Un Ángel enamorado.
By:
Aurora la maga.
Se encontraba aun impactado, observaba la ciudad dormir esa madrugada, estaba sentado en uno de los enormes anuncios de la ciudad, tenía estirada una pierna sobre el borde de aquel alto sitio y la otra la tenía encogida hacia su cuerpo, su brazo reposaba en su rodilla y pensaba, pensaba en él, en esos ojos color miel, ese cabello esa voz todo su ser era perfecto. Claro que había dolor un dolor intenso en su interior.
Aquello se atenuaba con sus ganas de vivir y de luchar.
El fin de semana transcurría y él le seguía silencioso a cada lugar, le observaba cada movimiento cada detalle cada susurro y cada acción que le propinaba, era sumamente perfecto.
La mañana del lunes llego y Souichi estaba listo para ponerse en acción, desde que conoció a Tetsuhiro su ánimo cambio incluso Masaki lo percibió. –Te ves animado ahora ¿Sucedió algo que deba saber?-
-No, pero sí puedo decirte, que hoy, todo saldrá bien.-
-Eso espero.- Expuso el rubio, revisando a cuenta su papeleo en el mostrador, Souichi observo atento lo que él hacía y cuestiono.
-¿Qué tienes ahí?-
-Oh, es la orden de un trasplante.-
-¿Harás un trasplante?- Estaba impresionado del Junya, si por algo él hablaba con el rubio a pesar de su forma extraña de ser y de ese amor que sentía por su persona, era el hecho de que el ojo azul, estaba sobre su nivel, simplemente Masaki era reconocido como uno de los mejores doctores y eso era un punto a su favor en la admiración del de cabellos largos quien escucho.
-Si… pero las probabilidades de supervivencia son escasas.- Souichi toco su hombro de manera suave y susurro.
-Lo harás bien.-
Masaki agrando su mirada ese solo toque en su hombro lo emociono, con prisa sujeto su mano y cuestiono.-¿Me tocaste?-
-Sí, ¿Por qué?-
-En tu vida me habías tocado.-
-Bueno, pienso que…eres bueno en lo que haces.- Susurraba con calma y mirando a otro lado, para tomar su carpeta con el informe del su paciente de la habitación 200 y susurró.- Yo tengo que ir a cambiar una válvula mitral.-
-Souichi.- Susurro el rubio tratando de detenerle, poniéndose de pie rápidamente y empujándole a la pared con suavidad para posar una mano sobre la pared al costado de la cabeza del Tatsumi quien solo le observo impresionado y quieto, pero al notar la intención del rubio que acercaba peligrosamente su rostro al suyo, se escurrió por un costado y rápidamente caminaba para alejándose del lugar gruñendo.
-Ese tarado, no puedo ser amable con él porque ya entiende otra cosa.- Dijo severo, saliendo al pasillo, caminando y haciendo remover su bata blanca en cada movimiento, abrió despacio la carpeta de metal gris para leer sus documentos y escuchar.
-¡AHÍ ESTABAS!-
Souichi escucho el llamado de la mujer de su paciente quien en la camilla elevaba su mano y sonreía diciendo.- HOLA, DOC.-
-Señora, Taichiro.-
-Es Taichirou.-
-Es igual.-
-No, no es igual.- Souichi se acercaba a su paciente y susurraba.
-¿Listo señor Taichirou?-
El suspiro hondamente y confeso de prisa.- Claro solo recuerda lo prometido.- El Tatsumi sonrió un poco y susurro.- Oye eso da miedo, ¿Qué me vas a hacer?-Fue extraño ver sonreirá a ese médico, en los pocos días internado había sido testigo de la mirada más asesina y severa de este al reclamarle, las razones del por qué su válvula actual estaba tapada de grasa. Incluso escucho de las enfermeras de turno que ese Souichi era un tirano acérrimo.
El de cabellos largos en su buen humor susurro.
-Veré en su interior y verificare si el helado no hizo más daño.- Expuso con tétrica voz, Raiko los vio irse al área de Quirófano, Souichi se movía con entera emoción, parecía estar renovado, el corazón estaba palpitándole y la felicidad y emoción de volver a ser el mismo luchador de antes lo invadió.
Se lavaba las manos en el lavado especial para doctores, el cual no tenía perillas sino más bien un pedal, finalmente y esterilizado fue preparado por una enfermera que le asistió diciendo.- Ya está sedado, la respiración es normal y el pulso cardiaco también.-
-Perfecto.- Dijo colocándose la máscara en su boca y entrando para, acomodar sobre su cabeza lo que parecía una pequeña lámpara que le ayudaría a hacer mejor su trabajo.
