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El tiempo a tu lado Temporada II por William Michaelis

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Notas del capitulo:

¡Muy buenas!

Criaturitas del  señor... :3

Hoy vengo de buenas...

Okno, no me odien en el capitulo... Estoy algo miserable hoy y pues... seeeeeeee.... Salió esta preciosura, okno.

¡Pues disfruten!

Eso si, escena del baile plox, les pido (me puse bien cursi, ¡SI ME GUSTA ESA CANCION!) pongan esta rola, esta padre y pues quedo con el momento...

https://www.youtube.com/watch?v=q9ayN39xmsI

 

Lo que la chica y su novio pudieron observar los dejo sin palabras, Caroline estaba curiosa, aún no podía creer eso de su hermano. Y mucho menos de su padre, ¿Cuánto tiempo llevaban saliendo juntos?

Pensó en que felices eran, y cuán inseparables serían, pero… ¿Qué acaso no habían pensado en la edad? Sebastian era muchos años mayor que el joven y a su vez el otro era muchos años mayor.

Las cosas cambiaban drásticamente entonces.

El novio de la chica estaba confundido, sabía que ella y su hermano venían de una familia con diferentes tendencias sexuales, pero eso no importaba, su cuñado a futuro con su suegro a futuro… eso si… era sumamente raro… ¡Y perturbador!

Sus palabras no hallaron razón en ambos y quedaron pensantes.

-Alexander… ¿Qué deberíamos de hacer? – Pregunto la chica algo molesta, no del todo, solo confundida y disgustada.

-¡Pues decirle a tu padre! ¿Qué más? – Exclamo el chico en voz baja

-Pero ambos se ven tan felices… Tan a gusto con ellos mismos.

-Pero no es normal, aquel hombre también es tu padre y el chico es tu hermano, no es normal Caroline…

-¿No dijiste tú, que no tenías prejuicios en el amor? – Dijo Caroline recordando cuando la familia aún estaba “unida” su padre y hermano eran inseparables, y recordaba volver a ver esas sonrisas en su padre. Lo hacía feliz, bastante…

-Caroline… esto es distinto…

-No es distinto… solo son dos hombres que se aman… ¿acaso no sería lo mismo contigo y  conmigo? ¿Qué alguien intentara separarnos?

El joven se quedó helado y pálido… No tenía palabras para tal razón, su novia le había ganado en la discusión. Sonrió y se tomaron de las manos yendo a su morada, donde actualmente residía la chica.

No era de su incumbencia… Lo que sucedía entre su hermano y entre su padre. Tal vez podría delatarlos, pero no quería verlos sufrir, no de esa manera.

Sebastian en su propio hogar tomo las bolsas de compra del joven y se las llevó al cuarto.

-Papá… - El joven apareció a sus espaldas y sonrió abrazando aquel torso enfrente de él

-Cariño… No deberías…

-Me prometiste algo…- En ese momento en la cabeza del mayor solo hubo un pensamiento. “Niño pervertido”. Lo describía en  toda la palabra, aunque ya no fuera solo un niño. Esos abdominales no se habían marcado por si solos.

El joven lo llevo a la cama, nuevamente lo tenía a su merced.

 

Mientras tanto en la morada de los Phantomhive, el chico de pelo azul ahora todo un hombre miraba a su hija desde su oficina, la chica salía con un joven desde hace unos meses, como cualquier padre se preocupaba, no le veía malas intenciones al chico pero no fiaba en el del todo.

Los pensamientos de nuevo interrumpían su ser, su hija entro en la oficina y le miro.

-Ya he llegado, creí que no estabas… - La chica sonrió y se dirigió al sofá de la oficina de su padre.

-¿Te ha ido bien con Alex? – La chica asintió y sonrió ampliamente, en verdad se sentía feliz.

-Si… Bastante… - Ciel sonrió y miro a la niña, algo le pasó en el trayecto, conocía a la chica, bastante para saber que algo le incomodaba.

-¿Algo te paso? – Pregunto él y miro serió a su hija.

-Bueno… algo así… -La chica sonrojo y recordó la escena que habían visto ella y su novio. Sus palabras se cruzaron. Los nervios la traicionaban.

-¿Es sobre él? – Pregunto Ciel, él conocía eso, esos sentimientos…  Miro algo arrepentido a la pared, ahí yacía una foto familiar de bastantes años atrás, junto a otros retratos de empresarios y cosas varias.

-No… Es sobre papá…- El hombre la miro curioso y algo consternado.

-¿Qué es sobre él? – Pregunto curioso y sus miradas se encontraron. Algo había malo en aquella plática.

-Bueno, Alex me llevo a cenar… y ahí estaban papá y Dorian…

-¿Qué hay de malo en eso? Tu padre y él siempre fueron muy unidos, incluso ahora cuando él está estudiando… - Ciel suspiro, al menos Sebastian estaba bien…

-Pues, lucían muy felices… Sobretodo papá… - El hombre se incomodó pese a la conversación.

