-Tienes razón…-susurro pero aun así Thor lo escucho, estaban muy cercas de sí.
Las esmeraldas se dejaron llevar por la suave y tranquila sensación que le transmitía ese movimiento en su cabeza, pasaron pocos minutos y luego otro recuerdo llego a su mente, ese en el que Thor lo rechazaba cuando más lo necesitaba y rápidamente se despegó del rubio, esto dejo extrañado al otro pero antes de que reclamara el dios de las mentiras se le adelanto.
-Recuerda tu lugar Thor…somos enemigos y no te confíes tanto de los trabajos que realizo a la madre de todo, recuerda que soy un embaucador…-le dijo con odio y se fue antes de que el otro pronunciara algo.
Otra vez ese sensación de felicidad se presentó en el cuerpo de Loki al estar cerca de Thor, una sensación de hace años empezaba a despertar…