-Bisturí.- Expuso con severa experiencia y calma, mientras uno de su equipo le facilitaba el instrumento afilado, coloco sus dedos como quien corta la fina tela y para que no se mueva, lo hinco despacio abriendo la piel, dejando ver la sangre que comenzó a correr…
Tetsuhiro podía percibir su regocijo tanto así que decidió ir a ver como trabajaba su doctor favorito, se movía entre las máquinas, los enfermeros y ayudantes, para posarse a su lado y suspirar hondamente, escucho con gracia como el canturreaba una canción en su cabeza, parecía algo infantil, pero qué más da él estaba feliz.-“Estoy sujeto, una bandita, estoy sujeto una bandita y ella se sujeta a mi…”-
Tetsuhiro observaba intento los movimientos en sus manos, como el colocaba la nueva válvula que era solo un tubito delgado y tan minúsculo, los cantitos se detuvieron en aquellos animados pensamientos, pues el peli largo pensaba.
-“No se muera señor, Taichirou, no hasta que tenga el número telefónico de Tetsuhiro.”-
Escucho aquello y agrando la mirada, observando eso ojos tras las gafas que mostraban tranquilidad, paz y emoción, no pudo descifrar lo que sintió en su pecho al escuchar tal cosa, tanto así que esbozó una sonrisa y se alejó un poco, esa noche lo seguiría quería saber más de aquellos pensamientos del Cirujano…
*~~~~++++++~~~~*
La operación termino con un buen resultado, la válvula se aferró al corazón de manera excelente, el emitía una sonrisa serena que hizo que todo su equipo se pusiera un poco nervioso y viéndole partir comentaron.-¿Oigan, que le está pasando?-
-Bueno… parece ser que está cambiando.-
-Pero, ¿es serio? ¿Él estaba sonriendo?-
-Sí, no son tus gafas él lo hacía.-
Salía de la habitación 200 había recibido abrazos y besos por parte de la Señora Taichirou, pero a pesar de eso no la tragaba ni se confiaba de ella, dejo aun conectado al respirador al señor Taichirou y él se dispuso a dejar todo su papeleo en la oficina; mientras acariciaba su cuello, no había podido preguntarle por Tetsuhiro, pero ya lo haría mañana, pensó él.
*~~~~++++++~~~~*
Salió a caminar desde el hospital a su casa no había mucho tramo, claro que contaba con su auto y bicicleta pero eran días como estos en los que él deseaba caminar, Tetsuhiro silencioso seguía sus pasos, admirando todo movimiento de su platinado, Le seguía con paso lento y le admiraba con esos ojos verdes que solo podían expedir el reconocible amor. Pero aunque cualquiera que lo viera pudiera notarlo él ni siquiera lo imaginaba… Se encontraba en el mostrador pagando las cervezas de botella, frías y pesadas, que sometían en una bolsa de papel de color café. Mientras él decía.
-Gracias.- Se encamino a la puerta y se perdió de su vista y mirada.
Llegaba a su casa, pasaba la llave por la chapa y giraba en pomo redondeado para entrar y ser tiernamente saludado por su mascota un labrador con pelaje blanco por no decir beige, le llegaba exactamente a mitad de su cuerpo, dicho amigo movía su cola con emoción y Souichi se agachaba para saludarle.
-Hola tonto, ¿Cómo te fue ahora con la señora Miller?-Cuestiono escuchando un chillido por parte de su fiel mascota la única cosa en esta vida que le hacía compañía en ese lugar, abandonando a su perro, prendió las luces de su casa y suspiro hondo, tomo una cerveza y giro la tapa haciendo un ruido en todo el lugar, bebió un poco y soltó un suspiro diciendo.-Hoy ha sido un buen día.-
Como siempre lo hacia todas las noches se preparó para un baño, esta vez sería distinto se daría un gusto refinado, preparo la tina y coloco los elementos que utilizaría sales que crearon espuma, con calma llego a una pequeña grabadora en la cual coloco un CD y susurro.
-Está todo listo, -prendió velas aromáticas y poso una cerveza a un costado para ahora comenzar a desnudarse al ritmo de la música…
"Feelin' Love"
You make me feel like a sticky pistol
Leaning into her stamen.
You make me feel like Mr. Sunshine himself.
You make me feel like splendor in the grass where we're rolling
Dance with me baby
You make me feel like the Amazon's running between my thighs.
You make me feel love. . .
“Sintiendo amor”
Tú me haces sentir como un pistilo pegajoso
Apoyando en el estambre de ella
Tú me haces sentir como el mismo Señor Brillo de Sol
Tú me haces sentir como el esplendor en el césped donde rodamos
Maldito bebé saltador
Tú me haces sentir como el Amazonas corriendo entre mis muslos
Tú me haces sentir amor
Afuera tras la ventana aquel curioso ángel se colocó, se asustó al ver la espalda desnuda y ese cabello suelto cubrirla un poco llegando al inicio de su parte baja, se posó de espaldas al lado de la ventana que estaba en el segundo piso y ahí enfoco sus ojos a la ciudad mientras escuchaba, como Souichi pensaba…
Sometía lentamente su cuerpo al agua tibia y se dejaba caer con calma percibiendo el agua acariciar su estresado cuerpo, habían sido días muy tensos y estresantes pero hoy era su día y con ellos llego a su mente y recuerdos, ese rostro, esos ojos verdes y esa expresión tan linda en aquel sujeto a quien llamo en pensamientos.
