[Antes de todo lo anterior]
14 de mayo del 2010
Ino llamaba a Naruto para que se levante y
desayunara. Él siempre era tan perezoso, siempre quería dormir más.
—Vamos, Naruto. Llegaras tarde — dijo su madre con tanta ternura.
Naruto se dio vuelta y le dio la espalda a su madre para seguir durmiendo. Ino sonrió y se levantó del lado de su hijo y corrió las cortinas para que entrara el sol.
—Mamá, quiero dormir cinco minutitos más — dijo al sentir los rayos del sol.
Ino volvió a sonreír, no podía creer lo perezoso que era ya que ella no lo era ni Sasuke.
—Pero son las diez de la mañana, te retrasaras mucho.
— ¡Diez de la mañana! ¡Mamá, ¿por qué no me
levantaste más temprano!? — se levantó de su cama
y salió corriendo de su habitación, Ino se reía
tanto ya que ella lo estaba levantando desde la nueve.
Ino decidió perseguirlo. Naruto estaba en el
baño lavándose sus dientes.
—Naruto, creo que la próxima te despertará tu papá — se reía Ino.
—Antes que me despierte mi papá creo que el mundo se caerá— respondió Naruto con una carcajada.
Era cierto su padre antes de despertarlo haría otra cosa, aparte que era muy malhumorado. Pocas veces era amable.
Después de salir del baño salió corriendo al comedor, ahí estaba el hombre que de quien hace un momento se burlaba.
Se estaba comiendo una tostada.
—Hola, papá — saludó el.
Él respondió con un pequeño movimiento de la cabeza. Naruto se enojó un poco, ¿no podría saludarlo mejor? Así que atinó a darle un beso en la mejilla, como hacen las familias “normales”. Pero al querer hacer eso su padre movió un poco su cabeza haciendo que el simple beso que le quería dar su hijo se recibieran en sus labios, era apenas un contacto pero igual a Sasuke le significó demasiado; sus labios ardían en ese pequeño contacto.
—Vete, Naruto — dijo amargado.
— ¡Tengo hambre! Así que no me iré— Naruto no entendía lo qué le sucedió a su padre ya que el no había hecho nada, o al menos eso creía.
Ino llegó y vio como padre e hijo se sacaban chispas, a veces no sabía quién era más maduro si su hijo o esposo. A veces esa pregunta se respondía muy fácilmente, su hijo.
—Sasuke, si fueras más amable con Naruto, el
quizás se iría— fue lo que dijo en un suspiro.
No era que sasuke fuera tan mal padre pero a veces trataba a su hijo de una forma que a ningun chico o chica le gustaría.
Ino sirvió el desayuno a Naruto, y éste se lo devoraba tan rápido. Eso era algo que sí salió a Sasuke. Ino le decía que coma más lento porque si no se iba ahogar, pero el respondía que si comía lento no llegaría al colegio.
—Mamá, ¿me llevas al colegio? — Ino no sabía
cómo decirle que no podía.
—No puedo, Naruto…— vio como su cara se ponía suplicante.
Lo que sucedía es que ya llegaba tarde y si tomaba un colectivo tendría más que media falta.
—Que te lleve tu papá. Sasuke, llévala tú
—No es grandecito para tomarse un bus— Sasuke rezongó.
—No importa, mami. Puedo tomarme un bus, ya que mi padre no puede ni hacer algo de su deber— Sasuke miró con mirada asesina a ambos.
Y era cierto lo que decía Naruto, era tan fácil llevarlo al colegio.
—Mierda, Naruto. Está bien, pero que sea la última vez — lo agarró del brazo y lo llevó casi a rastra. Este hombre no conocía lo que era la gentileza.
—Ay, papá— se quejó Naruto. Sasuke ni hizo caso
sólo se subió al auto, tampoco le abrió la puerta del auto para llevarlo.
Naruto lo miraba con enojo, no entendía cómo alguien como su mamá podía estar enamorada de ese hombre. Aunque debía reconocer que, a pesar de las pelas, lo quería mucho. Él nunca se ganaría un premio al mejor padre pero cuando era tierno a su manera lo quería mucho.
