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Circus of dust por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

*Tomorrowland es el festival favorito de los Uchiha

*La película favorita de Kiba es “Hachiko: siempre a tu lado”

*Sasuke descubrió que era gay después de beber por primera vez

*Okami es ambidiestra

*En algún momento Lee tuvo que vestirse de mujer para los espectáculos.

*En algún momento, el circo fabricó su propia cerveza para ahorrarse todo el dinero que gastaban en eso.

*Durante los años 70’s ellos llegaron a tener su propio cultivo de marihuana.

*Aunque no se llevan del todo bien, Kankuro y Kiba lograron hacer una tregua para lograr la convivencia. 

*El libro favorito de los Sabaku es “El diario de Ana Frank”

*Sai aún conserva algo de ese jardín de marihuana.

Séptimo interludio

 

 

 

-nos dirigimos a un pueblo de mala muerte-le advirtió Kakashi a Itachi señalándole en el mapa su siguiente parada

Todos estaban pasando la noche en el bosque como ya era costumbre, solo había pasado un año desde que hubiesen encontrado a Shikamaru. Los pueblos comenzaban a convertirse en ciudades de a poco, los tiempos estaban cambiando lentamente y los humanos se hacían más sencillos de engañar.

-¿Por qué vamos allí?

-es el pueblo más cercano-explicó Kakashi-nos hacen falta provisiones y si no nos detenemos entonces nuestras reservas se terminarán.

-entonces creo que no habrá otra opción

-no te preocupes, podremos hospedarnos en una pensión por una noche, escuché que esos lugares son bastante divertidos

Itachi solo rio despacio y se quedó callado, le gustaba viajar y conocer lugares nuevos y más aún cuando los tiempos estuviesen cambiando de apoco. Sus compañeros de viaje eran ahora muchos y le encantaba tener el honor y la responsabilidad de enseñarles el mundo que sus padres no pudieron.

-estuve pensando-dijo Kakashi-sobre comprar una carpa de circo, ya sabes, hacer esto un poco más grande

-¿crees que ya sea el momento?

-seguro, debemos contactarnos con algún vendedor una vez lleguemos a la ciudad

 

 

-_

 

 

Era apenas medio día, la posada estaba bastante tranquila, las mucamas iban de un lado a otro arreglando los cuartos y limpiando pero sobre todo, estaban alimentando y limpiando a las chicas que tendrían una larga noche de trabajo.

Aquella posada en los barrios bajos de la ciudad pertenecía a esa larga lista de burdeles ilegales en la ciudad. Los hombres que llegaban de viaje siempre querían tomar una copa y divertirse una noche con una linda y joven muchacha así que este era  solo un sitio más para saciar las necesidades de los viajeros.

La prostitución no estaba estrictamente regulada en esos tiempos así que dentro de esos cuartos se podía encontrar de todo y en uno de ellos estaban dos muchachas a penas rozando los once o doce años que permanecían encadenadas a la cabecera de la cama. Un par de criaturas particularmente bellas y aparentemente indefensas, ambas estaban sujetas con un grillete especial que aprisionaba su cuello y les impedía salir. A la derecha estaba la más pequeña, de cabello rosa y ojos verdes; a su lado estaba aquella que siempre intentaba proteger a su mejor amiga, una niña de cabello rubio y ojos azules.

-Sakura, Ino-les llamaron desde la puerta

Las dos alzaron el rostro y miraron hacia la puerta que se había abierto para encontrarse con el rostro del que en ese momento era su patrón. Aquel hombre siempre tenía ese semblante duro y molesto y esa sonrisa en sus labios solo lo hacía verse más intimidante.

-prepárense, la temporada alta apenas comienza y los viajeros siempre vienen por ustedes

Las dos muchachas asintieron en silencio y entonces la puerta se volvió a cerrar. Ellas dos habían vivido en ese sitio durante más tiempo del que les hubiera gustado, las circunstancias en las que llegaron fueron las más extrañas de sus vidas.

Ellas no eran seres humanos, habían nacido en un nido de Veela en algún bosque lejano y entonces una especie de chaman las secuestró y aprisionó con cadenas y piedras que anulaban sus poderes. Recorrieron muchos lugares al lado del chaman siendo no más que unas simples mascotas y fenómenos de exhibición, su vida así no era la mejor pero podían sobrellevarla. Entonces un explorador europeo las vio y convenció al chaman de vendérselas por un precio groseramente alto y este sin dudar accedió.

Los siguientes años, Sakura e Ino pasaron de dueño en dueño siendo mascotas, sirvientas, monos de feria y a veces objeto para los hombres. Entonces fue cuando se encontraron con el dueño del burdel que sin pensarlo invirtió todo lo que tenía en esas muchachas que pronto hicieron que recuperara cada centavo más ganancias increíbles.