-“Tetsuhiro… ¿Qué clase de nombre es ese? ¿Sera japonés al menos?”-
Al pensar aquello, cerro un poco sus ojos, pues como no poder recordar Japón y la triste vida que dejo atrás, lentamente tomo su bebida y la llevo despacio a su frente, para refrescar sus pensamientos y pensar.-“Desde que deje Japón, eres lo mejor que me ha pasado…” - Suspiraba hondo y colocaba su cabeza en la orilla de aquella bañera para confesar con voz extasiada.-Esos ojos, que me miran como si pudieras ver dentro de mi… ¿Por qué, porque me has hecho sentir esto? ¿Acaso me he vuelto raro, definitivamente he perdido la razón por ti… Tetsuhiro.-
El mencionado, hecho su cabeza hacia atrás apoyándola en la dura pared dirigiendo sus ojos hacia arriba en donde no podía creerlo, ¿Ese humano parecía estar interesado en él, como podía ser? Se movió despacio, él quería darle algo para que se pudieran encontrar, abandono el balcón para entrar a casa, admirando el hermoso labrador quien emocionado le meneo la cola pero no se movió, pues Tetsuhiro le susurro.
-No hagas ruido tu amo está relajándose lo necesita.- El perrito obedeció a aquellas dulces palabras y permitió ir a la habitación de su amo a aquel ente, que despacio, coloco un libro en la mesita de noche, acaricio la pasta y enseguida se movilizo hasta el baño…
You make me feel like a candy apple all red and horny
You make me feel like I want to be a dumb blonde
In a centerfold, the girl next door.
And I would open the door and I'd be all wet
With my tits soaking through this tiny little t-shirt that I'm wearing
And you would open the door and tie me up to the bed.
You make me feel love. . .
Tú me haces sentir como un caramelo de manzana toda roja y excitante
Tú me haces sentir como yo quiero ser, rubia muda
En una foto central, la chica de la próxima puerta
Y yo abriría la puerta y estaría toda húmeda
Con mis tetas empapadas a través de esta diminuta camiseta
Que estoy usando y tu abrirías la puerta
Y me atarías a la cama
Tú me haces sentir amor
Souichi ya estaba fuera de la tina, se encontraba frente al espejo, trataba de admirarse con la misma manera en que él lo hacía, pero no era posible, Tetsuhiro tenía algo en sus ojos que podía escarbarte y dejarte tieso, pues no sabías si te estaba observando solamente o esculcando en tu interior o en todo caso, admirándote de manera sensual, el ángel se acercó por detrás, admiraba el reflejo de Souichi en el cristal y un deseo incontenible de querer tocar sus hombros su piel y su cabello le gano; deposito sus enormes manos con calma en estos delgados y pálidos hombros y acaricio sin sentir nada bajo sus manos.
El entristeció.
Mientras Souichi comenzó a sentir algo raro una presencia que estaba poniéndole nervioso, pero no de mala manera sino más bien, de una forma que lo excito, movió su cabeza a un costado percibiendo una suave respiración en este, no sabía que ocurría pero el podía sentir que alguien estaba ahí, mientras que Tetsuhiro, junto su rostro a ese cuello y besaba con calma y timidez… AUNQUE NO PUDIERA SENTIR SU PIEL EN SUS LABIOS.
Lover, I don't know who I am.
Am I Barry White - am I Isis?
Lover I'm laced with your unconscious,
I will be your Desdemona
(take your time)
You make me feel, ohhh
You make me feel, ahhh
You make me feel, oh, oh, ah, ah, oh, oh...
Amante, no sé quién soy
¿Soy Barry White?
¿Estoy caliente por dentro?
¿Qué pondría yo con tu caliente consciente?
Oh bebé, bebé, bebé, bebé
Yo seré tu muerte a la luz de la luna
Toma tu tiempo
Tú me haces sentir amor…
Tú me haces sentir amor….
Tú me haces sentir……
Sus miradas se enfocaron en el espejo, el rostro sonrojado por parte del Tatsumi fue muy bien apreciado de parte del ojo verde, pero él, él a comparación de su peli largos, no se reflejaba, eso le hizo recordar tristemente que todo aquello era nunca sería posible, muy lentamente se separó de su cuerpo y se fue perdiendo en la oscuridad de la casa del médico…
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Eran alrededor de las 3 de la mañana, cuando Souichi despertaba, las pesadillas de las muertes de sus padres y hermanos lo azotaban cada vez que podían, la verdad es que no podía dormir si alguien no estuviera cerca, abrió despacio sus ojos mostrando ese color miel y esas pupilas dilatadas por la anterior pesadilla, su perro se movió en la cama admirando a su amo quien solo se sentó despacio y llevo a su rostro una mano; extrañaba que Masaki se quedase a dormir con él, no porque lo amara sino más bien porque, era una buena compañía a pesar de sus oscuras intenciones con el Tatsumi. Solían hacerlo quedarse juntos en las noches para poder estudiar un poco, fuera de eso no había nada.
