Después de eso Naruto entró y vio a Sasuke que estaba sentado en la escalera con una taza de té.
El corazón de Naruto empezó a latir muy fuerte, tuvo tanto miedo de lo que podría pasar ahí, ya que la mirada de Sasuke se mostraba ira.
—Te llamé como doce veces, Naruto— dijo conteniendo la ira, que en cualquier momento explotaria.
—Es que… que… se me acabó la batería— mintió tan mal que Sasuke lo notó.
— ¿Por qué mierda me mientes? ¿Tanto te costaba mandarme un mensaje para saber dónde estabas? — Sasuke vio la cara de susto de Naruto pero eso no le quitó su enojo— ¿¡Qué carajo estuviste haciendo, mocoso?! — preguntó tan enojado.
—Nada, papá— las lagrimas resbalaban po sus mejillas despacio.
Sasuke no le creía, le costaba tanto creer en Naruto por la expresión que tenía. Así que se acercó para verlo a los ojos y comprobar si le mentía.
Pero al hacer eso vio en el cuello de Naruto una pequeña marca morada, a lo que su corazón sintió un gran dolor y furia.
—Yo preocupado por ti…— tiró la taza de té que tenía— ¡y tú acostándote con otro! ¡Yo aquí sufriendo pensado que te pasó algo y tú disfrutando con otro! — gritó.
Naruto se asustó, sabía que él en parte tenía razón.
—Papá, no te enojes— trató de calmarlo.—
— ¿Qué no me enoje? ¿Qué no me enoje? — Lo llevó contra la pared— Te estás burlando de mí, dobe— gritaba y lo agarró del hombro—. ¿Qué tengo que esperar? ¿Qué me vengas embarazado? Fui un tonto al creer que eras diferente a los demás, pero sos igual o peor—Naruto tragó grueso
—Apenas te dije mis sentimientos y te vas acostar con otro— ya el dolor no lo soportaba.
—No quise causarte…— no terminó la oración ya que Sasuke se apoderó de sus labios con violencia.
Naruto peleaba contra el beso que le estaban dando. Esta vez, el contacto que tenía con su padre era diferente a la otra vez. En esta ocasión, era brusco que casi lastima.
—Esta noche serás mío, Naruto.— Al oír eso abrió sus ojos bien grande.
—Obligado solamente me tendrás—lo dijo sin pensar lo que podía suceder, al ver la mirada que puso su padre se asustó—. ¡Soy tu hijo, no me hagas esto!— quería probar si así calmabiaba de opinión.
—No quiero obligarte, pero te quiero hacer mío— y empezó a besar o más bien a morder el cuello del kitzune.
Naruto gimió de dolor. Ya esto se volvía insoportable, ya no aguantaba más, así que lo empujó con toda su fuerza y como estaba desconcentrado pudo tirarlo. Salió corriendo a su cuarto pero como se olvidó cerrar la puerta su padre entró.
— ¿A él le hacías esto? — preguntó furioso.
—No, porque lo amo. ¡Hice el amor con él porque me gusta! — a Sasuke le dolió lo que acababa de decir su propia hijo.
—Mierda — era lo que balbuceó entre dientes —. Ojala algún día podrías decir de mí lo mismo, pero eso es imposible…— suspiró— porque yo soy el de los deseos impuros no vos.—
—Papá…— Naruto no sabía qué le sucedía, pero al oír eso se sintió extraño.
Sasuke se acercó donde estaba el pequeño kitzune y le dio un beso dulce en sus labios, Naruto no respondió por la sorpresa del beso. Posó su mano en mejilla de Naruto y lo miró fijamente.
— Entiendo que no sientas lo mismo que yo, pero no me hagas sufrir— lo volvió a besar.
Naruto sintió algo diferente con este beso, pudo sentir el dolor que sentía su padre. Tenía ganas de llorar por la tristeza que transmitía en el beso.
—Perdón por hacerte sufrir, papá— dijo mientras se dejaba besar por Sasuke. Un sentimiento de compasión brotó en él, No amaba a su padre de la manera que él quería, pero pudo sentir el dolor que sentía.
—Perdóname tú, Naruto, por sentir lo que siento— paró de besarlo. Ahora puso sus dos manos en el rostro del pequeño—. Sé que lo que siento por vos no es posible pero no puedo dejar de sentirlo.—
—Lamento lo que está pasando, papá— miró al suelo.
Sasuke levantó la cara de Naruto y volvió a besarlo, pero esta vez empezó de una manera diferente. Naruto no respondía pero tampoco frenó el beso. Sasuke empezó a mover a Naruto y guiarlo hasta la cama de él.
Naruto no lo paró pero igual se sentía incomodo, sabía a qué lo llevaba ahí. Quería frenarlo pero algo en su interior no se lo permitía. Sasuke se dejó caer junto a Naruto en su litera. Empezó a besar el cuello del pequeño kitzume, a tocar cada centímetro de su piel por debajo de la ropa.
Empezó a sacarle la parte superior de su uniforme y pudo ver unas pequeñas marquitas violetas cerca de sus pequeño botoncitos rosados, y, fue por ahí donde empezó a besar, morder y chupar. Deseaba borrar eso y dejar sólo el rastro de él.
Naruto se sentía mal, quería frenarlo ¡pero su corazón le decía que lo deje! Su mente no podía borrar de quien le hacía eso era el hombre que siempre amó pero de distinta manera. Podía sentir las manos de él peleando con su pantalón corto para sacárselo, también como jugaba con sus botoncitos rosa.
—Lo siento, no de vi dejarme llevar, Naruto— se levantó de ahí—. Sé que me lamentaré toda mi vida de no haber aprovechado la oportunidad, pero me lamentaré más de dejarte un recuerdo horrible— y lo besó en la frente.
Naruto se cubrió con la sabana y miró cómo su padre se iba, algo en él le decía que no permita eso.
— ¡Papá! — Pero Sasuke no hizo caso y se fue— No te vayas, por favor, ¡tómame si es lo que deseas! — él no se dio cuenta de lo que dijo y salió corriendo con su sabana, pero no lo y sintió una gran soledad en su ser.