-Es común…- El chico sonrió y se levantó de la silla.

-Pero… bueno... papá lo hizo sonrojar… No era de nuestra incumbencia, pero… los seguimos a la casa de papá… y en la puerta… en la puerta se dieron un beso… - El joven casi se desmaya, se sostuvo del escritorio y frunció el ceño.

-¿Estas segura de lo que viste? –Pregunto mientras sus manos temblaban un poco, había palidecido.

-Sí, pero… No fue un beso a la fuerza, papá se nota  que lo ama, y Dorian también lo hace… Se dijeron que se amaban… de una manera tan pura…- Dijo la chica ensoñada.

-Me parece bien…- El hombre sonrió, entonces, por algo… Sebastian volvió a sonreír, ambos se amaban… Y él conocía el amor incondicional que ese hombre brindaba.

-¿No te parece extraño? – Pregunto la chica saliendo de aquella ensoñación algo acongojada.

-Querida, tu padre y yo fuimos, padrastro e hijastro, no teníamos lazos de sangre ni nada, pero si nos unía nuestro cariño, Sebastian puede ser quien sea, pero… El no forzaría a tu hermano a hacer algo  que no quisiera… Lo conozco… por mas años de lo que tu crees. Él es leal como un buen perro… Pero aprendió a amar… Y le estoy agradecido de una manera… porque les tengo a ustedes… - Ciel suspiro y miro de nuevo al retrato aquel.

 

Ese asunto se había quedado olvidado un poco entre ellos dos.

-¡Sebastian! – Los gemidos del chico aumentaron con las estocadas que daba el hombre. Mientras se hacía presente su culminación de ambos.

-Sabes cuánto te amo…- Susurro el hombre abrazándole al mismo tiempo que lo hacía el joven.

-Lo sé… yo… también te amo papá… siempre… - El joven quedo sin palabras al verse envuelto en esos acogedores brazos.

- Pero… Cariño… Deberíamos de esconder aún más nuestra relación… por tu bien y el mío… Lo siento mucho, no quiero que te hagan daño… aun te haga daño yo para protegerte… - Sebastian lo abrazo y lo beso.

-¿Te refieres a apartarnos un rato? – Sebastian asintió y beso su nuca. - Por favor, no quiero levantar sospechas sobre nosotros… no quiero que te aparten de mí nunca… pero… Es por tu bien… Quizá pueda ir a visitarte luego…

El joven entre lágrimas se dudaba que había pasado, pero el también sentía la necesidad de apartarse un poco de su padre, lo podrían meter a la cárcel así fuera preciso.

-Finge que te he lastimado… Que no quieres volver conmigo jamás… solo así… - Dorian lo callo no muy sutil, pero trato de hacer lo mejor.

-No hables de eso hoy… - Le pidió el niño algo dolorido de la decisión de ambos.

-Cariño… Para algo existen las cartas… - El hombre sonrió y llevo la mano de  aquel joven a sus labios.

-¿En qué siglo crees que estamos? – Dijo algo animado el chico, pero sin quitar esa expresión de su cara. Estaba triste, pero ese sentir… de que podrían seguir juntos… a la antigua… por cartas… ¿era verdad?

-Pues… Siempre fue algo que quise intentar…- Sebastian tomo la mano del chico y sonrió, eran tan perfectas. – Solo puedo imaginarte leyendo esas cartas… así como utilizando tus lindas manos… para hacerlas… - Nuevamente la mano de Dorian fue besada por aquellos labios.

-¿Cómo actuaremos? – Pregunto el chico ahora un poco más animado, no dejarían de hablarse eso estaba seguro... pero fingir que no eran nada, cada día se hacía más difícil.

-Solo piensa que te has enojado conmigo… por cualquier cosa… pero… pero sin levantar sospechas, no quiero tener a alguien a mis espaldas todo el tiempo…

 

Ambos amantes planearon su estrategia de manera meticulosa, solo sería por unas semanas, al fin y al cabo, ellos dos eran muy unidos, y no creían separarse más tiempo.

El tiempo separados y las cartas que ambos escribían se fueron acumulando, pronto el día llegaba y aquella fecha, nada grata venía, trayendo millares de recuerdos para todos, aunque la familia se había agrandado, y unos estuvieran peleados no era motivo para no ceder, solo en esas fechas.

Sebastian y Dorian mantenían la máscara del buen actor, la fiesta tenía pocas horas de haber empezado, ¿a que darían gracias ese año?

Padre e hijo llegaron a la fiesta con algo de malos humos, el joven trataba de mantenerse alejado del moreno, pero en verdad no podía.

-¿Ya has cenado? – Pregunto el moreno una vez que se encontraron a solas fuera de la gran carpa que alojaba la fiesta, ambos se vieron sofocados por el tumulto de personas dentro.

