Luego de salir del despacho, Yukki no dudo en dirigirse al primer piso siendo seguida por el peli-azul que aunque no lo admitiera, tenía bastante sed considerando el largo viaje que había tenido que hacer para llegar hasta ahí.
—Este lugar no ha cambiado en nada —comento Nozomi con una sonrisa mientras observaba a su alrededor.
—Usted sabe también como yo que a Kaname nunca le ha gustado cambiar las cosas de su lugar, quiere conservar el recuerdo de nuestros padres intacto —respondió Yukki con algo de tristeza en la voz.
—Tienes razón —respondió Nozomi introduciendo sus manos en los bolsillo de su pantalón— aunque creo que así es mejor, después de todo este lugar también fue mi hogar por un largo, largo tiempo y contiene valiosos recuerdos para mí —agrego sonriéndole cálidamente a la pura sangre que lo observaba un tanto sorprendida.
—Este lugar guarda los valiosos recuerdos de todos los que viven esta mansión —agrego Yukki esta vez sonriendo ampliamente.
Y así ambos siguieron caminando en dirección a la cocina de la mansión.
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En la habitación de Zero, el peli-plateado poco a poco comenzaba a despertarse, abrió lentamente sus orbes purpura y se incorporó en el lecho para enseguida restregarse suavemente los ojos y así despertar por completo.
Ya se cumplían 10 días desde que había llegado a aquella mansión, faltaban solo 10 más para que el efecto de la pócima que Cross le había dado, dejara de surtir efecto y volviera a su vida de cazador por lo tanto… ¿Cómo le diría a Kaname acerca de su verdadera identidad? ¿Y a Ayato?, realmente no lo sabía, ¿Cómo reaccionarían los demás al enterarse de que le había mentido durante aquel tiempo?, suspiro para enseguida observar al peli-rojizo menor que dormía a su lado.
También tenía otra preocupación, Ayato, el pequeño niño que había decidido adoptar crecía a una velocidad asombrosa, ahora no parecía un niño de 5 años, sino que aparentaba 10… esperaba que Kaname averiguara algo, ¿Qué pasaría si Ayato sigue creciendo? ¿Viviría menos tiempo?, movió su cabeza para apartar aquello pensamientos.
—Ne, Zero… ¿sucede algo? —cuestiono el menor abriendo sus orbes purpura con pereza.
—No, nada —respondió el peli-plateado observando al peli-rojizo— si quieres puedes volver a dormir, aun ni siquiera anochece —le informo.
Una sonrisa afloro en los labios del menor y rápidamente se removió en la cama para disponerse a volver a conciliar el sueño.
Zero al ver esto no demoro en sonreír enternecido, espero unos momentos más y se dispuso a levantarse del lecho, el a diferencia de Ayato no podía dormir.
Entro al cuarto de baño sin hacer mucho ruido y decidio ingresar al cuarto de baño para ducharse.
Y así en cuestión de 20 minutos el peli-plateado se encontraba duchado, vestido y se dirigía a la cocina, su garganta estaba completamente seca.
Cuando comenzaba a bajar las escaleras que daban al primer piso, se dio cuenta de que Yukki se encontraba acompañada de un vampiro que no conocía.
—Buenos días Zero —saludo la peli-rojiza sonriendo cálidamente.
—Buenos días Yukki —le devolvió el saludo también sonriendo, en aquel tiempo ya confiaba un poco en todos los vampiros que vivían en esa mansión.
—Así que tú eres Zero-chan —el peli-azul no dudo en acercarse un poco más al peli-plateado asiendo que este frunciera el ceño— es un gusto concerté, mi nombre es Arai Nozomi, soy un amigo de Yukki, Kaname y los demás —se presentó con una enorme sonrisa estirando la mano para saludar al cazador.
—Mi nombre es Ryusaki Zero —respondió el de orbes purpura respondiendo al saludo de Nozomi— por cierto Yukki —observo a la peli-rojiza— ¿Kaname se encuentra en su despacho? —cuestiono curioso.
—Así es —no fue Yukki la que respondió la pregunta— tiene noticias que creo debes saber —agrego esta vez seriamente observando al peli-plateado que observaba a Nozomi confundido, sorprendido y molesto.