Souichi prendió la luz de la mesa de noche y admiro la hora, susurrando.- Mierda….- Iba a volver a apagar la luz y tratar de buscar el sueño, pero un libro lo detuvo, con calma admiro este y lo tomo en sus manos para susurrar.-Paris era una fiesta, ¿Ernest Hemingway?- Confundido y sin sueño decidió darle una hojeada, tomo sus gafas y con calma inicio a leer la parte que tenía el marcador de capítulos…
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La mañana llego rápidamente y él llegaba esta vez en su auto, había sido una proeza llegar a ese hospital del condado con todo ese tráfico, pero al menos lo logro, con prisa, sujeto el libro y se introdujo al hospital, camino varias pasillos y cuestionaba a las enfermeras.
-¿Oye no has visto al doctor Junya?-
-Oh si está en la azotea.- Souichi agradeció y se fue directamente a ese sitio.
Al abrir la enorme puerta de metal, escucho el ruido inconfundible del balón rebotar en el piso, se acercó al rubio quien jugaba a lanzar tiros a la canasta de Basketball y grito.
-Oye eres un cursi de mierda.-
-¿De qué hablas?- Cuestiono el rubio lanzando el balón a la canasta y dando una nueva calada al cigarro en su boca, mientras Souichi notaba el sudor remojar su camiseta y la expresión confusa en su rostro.
-¿Cómo que, de que hablo?-Cuestiono mostrando el libro en sus manos.-¿Acaso no dejaste esto en mi casa la última vez? Creo que deberías de devolverlo o te pondrán una multa.- Masaki analizo la pasta y susurro.
-Ese libro no es mío.- Se dio la vuelta ignorándolo y este se inquietó un poco.
-¿Oye… que pasa?-
-El paciente con el trasplante, falleció a las 4 de la madrugada.-
-¿Qué?- Se sorprendió eso jamás había pasado era imposible, el había logrado hacer trasplantes más difíciles, agacho su rostro y susurro.-¿Estas bien?-
-Estaría mejor si al menos respondieras mis mensajes o me llamaras de vez en cuando.- Dijo acercándose a él con calma para intentar robar un beso que rápidamente evito el de la coleta y quien susurro.
-Estúpido, aléjate.-
-Souichi.- Dijo posando su rostro en su pecho y susurrando.-¿Cuánto tiempo me tendrás así?-
-Es que no sé qué es lo que quieres, yo ya te dije que no quiero tener una relación con nadie, lo mío es mi profesión y lo sabes.-El rubio soltó un largo suspiro y susurro.
-Por lo menos déjame intentarlo.-Souichi dio unas palmaditas y le aparto diciendo.
-Ya, deja eso, ¿Quieres?-
-Mm.- Masaki le observo de forma seria por no decir triste a lo que el Tatsumi expuso.
-Iré a devolver este libro, no sé cómo llego a mi casa pero bueno… quizás es de la señora Miller.-
-¿Puedo ir a tu casa hoy?-
-¿Mm, a qué?-
-Pues a beber, como en los viejos tiempos.-
-Ah, está bien, nos vemos luego.- Dijo yéndose rápidamente,
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Condujo por la ciudad, hasta lograr llegar a la biblioteca del condado, era un edificio enorme de unos 5 pisos, bajo del vehículo y rápidamente entro al lobby, admiro aquel enorme lugar la edificación parecía ser futurística, pero simple, se acercó al mostrador y susurro.
-Hola, soy Médico y alguien dejo este libro en mi oficina, ¿Podría decirme quien lo hizo?-
-No, por políticas de seguridad no podemos, pero sí puedo decirle cuando lo sacaron.-
-Eso está bien.-
-La información esta lista en unos minutos.-
-Claro.- El hombre regreso el libro a las manos del Tatsumi quien escucho.
-Si no sabe en donde está situado los libros de este autor está en el segundo piso.-
-Muchas gracias.- Dijo rápidamente dándose la vuelta y subiendo las gradas despacio, mientras lo hizo, un castaño admiraba al peli largo con entera atención, se movilizo entre los pasillo y las mesas de lectura, pasando de largo a Tetsuhiro quien le observo impresionado, tal parecía su plan había funcionado, con calma le siguió con la mirada.
Mientras él se encontraba buscando el librero de Ernest Hemingway, el cual logro ubicar leyendo el anuncio de ese autor y el nombre de “La generación perdida” cuando de pronto escucho.
-Hola, Souichi.-
Esa voz lo sobre salto tanto que su pecho comenzó a palpitar acelerado susurrando.-¿Tetsuhiro?-
-Es bueno verte aquí.-
-Eh.. Yo no esperaba verte aquí.
-Oh bueno eso es lindo.- Ante aquello dicho ambos se quedaron en silencio, rápidamente el ojo verde reacciono.-¡¿Te gusta Hemingway?!-
-A… si, a comenzado a gustarme.- Mostro el libro que había encontrado en su pieza.
