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Circus of dust por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Muy buenos días queridos lectores hoy les traigo la continuación de la semana pasada, por favor disfruten mucho y dejen comentarios, me encantaría saber como les va pareciendo la historia hasta ahora. Pero no les distraigo más, ¡a leer!

Decimosegundo acto: “Solamente tú”

 

 

 

-¡Sasuke!

El azabache se despertó de golpe, el estómago se le había encogido y la garganta secado. Apenas podía respirar agitadamente pero poco a poco pudo calmarse para encontrarse como ultimadamente había despertado , empapado en sudor y con la mano de su hermana menor en su frente.

-lo lamento…

-tuviste otra pesadilla-dijo preocupada-déjame ver

-no…

-deja de ser tan necio, solo veré la pesadilla

-¿no abrirás ninguna otra caja?

-ninguna

-bien-suspiró- pero solo la pesadilla

Sasuke se desplomó en la cama boca abajo y enseguida su hermana menor subió y se sentó en sus caderas inclinada hacia abajo para mirarle a los ojos. Enseguida los dos sintieron ese cosquilleo extraño para después encontrarse como debían.

Y entonces Okami apareció en un lugar bastante familiar, la mente de su hermano mayor era un lugar cálido y muy agradable. Era un cuarto enorme con estantes y repisas por todas partes y había muchas cajas musicales de todos tamaños y formas, todos contenedores de los preciados recuerdos de Sasuke.

Caminó haciendo eco con sus pies descalzos en el inmaculado piso de mármol, miró a uno de los estantes y sonrió de medio lado al ver una caja de oro, parecía relativamente nueva y seguramente sería un recuerdo realmente picante que tenía que ver con Naruto pero le había prometido a su hermano no entrometerse en donde no le llamaban así que continuó (muy a su pesar) caminando hasta el fondo de la sala.

En el fondo, había una repisa solitaria y vacía, solo tenía una caja ahí. Era de color obscuro y era enorme además de que se movía como si algo en su interior quisiera salir.

-debe ser esta

Fue hasta la caja y la tomó, se fijó detenidamente en esta, debía ser un recuerdo realmente emocional para ser tan grande y llena de energía. Se sentó en el suelo y puso la caja frente a ella para enseguida abrirla.

-¡demonios!

Un chirrido desgarrador salió del interior y Okami volvió a cerrarla de golpe, se llevó las manos a los oídos, como si comprobara que el ruido no le hubiera derretido las orejas y cuando se hubo dado cuenta de que seguían ahí volvió a abrir esta caja solo que en vez de aquel grito, solo salió una luz.

-maldito recuerdo caprichoso…-dijo asomando la cabeza dentro

 

 

**-debes deshacerte de él-decía una voz vaporosa

Alzo la cabeza para ver qué ocurría, miraba escondido desde detrás de lo que parecía ser una pared. Dos hombres discutían acaloradamente de un tema que no podía adivinar ni tampoco entender.

-no puedo hacerlo…-decía el otro hombre

-¿qué quieres decir con que no puedes?

-a donde quiera que vamos, ellos nos encuentran-suspiró- además él es mi hijo, su madre murió por mi culpa y no puedo dejarlo solo a la deriva

-espero que sepas lo que haces-dijo el primer hombre

Entonces se fue dejando al hombre con la voz gentil que se acercó a él con una enorme sonrisa en el rostro.

-¿Quién era él papi?

-solo un amigo…-dijo distraído- pero no importa, hay que irnos

Lo alzó en brazos, la calidez que podía sentir era inmensa, casi como si aquel fuera el cielo mismo hecho un hombre. Salieron de ese lugar y caminaron durante tanto tiempo que no se dio cuenta hasta que sintió que estaba por fin a salvo.

Pero entonces mientras más se acercaban, la silueta de un hombre se hacía cada vez más cercana, era alta y delgada vestido en una gabardina negra que a primera instancia no parecía ser más que una persona normal pero a medida que se hacía más nítida se dio cuenta de quién era.

