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¿Odio o Amor? por Natsuki Miu

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Notas del capitulo:

“Los personajes no me pertenecen son propiedad de sus respectivos dueños”

Aclaraciones antes de leer:

-Cuando hay una frase que termina con este signo ~ y son dos (~~): es un tono cantarín o sensual.

-Cuando hay una frase que termina con este signo ~ y solo es uno: es un tono infantil propio de un niño de 5 años.

……………………………………………………

¡Hola a todos los fan del Kaname x Zero >w<!

Aquí les traigo capitulo número dos de este Fic, espero que les guste… ^w^

Aunque también quiero disculparme por no haber subido el capítulo ayer…

Bueno ahora sin más que decir a leer =D

>

La fiesta de bienvenida había terminado hace ya unas horas, y el peli plateado se encontraba sentado frente al ventanal de su habitación, con las ventanas abiertas de par en par, la luna estaba hermosa esa noche y una refrescante brisa entraba por estas. No estaba cansado por haber dormido durante la tarde, por lo tanto decidio pasar las horas que quedaban sumergido en sus pensamientos.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un sonido en el balcón frente a él.

-¡Quién anda ahí!-exclamo molesto y sin dudarlo se levantó y desenvaino su espada, la cual se encontraba reposando junto a unos de los brazos del sillón.

-No es necesario que la utilices-hablo Kuran Kaname entrando a la habitación-No te voy a hacer daño.

-¿Q…Que haces aquí?-cuestiono ahora nervioso, curioso y sorprendido. Además de que sentía que su corazón podría salirse del interior de su pecho en cualquier momento.

-Te responderé solo si envainas tu Katana-le dijo con una media sonrisa.

-Bien-el peli plateado frunció el ceño y guardo la Katana en su funda, no le gustaba para nada aquel intruso en su habitación, pero lo que menos le gustaba era sentirse de esa forma por él-Listo, ahora ¿Por qué estás aquí?-volvió a cuestionar-y dímelo enseguida ya que no soy muy paciente-le advirtió.

Kaname por su parte ensancho solo un poco su sonrisa, al parecer el chico frente a él no sentía ninguna diferencia entre ellos y aquello le gustaba.

-Solo quería pedirte algo-respondió aun con su sonrisa.

-¿A mí?-cuestiono un poco más extrañado-¿Qué cosa?-cuestiono ahora frunciendo el ceño notoriamente.

-Recuerdas cuando dije que no podías salir de la mansión sin que Yukki estuviera contigo-Zero asintió-pues lo reitero y también debo agregar algo más-se acercó un poco al peli plateado, el cual al verlo retrocedió casi por instinto-no lo quise decir enfrente de todos, pero no puedes salir sin la compañía de mi hermana o la mía, no me gustaría que te pasara algo-sonrió un poco más al ver el sonrojo que se había formado en el rostro del más bajo-ahora me retiro-y sin decir o dejar que el de orbes purpura dijera algo salió por la ventana.

¿Qué acaba de pasar?, ¿acaso había escuchado bien?, esas eran las preguntas que rondaban en la mente del peli plateado… Zero se encontraba completamente sorprendido, al punto de dudar si lo anteriormente dicho por el pura sangre había sido real o no, pero a pesar de aquello y sin siquiera querer, en sus labios afloro una sonrisa, regañándose inmediatamente, como era posible que se sintiera así por un monstruo que odiaba, además quien se creía aquel chupasangres para ordenarle algo a él.

-¡Yo se cuidarme solo!-exclamo como si Kaname lo pudiera escuchar, frunció el ceño se colocó nuevamente el cinturón y la Katana alrededor de su cintura y se acercó al balcón, nadie le decía que hacer, ni mucho menos un vampiro.

Salto por el balcón aterrizando sin problemas en el suelo, y sin dudarlo comenzó a correr por el jardín hacia el pueblo, sin siquiera percatarse de la sombra que había dejado atrás.

 

 

El peli plateado caminaba sin problemas por las calles iluminadas del pueblo, el sol saldría en unas cuantas horas más, por lo tanto las aceras estaban desiertas, los grillos cantaban y se podía escuchar el viento mecer las ramas de los árboles, una agradable noche, sin preocupaciones.