-Oh, puedo leer mi parte favorita.-
-Cla-Claro.- Susurro, preguntándose internamente.-“¿Por qué estoy tan nervioso?”-
Tetsuhiro buscaba entre las hojas mientras la mirada del de gafas era fija en su rostro sus facciones, sus expresiones todo, lo que hacia ese Ángel lo removía lo ponía tieso.-Aquí esta…- Dijo para aclararse la garganta y susurrar.-En tanto comía las ostras, con su fuerte sabor a mar, y su débil sabor metálico, mientras bebía el frio liquido de cada ostra y las hacia resbalar con el fresco sabor del vino; perdí la sensación del vacío y comencé a ser feliz…-Cerraba el libro y negaba con una expresión llena de orgullo o admiración susurrando.- Describió el sabor de las cosas…- Sonrió y emitió un suspiro.- Eso me gusta…- Ahora observo a su ojo miel al cual susurro.-¿Y a ti que parte te gusto?-
-Pues… en donde describe el otoño… me hizo recordar algunas cosas.-
-Espero que hayan sido buenas.-
El silencio rodeo de nuevo, el medico observaba a todos lados buscando un lugar donde ocultarse o salir de ahí, es que ese sujeto lo ponía bastante nervioso.-¿Oye, vienes seguido por acá?-
-Yo, vivo aquí.- Dijo con esa voz calma y grave que el posee, acercándose despacio a él, haciéndole retroceder al punto de llegar a un pequeño balcón y susurro.
-¿Qué, vives aquí a que te refieres, acaso trabajas aquí?-
-No…-
-¿Y de que, trabajas entonces?-
-Yo, soy mensajero.-
-Oh si, ya me lo habías dicho… ¿Qué tipo de mensajero de esos que andan en bicicleta o algo así?-
-No, Souichi, soy mensajero de Dios.-
Eso lo dejo un poco inquieto y algo molesto.-¿En serio y que haces, acaso quieres darme un mensaje?-
-Bueno, yo ya te lo he dado.-
-Pues, que bueno que no lo recuerdo porque sería molesto, él me debe muchas explicaciones ¿Sabes?-
-Souichi…- Susurro.- No debes sentirte de esa forma, ¿Dime como esta Taichirou?.-
-Muy bien, salió todo perfecto, la operación fue todo un éxito, podría decirse que hoy no mate a nadie.- Sonrió un poco.
-No digas eso, eres muy buen Medico.-
-¿Y cómo lo sabes?-
-Bueno, tengo la sensación de que lo eres.-
-Mm, eso no me convence en lo absoluto.- Ambos sonrieron.
-Cierra los ojos.-Corto de repente Tetsuhiro.
-¿He? ¿Pa-para qué?-
-Por favor, solo un momento.- Susurro haciendo retumbar esa voz en sus oídos que lo ponían nervioso, muy despacio fue cerrando los ojos y percibió como su mano que estaba reposada en el balcón fuera tomada mientras el susurraba.
-¿Qué estoy haciendo?-
-Estas tocándome.-
-Tocar…¿Cómo sabes eso, en que te basas?- Cuestionaba inquieto e incrédulo el ángel, estaba emocionado, pues el ojo miel lo sentía, lo podía percibir y es que deseo que lo sintiera con todas sus ganas aunque él no podía sentir nada.
-Pues, porque lo siento.- Acertó con calma, Tetsuhiro noto que los ángeles reunidos en la biblioteca al igual que Kunihiro se posaban en los balcones de los pisos, admirando lo que ocurría con él, era imposible que un humano sintiera aquello o menos que un ángel se presentara de esa forma ante un humano, prontamente Tetsuhiro susurro.
-Vamos a otro lugar.-
Abrió de golpe los ojo, admirando el piso susurro.-¿A adonde?-
-A dónde sea.-
-¿Qué es lo que harás?- Pregunto de prisa y confuso, observándole con las cejas juntas.
-Lo que sea…- Confeso esbozando una tenue sonrisa, que hizo sonrojarse al platinado.
Ambos caminaron en dirección de la salida, pasando al lado de el sin fin de ángeles en el lugar que eran vistos por Tetsuhiro pero no por los humanos, sin más salieron a la calle en donde se perdieron en las avenidas.
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Llegaban a su lugar favorito, el mercado del barrio bajo de la ciudad, le encantaba ir de compras ahí, puesto que tenían los productos más frescos y orgánicos, Tetsuhiro le seguía el paso, el extendió una cesta al frente del rostro del ángel y dirigiéndose a las enormes canastas de frutas y vegetales, inicio su búsqueda por buenos elementos, amaba las peras, además de las naranjas y manzanas, a veces era difícil poderse hacer de esos frutos en ese país lleno de chatarra y de grasas saturadas, los vegetales y las frutas solo eran para ricos, puesto que su precio era demasiado elevado, quizás esa sería la razón de por qué tanta obesidad.