-mierda-susurró el mayor

Lentamente retrocedieron un poco pero ya era muy tarde, aquel hombre ahora se aproximaba a paso rápido.

-escóndete-le ordenó

Y entonces, fue testigo de una batalla bestial. Era como si dos bestias salvajes se hubieran encontrado. Aquel hombre de amable sonrisa estaba masacrando a su oponente, una escena increíble y aterradora al mismo tiempo.

-sigamos adelante-dijo él con el rostro salpicado en sangre-llevamos prisa

Fue cuando volteó la cara y le miró a los ojos. Azules obscuros llenos de ira desbordada y también de algo más que no descifraba.

-llevamos prisa-repitió impaciente**

 

 

Okami cerro la caja de golpe agitada, se llevó una mano al pecho confundida y se puso de pie de un salto para poner la caja en su sitio. Miró a su alrededor, como si buscara una caja en específico pero realmente solo estaba tratando de calmarse, aquella visión había sido muy extraña y en definitiva no podía describirla.

Sasuke respiró hondo volviendo en si solo para encontrarse con el rostro incrédulo de su hermana que de un movimiento despacio bajó de las caderas del azabache y se sentó a su lado.

-¿Qué tal?-preguntó él en voz baja

-¿puedo dormir contigo el resto de la noche?

-si…

Ella se acurrucó al lado de su hermano mayor, justo como lo hacían cuando eran más jóvenes. Los dos tenían mucho en la mente, Okami estaba pensando en el día siguiente cuando por fin tuviera que enfrentar a Kiba y tener que escuchar lo que no quería. Sasuke, que no podía dejar de pensar en esas espantosas pesadillas que seguía tratando de descifrar.

 

 

-_

 

 

-¡estás listo!-gritó Naruto

-¡estoy listo!-respondió Kiba-o tal vez no…

Akamaru lanzó un chillido fastidiado, su amo y Naruto se habían levantado muy temprano para poder repasar línea por línea lo que el licántropo iba a decir cuando hablara con Okami. Naruto se encargaría de llevarla hasta un lugar en donde pudieran hablar en privado, tal vez a la carpa de circo que a esa hora de la mañana estaba vacía.

-¡cálmate de una vez!-le riñó Naruto- debes hacer esto

-debo hacerlo…-repitió despacio

-cálmate-puso sus manos sobre sus hombros-iré por ella así que ve

Kiba asintió lento, como si entendiera poco a poco repasando cada palabra de Naruto en su mente. Tomó la cajita entre las manos y salió despacio aunque mientras caminaba se iba dando cuenta de lo que estaba a punto de hacer y su rostro empezó a ponerse rojo y la garganta empezó a secarse.

Mientras Kiba iba caminando a trompicones a la carpa, Naruto fue directo a la carpa de su novio, necesitaba llevar a Okami a la carpa de circo pero antes de poderse encontrar con ella, al primero que vio fue a Sasuke.

-buenos días-saludó el azabache

Pero Naruto tenía otros planes en mente, aunque no estaba mal la idea de un beso de buenos días así que se dio el gusto de saludar al azabache con un beso casto sobre los labios.

-¿en dónde está Okami?

-¿Okami? ¿Para qué la quieres a ella en lugar de a mí?

El rubio se rio atontado, no podía con Sasuke cuando se ponía en ese modo tan juguetón que le volvía loco. Pero en ese momento tenía una misión muy importante por cumplir, incluso más que un buen rato con el vampiro más ardiente de todos.

-debo verla-le dijo en susurro- Itachi le ha dado su permiso a Kiba

No necesitó decir más, Sasuke abrió la boca como queriendo decir nada pero simplemente estaba muy sorprendido aunque también estaba feliz. Señaló el interior de la carpa sin decir nada y entonces Naruto entro para encontrarse con la hermana menor sentada en su cama tratando de trenzar su cabello, tenía unas grandes bolsas bajo los ojos por haber pasado la noche entera velando el sueño de Sasuke.