-Sin duda un lugar peligroso-dijo con sarcasmo en su interior, mientras que en su rostro afloraba nuevamente una sonrisa sincera, de esas que no había logrado esbozar hace mucho, mucho tiempo-No comprendo-volvió a pensar esta vez tocándose el pecho, donde pudo sentir claramente los latidos acelerados de su corazón al pensar en el pura sangre que esa noche había entrado a su habitación a decirle-“No me gustaría que algo te pasara”-recordó para enseguida mover su cabeza en señal de reproche, el peli rojizo era un vampiro, un monstruo al igual que la vampiresa que había acabado con su familia y él era un caza-vampiros, su deber defender a los humanos de aquella amenaza, por ende enemigos naturales… así que menos podía dejarse llevar por aquel cálido sentimiento que se apoderaba de su corazón cada vez que pensaba u observaba a Kuran Kaname… debía odiarlo no-¡¿Amarlo?!-aquella palabra salió de la nada dentro de su cabeza, pero cualquier signo de razonamiento se vio cortado por un grito desgarrador que surco la tranquila noche.

Zero al escucharlo, se apartó de sus pensamientos rápidamente y corrió en la dirección en la que había escuchado el grito… encontrando una escena realmente espantosa… tal como le había pasado a él a sus 7 años, un vampiro devoraba a una familia compuesta de los padres y tres niños. De los cuales ya cuatro miembros se encontraban sin vida, solo faltaba el que parecía tener menos edad de los niños, el cual se encontraba aterrorizado refugiándose detrás del cuerpo de su madre.

-¡Detente!-grito Zero sin siquiera pensarlo, ya que se vio claramente reflejado en aquel pequeño asustado.

El vampiro volteo el rostro para observarlo.

-Creo que tenemos compañía-hablo con una voz atemorizante el vampiro de cabellos castaños y ojos rojos por la sed, mientras volvía la vista al pequeño-pero ni creas que podrás escapar, porque si te salvas de mí, aquel peli plateado te devorara-exclamo apuntando a Zero.

-¡Cállate!-exclamo Zero con el ceño fruncido, jamás pensaría en devorar a aquel pequeño-¡No lo sigas atormentando! Y será mejor que te alejes de él, ¡o no dudare en acabar contigo!-volvió a decir el peli plateado desenvainando su Katana.

-Veo que no vienes a comer-exclamo el castaño ahora sonriendo-con gusto jugare y luego de acabar contigo, devorare a aquel niño-el de orbes rojos, observo al pequeño el cual al buscar protección se ocultó más, entre la pared y el cuerpo de su ahora difunta madre-pero antes y para evitar que escape-en un rápido movimiento el vampiro se acercó al pequeño, lo levanto y sin contemplaciones mordí el cuello del niño, que ante el dolor callo desmayado.

Zero por su parte no logro hacer nada, ya que aquello había pasado demasiado rápido, y aunque tenía los mismos reflejos que el chupasangre frente a él, no lograba controlar como quería su cuerpo, por lo tanto al ver que el castaño dejaba nuevamente el cuerpo del infante en el suelo, no dudo en abalanzarse sobre este, más que molesto. El castaño por su parte al ver esto, rio encantadoramente demostrando claramente diversión y esquivo el filo de la Katana que iba claramente dirigida a su corazón.

 

 

-Tenemos aquí un vampiro bastante terco-pensó para sí mismo Kaname al ver como el peli plateado saltaba del balcón y luego comenzaba a correr hacia el pueblo, el peli rojizo suspiro y sin dudarlo comenzó a seguirlo, aquel peli plateado se metería en problemas tarde o temprano y le aterraba que algo le sucediera.

Suspiro con tranquilidad al ver al chico caminar entre las calles vacías, por el momento en el lugar solo se encontraba Zero y el, no sentía ninguna presencia extra. Sonrió sin que pudiera evitarlo al divisar las sonrisa que se dibuja en los labios del chico de orbes purpuras… en esos momento deseaba desesperadamente lograr leer la mente de Ryusaki… pero aquel pensamiento fue interrumpido por un grito desgarrador, que rompió la tranquila atmosfera.