—Nozomi-san tiene razón —concordó la pura-sangre— al fin hay información de lo que ocurre con Aya-chan —agrego.
—Ya veo —respondió el peli-plateado ocultando perfectamente bien su emoción y también el miedo de saber que era lo que ocurría con Ayato— si ese es el caso, iré a verlo —y sin decir más, siguió su camino, aunque ahora no pasaría a la cocina, después de todo quería saber todo lo referente a lo que había investigado el Kuran.
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Y así en cuestión de algunos minutos, Zero se encontraba frente a la puerta del despacho de Kaname.
—Adelante —se escuchó decir desde el interior poco tiempo después de que el cazador tocara suavemente la puerta.
—Buenos días —saludo una vez dentro de la habitación.
—Buenos días —le devolvió el saludo Kaname sonriendo ampliamente al ver que se trataba Zero.
—Yukki me dijo que ya tenías información con respecto a Ayato —le informo acercándose al escritorio donde Kaname se encontraba.
—Debí suponer que venias por eso —decidio decir el pura sangre soltando un pequeño suspiro que Zero entendió perfectamente.
Un pequeño sonrojo surco su rostro.
—En realidad me dirigía para acá mucho antes de saber que había logrado averiguar algo referente a lo que le ocurre a Ayato —se sinceró mientras que el sonrojo aumentaban un poco más de intensidad.
Y una enorme sonrisa afloro en los labios de Kaname al escuchar aquello.
—Mi amigo Kento-san después de investigar, al fin logro encontrar la información que queríamos acerca de los niños convertidos, por lo tanto Nozomi se encargó de traerme esto —y en seguida le enseño el sobre con la información.
— ¿Puedo leerlo? —cuestiono con algo de miedo para enseguida recibir el sobre.
—Claro —respondió el pura sangre sonriéndole al peli-plateado para enseguida levantarse del lugar donde se encontraba— esto también es importante para ti —agrego rodeando la cintura del cazador por la espalda de este.
El peli-plateado suspiro.
—No hay nada referente a Ayato en esa carta de lo que debamos preocuparnos —decidio decir el pura sangre al notar el temor del menor.
Y Kaname no dudo en sentarse sobre uno de los sillones frente al escritorio dejando a Zero cómodamente sentado entre sus piernas.
—Aunque hay otros detalles que no creo que te gusten —agrego el peli-rojizo posando su mentón en el hombro de Zero.
Y así el contrario que se había sonrojado levemente al ver como se encontraba sentado, motivado por la curiosidad abrió nuevamente el sobre, desdoblo la hoja y comenzó a leer todo lo que ahí decía.
Y era cierto, una parte de él se alegraba inmensamente al saber que Ayato crecería aceleradamente hasta la mayoría de edad, por lo tanto no pudo evitar soltar un suspiro de alivio, aunque ciertamente aquello no duro mucho tiempo.
El final de la carta le molestaba infinitamente, Ryo planeaba algo malo y el amigo de Kaname estaba enterado de aquello por lo tanto Zero no demoro en fruncir el ceño.
— ¿Puedo estar presente cuando Amori te comunique el plan que tiene Ishihara? —cuestiono el peli-plateado volteando el rostro un poco mientras que apretaba la hoja de papel con enojo.
Kaname al ver el enfado de Zero no demoro en suspirar.
—Si Kento-san lo permite yo no tengo ningún problema —respondió el pura sangre observando los orbes de Zero, los cuales se encontraban de un notorio rojo— por cierto, ¿has desayunado? —cuestiono ahora con cierto tono de preocupación.
—No —respondió el peli-plateado ahora apartando la vista de los orbes contrarios.
El pura sangre suspiro.
—Yukki me trajo un vaso de sangre artificial, si quieres puedes servírtela yo no tengo sed —le informo al cazador mientras que abrazaba un poco más la cintura de Zero.
El rostro de Zero no demoro en teñirse de un suave rojo al sentir aquel abrazo, aunque de todas formas decidio tomar el vaso con el líquido rojo que descansaba sobre el escritorio.
Y así, en cuestión de segundos el vaso se encontraba nuevamente sobre el escritorio esta vez sin su contenido.
