Capítulo 10.
Mi hermoso Porotito.
Seung Hyun abrazó mi cintura con fuerza, su mano pasó por mi espalda y sus labios besaban los míos con lentitud, saboreando cada espacio de mi boca. Su lengua jugueteó con la mía. Acaricié su mejilla con suavidad y lo abracé con mi mano libre. Las caderas de Seung apretaron mi cuerpo, sentí el calor subir. Quería más de él. Nos separamos cuando el oxígeno hizo falta. Abrí mis ojos lentamente cuando sentí que me había recuperado del beso anterior. Seung Hyun me sonrió mientras acariciaba mi mejilla, dejé caer mi rostro contra su mano en busca de más contacto con él.
Seung Hyun besó mi cuello. Pasó sus suaves labios cerca de mi oído y apretó un poco más mis espalda, haciendo el abrazó más estrecho. Seung Hyun apoyó sus rodillas sobre la cama y entonces aproveché de incorporarme, pasé mis piernas por encima de sus caderas y enredé mis manos en su cuello, abrazándome a él. Acaricié su cabeza con tranquilidad, él cerró los ojos unos momentos. Pasé mis labios lentamente por encima de los suyos, rozándolos. Seung Hyun sonrió y besó castamente, abrió sus ojos y me miró fijamente. Pasó una de sus manos por mi mejilla y volvió a besarme.
-No tienes idea de cuánto es lo que te quiero –Seung Hyun pegó su frente a la mía.
Miré a Seung Hyun unos momentos. Se veía precioso, y su mirada llena de amor me hacía querer entregarme entero, y claramente lo haría. Dejé de abrazarlo y entonces levanté mis manos rectamente. Seung Hyun sonrió, yo elevé mis cejas. Seung Hyun tomó mi camiseta y me la quitó, la tiró por alguna parte del suelo y luego abrazó mi cintura mientras me recostaba en la cama.
Seung puso ambas manos a los costados de mi torso y besó suavemente mi cuello. Mordió mi clavícula y luego comenzó a succionarla. Seguramente dejaría una marca muy notoria al otro día, pero que me dejara lo que quisiera, yo lo mostraría feliz de la vida. Sentí sus dientes morder uno de mis pezones y sin pensarlo gemí alto, pegué mis caderas a su cuerpo y pude sentir su erección creciendo. Pasó su lengua por todo el pezón y luego volvió a morderlo, repitiendo lo mismo con el siguiente. Pasé mis dedos por su cabello y Seung Hyun besó mi pecho, luego pasó su lengua lentamente por toda la extensión de mi torso. Se detuvo en medio de mi estómago y puso ambas manos en mis costados. Sonrió levemente y besó mi vientre plano. Mordí mi labio inferior, era un gesto demasiado lindo junto con una sensación de placer.
Seung Hyun se separó y entonces tomó mi bóxer, me miró fijamente y lo quitó. Lo tiró por alguna parte de la habitación y luego me sonrió. Se quitó su camiseta rápidamente y luego me abrazó mientras volvía a unir nuestros labios. Comenzaba a excitarme demasiado, sentía sus caderas hacer fricción contra las mías, Seung Hyun movía su cintura contra mi cuerpo de una manera muy suave. Esta vez lo deseaba, lo deseaba demasiado. Muchas más que otras veces, quizás era porque Seung me estaba tratando con extrema delicadeza.
Pasé mis manos por su cintura y abracé su espalda Seung acarició mis muslos. No pude evitar apretar mis labios al sentir su mano malditamente cerca de mi miembro. Necesitaba con urgencia que me tocara. Seung Hyun mordió mi lóbulo y acarició lentamente mi entrepierna. Gemí en su cuello y luego lo mordí intentando acallar el pequeño grito que di cuenta apretó la punta de mi hombría. El muy maldito sabía cómo ponerme tanto. Su mano se movió lentamente por toda mi extensión haciendo que sintiera más necesidad todavía de sentirlo. Alcé mis caderas queriendo sentir más contacto. Pasó su mano por mi mentón e inmediatamente comencé a chupar sus dedos. Mordí uno de ellos cuando sentí su mano apretar nuevamente mi erección. Succioné con fuerza los dedos y luego Seung los alejó. Sintió uno de ellos acariciar su entrada, tanteando el camino. Seung Hyun apretó mis testículos, ahora comenzaba a ver las nubes. Su dedo se adentró y apretó el fondo.