Por unos pequeños momentos la vista de Kaname dejo de posarse en Zero, por lo tanto al volver a buscarlo con sus orbes granate el muchacho ya no estaba. El peli rojizo suspiro con preocupación y sin dudarlo decidio volver a encontrarlo, no podía estar tan lejos, si solo había sido unos segundos.

En cuestión de algunos minutos, el peli rojizo diviso al peli plateado moviéndose a gran velocidad, así que sin dudarlo se acercó aún más, encontrándose con la escena de que había una familia compuesta de 5 personas sin vida en el lugar, y que Zero peleaba con un vampiro de nombre Ishihara Ryo.

-Te dije que salir solo es peligroso-exclamo con un tono de molestia Kaname, deteniendo el puño con que Ryo golpearía a Zero.

El peli plateado al ver la facilidad con la que el pura sangre detenía los golpes del vampiro castaño quedo sorprendido, sin siquiera lograr responderle al peli rojizo.

-Vaya, Vaya-hablo esta vez el vampiro de cabellos castaños, haciendo que Kaname lo observara-nos volvemos a encontrar Kuran Kaname-sonrió ampliamente.

Aquellas palabras sorprendieron aún más a Zero, el cual alternaba la vista entre los vampiros frente a él.

-¿Qué haces en este pueblo?-cuestiono con un tono frio el pura sangre.

-Nada, solo paseaba cerca y quise saludar-volvió a sonreír al responder-por cierto, ¿Quién es este debilucho?-cuestiono posando su vista en Zero.

Kaname coloco su mano en el pecho del peli plateado al ver las intenciones que tenía este.

-Ese no es tu problema-exclamo con el mismo tono frio Kaname-y te recuerdo, fuiste expulsado de nuestro clan por no cumplir las reglas, y ahora que estas de vuelta y que acabaste nuevamente con una familia, tendré que matarte Ishihara Ryo-observo al castaño con el ceño fruncido.

-Vamos Kaname, así tratas a un viejo amor-comento el castaño con el semblante repentinamente serio, no mentía-por cierto un consejo antes de que me retire, para no causarte más problemas, amor~~-al decir aquello utilizo un tono cantarín, que molesto profundamente a Zero-enséñale a este chico como luchar, porque no durara si sigue buscando pelea con aquellos torpes movimiento-el castaño sonrió con malicia al ver el ceño fruncido y como el peli plateado lo fulminaba con la mirada-además…-ensancho su sonrisa-ahí les dejo al pequeño convertido-y sin decir más o dejar a que alguno de los otros dos vampiros reaccionaran, Ryo había desaparecido.

-¡Eres un idiota!-exclamo Zero mirando a Kaname-¡Porque no acabaste con el!, ¡¡asesino a dos adulto, dos niños y convirtió a un pequeño!!-grito aún más enfurecido el peli plateado, para enseguida darse cuenta-Cierto, ¡el pequeño!-exclamo para enseguida correr hacia el lugar donde se encontraban las victimas de Ryo.

Kaname lo observo completamente confundido, había jurado que toda la familia estaba muerta.

 

 

Zero no dudo en acercarse al pequeño el cual se encontraba sentado en el piso, mientras que con sus manos rodeaba sus rodillas y ocultaba el rostro entre su pecho.

El peli plateado comenzó a acercarse lentamente, para no espantarlo más de lo que ya estaba. El pequeño de cabellos rojizos por su parte levanto la vista al escuchar que este se acercaba.

-¡No~!-exclamo con un tono infantil, mientras que su cuerpo temblaba de miedo.

El de orbes purpuras se detuvo, al observar los orbes de color rojo que tenía el pequeño, jamás había imaginado que la transformación ocurriera tan rápido.