-Si… ¿tú te encuentras bien? – Dijo este al percibir algo de alcohol en su aliento.

- Llevo tres copas de champagne encima… te prometo que estoy bien…- Dorian suspiro y lo tomo de los hombros halándolo hacía bajo.

- Confió en ti…- Un beso tierno entre ellos dos, algo necesitado también.

-Solo espera dos semanas más…- Dijo el mayor señalando que debería irse ya, o la gente preguntaría por él.

- Ya no puedo esperar más… - El joven Dorian lo volvió a besar y sonrió. – Vete, antes de que pregunten por ti… - Sonrió y lo envió de vuelta a la fiesta, el hombre se notaba nervioso, como si algo no pudiera controlar.

-Estoy totalmente bien… lo prometo…- Se dirigió de vuelta a la fiesta y escucho la canción que traía mil y un recuerdos a su cabeza, que mal la estaba pasando ahora.

“El corazón late rápido, colores y promesas, como ser valiente…

¿Cómo puedo amar, cuando tengo miedo de caer?

Pero mirarte solo…”

La mano enguantada de aquel hombre lo saco de sus pensamientos.

-¿Enserio piensas sacar a un ebrio? – Dijo mirando la mano de quien provenía entonces tratando de evitarlo.

-¿Por qué no? – Con una sonrisa, esa sonrisa que lo hacía morir años atrás, sus labios la contorneaban perfectamente. No pudo negarse.

-Solo, porque es nuestra canción… - Aquellos ojos carmesís brillaban con intensidad, ninguno de los dos estaba interesados en el otro ya… ¿verdad? Era solo un baile.

“Todas mis dudas se desvanecen de repente… De alguna manera

Un paso más cerca…

He muerto cada día esperando por ti.”

Estaban juntos, Sebastian aún no recordaba día alguno en el que fuera más feliz.

-¿Sebastian? – Aquel lento baile, acompasado con el latir de sus corazones, aún significaban mucho para el otro.

El estar cerca, el tenerse entre los brazos del otro, morir lentamente en aquel embrujo.

-Ciel… Yo… - Se miraban tan de cerca, el joven había crecido, ya no era necesario mirar unos centímetros por debajo para alcanzarle…

“Yo te he amado por miles de años…

Y te amare por unos miles más…”

-No digas nada… - La antigua pareja bailaba acompasadamente, no era una pista rápida, ni ambos los mejores bailarines… pero esa canción los hacía recordar tanto, que tuvieron que buscarse.

A lo lejos unos ojos negros y azules veían la escena.

-Es la pareja de exesposos más tierna que he visto…- Dijo el más viejo de mirada azul.

-Cierto… - No se oponían, la mentalidad era compartida, si no sentían nada por él otro… un baile no cambiaría las cosas.

“El tiempo se detiene... 

 La belleza en todo lo que es…

Yo seré valiente…”

Como cuando eran pareja estaban juntos, la gran diferencia… sus manos estaban unidas y por primera vez, no era solo para pelear…

Dorian no veía la escena con repudió, lo entendía, ellos fueron pareja por un largo, largo tiempo, quererse esta bien… al igual que su hermana, estaba enternecida por la escena. El aún joven disfrutando el baile con el mayor, no se mostraban incomodos como siempre…

-Es la primera vez que los veo juntos… - Dijeron ambos, estaban tan inseguros, ellos nunca los habían visto juntos.

“No dejaré que todo se vaya…

Lo que está de pie frente a mí…

Cada aliento, cada hora se ha convertido en esto…”

-Lamento mucho lo que paso… - Dijo aquel hombre de mirar rojizo haciéndose responsable de sus acciones.

-Yo lo lamento más… el haberte hecho tanto daño… cuando no lo merecías… - Suspiro este y se recargo su cabeza cerca del hombro ajeno.

-Gracias por entender… - Suaves suspiros salían de su boca.

“Te he amado por miles de años…

Y te amaré por miles más…”

Su sonrisa se hizo grande, no podían estar más felices, pareciera no haber mundo a su alrededor. Pero la realidad les pego duro, miraron a su actual pareja.

-Discúlpame… Necesito aire…- Dijo Sebastian volviendo a la silla trayendo consigo al joven alejándolo de la pista. Él se había dirigido fuera de la carpa a llorar, nuevamente llorando… Era bastante sensible conforme esas situaciones, ¿y cómo no serlo?

-Sebastian… yo… entendería… porque estás con Dorian… - Sus llantos se callaron al escuchar esas palabras, ¿Quién le había dicho?

 

 

Notas finales:

¿Les gusto?

dejen review please, juntos somos mas :3 y se toma en cuenta su participación...

Les dije que había Sebaciel... En algun momento dado...hehehe

¿Lemon for next?

Osease... okno... si quieren lemon diganme.


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