Solo habían pasado unos segundos desde que Takuma había abandonado el despecho por lo tanto el pura sangre no demoro en suspirar con algo de pesar.
—Seiren —llamo y casi enseguida frente a él estaba la chica de cabellos color purpura claro haciendo una pequeña reverencia.
—Kaname-sama ¿Qué es lo que necesita? —cuestiono la chica reincorporándose para observar los orbes granate.
—Necesito que te dirijas a la ciudad y me averigües la posición exacta en la que se encuentra Zero Kiriyuu —ordeno serio —y que sea lo más rápido posible —agrego. No podía darse el lujo de aparecer frente a la organización Cross como si nada, ¿Qué sucedía si el cazador no se encontraba en ese lugar? Pondría la vida de Ayato y la suya en peligro por nada.
—Como ustedes ordene, Kaname-sama —la chica volvió a realizar una reverencia y salió del despacho tan rápido como había llegado.
Kaname volvió a suspirar al ver que nuevamente se quedaba solo en la habitación.
Y en ese momento escucho una risilla dentro de la habitación.
—Al fin estas dejando de ser un idiota —comento Nozomi con una sonrisa.
—Deja de llamarme de esa forma —exclamo molesto —y esto solo lo estoy haciendo por Ayato.
Y el peli-azul no demoro en comenzar a reír animadamente.
—S…Si claro —respondió irónico mientras tranquilizaba su risa —ni siquiera tú te crees lo que estás diciendo —volvió a la normalidad y sonrió malicioso —estas comenzando a dudar si lo que crees es realmente lo correcto, ¿o me equivoco?
—Pues sí, te estas equivocando —respondió el peli-rojizo completamente serio —Yo sé lo que oí…
—Vamos Kaname, sabes muy bien que a mí no me puedes engañar, quieres saber qué es lo que Kento y yo sabemos y tú no —sonrió al ver que el pura sangre fruncía el ceño.
—Deja de meterte en mi cabeza, no te he dado la autorización —exclamo molesto levantándose de su asiento.
Nozomi suspiro.
—Sabes muy bien que solo me preocupo por ti —y aquello sorprendió al Kuran —aunque discutamos todo el tiempo y pese a lo molesto que puedo llegar a ser, no quiero que pierdas a nuevamente a una persona importante en tu vida… —le sonrió al contrario —la mejor decisión que puedes tomar es dirigirte a donde se encuentra Zero-chan y aclarar todo está mal entendido pues el que más ha sufrido es el cazador… —y al escuchar lo que acababa de salir de su boca, Nozomi se la cubrió con una de sus manos.
Aquello había descolocado por completo al pura sangre, ¿“el que más ha sufrido es el cazador”?, ¿Qué se supone que significaba eso?
— ¿A qué te refieres? —cuestiono completamente confundido Kaname.
Y para la suerte de Nozomi en la habitación apareció Seiren realizando una reverencia.
—Kaname-sama, tengo la información que me ha solicitado conseguir —aviso la chica incorporándose para observar al pura sangre que aun observaba al peli-azul.
El vampiro de orbes azul sonrió.
—Buenos Kaname-chan, no te molesto más —y sin decía más abandono la habitación.
—Nozomi espe… —no pudo terminar la frase ya que el peli-azul había cerrado la puerta ignorándolo por completo.
Kaname suspiro molesto y se dirigió a la chica para conseguir la información que esta le traía.
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Haruka y Zero aún se encontraban caminando por aquel parque que había decidido recorrer este último mientras que el menor de ambos cazadores relataba todo lo que había acontecido en aquella misión en la mansión del pueblo Tasogare, esta vez sin omitir ningún detalle.
—Todo resulto un completo desastre pues me deje llevar por la ira y ahora estoy completamente seguro de que Kaname no quiere saber absolutamente nada de mi —finalizo su relato suspirando con tristeza mientras bajaba la vista al piso.
El rubio tampoco pudo evitar suspirar con tristeza, no le gustaba para nada ver a Zero de esa manera.