-No temas, mi nombre es Ryusaki Zero y no quiero hacerte daño-le hiso saber utilizando un tono dulce para tranquilizarlo-si no fuera así, no te hubiera defendido…-trato de acercarse al pequeño pero este lo rechazo de inmediato con otro “No”, Zero suspiro-Sé que aun eres muy pequeño, para entender esto, pero…-volvió a suspirar, sentía la enorme necesidad de proteger al pequeño que se encontraba frente a él, quizás porque ambos pasaron por situaciones similares-yo pase por lo mismo-confeso observando los orbes ahora rojos-mis padres y hermano gemelo murieron devorados por un vampiro-sin querer de sus orbes purpuras surgieron una pequeñas lágrimas, las cueles fueron secadas rápidamente por el pequeño niño, que ahora se encontraba de pie frente al peli plateado.

-No llores~-sonrió infantilmente, para así tratar de tranquilizar al mayor.

-Hai-respondió el peli plateado devolviéndole la sonrisa sincera al pequeño peli rojizo.

Ayato sonrió, para casi de inmediato esconderse rápidamente entre los brazos de Zero, al ver que Kaname se acercaba a ellos.

-¿Quién es él? ~-cuestiono temblando.

Zero volteo, sonrojándose a mas no poder al ver la mirada que Kaname le dedicaba, como era posible que olvidara que el pura sangre se encontraba ahí, suspiro para tratar de tranquilizarse  y decidio responderle al pequeño que temblaba entre sus brazos.

-Su nombre es Kuran Kaname y al igual que yo, no te hará daño, así que no te preocupes-respondió el peli plateado sonriendo cálidamente al pequeño que lo observaba.

-Pequeño-esta vez fue Kaname el que se arrodillo para quedar a la altura del peli rojizo-¿Cómo te llamas?-cuestiono.

El de orbes rojos se escondió nuevamente entre los brazos de Zero.

-¿Puedes decirme tu nombre?-pregunto esta vez el peli plateado sonriendo.

-Hai~-respondió el infante con un tono de emoción-mi nombre es Fukuyama Ayato~-respondió con una sonrisa mirando a Zero, el cual no dudo en responderla-y tengo 5 añitos~-informo sonriendo con orgullo su edad, haciendo sonreír a Zero con ternura.

El peli rojizo mayor, por su parte sonrió con ternura igual que Zero, pero también había algo diferente en aquella curva en sus labios, ya que a criterio de Kaname, el peli plateado se veía endemoniadamente tierno con aquel pequeño niño entre sus brazos.

Mientras Kaname pensaba aquello y Zero conversaba un poco más con Ayato para ganarse su confianza, el cielo comenzó a ser iluminar por sus primeros rayos de sol.

-Zero, será mejor que nos dirijamos a la mansión, ya que si nos descubren aquí, estaremos en problemas-le hiso saber el peli rojizo observando los primeros rayos que iluminaban el cielo luego de levantarse.

-Tienes razón-respondió Zero observándolo, para enseguida posar sus orbes purpura en Ayato, sin duda aquel incidente les traería grandes problemas a aquella comunidad y el peli plateado estaba consiente de aquello por lo tanto a la primera oportunidad que se le presentara informaría lo ocurrido a su padre… pero ¿Por qué defendería a los vampiros?, se cuestionó de inmediato pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz del pequeño peli rojizo.

Sonrió con ternura, al ver que el pequeño frente a él, había ladeado el rostro en señal de duda.

-¿Adónde se dirige el vampiro de ahí? ~-cuestiono apuntando a Kaname, Zero por su parte siguió con la vista la dirección que le informaba Ayato, encontrándose con que el de orbes granates estaba sobre el tejado de uno de las viviendas, esperándolos.

-Ayato, ¿Quieres acompañarme al lugar donde vivimos Kaname y yo?-el pequeño sonrío con felicidad al escuchar aquello, se preparaba para asentir, cuando escucho lo siguiente-pero también hay más vampiros-el pequeño cambio su semblante esta vez a uno de miedo-pero te prometo que ninguno de ellos te hará daño-agrego con una cálida sonrisa al ver al menor asustado-y bien, ¿Quieres venir con nosotros?-cuestiono.