-Ah… -Gemí alto. Seung Hyun volvió a su trabajo de acariciar mi entrepierna. Jugaba con ella, me masturbaba jodidamente lento, y yo sólo quería más y más.
El segundo dedo fue directo adentro y yo levanté un poco más mis caderas para darle más acceso. Seung Hyun los abrió en mi interior y apretó las paredes lo más que pudo. Aprovechó un momento en que mi cuerpo se relajó para meter el último. Yo gemí, comenzaba a sudar a horrores. Su mano comenzaba a ser más ágil. Apretó sus dedos y los llevó hasta el fondo tocando justo en fondo
-Ah… oh, puta madre.
-¡Shh! –Seung Hyun quitó su mano de mi erección y tapó mi boca, algo alterado. Sacó su mano lentamente.
-¿Qué te pasa? –Le pregunté con mi respiración agitada.
-No digas palabrotas, Ji. El bebé está escuchando.
Yo le quedé mirando y luego le di un golpe en la cabeza.
-¡Idiota! –Me puse a reír y dejé mi cabeza caer en las almohadas- Sólo, quítate el maldito pantalón y ya entra, ¿quieres? Me tienes desesperado.
-Qué forma tan romántica de pedírmelo. –Seung Hyun sonrió y sacó sus dedos. Comenzó a desabotonar su pantalón.
-Tan lindo –Seung Hyun tiró sus pantalones por ahí junto con su bóxer y luego me miró mientras sonreía, claramente le encantaba que yo le quedara mirando por lo perfecto que era- Te amo.
-Yo te amo mucho más, mi vida.
Seung Hyun tomó con delicadeza mis piernas y las abrió un poco más. Yo mordí mi labio inferior, me ponía demasiado la imagen de Seung Hyun a punto de entrar. Afirmó mis muslos y acercó sus manos a mi entrada, la abrió un poco con sus manos y yo gemí. Acomodó la punta de su erección y, justo cuando yo estaba preparado para recibirlo, se detuvo y me miró, preocupado.
-¿Hay algo malo?
-¿Y si le hago daño al bebé?
-oh por Dios –me eché a reír y lo tomé del cuello atrayéndolo hacia mí. Moví mi cadera hasta que su erección hizo fricción la mía. Seung Hyun gimió a centímetros de mi boca, yo sonreí. –Según el doctor es muy sano tener relaciones sexuales durante el embarazo. Dijo que el bebé está protegido, así que ni siquiera lo va a sentir, además, apenas y es un porotito. Todavía ni siquiera crece, Seung.
-Oye, ¿llamaste poroto a nuestro bebé?
-Porotito, con cariño.
Seung Hyun se rió y entonces unió sus labios a los míos. Yo acaricié su cabello. Realmente era tan tierno preocupándose, pero ahora realmente lo único que a mí me preocupaba es que lo hiciera de una vez, lo necesita horrores. Alcé mi cadera buscando más acceso a él y entonces nuestras entrepiernas se frotaron, yo me moví contra ella.
-Ah… Ji… -Seung se separó de mi boca y entonces volvió a ponerse entre mis piernas.
Yo las abrí un poco más dándole mejor acceso. Seung Hyun se acomodó y entonces entró lentamente hasta el fondo. Yo gemí cuando lo sentí completamente. Seung Hyun se movió de manera lenta dando una primera embestida. Yo me aferré a las sábanas mientras cerraba mis ojos y echaba mi cabeza hacia atrás. Seung Hyun apretó mis caderas y entonces Comenzó a moverse lentamente dentro de mí. Yo gemí mientras mordía mi labio inferior. Se agachó sobre mí y me besó, yo no dudé ni un segundo en responder de la misma forma. Rodeé su cintura con mis piernas y levanté un poco mis caderas buscando más contacto con él. Seung pasó sus manos por todo mi cuerpo y mordió mi labio inferior y lo succionó. Yo sonreí. Él entonces dio una embestida con fuerza que me hizo ver las estrellas.
-Oh… joder, ahí… ah… -Seung Hyun sonrió.
-¿Dónde, mi amor? –Él apoyó sus manos en mi cintura y volvió a entrar con fuerza. Mi espalda se arqueó y mis ojos se cerraron de pura inercia- ¿Ahí?