—Con que eso fue todo lo que ocurrió —decidio decir debiéndose a una de las bancas del parque y tomo asiento sobre el respaldo de esta.
Al escuchar aquello el peli-plateado levanto la vista para observar la morada de Haruka.
— ¿Cómo que “eso fue todo lo que ocurrió”? —Cuestiono un tanto molesto —para mi es…
— ¡Rayos! —exclamo el rubio revolviendo sus dorados cabellos interrumpiendo en reproche del menor — ¡ahora esto completamente celoso!, al parecer ese vampiro se me adelanto.
Y aquella confesión descoloco por completo al peli-plateado, ¿Qué era lo que estaba diciendo Haruka? Y el rostro de Zero enrojeció de sobre manea al procesar lo antes dicho.
—E…Espera, ¿M…me estás diciendo… que?, ¿Qué? —ni siquiera podía hablar con normalidad y su rostro se había colocado igual o incluso más rojo que un tomate maduro —Yo…
Y una risa por parte del Haruka no demoro en interrumpir a Zero quien volvió a verlo completamente extrañado.
—Cálmate —decidio decir el de orbes morados al ver el color del rostro de su acompañante —solo estaba bromeando, es cierto que te quiero pero jamás podría verte como algo más que un miembro de mi familia —sonrió al ver que el peli-plateado comenzaba a normalizarse —por lo tanto al decir aquello, quería que te distrajeras y al parecer lo conseguí —ensancho su sonrisa.
—Es un alivio —comento el cazador suspirando aliviado —después de todo no eres mi tipo —agrego esta vez malicioso, el rubio lo había hecho pasar por un momento incómodo y quería venganza.
Y el de cabello rubio no demoro en bajar la vista fingiendo estar dolido.
—Que decepción —dramatizo colocando su mano sobre sus orbes —acabo de ser rechazado de la peor forma… —y rápidamente se levantó del lugar donde se encontraba, bajo del banco para quedar a solo centímetros del peli-plateado que no había hecho absolutamente nada para impedirlo —pero me conformo con tu cariño de hermano… —y cuando Zero pensó que Haruka besaría sus labios (pues los centímetros eran casi inexistentes) el de orbes morados sonrió y beso castamente la frente del contrario haciendo que el rostro del de orbes color purpura se encendiera y que su corazón se acelerada como si quisiera salirse del interior de su pecho.
— ¡Zero! —gritaron a unos cuanto metros de distancia de la pareja que ciertamente aún seguía estando a centímetros del contrario.
El aludido y Haruka no demoraron en observan en la dirección que provenía el grito pues el menor de los cazadores sabía perfectamente a quien pertenecía esa voz.
—A…Ayato —tartamudeo el peli-plateado sin creerse lo que sus ojos veían, y no era para menos, desde hace una semana que no veía a su adorado peli-rojizo menor y ciertamente lo extrañaba demasiado.
Y el chico de 15 años no demoro en arrojarse en los brazos del cazador logrando que con el impacto el mayor de ambos callera al suelo con el de orbes purpura menor sobre él.
—Realmente te extrañe Aya-chan —y sin importarle el dolor en su trasero, Zero abrazo al menor con todas sus fuerza, sabía que no lo podría lastimar.
El menor que se había preocupado al quedar sobre su madre y ambos en el suelo, al escuchar lo dicho por el cazador le devolvió el abrazo mientras que sus orbes comenzaban a humedecerse con lágrimas de felicidad.
—Y yo te extrañe a ti, mamá —exclamo dejando que las lágrimas al fin se escaparan de sus orbes.
Y ambos se quedaron abrazados por varios minutos más, sin siquiera darse cuenta de las miradas asesinas que se lanzaban Kaname y Haruka.
—Zero, será mejor que te levantas, te resfriaras si te quedas más tiempo sobre el frio suelo de pavimento —decidio decir el rubio dejando de asesinar con la mirada el peli-rojizo mayor.