-Ha…-Ayato no termino de decir aquello, ya que un agudo dolor en su garante se lo impidió, cambiando su semblante de felicidad a una mueca de dolor, que preocupo a Zero.

-¿Te duele algo?-cuestiono el peli blanco.

-Hai~-respondió el peli rojizo-aquí-señalo su garganta con una de sus pequeñas manos.

Zero suspiro con alivio, aquello era normal así que decidio volver a hablar.

-No te preocupes, una vez que comas algo pasara-Zero sonrío para tranquilizarlo-Ahora será mejor que nos dirijamos a tu nuevo hogar-al escuchar aquello, Ayato sonrío con felicidad, aunque al principio había tenido miedo de quedarse solo, ahora podía sentirse seguro con Zero… aunque aquello no significaba que no le doliera la muerte de sus padres y hermanos.

-Bien~-respondió con emoción, haciendo sonreír nuevamente a Zero, el cual le indico al infante que se subiera a su espalda, el cual no dudo en hacerlo con una gran sonrisa en el rostro.

Y así Kaname y Zero decidieron regresar a la mansión. El recorrido trascurrió en silencio, ya que luego de algunos minutos de caminata, Ayato se quedó dormido sobre la espalda del peli plateado.

-¿Qué harás con él?-cuestiono el peli rojizo mayor, cuando se dio cuenta de que el menor ya no podría escuchar su conversación.

-Es obvio-respondió sin dudarlo luego de recordar los momentos de su infancia junto a Cross, el cual lo había criado como su hijo, y aunque su verdadero padre había muerto, logro sentir aquel amor paterno proveniente del peli dorado-yo voy a cuidarlo-al igual cómo Cross lo hiso conmigo-termino la frase en su mente.

Kaname sonrió ampliamente, aquel peli plateado era un mar de sorpresas que no dejaban de agradarle.

-Entonces yo también quiero ayudar-respondió con una media sonrisa el pura sangre.

El rostro de Zero se tiño de un intenso carmesí al escuchar las palabras de Kaname, como era posible que con solo unas palabras el peli rojizo lograra hacer que su corazón se descontrolara de esa forma, pero a pesar de que no quería sentir aquello se permitió sonreír porque él quería hacerlo.

-Eso pasara solo si Ayato te acepta-respondió para enseguida acelerar el paso, dejando a Kaname atrás.

Aunque aquello había salido de su boca, había algo que lo preocupaba, ¿Por qué Kaname había dejado que el vampiro llamado Ishihara escapara?, ¿Por qué Kaname había dicho por segunda vez una familia? Y ¿Por qué Ishihara había llamado amor a Kaname?, ¿Qué relación tenían ellos dos?... todas esas preguntas y muchas más se formulaban en la mente del peli plateado… no comprendía nada y para rematar todas sus preguntas, había una que surgía con mayor frecuencia, ¿Por qué Kaname lo buscaba, observaba y sonreía?... y con aquello en mente el peli blanco abrió la puerta de la mansión, encontrándose con que Yukki se acercó rápidamente hasta él.

-¡¿Por qué desobedeciste la regla numero 2?!-cuestiono la peli rojiza con un tono de enfado y preocupación.

-Lo siento…-fue lo único que logra articular pero antes de que agregara algo más fue interrumpido.

-¿Y por qué tienes un niño?-cuestiono ahora sorprendida al ver al pequeño de cabellos rojizos dormir apaciblemente en la espalda de Zero.

-Ishihara Ryo volvió-esta vez fue Kaname el que decidio hablar-Zero lo encontró devorando a una familia, él es el único sobreviviente, aunque fue mordido-respondió el peli rojizo observando a los demás vampiros que se habían acercado al escuchar aquel nombre.

 -¿Y qué hiciste con él, Kaname?-cuestiono Aidou con preocupación en la voz.

-Nada, lo dejo escapar-exclamo con cierto tono de molestia (que no pudo controlar) Zero.

-¡Kaname!-lo regaño Yukki con el ceño fruncido-sabes muy bien que Ryo no descansara hasta deshacerse de ese niño y si se entera de…-los labios de la de orbes granate fueron acallados por un dedo de Kaname.