-Ah… sí, sí… ahí… de nuevo.
-Uhm… -Seung Hyun comenzaba a sudar, su piel comenzaba a verse brillosa. Volvió a entrar en mí despacio y con fuerza, cuando lo hizo, yo contraje mi entrada de puro gusto, sólo para ver su rostro al gemir. Sus ojos se cerraron y levantó su rostro mientras juntaba sus cejas y apretaba su mandíbula. –Ah… Ji Yong…
-Me encanta oírte gemir mi nombre. –Dije y él sonrió.
Seung Hyun comenzó a moverse más rápido afirmando mis caderas. Yo elevé mi cadera para que fuera más profundo. Seung sabía y conocía cada parte de mi cuerpo, sabía cuál era el punto clave para hacerme gritar de placer. Y vaya que lo estaba logrando.
Seung Hyun agarró un ritmo constante y entonces se abrazó a mi cuerpo. Yo lo recibí entre mis brazos mientras su entrada y salida hacia que mi erección se frotase contra su torso haciendo gemir. Seung acarició mi pecho y yo mordí su cuello, besé cerca de su mandíbula. Cómo amaba su mandíbula, era la perfección. Seung cerró los ojos cuando yo comencé a contraer mi entrada, lo hacía sólo para hacerlo ver estrellas como lo hacia él conmigo. Su mano bajó lentamente por mi cuerpo y se escabulló debajo de mi torso hasta llegar a mi erección. La acarició lentamente y yo chupé con fuerza su cuello, succionándolo cada vez que sentía más y más placer.
-Ahh… Yongie… -su voz sonaba terriblemente ronca- harás que me corra… ah…
-Ah, esa es… uhm… la idea.
Dejé de chuparlo y entonces lo miré. Había dejado una marca bastante notoria que ni aunque se pusiera mil suéteres se taparía. Sonreí, no me importa. Que se vea todo y que todos sepan que es mío y de nadie más. Y que todo el mundo le pregunte y se ponga rojo hasta las orejas. Sí, eso.
Seung Hyun comenzó a mover su mano al ritmo de las embestidas. Yo apreté las sábanas en mis manos mientras sentía mis ojos querer cerrarse, comenzaba a ver nublado. Seung comenzaba a ir mucho más rápido que antes y mi líquido pre seminal comenzaba a caer en su mano. Sentía mi piel pegajosa. Sentía el orgasmo cerca, demasiado cerca. Levanté mis caderas y apreté con más fuerza mis piernas a la cintura de Seung. Él afirmó mis piernas y comenzó a dar embestidas duras y profundas. Quizás hasta se le había olvidado que había un porotito adentro de mi estómago. Me reí al recordar su cara casi pálida hace un rato.
-Ah… ¿D-de qué te ríes? Uhm… -Sentí el líquido caer por mis piernas, Seung estaba que se venía también.
-M-me voy a.. ah… oh, mierda… me voy… -Gemí mirándole, Seung me miró y aumentó la velocidad de su mano sobre mi hombría y yo dejé caer mi cabeza en la cama, ya no podía aguantar más. –oh… S-Seung… ah… Seung… ¡A-AH!
-¡Ah, Ji!
Seung Hyun se vino conmigo cuando sintió mi entrada contraerse con fuerza.
Sentí su esencia venir en mi entrada. Mis ojos se cerraron fuertemente mientras gemía muy alto. Mi espalda hizo un perfecto arco y luego de sentir que había dejado ir todo, me dejé caer en la cama. Seung salió cuidadosamente de mi interior y se dejó caer encima de mí. Yo le abracé, acaricié su espalda y con mi otra mano su cabello. Él hundió su rostro en mi hombro. Sentía su respiración rápida cerca de mi cuello, su cuerpo subía y bajaba junto con el mío. Seung Hyun me abrazó. Yo besé su cuello y entonces lo moví un poco.
-Seung, estás apretando al porotito. –Seung inmediatamente se levantó. Yo me eché a reír.
-Lo siento. –Dijo mientras pasaba su mano por mi estómago plano.
-¡No hagas eso! Me haces cosquillas –Me reír y rodé en la cama.
-¡No puede hacerte cosquillas! Yo quiero tocarlo siempre.