—Ne Mamá, ¿Por qué ahora hueles diferente y pude hacerte caer tan fácilmente sin utilizar toda mi fuerza? —cuestiono Ayato limpiándose las lágrimas y levantándose para que el contrario pudiera hacerlo también.
—Porque esta es mi verdadera naturaleza la que ciertamente es mucho más débil que la de ustedes —respondió una vez se encontraba levantado —además ahora estás mucho más grande —agrego sonriéndole cálidamente al menor.
—Uh, ya veo —Ayato le devolvió la sonrisa al peli-plateado —por cierto, ¿Quién eres tú? —cuestiono ahora observando al rubio completamente serio.
Haruka sonrió de oreja a oreja.
—Mi nombre es Haruka Dazai, soy el nuevo novio de tu mamá por lo tanto es un gusto concerté, Ayato-chan —decidio decir el rubio sorprendió inclusive a Zero mientras que la ira de Kaname era tanta que no pudo evitar hacer añicos con su telepatía una de las farolas que se encontraban cerca del lugar donde los cuatro se encontraban.
— ¿Pero qué…? —La sorpresa de Zero aumento aún más al darse cuenta de que Kaname se encontraba a unos cuantos metros del lugar donde ellos se encontraban, con el ceño completamente fruncido— ¿K…Kaname? —cuestiono inconscientemente, ni siquiera se había dado cuenta de que le peli-rojizo se encontraba en el lugar pues estaba inmensamente feliz de volver a ver a Ayato.
Y el peli-rojizo al ver que Zero lo observaba fijamente, al igual que lo hacia Haruka y Ayato, observo en otra dirección. El peli-plateado entristecía al malinterpretar ese gesto.
—Ne Mamá ¿es cierto lo que dice Dazai-san? —decidio cuestionar el menor de todos al ver la tristeza de Zero.
—Que cruel eres Ayato-chan, ¿Por qué no me crees? —cuestiono el rubio observando al menor pero de reojo observaba a su amigo.
Haruka quería que Zero regresara a la normalidad y sabía muy bien que decir y como decirlo para que el otro explotara molesto.
— ¡Haruka déjate de juegos y di la verdad! —exclamo completamente molesto el peli-plateado haciendo sonreír al rubio.
— ¿De qué verdad hablas amor? —cuestiono fingiendo inocencia el rubio haciendo que Zero frunciera aún más el ceño.
Y el peli-plateado no demoro en golpear la cabeza del rubio.
— ¡Itai! —se quejó el rubio acariciando la zona afectada.
Y una encantadora risa no demoro en aparecer ente los únicos que se encontraban en el parque a esas horas dejando a los tres adultos completamente encantados. Zero y Kaname nunca antes habían escuchado aquella risa proveniente de Ayato y Haruka, pues esa era la primera vez que escuchaba al menor reír.
—D…Definitivamente —el menor comenzó a tranquilizar su risa —si papá no deja esta tonta actitud orgullosa —sonrió ampliamente observando a Zero y Haruka —Tu… o mejor dicho me gustaría que tú, lograras conquistar a mamá —y no demoro en ensanchar un poco más su sonrisa dejando aún más sorprendidos a los otros tres adultos.
Y ahora el turno de Haruka de comenzar a reír animadamente.
—Realmente me agradas Ayato-chan —sonrió y acaricio los cabellos rojizos —Y tienes razón, Zero es una persona realmente importante para mí, así que no dudare en tratar de hacerlo olvidar lo que lo hace sufrir.
Y Zero al escuchar aquello se sonrojo pero de igual forma frunció el ceño.
—Haruka, deja de decir tontería —exclamo el peli-plateado molesto.
Ayato al ver esta distinta personalidad de Zero sonrió, cuando lo había conocido era completamente serio, cuando había estaba en la mansión junto a Kaname se encontraba más relajado pero de todas formas no reía o se molestaba como lo estaba haciendo ahora. Este era un peli-plateado diferente, le agradaba ya que con Dazai-san, el peli-rojizo menor sentía que su madre era el mismo.