-Sé que Ryo no descansara hasta devorar por completo a todos los miembros de la familia que  decidio tomar como alimento y que si se entera de aquello-miro a Yukki un tanto molesto-se ensañara con Zero-el peli rojizo levanto la vista, para así observar a los demás chicos y chicas-lo deje escapar, porque tengo algunos asuntos con él, y no quiero que ninguno se entrometa, ya que yo soy el único que puede y debe acabar con el-Kaname suspiro, para esta vez observar a Zero, el cual lo miraba confundido, no había entendido nada y sus dudas ahora solo se habían incrementado-aquello también va para ti-el de orbes purpuras ahora observo a Kaname aún más confundido-aunque quieres defender a Ayato, Ryo es mi problema-el peli plateado frunció el ceño.

-¡¡Entonces si querías acabar con él!!, ¡¿porque no lo hiciste esta misma noche?!-exclamo realmente molesto, aunque no solo le molestaba el hecho de que aquel vampiro castaño iba tras el pequeño que cargaba en su espalda, sino que también le molestaba la pregunta que su mente comenzaba a formular ¿había algo entre ese vampiro y Kaname?.

El peli rojizo al escuchar la pregunta de Zero, guardo silencio, necesitaba acabar de una vez por todas con Ryo, por el bien de aquel pueblo y de sus amigos en aquella comunidad, pero ni siquiera el mismo sabía lo que lo había hecho dudar.

El silencio por parte de Kaname, les hiso entender a todos que no diría absolutamente nada más con respecto al vampiro Ishihara Ryo.

-Kaname-llamo Yukki observando a su hermano, aunque estaba molesta con él, debía hacerle aquella pregunta-¿Qué harás con aquel pequeño niño?-cuestiono posando la mirada por solo unos segundos en Ayato.

-Si Ryo va tras él, lo protegeré-respondió sin dudarlo el peli rojizo.

Yukki suspiro con resignación, Kaname no era de los que se preocupaba por las personas que no conocía, así que a la conclusión que había llegado, era que: Zero quería proteger al pequeño que había salvado… suspiro nuevamente, esperaba que aquello no trajera demasiadas consecuencias para ellos y que su hermano supiera lo que hacía.

-Bien, será mejor que Zero me acompañe-hablo finalmente mirando al peli plateado-si aquel pequeño esta convertido, cuando despierte tendrá sed-y sin decir más, comenzó a caminar hacia la cocina de la mansión.

-Los demás pueden irse a dormir-ordeno Kaname luego de ver como su hermana desaparecía tras la puerta.

-Buenas noches-se despidieron todos los demás y en cuestión de minutos la sala había quedado vacía.

El peli plateado al ver esto, no dudo en comenzar a caminar hacia la cocina, ignorando por completo al peli rojizo, el cual no dudo en detenerlo del brazo.

-¿No te despedirás de mí?-cuestiono Kaname con una media sonrisa.

-No creo que sea necesario-respondió Zero con el rostro serio, aunque en su interior pedía desesperadamente no sonrojarse por lo que diría a continuación-de todos modos entraras a mi cuarto, como lo hiciste hace un par de horas atrás-Kaname al escuchar aquello sonrío ampliamente y cuando agregaría algo más, fue interrumpido por cierto pequeño de 5 años.

-Zero~, ¿Dónde estamos?-cuestiono Ayato, incorporándose para enseguida restregar tiernamente sus ojos nublados por el sueño.

-Llegamos al lugar donde vivo-respondió ladeando un poco el rostro para observar el peli rojizo.

-Eh~, ¿Enserio?-exclamo con emoción-es muy grande~-volvió a decir con una amplia sonrisa, para enseguida realizar otra mueca de dolor.

-Tienes hambre-afirmo Zero al ver esto-porque no me acompañas a la cocina-sugirió bajando a Ayato de su espalda-Yukki debe tener listo eso…-aquello fue más un susurro para sí mismo.

-Hai~-respondió-Por cierto, ¿Quién es Yukki? ~-cuestiono ladeado el rostro mientras observaba al peli plateado.