—Mm —jadeo el peli-plateado al sentir como la lengua de Kaname dibujaba el contorno de su cuello y luego se detenía en su lóbulo— n…no hagas e…eso… —exclamo entre cortado al sentir como ahora Kaname descendía hasta su clavícula.
El peli-rojizo sonrió.
—Aunque digas eso, sé que te gusta… —respondió el Kuran esta vez besando aquel cuello— además, he estado pensado en algo —agrego volviendo al lóbulo de Zero donde se entretuvo chupándolo por unos momentos.
Cada caricia hacia que de los labios de Zero se escaparan varios suspiros y que su cuerpo se estremeciera por las corrientes de placer que lo recorrían de pies a cabeza.
— ¿Q…Que c…cosa? —cuestiono entre cortado, ya que pese a las sensaciones de igual forma la última frase de Kaname había llamado su atención.
Una nueva sonrisa un poco más amplia que la anterior afloro en los labios de Kaname al ver la curiosidad y el interés de Zero en sus palabras, por lo tanto volvió a lamer el cuello del cazador y decidio hablar.
—He estado imaginándome que sabor tendrá tu sangre… —sonrió un poco más— y si tú ya saboreaste la mía, me parece justo que yo pruebe la tuya… —los orbes de Kaname se encontraban de un intenso rojo y sus colmillos ya se dejaban ver, prueba de la excitación que había comenzado a sentir al sentir como Zero se estremecía por sus caricias, por lo tanto le resultaría bastante fácil morder aquel cuello que tenía enfrente y así se dispuso a hacerlo, abrió su boca para enseguida acercarse al cuello contrario.
Zero que había escuchada cada palabra salida de la boca de Kaname, no demoro en levantarse rápidamente del lugar donde se encontraba sentado, él no era un vampiro y la pócima que le había dado Cross no lo hacía inmune a la mordida de Kaname.
— ¿Sucedió algo? —cuestiono el pura sangre al ver como el peli-plateado lo observaba con miedo mientras que su cuerpo temblaba involuntariamente.
Pero el peli-plateado no respondió, Zero se había abrazado a si mismo mientras que su cuerpo temblaba, ya que al escuchar las palabras de Kaname a su mente habían llegado todas y cada una de las escenas que había vivido cuando solo tenía 7 años y aunque algunas escenas se habían borrado de su mente ahora habían vuelto con mayor intensidad, como si las estuviera viviendo nuevamente.
— ¿Zero? —lo llamo el pura sangre al ver que su pareja no respondía— ¿Zero te encuentras bien? —volvió a cuestionar Kaname esta vez optando por abrazar al peli-plateado en un intento por calmar aquellos temblores del cuerpo contrario.
El de orbes purpura no demoro en abrazar al peli-rojizo, no tenía ni la más mínima idea de por qué su mente había recordado aquello nuevamente— oculto su rostro en el pecho de Kaname —ya había trascurrido mucho tiempo, su odio había disminuido considerablemente al enamorarse de aquel vampiro que lo abrazaba protectoramente y aun así, el pasado se volvía hacer presente ahora con mucho más fuerza, se abrazó al cuerpo contrario un poco más…
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Kaien y Yagari por su parte se encontraban frente al consejo de ansíanos, después de todo debían hacer que estos desistieran de enviar a los cazadores para eliminar a aquellos vampiros del pueblo Tasogare.
—El informe de Zero dice claramente que la comunidad dirigida por el vampiro Pura sangre Kuran Kaname, no representa ninguna amenaza para los humanos, el culpable de asesinar a aquella familia del pueblo es otro vampiro, un convertido de nombre Ishihara Ryo —volvió a repetir por quinta vez Cross ahora con el ceño fruncido y golpeando la mesa con algo de fuerza.
—La información entregada por el joven Kiriyuu está incompleta —exclamo un anciano de cabellos blancos y algunas arrugas en el rostro, el cual era el “líder” del consejo— por lo tanto no podemos estar 100 % seguros de que los vampiros de aquella comunidad no sean un peligro para los humanos del pueblo —agrego observando seriamente al peli-dorado.
—Zero no defendería a aquella comunidad si no tuviera una razón validad para hacerlo —decidio decir Yagari observando al consejo.