Sakura llevó su mano al collar de metal en donde había una gran piedra verde en el centro, era eso lo que mantenía sus poderes sellados e inútiles.

-humanos asquerosos-susurró Ino mientras tomaba la mano de Sakura apartándola del collar

-¿saldremos de aquí?

-verás que si Sakura

-pero no podemos hacer nada con esto puesto

-encontraremos una manera de quitarlo y cuando eso pase, prometo comerme los ojos de ese hombre

Mientras, en el piso de abajo habían llegado los nuevos inquilinos de esa noche, Kakashi insistió en dejar a los niños junto con el carruaje y el caballo en la parte trasera de la posada y en cuanto entraron Itachi agradeció el haber tomado esa misma decisión.

-esto no es una posada-susurró Itachi-esto es un burdel

-acertaste

-los niños están afuera ¿Cómo pretendes que me quede tranquilo?

-los niños pueden defenderse, además hay asuntos aquí que debemos atender personalmente

Antes de que Itachi pudiera siquiera protestar, llegó alguien a atenderles, era el dueño del sitio que con tantos clientes su personal no podía darse abasto y debía ayudar él mismo.

-bienvenidos amigos ¿Qué buscan?

-venimos aquí por unas niñas de las que me hablaron-se apresuró a contestar Kakashi-me dijeron que son dos preciosas y mi amigo y yo viajamos desde muy lejos para verlas

-oh-dijo el dueño con una gran sonrisa-debo advertirles que los servicios de esas niñas en especial son caros, muy caros

-¿con esto bastará?

Kakashi puso en el mostrador un saquito de tamaño mediano y en cuanto el dueño lo abrió volvió a sonreír, ese saco estaba lleno de monedas de oro.

-claro que si señor, vengan conmigo

El dueño del burdel los comenzó a guiar en los pasillos estrechos y desgastados del lugar. Podían escucharse a las demás chicas trabajando tras las puertas.

-¿me trajiste por prostitutas?-susurró Itachi para Kakashi

-guarda silencio o no podremos hacer nada

Subieron escaleras y siguieron adelante, Itachi se estaba poniendo nervioso y no quería callarse y seguir adelante, él no era esa clase de hombres buscando diversiones a costillas de inocentes niñas que tuvieron una mala fortuna. El olor a perfume barato y tabaco de pipa inundaba los pasillos, la luz era brindada por algunas velas haciendo que todo el lugar tuviese un ambiente algo sombrío.

-es aquí-advirtió el dueño parado frente a una puerta al final de un pasillo

-¿están ahí adentro?-preguntó Kakashi

-claro que si señor

-espero que ellas estén al nivel de lo que hemos pagado

-le prometo que lo estarán, ellas son las mejores de mi burdel y además-dijo bajando la voz- el hombre al que las compré me dijo que ellas no son seres humanos

Fue cuando Itachi regresó la atención por completo a ese hombre olvidándose del hedor a tabaco. Miró cuidadosamente a la persona frente a él para encontrarse con una cara de malicia y éxtasis al hablar de lo que había dentro del cuarto.

-¿no lo son?

-según el sujeto que me las vendió, me dijo que ellas son algo así como espíritus del bosque o una tontería así, por eso las mantengo atadas, las piedras en sus grilletes las mantienen controladas

-entonces creo que valdrá lo que pagamos

-¿quiere algo más? Podemos traerle algo de comer o algo de alcohol

-no, gracias-respondió Kakashi tajante-solo no queremos ser molestados durante la noche

-como ustedes ordenen

El hombre sacó de uno de sus bolsillos una llave con la que abrió la cerradura  y se hizo a un lado para que los dos hombres entraran. Al cerrar la puerta tras ellos, Itachi se quedó boquiabierto al ver a dos niñas adolescentes, no más grandes que su hermano Sasuke, ambas atadas y vestidas con apenas un vestidillo sencillo.

Kakashi puso un dedo sobre la máscara para darles la indicación de que todos guardaran silencio y se quedaran quietos. Después de lo que parecieron un par de minutos se escucharon pasos alejándose.

-ya se fue-afirmó Kakashi

-ellas…

-tranquilo, no las asustes

El mago se acercó a la ventana que estaba cerrada y la abrió despacio para encontrarse con protecciones de madera. Paso la vista por todo el cuarto hasta terminar en las niñas que se abrazaban entre ellas con miedo en sus ojos.

-Kakashi

-no tengan miedo- dijo a las niñas-no vamos a hacerle nada-volvió la vista a Itachi-debemos quitar los collares

-¿qué?-dijo la niña rubia

-las sacaremos de aquí

Itachi, que hasta el momento había permanecido sin moverse, entendió lo que pasaba y reaccionó de inmediato acercándose a la cama y a las niñas que seguían con miedo.