-Mi hermana-esta vez fue Kaname el que respondió aquella pregunta-pero no te preocupes-se apresuró a decir-como te dijo anteriormente Zero, ninguno de los vampiros que se encuentran aquí te lastimaran, y Yukki es la más amable de todos-le informo ganándose una sonrisa de parte de Ayato y una media del peli plateado.

-Bueno, ahora vamos con ella-dijo el de orbes purpuras, mirando al peli rojizo menor, el cual no dudo en tomar uno de los dedos del mayor, haciendo sonreír a Kaname enternecido.

-Buenas noches-se despidió esta vez Kaname, para enseguida comenzar a subir las escaleras para así dirigirse a su habitación.

-Buenas noches-respondió Zero, aunque estaba más que convencido de que volvería a ver a Kaname en su habitación, algo le decía aquello.

El peli plateado suspiro, le sonrío a Ayato y comenzaron a caminar hacia la cocina, donde Yukki los esperaba con una botella de “Sangre” en una botella de jugo con la etiqueta de una frutilla, al parecer la peli rojiza había decidio no decirle nada al pequeño de lo que estaría consumiendo.

El silencio de la cocina se vio interrumpido por el sonido que hiso el estómago de Ayato, al parecer el pequeño no solo tenía sed, sino que la costumbre de comer al ser humano se presentaba ahora también que era vampiro.

Yukki rio levemente, sin duda el pequeño era adorable, y aún más al tener las mejillas sonrojadas por la vergüenza de escuchar su estómago proclamar comida.

-Aquí tienes algunos sándwich y juego de frutillas para acompañarlo-dijo la princesa con una cálida sonrisa al ver como el pequeño de cabellos rojizos se escondía detrás del peli plateado.

-No tienes nada que temer-dijo esta vez Zero-Yukki es amable y no te hará daño-agrego con una cálida sonrisa.

-Bien~-respondió Ayato acercándose con algo de desconfianza a la mesa que se encontraba en medio de la habitación, siendo seguido de cerca por Zero.

Y en cuestión de minutos el pequeño Ayato se había devorado lo que Yukki le había preparado, además de que había consumido la “Sangre” suficiente para saciar su sed (aunque este no lo sabía). Zero por su parte, también había decidido beber un poco de la sustancia carmesí, ya que ahora no permitiría que sus ojos se volvieran rojos, ni mucho menos estar sediento ahora que Ayato estaría cerca de él.

-Los ojos de Ayato son purpuras-exclamo claramente sorprendida Yukki al ver como los orbes rojos ahora cambiaban a su color natural.

Al escuchar aquello Zero miro sorprendido al peli rojizo, mientras que sus mejillas se teñían de un leve rosa.

Yukki por su parte ahogo una risa, no podía creer que aquel pequeño que había decidido adoptar Ryusaki tuviera el mismo color de cabello que Kaname y el color de ojos del peli plateado, sin duda aquello era una enorme coincidencia, cualquiera que viera al pequeño junto a su hermano y a Zero, creería que era su hijo (Zero pensó lo mismo, por eso el sonrojo)… suspiro para tranquilizarse, ya que prefería no realizaría ningún comentario al respecto.

Ayato  bebiendo lo último que quedaba en su vaso, y enseguida bostezo, estaba realmente cansado.

-Zero~-llamo la atención del peli plateado, el cual al escucharlo olvido su vergüenza-tengo sueño~-le informo para bostezar nuevamente.

-Bien-respondió el peli plateado, para enseguida tomar entre sus brazos al pequeño, el cual no dudo en acurrucarse y cerrar sus ojos.

El peli plateado sonrío con ternura… ahora comprendía por que su padre adoptivo era tan sobre protector con el…

-Yukki, gracias por prepararle algo para comer-dijo el peli plateado mirando a la peli rojiza.

La de orbes granate sonrío ampliamente.

-No tienes nada que agradecer-respondió sin deshacer su sonrisa.

Zero le devolvió la sonrisa y sin decir más salió de la cocina, hacia su habitación.