—Pero tampoco está seguro de si la sangre que consumen los pura sangre es de animal o de humano —exclamo el anciano que se encontraba al lado izquierdo del de cabellos blancos.
—Lo sentimos —decidio decir otro de los ansíanos esta vez de cabello castaño con algunas canas— pero dado el incidente y que no hay una evidencia concreta de que aquella comunidad es realmente inocente de lo que se le acusa, la orden de aniquilarlos sigue en pie…
—Aunque habrá un pequeño cambio… —decidio interrumpir el cabellos blancos a su compañero— la misión se realizara dentro de tres días a partir del día de mañana, Cross —observo al aludido— o nos traes hechos concretos de la inocencia de aquello vampiros o le dices al joven Kiriyuu que su misión ya está cumplida y los vampiros son eliminados definitivamente—exclamo observando al peli-dorado que se encontraba completamente molesto, lo cual demostraba claramente ya que su mano había dejado una clara marca en la madera de la mesa.
—Yo mismo me encargare de traerles la evidencia que demuestre la inocencia de aquella comunidad —exclamo el de orbes miel observando con el ceño fruncido al anciano frente a él.
—Espero tengas suerte —exclamo el anciano de cabellos blancos antes de que Yagari y Cross salieran de la oficina, este último azotando la puerta.
>>> En el pasillo…
— ¿Estás seguro de desafiar al consejo? —cuestiono el pelinegro siguiendo al peli-dorado.
—Sabes muy bien mi ideología —exclamo Cross— no todos nosotros somos malos, además… —entro a su oficina— Si Zero dice que aquello vampiros no fueron los culpables de asesinar aquella familia, yo sé que no está mintiendo.
Una sonrisa no demoro en aflorar en los labios de Yagari.
— ¿Bien entonces que harás? —cuestiono el peli-negro observando a su peli-dorado que caminaba de aquí para haya dentro de la oficina completamente molesto.
—Tengo que informarle a Zero de la decisión del consejo, pero si lo hago por escrito cualquiera de los vampiros de la mansión puede encontrar el sobre y la identidad de Zero será revelada, en cambio sí me dirijo al lugar sería más fácil dado que yo si soy un vampiro, pero… —suspiro con pesar— el inconveniente es que mi hijo, se enterara de que le he mentido toda la vida…
Yagari y Cross guardaron silencio, ambos trataban de hallar una solución para aquellos inconvenientes, después de todo ningún resultado era favorable.
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Kaname y Zero aún se encontraban abrazados, el peli-plateado ahora se encontraba más calmado y los temblores ya habían cesado.
—Lo siento —decidio decir el cazador separándose un poco del pura sangre.
— ¿Por qué te disculpas? —cuestiono Kaname confundido.
—No fue mi intención hacer que te preocuparas —respondió Zero ahora bajando la vista— además también me siento un poco culpable, yo ya he probado tu sangre pero yo… no estoy seguro si podre dejar que tú me… me muerdas… —agrego, ya que pese a todo no estaba seguro de si dejar de ser humano.
Y el pura sangre creyó entender a qué se refería Zero por lo tanto no dudo en levantar suavemente le mentón de este para observar los orbes purpura.
—Eres un vampiro convertido, por eso no quieres que te muerda —dijo el Kuran mirando fijamente al contrario— en cierto modo entiendo lo que puedes estar sintiendo por lo tanto no debí decirte aquello tan repentinamente… así que yo también quiero disculparme contigo —y sin decir más acorto la distancia entre ellos con un beso suave.
Zero no demoro en cerrar sus obres dejándose llevar por el contacto que Kaname le regalaba, comenzaba a sentirse aliviado, la historia que le había contado a todos en aquella mansión le había servido para evadir la proposición del pura sangre pero… ¿Cuento tiempo duraría aquello? Ya que más temprano que tarde, debía decir la verdad a su pura sangre, después de todo, sus días transformado comenzaban a acabarse.
El peli-plateado no demoro en abrir su boca para darle paso a la lengua de Kaname, enredo sus manos en las hebras rojizas y se acercó un poco más al cuerpo contrario… tenía miedo, ¿Cómo reaccionaría el pura sangre al saber la verdad?
Continuara…