Naruto quería romper ese molesto silencio.
—Papá, ¿dónde se conocieron mamá y tú? —
Sasuke lo miró extrañado. Pero igual le respondió.
—En un hospital llamado Konoha.
— ¿”Konoha”? Raro nombre para un hospital—
Sasuke recordó ese día, fue espantoso pero a la vez hermoso. Ese día conoció a la mujer que más amó en su vida, pero espantoso porque alguien había previsto lo que le sucedía: él tendría un amor prohibido.
Orochimaru una persona espantosa que quería vengarse de él por ser un Uchiha, la familia más adinerada en todo Tokio. Orochimaru le había dicho que en venganza le echaría una maldición; un fruto prohibido. Y ese fruto prohibido era su pequeño hijo, Naruto. Él sufría eso como nadie se lo imaginaba, cada vez que su pequeño venía a él y se sentaba en su regazo, cada vez que besaba su mejilla, cada vez que lo abrazaba. Lo peor era cuando fantaseaba con el, desde que tenía ocho años el niño, empezó a fantasear con el. Soñaba cómo una bestia como él se apoderaba del pequeño cuerpo del niño, y miraba como sus ojos de infante le suplicaba más…
Y eso le hacía sentir mal ya que varias veces que le hacía el amor a su esposa imaginaba que era Naruto…
—Papá, ¿te pasa algo? — preguntó su hijo un poco asustado, veía como Sasuke estaba perdido en algo pero no sabía en qué.
—Naruto… — lo miró a esos hermosos ojos que poseia, que lo hacian perderse en ese intenso azul. Naruto era un chico pero de seguro sabía lo que sentía un hombre hacia una mujer o en este caso un hombre —, me iré de viaje a Fukushima por dos años, no pensaba decírtelo… pero creo que es mejor que lo sepas.
— ¡¿Me estás diciendo que nos mudaremos!? ¡No puedes decirme eso! ¡Yo tengo un no…!
— ¡Me iré solo, idiota! — se enojó con el, a veces no sabía si el era un Dobe o se hacía.
Después meditó un poco las palabras de su pequeño y se dio cuenta que su hijo le iba a decir algo— ¿Qué tienes qué?
—Nada, papá — Naruto se dio cuenta que hablo de más.
— ¡Me lo dices! — Sasuke estaba realmente furioso, lo único que le faltaba que su pequeño Dobe tendría un novio o novia y qué otras cosas más.
Naruto quiso escapar de lo que había dicho.
—No importa.
Naruto empezó a pensar y se dio cuenta de algo,
¡su padre se iría dos años! ¡Dos años sin él!
—Papá, ¿cómo es eso de que te irás? — una lágrima empezó a salir de sus ojos azules.
— Nos dejaras solos a mamá y a mí. ¡No nos dejes! Prometo que seré el mejor hijo. ¡Por favor, papi, no me dejes.!
¿“No me dejes”? Resonó esa pregunta en la cabeza de Sasuke. Esa palabra salió de la boca de Naruto.
¿Por qué dijo eso? No era que Naruto fuera un
desalmado que no sufriría la pérdida de su padre y tampoco era muy mala la relación que tenían.
—Yo pensé que te pondrías contento y…
—Me conoces poco, papá. Yo nunca aguantaría a mis padres separados y tampoco soportaría no tener a ambos cerca. Sé que no somos un ejemplo de padre e hijo, pero tampoco te odio y yo se que tú tampoco a mí.
Y él veía cómo los ojos de su pequeño hijo se le
caían lágrimas. Él no era el mejor en calmar a las
personas cuando lloraban… pero debía hacerlo en este momento.
—Volveré. No me quedare a vivir allí, si quieres puedes ir a vivir conmigo — ya estaban cerca del colegio.
Naruto no sabía qué responder, ¿irse yhacer una vida nueva ahí? ¿Dejar a sus amigos? ¿Dejar . Gaara? ¿Podría hacerlo?