 

 

En cuestión de minutos el peli plateado se encontraba en su habitación, había dejado a Ayato dormir en su cama, mientras que el prefería estar recostado sobre el cómodo sillón de tela granate.

Suspiro, su mente era un caos, no podía creer el sin fin de preguntas que esta formulaba y para empeorar las cosas no tenía respuesta para ninguna… ¿Por qué Kaname lo buscaba, si al parecer tenia o había tenido una relación amorosa con aquel castaño de nombre Ishihara?, ¿Por qué después de solo dos días, sentía la necesidad de proteger aquella comunidad?, ¿En serio sentía algo por Kaname?, ¿Por qué le había molestado tanto que el vampiro castaño llamara amor a Kaname?, ¿Por qué su corazón latía tan descontrolado al ver a Kaname?, ¿Por qué sentía aquel cálido sentimiento en su pecho, por un vampiro?, ¿Debía seguir odiando a los vampiros, si ahora criaría uno?, ¿Realmente era una relación amorosa la que unía a Kaname y Ryo?, ¿Qué era lo que Kaname y Yukki le ocultaban?, ¿Qué era el líquido que los alimentaba?, ¿Por qué si Ryo se enteraba, de no sé qué cosa, se ensañaría con él?... esas y muchas otras preguntas atormentaban el peli plateado que se removía incomodo sobre el sillón donde se encontraba recostado… quería saber la respuesta de aquella preguntas, pero los únicos que podían responderle eran Kaname, el cual obviamente no le diría nada, y Yukki, ella era una posibilidad pero quizás tampoco lograría nada… su mente volvio a formular una pregunta, a la cual si lograba encontrarle una respuesta… ¿Por qué criar a un vampiro?, simple, porque aquel pequeño había despertado sentimientos que solo un padre tendría por su hijo, además de que sus historias eran casi iguales… suspiro para enseguida esbozar una sonrisa, aunque no encontrara las respuestas ahora, tarde o temprano las averiguaría, ahora de lo único que podía estar seguro era  de que quizás Cross y Yagari tenían razón, y la misión si lograría cambiar el odio que sentía hacia los vampiros, aunque tampoco creía que el odio que había sentido por 12 años, se borraría por completo de la noche a la mañana.

Y así sin darse cuenta y con su mente aun echa un caos, se quedó profundamente dormido  recostado boca arriba en aquel cómodo sillón.

 

 

El vampiro pura sangre se encontraba recostado sobre su lecho con sábanas y cobertor negro, mientras su mente aún se preguntaba por que no había acabado con Ryo, ¿Qué lo había hecho dudar?, acaso era posible, ¿Aun lo amaba?, después de todo lo que había ocurrido, ¿Aun sentía amor por aquel chico de cabellos castaño?... se incorporó en la cama, no aquello no podía ser cierto, no teniendo a su verdadero Hilo rojo viviendo bajo el mismo techo, aunque Yukki jamás se equivocaba en sus predicciones, aquello no significaba que ambos se enamorarían de inmediato y que vivirían juntos felices y por siempre… suspiro se levantó del lecho y camino hacia el ventanal… el mejor que nadie sabía que el amor se cultivaba con el tiempo, aunque tampoco podía negar que Zero lo había atraído casi al instante de verlo… en sus labios afloro una sonrisa y sin dudarlo abrió el ventanal.

En cuestión de segundos Kaname se encontraba en el ventanal que daba hacia la habitación de Zero, su sonrisa se ensancho al comprobar que la ventana se encontraba cerrada pero no con seguro.

-Quizás solo sea mi imaginación, pero al parecer Zero me estaba esperando-y con aquello en mente el peli rojizo entro sin hacer ruido en la habitación, encontrándose con que el peli plateado estaba recostado en el sillón frente al ventanal durmiendo con su semblante sereno y apacible.

 

Notas finales:

Gracias por leer, espero que les haya gustado, ¿Sugerencias, opiniones o críticas constructivas en sus review?

Nos leemos en el próximo capítulo ^w^.

Pd: el atraso de este capítulo, no afectara al próximo =D…


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