Olfateaba la frescura de aquella naranja, mientras Tetsuhiro copiaba sus actos pero no con frutas sino más bien con algo que no olía ni nada, Souichi soltó una sonrisa y susurro.-¿Qué haces?-
Lo mismo que tu.- Dijo con calma para continuar caminando y llegando por fin al dependiente, pago el monto y fueron a las mesas del comedor, en donde él se concentró en verlo comer, Souichi se incomodó un poco y susurro.
-¿Quieres?-
-No…- Dijo con calma y un suave movimiento de cabeza.-Pero si quiero saber ¿a qué sabe?-
-Pues, a pera.-
-…- Souichi noto el rostro inexpresivo de su interlocutor y cuestiono.
-¿Nunca has comido una pera?? No sabes a cómo sabe?-
-No, se cómo te sabe a ti… ¿Podrías describirlo?- Souichi llevaba su mano a su cuello y susurraba.
-Bueno, a pera ya te dije.-
-No,.. Descríbelo como Hemingway, ¿Puedes, por favor?-
-Mmm, Bueno…- Dijo admirando la fruta y susurrando.- Dulce… jugosa, suave en la lengua, es como si fuera azúcar arenosa que se disuelve en tu boca.-Souichi era observado con tanta pasión por esos ojos verdes y ante esto cuestiono.-¿Qué te pareció?-
-Eso es…. Perfecto.- Respondió con una sonrisa tierna, Souichi estaba congelado, ese rostro tan perfilado, esos mechones azul negros revueltos y con un estilo único, esa voz todo él era perfecto, ¿Qué perfecto iba a ser lo que dijo? Él era perfecto, ese sujeto era demasiado perfecto con él podía sentirse tan enamorado y totalmente nervioso que no pudo aguantarse las ganas de decir.
-Quiero mostrarte algo.- Dijo poniéndose en pie y ambos salir de aquel mercado…
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Ya era de noche, habían viajado mucho esquivando el tráfico, pero finalmente llagaban al hospital del condado, con calma Tetsuhiro le acompañaba a todos lados hasta que llegaron al piso de pediatría, en este Souichi se movilizaba entre los pasillos, el volvió a ver a sus compañeros con los niños internados, era tan bello ver todo eso, el saber que esos chicos no estaban solos que había alguien que podía controlarles y darles compañía; Souichi logro llegar a una puerta en done se encuentran los recién nacidos y ahí dio unos toques para llamar al médico a cargo de ellos.
-Doctor Tatsumi, que sorpresa, ¿En qué te puedo ayudar?-
-Doctor Mitsugo, él es Tetsuhiro, es un amigo… quería que viera a la pequeña, ¿podemos pasar?-
-Oh claro.- Dijo con calma para hacerles pasar y mientras lo hacían el susurraba.-Voy a dejar unos exámenes a laboratorio, regreso en unos minutos ok.-
-Claro.-
Dijo el médico, cuando por fin quedaron solos, Tetsuhiro admiraba a todos los niños envueltos en sus cálidos capullos de sabanas y enseguida llegaron a una chiquilla mientras lo hacían Souichi susurro.
-Cuando era pequeño y mi madre tuvo a mi fallecida hermana y está enfermo, supe que debía ser doctor.- Susurro, para tomarla en brazos y confesar.- Ella es la pequeña desconocida, la encontraron en un basurero tras una pastelería, a veces pienso que la suerte es para unos y no para otros.-
-Es tan pequeña.-
-Si… está sola en este mundo.-
Tetsuhiro le observo confundido y mas sobre todo impresionado, como podía hablar de esa forma tan fría alguien que tenía un corazón tan enorme y hermoso como el de su médico.-Nadie está solo en este mundo.- Susurro Tetsuhiro haciendo que Souichi le observara de manera extraña.
-¿A que te refieres?-
-Todos tenemos ahí a alguien que nos protege.-
-Eso no puedo creerlo.-
-Puedo cargarla.- Dijo cortando el clima tenso que comenzaba a darse, pues Souichi estaba enojándose, Tetsuhiro la sujeto con calma, escucho el pequeño murmullo y gemidito en esa pequeña, que lo hizo temblar.
-Es tan linda e indefensa, pero está enferma…- Susurro.
-¿Qué es lo que tiene?-
-Aun no lo sabemos…- dijo para ir a un costado y sentarse, para susurrar.- No logro entender cómo es que ella aun esta con vida… a sufrido mucho.-
-Los milagros existen creas o no Souichi.-
-Eso no existe, yo soy una persona que ha dejado de creer en esas cosas… es imposible.- Dijo poniéndose en pie y susurrando.- Esto es en lo que yo creo.- Dijo señalando las cosas a su alrededor.- Nacimos de células, y fuimos evolucionando una y otra vez.- Tetsuhiro se confundió y susurro.
-Entonces, Si somos células, ¿Qué sucede al morir?
-Bueno… el cuerpo se pudre y eso es todo.-
-¿Y tu alma?-
-Ya te dije no creo en eso.-
-¿Por qué no, porque no crees, porque dejaste de creer?-
-Por qué… no entiendo un dios que puede quitarme a mi familia y…-
-Souichi…- Susurro acercándose para tocar su mejía.-No estás solo, las personas que mueren viven de la forma en que tú no puedes entender.-
-No… somos células y ya.- Dijo terco él.