-dirijo un circo en donde cuido de huérfanos como ustedes-explicó el pelinegro-ese hombre las ha maltratado lo suficiente

Las muchachas seguían abrazadas una a la otra tremendamente confundidas y sin decir nada pero aún así no paraban de mirarlos, sus corazones se habían acelerado al escuchar que las sacarían de ahí.

-déjenme ver eso-se acercó Kakashi

Ino miró a Sakura para calmarla y se separaron, la rubia fue quien se acercó primero, dejando que aquel hombre examinara el collar en su cuello. Kakashi se dio cuenta que aquellas piedras eran conjuros poderosos que reprimían sus verdaderos poderes.

-¿saben lo que son?

-son piedras de jade hechizadas-contestó Ino-además el hierro nos lastima

-ustedes son…-intervino Itachi

-Veelas-completó Ino-nos sacaron del nido desde que nacimos

Itachi tuvo que hacer un poco de memoria para poder recordar lo que esa palabra significaba, también era algo que aparecía en sus libros de folclor. Las Veelas eran criaturas que vivían en los bosques, ostentaban una forma de personas con infinita belleza teniendo la capacidad de atraer a sus presas con tan solo una mirada para devorarlos. Sus hermosas figuras eran solo una pantalla de su verdadera forma convirtiendo sus bellos rostros en criaturas emplumadas con picos afilados y una sed de sangre inmensa.

-Veelas-repitió Itachi

-no hay tiempo para esto Itachi-le reprimió Kakashi- necesitamos hacer un hechizo poderoso para deshacernos de estas cosas

-¡esperen!-interrumpió Ino

Los dos hombres se volvieron hacia la muchacha, incluso Sakura que permanecía callada se volvió a su compañera.

-¿cómo confiaremos en ustedes? No son los primeros que nos dicen eso

Sakura se mordió el labio inferior muy fuerte de tan solo recordar todas esas ocasiones en las que les prometían libertad cuando solo cambiaban de dueño volviendo a ser lo que habían sido siempre, esclavas a merced de lo que los humanos quisieran hacer con ellos.

-los humanos han desarrollado una fascinación repulsiva por las cosas sobrenaturales, solo quieren sacarnos de aquí para seguir vendiéndonos

Kakashi estaba a punto de decir algo pero Itachi le tomó el hombro deteniéndolo en el acto, él sería el que se encargase de ellas. Las Veelas solo estaban asustadas e Itachi podría calmarlas, después de todo, había comenzado a adquirir experiencia.

-nosotros no somos seres humanos, entendemos cómo se sienten-sonrió de medio lado-ellos mataron a mis padres… mi hermano tiene más o menos su edad y también están los demás niños que sé que las esperarían con los brazos abiertos porque serían parte de nuestra familia

-nosotras no tenemos familia-habló por fin Sakura

-la tendrán

La voz de Itachi era paternal y tenue, los ojos de Sakura se llenaron de lágrimas al poder escuchar ese consuelo, sentía un calor inmenso en el pecho que solo podía ser confianza, los ojos de aquel azabache no transmitían maldad. La pelirosa se separó de su compañera para acercarse lo más que el collar le permitía a Itachi quien enseguida se puso al nivel de ella.

-Ino y yo hemos ido de dueño en dueño, siempre nos prometen una vida mejor pero terminamos en las mismas condiciones. Ella no confía en la gente y cree que los hombres son malos pero tú no eres como ellos ¿verdad?

El instinto de Itachi no fue otro más que abrazar a la niña que no pudo evitar abrazarlo de regreso sintiendo un calor ajeno a todo lo que había conocido. Los sentimientos de Sakura llegaron hasta Ino que en silencio empezó a llorar también pensando que el infierno había terminado entones.

-¿Qué haremos?-preguntó Itachi separándose de la niña

-el metal les lastima y las piedras evitan que puedan liberarse

-ya sé que eso es lo que las mantiene atadas

-es hora de que empieces a aprender Itachi, tu eres un nigromante, piensa en algo

El azabache miró de mala gana a Kakashi que se limitó a devolverle una mirada aburrida, como si no entendiera la razón de no ser ayudado por un mago experto. Las intenciones del mago eran obvias pero a Itachi le costaba algo entenderlas, aún así decidió seguir por su cuenta.

Las palabras de Kakashi tenían cada vez más sentido, el metal las lastimaba al ser ella seres feéricos y las piedras contenían una especie de hechizo sellador. Se paró al pie de la cama y miró fijamente a las niñas

-no estoy seguro del resultado

-no puedes estar toda tu vida viviendo entre libros-le reprimió Kakashi- esta es la mejor manera de aprender y date prisa

Itachi cerró los ojos y se concentró, podía sentir a las personas a su alrededor pero sobre todo podía sentir una energía increíble proveniente de las niñas, los collares emanaban una energía contraria a la de ellas.