-¿Cómo te sientes?-le preguntó Naruto

-supongo que estoy bien-sonrió débilmente-no quise preocupar a nadie

-no lo hiciste, creo que la decisión que tomó Itachi fue muy precipitada

-si así es-dijo con un nudo en la garganta-pero es mi deber hacerlo

-bueno-dijo algo ansioso-sé que no es el momento pero  quería saber si me podías ayudar con unas cosas, quiero decir, si te sientes bien

-claro…

Ella salió despacio junto con Naruto, iban directo a la carpa de circo pero iban siendo seguidos por varias miradas. En un lugar como ese, las noticias no tardaban en llegar y mucho más cuando era algo tan importante como una propuesta de matrimonio.

Cuando llegaron, el escenario estaba vacío y aparentemente las gradas también aunque en realidad estaban casi todo el campamento escondido en alguna parte pero Okami estaba tan cansada que ni siquiera podía poner demasiada atención.

-espera aquí-le dijo Naruto-iré por un par de cosas

-si…

Y entonces el rubio desapareció detrás de la cortina que conducía tras bambalinas. La pelinegra se sentó en el borde del escenario, sentía que en cualquier momento caería dormida.

Las pesadillas de su hermano mayor empezaban  a ser un problema, no sabía en qué momento había empezado todo eso pero definitivamente debía averiguar qué estaba pasando. Después estaba el asunto del matrimonio, permanecía calmada y hasta cierto punto conforme sabiendo que era por el bien de todo el circo, no podría perdonarse el haber arruinado el sueño de su hermano mayor por un capricho.

Aun así no podía dejar a Kiba de lado. Había sido su compañero durante muchísimo tiempo, nunca habían estado separados por mucho tiempo y en esas circunstancias esos años le parecían ahora muy pocos.

Ella estaba totalmente devastada, después de la visita de los cazadores Dhampir no había podido dejar de pensar en las palabras de Deidara. Claro que también estaba feliz de que no hubieran siquiera sospechado de la presencia de Naruto pero no estaba contenta con la situación actual.

Jamás pensó que El consejo quisiera hacer de aquel asunto tan insignificante algo que debía tratarse con indebida seriedad. Era verdad que en épocas antiguas las doncellas de sangre Strigoi debían desposar a un hombre por asuntos que en ese momento ya eran obsoletos.

Deidara solo estaba encaprichado y había armado todo eso para poder tomar su mano en matrimonio aun sabiendo que ella nunca podría amarlo.

El sonido del silencio en el escenario era bastante extraño aunque muy tranquilizador si hubiera podido opinar, el silencio le recordó cuando había conocido a Kiba, sus ojos avellana que la miraban perpetuos mientras sellaban su destino en uno solo.

-Okami…

La voz de Kiba la sacó de sus pensamientos haciéndola saltar, enseguida se puso de pie y miró a su novio que tenía una sonrisa extraña en los labios, no lo había visto desde la visita de los cazadores Dhampir.

Ella no dijo nada, no se atrevía pero miraba muy preocupada. Estaba segura de que lo que sea que le fuera a decir no sería ninguna buena noticia, aquella sonrisa en los labios del licántropo parecía ser muy amarga y triste.

-ayer Itachi me mandó a llamar-dijo tratando de no sonar muy ansioso-hablamos un rato

El estómago de Okami se hizo pequeñito, podía sentir como las tripas se le comprimían en un muñón dentro de su cuerpo, no quería oír a su amado diciendo que tendría que dejarla ir, no estaba lista para hacerlo.

-nos hemos conocido durante mucho tiempo Okami-dijo sonriente

-Kiba…

-no, escucha-su sonrisa se ensanchó-te amo

-también te amo-musitó débilmente

Kiba se acercó y tomó las manos de Okami entre las suyas, sonreía radiante. Todos los que estaban escondidos miraban con mucha atención, hasta Sasuke no podía ni siquiera mover un músculo.

-eres lo mejor que me pudo haber pasado en la vida y no quiero que nadie te aleje de mi

Las rodillas de Kiba temblaron y con un movimiento algo brusco se arrodillo y con manos temblorosas buscó en su bolsillo hasta encontrar la pequeña argolla que había guardado ahí para enseñárselo.