-Si es lo único que somos ¿Cómo podrías explicar los sentimientos, acaso una célula tiene sentimientos?-
-Mmm, ese es un buen punto.- La pequeña comenzó a llorar y entonces el ojo verde entrego en brazos a la chiquilla y cuestiono.
-¿Qué sucede cuando uno llora?- Se preguntó bastante nervioso por la nena.
-En el caso de los recién nacidos es una muestra de que tienen o padecen algo, hambre, dolor o necesitan atención.- Dijo meciéndola.
-¿Y en los adultos?-
-En los adultos, pienso que los lagrimales se activan gracias a una reacción química que desencadena un llanto.-
-Lo vez todo muy frio.-
-La vida me ha hecho verlo frio…-Sentencio para notar que ella se había dormido y la depositaba en el cunero.
-Yo pienso que…- Dijo con calma.- Al llorar las emociones, son tantas que tu cuerpo no pueden contenerlas y por eso tu cuerpo gotea.- Souichi se quedó impresionado…Sintió algo vibrar en su bolsillo y enseguida salió de su impresión para susurrar.
-De-beo, irme.- Se apuró a ir a la puerta y susurrar.- No te vayas quédate aquí.- Dijo saliendo de ahí prácticamente corriendo, mientras que él se quedaba ahí, admirando a esos bebes, estaba nervioso algo le decía que debía de salir de ahí, algo enorme lo llamaba a cumplir su cometido en este mundo, miro hacia el cielo de la habitación y desapareciendo dejo solo a los bebes…
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En tanto Souichi la emergencia venia de la habitación 200, en donde una enfermera no sabía que hacer el Señor Taichirou se estaba asfixiando, cuando finalmente logro llegar el doctor y escuchar.- No puede respirar.-
-Debe ser el tubo, esta obstruido con flema.- Explico rápido para sacarlo de inmediato y escuchar como el platinado de cabellos cortos tocia con fuerza y gritaba.
-CASI ME MUERO.-
-Respire, relájese.- Susurro el pelos largos acomodando su almeada y susurrando.-Si se muere su esposa me mataría.-
-Sí, la verdad ya estás en su lista negra.- Sonrió el aun torciendo y apretando las sabanas en su pecho, dejando a evidencia un tatuaje enorme en su antebrazo.
-Vaya ese es un tatuaje enorme, ¿Qué piensa la demente de su esposa al respecto?-
-Pues que va a pensar, esta es mi esposa.- Susurro, mostrándolo y haciendo reír a la enfermera quien recibió órdenes del doctor, que colocaba una guía de oxígeno en la nariz del Taichirou.
-Cuando se regule la respiración baja la intensidad.-
-Si doctor Tatsumi.- Enseguida abandono la habitación, sin notar que Tetsuhiro ya estaba en esta, cerca de la puerta, la enfermara dejo todo listo mientras el ángel la veía partir y admiraba al paciente al cual, estuvo a punto de llevarse al Taichirou pero gracias a la intervención de aquel, su destino cambio sutilmente. Pero para cerciorarse se acercó lentamente a él y toco su pecho el cual respiro enormemente y se alejó.
Ya iba cerca de la puerta cuando escucho.
-No puedo verte pero sé que estás ahí…- Tetsuhiro se petrifico y girándose un poco con los ojos abiertos de par en par termino de escuchar.- Vuelve al cielo y diles que aún no iré… no aun no es mi momento.- Dijo cerrando los ojos y dejando al ángel completamente asombrado tanto así que decidió quedarse ahí para esperar que más podría decirle aquel hombre…
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En pediatría, Souichi llegaba y observaba al Mitsugo como terminaba sus labores y daba órdenes a la enfermera de turno.
-¿He Souichi? Pensé que ya se habían ido.-
-No, oye ¿viste al sujeto que venía conmigo?- El moreno negó con calma.-Bueno, está bien gracias…- Susurro para mirar a todo lugar, fue de pasillo en pasillo pero no lo encontró y la noche llego, decidió que lo mejor sería irse a casa y en cuanto lo hizo, pensaba.-“¿Tetsuhiro, porque te fuiste sin despedirte?”- Con calma entro a su casa la cual estaba iluminada.
Adentro estaba Masaki quien susurraba.-¿Vaya hasta que al fin llegas?-
-He, ¿Tu qué haces aquí? ¿Cómo entraste?-
-La señora Miller me dejo entrar, le hice una sonrisa linda y me dijo claro pasa….- Susurro mientras él iba a la nevera y colocaba la bolsa de frutas ahí.-¿En dónde estabas?-
-Fui al hospital.-
-Mentira, yo vengo de ahí, no te vi todo el día.-
-Bueno fui con un amigo por ahí.-
-¿Un amigo?, tu, Souichi tú no tienes amigos.-
-Bueno no sabes mucho de mí, así que… ¿A todo esto porque te tengo que dar explicaciones de lo que hago?-
-Bueno, es que solo quería saber…-
-Pues eso es demasiada información para ti, ¿No crees? Ahora vete de mi casa maldito acosador.-
-JAJAJAJA, CUANDO HACES ESO SIEMPRE ME SACAS CARCAJADAS.-
Souichi sonrió y susurro.- Bueno comencemos de una vez.-
-Claro.- Dijo Masaki sacando la bolsa con las cervezas, mientras bebían, el solo podía pensar en esos ojos verdes y en su voz, era algo que le taladraba la cabeza a más no poder.