-eso es…-dijo por lo bajo

-¿lo entendiste?

-si-abrió los ojos- quiero que ustedes dos se sienten quietecitas mientras hago esto ¿entendido?

Las dos niñas asintieron y se sentaron justo al frente de Itachi que volvió a cerrar los ojos, Kakashi miraba desde una distancia prudente supervisando a su pupilo. Los ojos del azabache volvieron a abrirse pero estaban en blanco y emanaban un sospechoso brillo, sus labios empezaron a moverse y a hablar en alguna lengua extraña e incomprensible.

Las niñas se miraron entre ellas algo asustadas pero no podían olvidarse de las palabras de aquel que se había ofrecido a salvarles la vida, se tomaron de las manos y tragaron gordo. Pronto, los collares en sus cuellos empezaron a arder, el metal empezaba a calentarse y su piel no soportaría por mucho tiempo.

-solo un poco más-les pidió Kakashi a sabiendas de lo que estaban pensando

Las Veelas estaban a punto de pedir que se detuvieran cuando escucharon un “crac” proveniente de los collares que se habían cuarteado y poco a poco fueron cayéndose a pedazos hasta por fin desintegrarse y dejarlas libres.

Itachi cerró los ojos de golpe volviendo a la normalidad, se sostuvo de la estructura de la cama para no colapsar, era mucho más fácil leer sobre magia que hacerla. Comprendía muy poco de su don, Kakashi era la primer persona que había sido capaz de poder hablarle de lo que podía hacer, de enseñarle que todo lo que había aprendido en libros no le serviría en la vida real.

-listo-jadeo Itachi

Instintivamente Ino llevó sus manos al cuello y al comprobar que efectivamente eran libres miró a Sakura con ojos cristalinos.

-debemos salir antes de que se den cuenta-dijo Kakashi-debemos…

-no-intervino Ino

Kakashi e Itachi solo la miraron, el azabache estuvo a punto de decirle algo para calmarle pero su mentor le detuvo, él mismo podía sentir que el romper los collares haría sacar a flote todos esos sentimientos reprimidos.

-años encerradas-empezó Ino- ellos abusaron de nosotras

-y ahora es nuestro turno-completó Sakura

El mago tomó a su pupilo del hombro y lo alejo para poder ser testigos de la metamorfosis de aquellas niñas.

Los cuerpos de Sakura e Ino empezaron a alargarse, de sus brazos empezaron a salir plumas formando unas enormes y grotescas alas; sus piernas se alargaron tanto como si fuesen las patas de una garza y su rostro empezó a cambiar, sus bocas desaparecieron para dar paso a lo que parecía ser un afilado pico de ave.

-Kakashi…

-su sed de sangre y venganza es enorme, no podremos detenerlas

-¿qué hacemos?

-miramos tranquilos, estoy seguro de que ellas solas pueden terminar con este sitio

Itachi jamás había visto semejante escenario, fue como si las cosas pasaran en cámara lenta y sin sonido a partir de ese momento. Las hermanas Veelas destruyeron la puerta y corrieron por todo el burdel atormentando a todo el que se pusiera en su camino. Podían escucharse los gritos de las chicas y sus clientes, ambas niñas no tenían piedad y se encargaban de devorar a todos los hombres a su paso dejando a las muchachas con el susto más grande de su vida. Su naturaleza les prohibía comerse a las mujeres pero había suficientes hombres en el burdel para poder hacer charco tras charco de sangre.

Pero ninguno de esos hombres les interesaba, después de haber saciado su hambre se dirigieron directo a donde estaba aquel infame que les había prometido su libertad. La puerta estaba naturalmente cerrada pero entre tanto picotazo cedió encontrando al dueño del burdel temblando en un rincón.

Después de unos diez minutos las dos niñas regresaron de nueva cuenta a la habitación en donde estaban Itachi y Kakashi esperando. Sus apariencias humanoides habían vuelto solo que tenían la cara y la ropa salpicada de sangre.

-¿han quedado satisfechas?-preguntó Kakashi

-hemos matado a todos los humanos aquí-comenzó Sakura-solo uno era culpable, los demás fueron simples escorias estorbando

-la muerte es lo que traemos nosotras-siguió Ino- después de esto humanos llegarán y querrán saber lo que paso ¿aún así quieren que les sigamos?

Itachi sonrió dulcemente y se agachó hasta estar a la altura de las niñas, limpió un poco de sangre de las caras de las niñas aunque realmente no quitó gran cosa. No se necesitó decir nada más para que las dos entendieran que podían ir sin cuidado. 

Notas finales:

Casi olvido subir episodio pero bueno, aquí está la siguiente actualización. Nos leemos el sábado!


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