El Kuran por su parte observaba a Zero, Haruka y Ayato desde la misma distancia que había tenido desde un principio, ¿Realmente Ayato le había dicho aquello al rubio?, además Zero se veía más animado sonreía, se molestaba, reía y gritaba, como si fuera otra persona, no el chico que había conocido durante esos días en su mansión —“No todo es lo que parase ser” —las palabras de Kento no demoraron en resonar en su cabeza. Cierto, él había aceptado llevar a Ayato junto a Zero para de una vez por todas saber que era lo que Kento y Nozomi sabían y el no… pero lo que no estaba en sus planes era encontrarse a SU… se regañó mentalmente… a Kiriyuu a punto de ser besado por aquel rubio de nombre Haruka.
—Mamá —la voz de Ayato llamando a Zero luego de algunos momentos lo aparto de sus pensamientos— ¿puedo conocer a mi abuelo? —cuestiono completamente ilusionado el menor.
— ¿Abuelo? —aquella pregunta salió de los labios del Kuran sin que pudiera evitarlo.
Haruka sonrió malicioso.
—Al parecer no conoces absolutamente nada de la vida de Zero —comenzó a decir el rubio —Bueno no esperaba más del idiota que no dejo que le explicaran absolutamente nada y que prefirió dejarse llevar por lo que su ex le dijo —y las miradas de odio entre el pura sangre y Haruka no se hicieron esperar.
Pero Kaname no se quedaría callado. Quien se creía el rubio para decirle todo aquello…
— ¡Quien te crees tú para hablarme de esa forma! —exclamo el peli-rojizo comenzando a acercarse al de orbes morados.
Haruka sonrió.
—Créeme chupasangre… que si te respondo aquello terminaras perdiendo —le advirtió Dazai igual de burlesco y relajado mientras que Kaname se acercaba completamente molesto.
—Aya-chan, no tengo ningún problema en presentarte a mi padre, solo tiene que pedirle la autorización a Kuran pues es el quien te trajo hasta aquí —se apresuró a decir Zero, sabía muy bien que si las cosas se salían de control Haruka terminaría lastimado aunque conociendo al rubio, el pura sangre no saldría muy bien librado y él peli-plateado no quería que ocurriera nada de eso.
Kaname que no había dejado de caminar, completamente molesto en dirección al altanero rubio al escuchar a Zero llamarlo por su apellido se detuvo en seco entristeciéndose de inmediato.
— ¿Podemos dirigirnos al hogar de Mamá? —cuestiono Ayato el cual tampoco quería que Haruka y Kaname armaran un alboroto.
El peli-rojizo mayor suspiro.
—Está bien —respondió Kaname ganándose una amplia sonrisa por parte de Ayato.
— ¡Gracias papá! —exclamo completamente feliz el menor.
—Entonces ahora comencemos a caminar pues el vehículo nos espera —propuso el rubio sonriéndole al menor.
— ¿Vehículo? —cuestiono Ayato curioso.
Zero, Ayato y Haruka comenzaron a caminar en dirección en la que se encontraba el automóvil del rubio mientras que ambos adultos le explicaban al menor que era un vehículo. Kaname por su parte se quedó unos cuantos metros más atrás de los demás.
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Y así, luego de un tranquilo viaje en el automóvil de Haruka, el cual a Ayato le pareció lo más genial del mundo, llegaron a la vivienda de Cross.
—Este es mi hogar —Aviso el peli-plateado descendiendo del vehículo seguido de Haruka, Ayato y Kaname.
—Es una casa enorme —exclamo el peli-rojizo menor completamente emocionado —aunque no tan enorme como la mansión —agrego aunque no dejo su tono animado.
—Tienes razón —Zero le sonrió cálidamente al menor —Ahora será mejor que entremos, si mal no recuerdo Cross debe estar en la vivienda.
— ¿Cross? —cuestiono el menor confundido.
—El apellido del padre de Zero —decidio responder esta vez Haruka sonriéndole al menor.