Yo le miré entre risas, pero él no se reía. Hablaba en serio. Oh, Dios, lo tendré nueve meses tocándome a cada instante, lo presiento. Yo sólo me reí y entonces vi a Seung tomar una de esas toallitas húmedas. Trajo consigo unas cuantas y comenzó a limpiarme. Yo simplemente le miraba, me sentía avergonzado.
-¿Por qué eres tan condenadamente lindo?
-Porque mis papás me hicieron con amor –Seung Hyun hablaba en serio, de nuevo. Tenía una capacidad innata para hablar cosas graciosas de manera seria. Cuando terminó, me acosté debajo de las mantas y él se metió a la cama conmigo. Me abrazó por la espalda y pasó sus manos por mi cintura afirmando mi estómago. Sí, realmente lo tendría nueves meses así. Pero me parecía lo más tierno y lindo del mundo, así que me acurruqué contra su pecho y afirmé sus manos con las mías.
Se hizo un silencio unos minutos. Un silencio que a ninguno le molestó, para nosotros era cómodo. Yo sabía todo lo que él quería decir y viceversa, no era necesario más. Seung acomodó su mandíbula en mi hombro y lo besó.
-Ji.
-¿uh?
-¿Qué nombre le quieres poner?
-¿No crees que es muy pronto? Apenas van unas semanas, Seung. –Sonreí. Estaba ansioso, se le notaba. Lo iba a tener preguntándome todo el tiempo “¿Estás bien? ¿Quieres algo? ¿Te duele? ¿Ya va a salir? ¿Ya sale? ¿Y ahora? ¿Ahora?” Y así sucesivamente, podía sentirlo.
-Nunca es muy pronto, Yongie. Hay que ponerle un nombre.
Yo sonreí.
-Uhm… quiero… Seung Hyun.
-¿Qué?
-Seung Hyun.
-¿Quieres ponerle mi nombre? –Yo asentí y me giré, él frunció el ceño. -¿Por qué? No quiero. Ese es mi nombre, que él tenga el suyo. Yo soy tu único Seung Hyun.
Yo rodé los ojos.
-Por Dios. –Me puse a reír, él hizo un puchero gracioso- Seung Hyun es el nombre de la persona más hermosa del universo, de la persona que más amo. Quiero que lleve tu nombre y quiero que sea como tú. –Seung me miró no muy convencido. –Él es el fruto de mi amor por ti.
-Pues, así, entonces sí. –Sonrió. Yo puse mis ojos blancos, era como un niño. –pero, ¿y si es mujer?
-Uhm…
-No podemos ponerle Ji Yong. –Él parecía confuso, yo le di un golpe.
-¿Por qué el mío?
-Pues, sí es hombre le pondrás el mío, si es niña… ¿no será el tuyo?
-¡Idiota! ¿Me dices que soy la mujer?
-Bueno… técnicamente…
-Ya.
-No me grites, Ji. El bebé va a pensar que estamos peleando.
-Seung, ya te dije que es un porotito.
-Pero lo siente, mi instinto me lo dice.
-¿No que las madres tienen esos instintos?
-Bueno, yo los tengo. –Yo me puse a reír. -¿Acaso tú no? Tú eres su madre, ponle atención. Quizás quiere algo y tú no le pones atención, que aflore tu instinto, Ji. Nuestro bebé te necesita.
-¡Tonto! ¡A quién le dices madre! –Le di más golpes y me puse a reír. Él sólo me miró y me sonrió. No, con él no se puede.
Seung me abrazó con fuerza y besó mi mejilla.
-Seung. –Él me miró. -¿Alex estará bien? Está con Seungri y eso me preocupa…
-Ji, he visto a Ri muy preocupado del niño también. Al parecer Seungri hizo conexión con el bebé. Realmente no lo deja solo nunca.
-¿Tú crees? –Él asintió y sonrió. Yo también lo hice, es cierto que el Maknae parecía más responsable y maduro ahora que Alex había llegado.
-Seungri tiene el instinto de madre que tú no quieres tener. –Seung Hyun se puso a reír.
-Maldito. –Comencé a darle golpes. –Pero mira el lado positivo. Ya que Ri se las da de madre responsable, ahora podemos dormir los dos solos. No como cuando Alex estaba entremedio de los dos.
-Eso hasta que Seungri se reconcilie con Bae.