-te…te…-tragó gordo tratando de no desmayarse- ¿te… te casa…casarías con mi…migo?

Un silencio sepulcral se hizo en el lugar, era como si todos hubiesen aguantado la respiración, hasta Kiba estaba tratando de mantenerse calmado ante el silencio de la chica a la que le había propuesto matrimonio.

-Kiba…-susurró ella con los ojos llenos de lágrimas-claro que me casaré contigo

Aun temblando, Kiba se puso de pie y deslizo el anillo en el dedo de su novia que también estaba temblando y las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos, como si no se terminara de convencerse a sí misma que estaba pasando de verdad.

Pero entonces, el silencio quedó en el olvido al escuchar la horda de gente que había salido de sus escondites para celebrar.

-¡una boda!-gritó Ino-¡esto es algo muy importante! Hay muchas cosas por hacer, el vestido, la comida y…

-y todo se debe terminar en menos de una semana-le interrumpió Itachi entrando en la estancia

Todos miraron serios a Itachi y de regreso a Kiba y a Okami. Pero en vez de lo que todos hubiesen pensado que haría, Itachi se acercó y abrió los brazos para abrazar  a la pareja que a este punto estaba con los nervios de punta.

-a trabajar-les dijo a todos- tenemos que presentarnos y además hay que planear una boda-miró a Ino- cuento contigo para eso ultimo-le guiñó el ojo

-¡claro que si!-respondió ella emocionada

Mientras la rubia saltaba de la emoción y empezaba a sacar planes de la manga, Naruto miraba muy contento la escena. Estaba muy feliz de haber podido ser parte de todo esto y sin dudarlo les envidiaba mucho al pensar que ellos podrían tenerse el uno al otro por lo que restaba de sus vidas. De pronto una mano gentil lo sacó de sus pensamientos, Sasuke había pasado su brazo por los hombros de Naruto para atraerlo hacia él.

-tendremos que trabajar muy duro estos días-dijo el pelinegro

-me sorprende que no te hayas opuesto

-¿Por qué lo dices?

-eres muy posesivo y más si se trata de tu hermana menor

-ya veo-sonrió algo nostálgico- no te confundas, si ella debe casarse con alguien entonces me alegra que sea ese cabeza de pulgas

-¿lo dicen en serio?

-Kiba es el mejor amigo que tengo, después de mis hermanos, él es a quien más cariño le tengo-suspiró- y si le dices que dije eso te daré tan duro que no podrás sentarte en un mes ¿escuchaste?

-eso suena tentador-dijo de manera sugerente

Sasuke pegó su frente a la de Naruto, la euforia de todos se había aislado de una manera impresionante para dejarlos solos a los dos en una especie de burbuja para ambos. Naruto alzó la cara un poco para poder rosar los labios de Sasuke que enseguida recibió el beso gustoso y sobre todo deseoso.

-quisiera hacértelo aquí mismo-susurró Sasuke sobre sus labios

-no ahora-respondió el otro risueño

Ambos voltearon para ver a los demás  y ver a Kiba abrazando a Okami contra su pecho y a Ino parloteando y dándole indicaciones a Hinata sobre la tela del vestido que iba a tener que terminar en menos de dos días.

 

 

-_

 

 

Después de todo el escándalo de la propuesta, todos debían de regresar a sus respectivas tareas, solo que ahora tenían el doble de cosas por hacer gracias a las órdenes que Ino había dado. Claro que todo se debía terminar en menos de una semana, antes de que los cazadores Dhampir regresaran.

Naruto también había tenido que seguir haciendo sus tareas aunque le hubiese gustado estar jugueteando con Sasuke un rato más. Estaba terminando de acomodar un par de cajas en la carpa de utilería cuando escucho que alguien entraba, enseguida pensó en Sasuke y en la primera vez que los dos se quedaron solos de esa manera pero cuando se puso de pie se dio cuenta de que la persona que había entrado era Kiba.

-quería hablar contigo Naruto

-ah…-está bien-dijo tratando de no sonar decepcionado- ¿de qué quieres hablar?