— ¿Pero por qué tienen distinto apellidos? —cuestiono ahora más confundido.
Kaname escuchaba la conversación en silencio pero igual de interesado que Ayato.
—Porque yo también fui adoptado —al decir esto bajo la vista y se dispuso a abrir la puerta de la vivienda.
Y Ayato no demoro en guardar silencio.
—No te sientas mal —decidio decir Haruka sonriéndole cálidamente al menor. Ayato le devolvió la sonrisa.
Zero por su parte ya había ingresado a la vivienda, Haruka, Ayato y por ultimo Kaname no demoraron en seguirlo.
— ¡Zero! —chillo el peli-dorado quien no dudo en abalanzarse sobre su hijo sin siquiera darse cuenta de las personas que seguían al aludido —Realmente me tenías preocupado, pensé que te quedarías encerrado para siempre en tu cuarto, que tu tristeza jamás se alejaría… —comenzó a decir mientras abrazaba al contrario y restregaba su mejilla con la de Zero, haciendo que este se molestara cada vez más y que su rostro se tiñera de un muy notorio rojo.
—Buenas Tarde director Cross —decidio intervenir el rubio para que Zero no explotara.
—Oh —y en ese momento se dio cuenta de que Zero y Haruka no venían solos —Buenas noches —saludo repentinamente serio posando su vista en Ayato y luego en Kaname.
— ¡Que sucede aquí! —exclamo Yagari apareciendo en el pasillo con una de sus pistolas apuntando al peli-rojizo mayor que se encontraba serio.
—No ocurre nada Yagari-senpai —decidio decir el rubio animadamente mientras que hacía que le pelinegro guardara el arma.
Ayato por su parte se había escondido detrás de Zero.
El peli-plateado al ver esto suspiro.
—Haru tiene razón —decidio comenzar a decir el peli-plateado —Ayato quería conocerte, papá —y al decir esto hiso que Ayato saliera de su escondite.
—Pero… —observo al adolecente —cuando estábamos en la mansión era más pequeño —exclamo confundido.
—Como ya te lo había dicho antes, Ayato crece más rápido que un niño normal —le recordó al peli-dorado.
Cross sonrió.
—Bueno creo que ahora puedo presentarme correctamente —ensancho su sonrisa observando al menor —soy el padre de Zero, mi nombre es Cross Kaien y es un gusto concerté A-chan.
El menor sonrió ampliamente.
—Yo realmente quería conocerlo, por lo tanto para mí también es un gusto, me llamo Ayato Fukuyama —se presentó para enseguida agregar —y ¿puedo llamarlo abuelo?
Y una enorme sonrisa afloro en los labios de Cross al escuchar aquello.
—Claro, después de todo Zero es tu papá, ¿o me equivoco? —cuestiono curioso el de orbes miel.
—Si —respondió el peli-rojizo menor —Zero no es mi papá, sino mi mamá —agrego con una sonrisa.
Y el rostro de Zero se tornó completamente rojo.
— ¿Y tú papá? —cuestiono esta vez Yagari sorprendido por lo dicho por el menor.
—Kaname —respondió observando al de orbes azules.
Zero enrojeció aún más.
—Ya veo —Cross sonrió ampliamente, ahora entendía el comportamiento de su hijo —La cena está casi lista y hay suficiente para todos, ¿gustan cenar aquí? —cuestiono observando al menor y luego al pura sangre.
—Papá, ¿podemos? —cuestiono Ayato igual de emocionado que antes.
—Está bien —respondió pues él quería quedarse a solas con Zero ya que había varias cosas que quería cuestionarle.
— ¡Genial! —exclamo Ayato completamente feliz.
Y así, los 6 se encaminaron en dirección a la cocina para poder servirse la cena que Cross había preparado con anterioridad.
Aunque para Zero y Kaname la cena les resultaba un poco incómoda, de todas formas ver a Ayato con una enorme sonrisa al compartir con su abuelo, Yagari y Haruka les alegraba.
Continuara…