-Así como va la cosa se reconcilian en diez años más.
-Ri está re enojado, ojalá y Bae pronto se arrastre por el piso y le pida perdón.
-Hasta entonces, aprovecharé de dormir abrazándote todas las noches.
-Tontito, te amo.
-Yo te amo mucho, mucho más. Y el doble. A ti y al porotito.
Sonreí y me abracé a él más todavía.
Pov Young Bae.
¿Sabes qué? Me pondré más hermoso todavía, y te arrepentirás. Vendrás a suplicarme que te de amor, y tendrás que rogarme, rogarme de rodillas que te atienda. Verás mi cuerpo y rostro cada día más hermoso que antes por todas partes, y no me tendrás. Querrás mi cuerpo, pero no te lo daré. Ahora serás tú el que rugue por hacerme el amor, y no te lo daré. No me tendrás en tu cama por las noches, ni mañanas, ni tardes. Y sufrirás. Y entonces, todos me querrán, muchas personas me dirán que soy hermoso y se acercarán a mí, y morirás de celos, porque no serás tú al que le ponga atención. Y entonces, vendrás arrastrándote a mí y me pedirás perdón y me dirás que eres el mayor imbécil sobre la tierra. Y entonces, sólo entonces, pensaré si te perdono.
Hablaba en serio. Seungri hablaba en serio, nunca en su vida lo vio más serio que ahora. Estaba enojado, y sabía que tenía razón, el último mes lo trató muy mal y ahora era peor. ¿Qué hacía? Claramente ahora no lo perdonaría. Y maldición, sí estaba hermoso, se había puesto rubio platino. Y lo peor es que todos lo querrían, mañana, cuando saliera a la calle, seguramente todos se le tirarían encima y… Seungri antes era n conquistador por naturaleza… quizás ahora que lo odiaba se encontraba a alguien más y me dejaba… quizás… no, debía hacer cosas buenas y traerlo con él nuevamente.
Caminé hasta la habitación y entré silenciosamente. Lo peor que podía pasar es que Ri lo mandara a dormir con los perros o al sillón. Entré tranquilamente, Seungri estaba recostado acariciándole la panza a Alex, quien dormía plácidamente con un pijama de Bob Esponja, seguramente se lo compró Ji Yong. Seungri se veía precioso, joder. Realmente se veía más lindo. Y ahí con el bebé, le pareció lo más tierno de la vida. Últimamente había notado el cambio, Ri se había puesto un poco más responsable que antes y había hecho cierto lazo de cariño con el bebé, ahora no iba ni siquiera al baño sin saber que Alex estaba bien. Ciertamente me gustan mucho los niños, pero ahora mismo me encantaría que no estuviera en el centro de la cama.
-Ri…
-…
-Seungri…
-…
-Seung Hyun, mírame.
Él levantó la mirada y me miró, malditamente serio. Como nunca.
-Esto… bueno… -no decía nada, no cambiaba su semblante, simplemente me miraba serio, y eso me estaba matando- Iré al sofá…
-Acuéstate. –Yo volteé a verlo, quizás se le había pasado. Pero no, seguía con el mismo rostro. –Si quieres te acuestas o si quieres vas al sofá, haz lo que quieras.
-Ah… -Suspiré.
Bueno, podría jugar sucio. Seungri podría parecer maduro y responsable. Pero si había algo que le gustaba era el sexo. Me quité la camiseta a vista y paciencia y luego los pantalones. Le di la espalda y me agaché lo más que pude a quitarme los zapatos, dándole la vista de mi trasero. Me volteé, ya estaba sólo en bóxer. Nunca, y cuando digo nunca, es nunca, Ri se ha resistido a mi cuerpo.
Me estiré en la cama y apoyé mi cabeza en mi mano, tratando de hacer una pose sexy. Seungri me miró.
-Cuida de Alex, voy a ponerme pijama.
Y se puso de pie y fue al baño con el pijama en su mano.
Debía ser una broma.
Hablaba en serio. De verdad estaba furioso conmigo. Quitarme la ropa no sería suficiente esta vez, porque ahora sí lo había lastimado en serio. Eres un idiota Young Bae, lo has hecho sufrir con tu actitud estúpida.
Miré a Alex, él dormía tranquilamente, ignoraba todos mis problemas.