-bueno, aunque nos hemos conocido poco yo…

-no iras a pedirme matrimonio ¿verdad?

-no-rio- ya estoy comprometido, pero me encantaría que fueras mi padrino de bodas

-Kiba… ¿no deberías pedirle eso a Sasuke?

-ese idiota y yo somos mejores amigos pero, él tiene la ilusión de estar al lado de Okami en todo momento… además de todos aquí creo que eres el más indicado para eso

La relación que había logrado con Kiba, había llegado a un nuevo nivel y se sentía realmente bien. Jamás había tenido a un verdadero amigo en su vida, ahora, estando ahí mismo podía sentir un calor increíble. Desde que había llegado al circo, había descubierto muchas sensaciones pero la que más le encantaba era descubrir el amor  en todas  y cada una de sus formas.

Amor fraternal, el amor entre amigos pero sobre todo el más grande y cálido de todos que era el amor que solo un hombre podía darle. Sasuke siempre estaba rondando por su mente, no podía decirlo aún, no quería decirlo aún pero ya sentía en su pecho esa electricidad que solo el amor podía provocar.

-¿qué dices Naruto?

-claro que si amigo, será un honor

Kiba se sentó junto a su compañero, no tenía ganas de salir y hacer sus deberes, seguía algo ansioso y muy nervioso, era algo completamente irreal y abrumador.

-¿puedo hacerte una pregunta Kiba?

-claro que puedes

-¿Cómo fue la primera vez que se dijeron “te amo”?

El licántropo enseguida volteó a ver a su amigo que se mantenía con la vista en su trabajo, como si no quisiera que le vieran a la cara. Era una pregunta extraña pero definitivamente disfrutaría recordando ese momento.

-estábamos peleando-sonrió-dijimos muchas cosas pero entonces yo le dije que la amaba y guardó silencio, creo que no se lo esperaba

-pero tú estás…

-estar impregnado no es lo mismo que estar enamorado-suspiró-en ese momento ella estaba enamorada de alguien más

-pero…

-ya te había dicho que lo nuestro no pasó de inmediato y yo tardé un rato en descubrir la diferencia entre esos dos conceptos

Naruto sintió algo muy extraño dentro de él, como si de repente una necesidad irracional por sentirse más cerca de Sasuke lo invadiera como una especie de enfermedad. Aquel sentimiento en su pecho ardía como si le quemara, casi como si le doliera.

-él va a decírtelo-le dijo Kiba como si hubiera adivinado sus pensamientos-conozco bien a ese tonto como para prometerte que él también siente lo mismo

Dicho esto, Kiba le dio una palmada en la espalda a su amigo y se puso de pie para poder regresar a sus propios deberes, no quería que lo regañaran y más estando Ino a cargo de los preparativos de la fiesta.

Cuando estuvo solo de nueva cuenta, Naruto se quedó quieto pensando en lo que le había dicho Kiba y en lo que realmente pensaba él mismo. El pecho le palpitaba rápidamente y su cabeza estaba a punto de explotar, ahora era cuando se daba cuenta de que sus sentimientos eran más intensos de lo que pensaba.

Nunca se había enamorado de esa manera, tan intensa y distinta. Los demás hombres con los que había estado eran solo tontos e ilusos comparados con Sasuke, más bien, todos los hombres que alguna vez conoció eran ilusos al lado de Sasuke.

Se llevó la mano al cuello, justo en donde la herida de las mordidas se estaba empezando a notar, pasó el dedo por la piel ligeramente rugosa y algo hinchada tratando de imaginar el tacto del azabache, la sensación fría de sus dientes recorriéndole y erizándole el bello de todo el cuerpo.

-Sasuke…-susurró para él mismo

Era más que obvio que lo necesitaba de una manera muy especial, el aspecto sexual podía quedar a un lado entonces. Quería escuchar esas palabras tan especiales de los labios de Sasuke y le hacía mucha ilusión poder hacerlo.