Tetsuhiro llego a su casa, pues ese hombre de cabellos platas no parecía despertar nunca, y le debía una disculpa a Souichi por haberse retirado de esa manera; mas sin embargo al verlo con Masaki se quedó helado, el rubio se había deslizado por el mueble a la cercanía del pelos largos quien cuestiono.
-¿Qué estas, amm…?- No pudo decir nada, le había robado un beso y Tetsuhiro, agrando la mirada, se dio la vuelta para posar su espalda en una de las paredes y agachar tristemente la mirada decidió irse de ahí, no sería testigo de aquello, más tiempo.
Mas sin embargo, al irse Souichi gritaba.
- ¡PERO QUE TE PASA!-
-Ya no lo soporto, te amo.-
-Estas loco.-
-No…- Susurro.-Te amo, me gustas.-
-Lo lamento pero yo no siento eso por ti ni por nadie.-Se detuvo y pensó violento.-“Un momento, por él, solo por él, yo siento eso, es la prueba, de que lo llevo en mis pensamientos.”-
-Souichi.-
-No, aléjate.- Dijo poniéndose en pie.- Sal de mi casa, vete.-
-Perdóname, yo…-
-No quiero escucharte largo o te saco a patadas.-
-Ahg… lo siento mucho, yo en serio te quiero, disculpa debí pedírtelo primero.- Dijo tomando sus cosas y despidiéndose del perro, Souichi lo vio partir y cerró la puerta para susurrar.
-Idiota…- Miro a su perro y cuestiono.-¿Y tú qué? ¿No piensas mover un musculo cuando tu amo está en peligro?-
-WOF!.- Fue lo único que escucho, notando como su amo, se rascaba la cabeza y bebía la cerveza de un solo trago susurrando.
-Tienes razón, no es de él, de quienes deseamos esos besos.- El perro se le lanzo enzima y susurro.- Eres un estúpido ¿lo sabes?- El perrito chillo un poco mientras el suspiro hondo, pensando en él…
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Estaba en el sofá de la esquina, decepcionado de todo, aun recordaba la escena en que ellos se besaban de tal manera que aquel sentimiento de celos se agolpaba en su pecho, era irritante y bastante siniestro; ¿Cómo era posible que un ángel se sintiera de esa manera? Suspiro hondo y pidió disculpas silenciosas por pensar aquello.
Ya estaba más tranquilo pues al menos el Taichirou se había despertado y pasaba los canales susurrando.-
-¿Oye tú, quieres ver algo?- No hubo respuesta y el susurro.- Yo tampoco.- Apago la televisión vieja y se dedicó a cubrirse con la sabana para disponerse a dormir de una vez cuando escucho.
-¿Cómo es que usted sabe cuándo estoy aquí?- Isogai Taichirou abrió enorme los ojos los cuales temblaron y luego se tornaron serenos para susurrar.
-¿Entonces si estabas aquí?- Observo el sofá en donde estaba el, con las piernas abiertas masculinamente y sus vestimentas negras y ese rostro tan lindo y sus cabellos.-Vaya, te ves muy bien.-
-…- Tetsuhiro no entendía nada.-
-Ya había olvidado lo bien que nos mirábamos.- Sonrió mientras ahora se sentaba en la camilla y susurraba.- Vaya…30 años de silencio…-Ahora le señalaba y decía totalmente emocionado.-Tienes mucho valor al mostrarte así, será más fácil al decirte que.. No sé qué te traiga por acá, pero te aseguro amigo que yo no estoy muriendo, así que será mejor que revises tus ordenes.-
-Claro que no estas muriendo.-
-¿Y entonces por qué vienes tantas veces a mi habitación? Espera… al menos que… ¿Te gusta el doctor?-Sonrió pícaro y notando la expresión y de asombro en su rostro soltó una risa enorme y grito.- Vaya, amigo mira que gustos ¿He? No te culpo no es nada feo; es muy guapo pero ¿un hombre hablas en serio?- Se silenció.- ESTO ES BUENISIMO, ja, ja, ja, ja.-
-¿Quién eres tú?-
-Ello lo llaman Serendipitis, (N/a: Serendipitous: Significa descubrir, oportunidad, alegría es un adjetivo) búscalo en el diccionario y veras una foto mía en el ja, ja, ja.- Se arrancó la guía de oxígeno y se aclaró la garganta susurrando.-¿Listo para la tierra? Porque yo voy a responder a todas tus preguntas amigo….-