20 de abril de 2010
Ya había pasado más de un mes desde ese día, Naruto sentía un gran dolor; su padre ya ni le hablaba.
Al menos antes con la peleas conversaban, ahora él era más frio y eso no lo soportaba.
¡No soportaba que no le hablase!
¡no soportaba que él hablase sólo con su madre!
Le estaba costando ver a sus padres darse apenas un beso, ¡estaba sintiendo unos celos enormes hacia su madre! Ella que siempre lo cuidó y mimó, ellá que ahora estaba en el cuarto junto a él. Ya era de noche, Naruto estaba en su dormitorio sentado en su cama.
— ¡Ah… para, Sasuke! — escuchaba cómo su madre gemía. A pesar que la pieza de ellos estaba un poco lejos se oía muy bien los gemidos.
— ¡Cállense!, ¡los odio! —dijo el chico mientras se acostaba y ponía la almohada en su cabeza.
Odiaba que su padre le haya dicho eso y después lo estuviera haciendo con ella.
¡Él quería estar en ese lugar! ¡Disfrutarlo con Sasuke!
Una hora después, dejó de escuchar los gemidos de su madre y se calmó.
— ¿Por qué me tuvo que suceder esto a mí?¿por qué? —susurró al abrazar más su almohada, eran algunos de los pensamientos que rondaban por su cabecita, desde lo sucedidovcon su padre.
Ya su corazón no entendía nada, ¿estaba sintiendo deseo hacia su padre? No, no podía estarle sucediéndole esto. Se levantó y salió de su habitación, quizás una “caminata” lo calmaría.
Caminaba por los pasillos y se frenó en el dormitorio de sus padres y vio una imagen espantosa: sus padres desnudos.
— ¡Me duele, me duele verlos! — llevo una mano a su pecho por el dolor que sentia al ver a su padre abrazar a su madre.
Se fue corriendo, no quería verlos. Sentía que si seguía se estaba torturando, ver a su papá así, no era algo que quería ver. Se fue y se encerró en el baño, se quedó ahí hasta que escucho una voz muy conocida.
— ¿Naruto?—
— ¿Papá?… ¡Papá! —abrio la puerta del baño, salio y fue a abrazar con mucha fuerza a su padre.
— ¿Qué te sucede? — preguto preocupado.
Naruto lo miró a los ojos y vio con atención sus labios.
—Deseo… deseo…— y lo besó. No sabía lo que hacía, pero introdujo su lengua en la boca de él.
Sasuke tardó en reaccionar pero después de un instante respondió al beso— ¡Quiero ser tuyo!— dijo Naruto en un susurro, que Sasuke escucho perfectamente.
— ¿Enserio? — preguntó interesado y sorprendido.
Hace mucho tiempo deseaba escuchar eso de sus labios.
—En mi cama y ahora…— Sasuke quedó aun más sorprendido.
Naruto se paró más de puntitas y besó el cuello de Sasuke, después empezó a acariciar su pecho que estaba desnudo. Sasuke gemía despacio, eso que hacía Naruto deseó que lp hiciera hace tanto tiempo. Sasuke lo empujó contra la pared y fue él, que empezó a besar con más fuerza.
—Tu mamá puede sospechar… — a Naruto poco le importó. Lo único que quería era que Sasuke dejera de ser frio y si eso implicaba entregar su cuerpo lo haría.
Naruto agarró la mano de su progenitor y lo llevó hasta su recamara, y, después de eso cerró con llave la puerta. Sasuke sonreía de manera tan sexi.
—Papá, tómame, por favor— la sonrisa de Sasuke se borró cuando escuchó decir a Naruto la palabra "papá".
—No me digas papá, nunca me sentí así.— lo agarró de los hombros y lo fue llevando a la cama.
Lo tiró en la cama y se iba a sacar lo único que traía puesto, unos boxer. Pero primero quería disfrutar, quería probar cada trozo de piel, cada gota de transpiración, cada cosa de él lento y delicioso. Se colocó encima de Naruto y miró su rostro, algo raro había en él. Besó sus labios y se sintió incomodo. Besó su cuello y no le producía nada, era como si todo esto no lo quisiera. Era como si su conciencia le decía que estaba haciendo sufrir a su pequeño, y a Sasuke no le agradaba nada le idea de hacerlo sufrir.
—No puedo, Naruto. No puedo hacerlo si no quieres — corrió su mirada a un costado
— ¡Pero yo quiero! Hazlo si así me vuelves a querer — Enredos sus brazos alrededor de su nuca —Si con esto me volvés a querer lo haré siempre — besó a Sasuke.
Él empezó a corresponder el beso, pero no podía evitar sentir un sentimiento doloroso.
—Basta, Naruto. No podre detenerme si seguís haciendo esto—a pesar de seguir sintiendo ese sentimiento, no podía evitar la excitación que sentía al besar a su hijo.
Naruto sentía angustia al entregar su cuerpo a su papá…
¡pero era más fuerte el sentimiento de soledad que sentía que su padre no le hablaba!
Sasuke ya no podía evitarlo quería hacerlo con Naruto lo antes posible, así que empezó a sacar su pijama. La ropa interior de Naruto era un tanto infantil, pero eso a él le importó muy poco ya que se lo sacaría lo más pronto posible.
El hombre sacó su camiseta rápido y pudo ver los pequeños botoncitos rosados de su pequeño, su boca fue a parar en unos de los pezones rosados, las manos de él fueron a los muslos.
Ya respiraba agitado, le dolía que su miembro de él todavía este preso en su bóxer así que se sacó esa prenda. Empezó a frotar su pene en la entrada de su pequeño kitzune que todavía tenía su boxer.
Naruto al sentir eso empezo a lagrimear, en realidad el sentimiento de hacerlo con él era en realidad el miedo de perderlo. Le dolía hacer esto, pero era más el pánico que sentía el que lo abandomara. Sentía que si Sasuke fuera un día más frio no lo soportaría, era capaz de todo para que su padre vuelva a ser como era.
Naruto podía sentir como él empezaba a sacar su boxer.
—Sasuke, ¿dónde estás? — se escuchó desde el pasillo. Ino estaba buscando a su marido porque no estaba en su cama.
—Gracias a Kami que me llaman — dijo Sasuke.
Naruto lo miró sorprendido, nunca lo había escuchado hablar así.
Sasuke se puso su bóxer, salió de encima de Naruto, lo cubrió con la sabana y le dio un beso tierno en la boca.
A Naruto se le caía una lágrima.
—Papá, por favor, no seas frio conmigo— Sasuke se quedó un instante viéndolo cuando dijo eso.
—Creo que así me puedo contener. Sé que vos no sentís nada por mí y no quiero hacerte daño.
— ¡Si es mi cuerpo lo que deseás yo te lo doy! — le dio un abrazo, aferrandose a ese pequeño contacto que tanto habia extrañado, sus lagrimas no dejaban de correr por sus mejillas.
—No, yo deseo mucho más. Chau, tu mamá me llama — lo volvió a besar en los labios, pero apenas fue un pequeño rose.
Naruto veía como su padre se marchaba y no pudo evitar que le doliera el corazón.
¡¡Mierda!, esa sensación que sentía era peor que mil puñaladas.!!