 

 

-_

 

 

El día dio paso al atardecer que pronto se convirtió en una obscura y cálida noche de primavera. Después de la cena estuvieron todos en sus carpas, no solo debían seguir con los preparativos de la celebración próxima sino que debían presentarse al día siguiente así que madrugarían para estar listos al día siguiente.

-¿quieres que duerma contigo otra vez?-preguntó Okami quitando las sábanas de su cama

Sasuke solo se limitó a asentir avergonzado, le molestaba mucho tener que pedirle a su hermana menor que durmiera con él pero las pesadillas le daban cada vez más miedo y de esa forma se sentía más seguro, al menos de esa manera podía tener una mano cálida para sostener cuando se despertara sobre saltado en la madrugada.

La menor de los Uchiha se acomodó al lado de su hermano mayor, de cierta manera le gustaba mucho esa cercanía tomando en cuenta que se casaría en unos días. Sus dos hermanos mayores habían sido para ella los hombres más importantes pero aún más Sasuke que siempre la tenía a su lado, recordaba cuando él solía llamarle “su princesa” cuando eran niños.

Extrañaba esos tiempos, solo eran ellos dos contra todo, sus padres, y también Itachi eran parte fundamental de lo que ella solía ser. Había sido una niña entonces pero su mente no podía dejar de pensar en esos momentos, estaba muy nostálgica al pensar que ya no dormiría así con su hermano, porque después de todo, sería una mujer casada.

-¿en qué piensas hermano mayor?

-en que ha pasado mucho tiempo-dijo nostálgico

-¿has descubierto ya algo de las pesadillas?

-no-musitó

La pelinegra se sentó y se inclinó sobre el cuerpo de su hermano que la miraba con expresión vacía, como si supiera algo que ella no. Entonces hizo algo que tenía estrictamente prohibido.

-has estado mordiendo a Naruto…-susurró ella

Sasuke se sentó de golpe haciéndola a ella a un lado pero sin dejarla de mirar solo que ahora sus ojos eran ardientes y muy encendidos, era más que obvio que estaba muy enojado solo que no podía más que mantener esos ojos de furia.

-¿vas a delatarme?-susurró cuidadoso

Su hermana menor palideció enseguida, no era exactamente la reacción que esperaba pero de alguna manera las cosas comenzaban a cobrar sentido para ella.

-claro que no… no lo haré

-si Itachi se entera, no sé qué es lo que podría pasar y yo… no puedo estar lejos de él

Una vez más no era lo que ella se imaginaba que él diría pero al mismo tiempo estaba muy contenta de que su hermano mayor por fin pudiera sentir ese maravilloso cosquilleo que tanto le hacía falta.

-me alegro de que Naruto llegara-dijo ella volviéndose a acostar

-él es diferente a todo lo que conozco

Volvieron a acomodarse como estaban antes, uno al lado del otro  sintiéndose una vez más como ese par de niños traviesos que se habían quedado dormidos en la cama de su hermano mayor después de haber estado jugando el día entero en los jardines y en los establos. Casi podían sentir de nueva cuenta el aroma del césped húmedo y la tierra en sus zapatitos recién lustrados, era como un sueño, un recuerdo efímero que se les escapaba de las manos cual agua entre los dedos.

El olor de las cocinas  y el pan de mantequilla y leche tibia que la nodriza les preparaba para la merienda, hasta el olor a tabaco del despacho del señor Uchiha y claro, el perfume de buganvilias de su mamá. Hasta las lecciones fastidiosas de historia y español, incluso las intromisiones al cuarto de Itachi que siempre podía dejar los estudios para pasar un rato con sus hermanos menores.

-lo extraño-susurró Sasuke consciente de que Okami sabía de lo que hablaba

-yo también lo extraño todo-susurró

La muchacha se acurruco en el pecho de su hermano, él era quien siempre había cuidado de ella, incluso pensó en el hecho de que siempre habían dormido en la misma habitación.

-voy a extrañar esto también

-no seas tonta-rio-tu hermano mayor siempre estará cuando lo necesites

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¡recuerden dejar comentarios!

 

Nos leemos la semana que viene.

 

Cinderella!


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