Capítulo 27
¿Tranquilidad?
Seung Hyun.
Se plantó de frente en la puerta. Dudaba sobre si tenía que tocar o no. ¿Y si simplemente regresaba a casa? No, mala idea, Ji Yong lo echaría a patadas si no llegaba diciendo que había arreglado todo. Suspiró y miró una vez más hacia adelante. Se resignó y tocó el timbre rápidamente para no poder arrepentirse.
Pasaron algunos minutos y nadie abrió. Volvió a tocar.
Esta vez sintió cómo alguien abría la puerta muy lentamente. La puerta se abrió en su totalidad y pudo ver a Dong Wook en pijama y con unas ojeras terribles, casi le hacía competencia al Maknae. Cuando Dong Wook lo vio de pie en su puerta, Seung Hyun sonrió y elevó su mano para saludar, pero este casi le estampa la puerta en la cara de no ser porque Seung alcanzó a entrar casi corriendo.
-No quiero hablar contigo.
-Hyung –Seung Hyun se sintió mal. Era la primera vez que Dong Wook le hablaba tan cortante y frío. Ellos siempre solían juguetear incluso hacer fanservice juntos. –Hablemos…
-No, no quiero hablar –Dong Wook lo ignoró. -¿Para qué? ¿Para que te sigas burlando de mí? O quizás sigas traicionándome.
-No quise hacerlo, de verdad…
-Si no hubiera querido me lo hubieras dicho desde el principio y me habría ahorrado la vergüenza y humillación que pasé, el resfriado y posteriormente este sentimiento patético.
-Lo siento… -Seung Hyun bajó su rostro. –De verdad lo siento, si no te dije es porque cada vez que quería hacerlo tú hablabas de Ji Yong y te veías tan feliz que… bueno, no lo hacía, por cobarde.
-Gracias –Dong Wook se tiró en el sofá. –Eres el mejor amigo de la vida. Ahora déjame seguir durmiendo, ¿quieres?
-Ah…
Seung Hyun suspiró. Se sentó en el sofá a su lado. Dong Wook frunció el ceño y desvió su mirada. Realmente Seung no sabía qué decir, pero debía arreglar las cosas con él, se sentía pésimo ahora mismo.
-Dong Wook, en serio que no quise burlarme de ti ni nada por el estilo –Seung Hyun le miró, más el otro le ignoró-. Quería hallar el momento oportuno porque no quería dañarte.
-Qué oportuno –Dong Wook se echó a reír. –Me dejaste hacer el loco primero y luego dejaste que el propio Ji Yong me lo dijera, ¡genial! ¡Te lo agradezco!
-Lo siento –Seung Hyun bajó su rostro-. He sido muy cobarde con el tema. A veces pienso que Ji Yong no merece alguien tan cobarde y miedoso, realmente lo hice mal, ¿no?
Dong Wook suspiró y dejó caer su cabeza en el respaldo del sofá. Seung Hyun comenzó a jugar con sus manos nerviosamente. No quería perderlo, habían sido amigos desde hace mucho años, eran como hermanos. Dong Wook le miró de reojo y luego suspiró de nuevo.
-¿Cómo pasó? –Seung Hyun le miró. Ambos se miraron unos momentos, luego Seung Hyun se echó a reír.
-Es una larguísima historia.
-Supongo que tengo toda la tarde –Dong Wook y agachó de hombros.
-Lo voy a resumir –Seung Hyun suspiró-. Me gustaba él desde hace muchísimo tiempo, pero él parecía no darse cuenta o evitarme a propósito. Pensé que no le gustaba, pero Ji Yong piensa demasiado las cosas.
-Ya veo –Dong Wook asintió-. Supongo que llegué tarde.
-Llevamos casi dos años de relación –Seung Hyun habló bajito.
-Tanto tiempo… -Dong Wook frunció el ceño y le miró. -¿Por qué diablos en todo ese tiempo no me lo dijiste?
-No lo sé –Seung Hyun dejó caer su cabeza-. Supongo que tenía miedo a lo que tú pensaras acerca de ello.
-Tú siempre has sido bien idiota, Seung.
-Gracias, Hyung –Seung Hyun se rió de aquello.
-¿Sabes qué? –Dong Wook sonrió y pasó sus manos detrás de su nuca. –Igual besé a Ji Yong.
Seung Hyun apretó su mandíbula. Eso en parte había sido su culpa, pero no pensó que Dong Wook ocupara eso para burlarse de él.
-Uhm…
-Sus labios son muy cálidos –continuó el mayor.
-Ajá…
-Agradezco que en ese momento me respondiera.
-¡Hyung! –Seung Hyun se puso de pie con el ceño fruncido.
-¿Qué? –El otro alzó las cejas. –Si me lo hubieras dicho antes claramente no hubiera besado a tu novio, es tu culpa. Ahora puedo hablar de lo genial que fue besarlo y de lo genial que saben sus labios.
-¡Dong Wook, te lo prohíbo!
-No puedes prohibirme nada –Dong Wook se puso de pie también. –Además, tú fuiste el mal amigo.
Seung Hyun guardó silencio una vez más.
-Idiota –Dong Wook se giró y le lanzó una almohada. –Aún así te quiero, maldición. Supongo que seguimos siendo los hermanos Choi, aunque hemanastros diría yo ahora.
-No seas así…
-¿Puedo besarlo de nuevo? –Dong Wook alzó las cejas riendo.
-No juegues con eso, Dong Wook –Seung Hyun se cruzó de brazos.
-Vale, avísame cuando terminen.
-¡Oye!
Dong Wook se encaminó a la cocina por un poco de jugo y Seung Hyun le siguió entre risas. Quizás para él todavía era muy nueva esta noticia y todavía le molestara un poco que no le hubiera dicho desde un principio, pero sabía que Dong Wook y él eran tan cercanos y que esto no los iba a alejar, por lo menos no tanto. Dong nunca había sido rencoroso y admitía que él había llegado tarde tras Ji Yong, pero también era culpa de Seung Hyun, así que habían llegado a un acuerdo, salvo la parte de avisarle cuando terminaran, porque Seung Hyun no pensaba terminar con Ji Yong.
-Por cierto –Dong Wook le apuntó con el dedo. –Ni se te ocurra que seré el padrino de bodas.
-¡Hey! –Maldición, le había leído la mente. ¿Sería muy cruel obligarlo?
~
Seung Hyun entró en la casa tranquilamente. Miró a su alrededor. Al único que vio fue a Daesung, quien estaba metido en su celular, no despega los ojos ni por si acaso. Podrían haber entrado a robar en ese momento, pero él no sacaría su vista del aparato. Seung Hyun se puso de pie detrás de él pen el sofá en completo silencio y se acercó lo más que pudo sin tocarlo para mirar lo que hacía.
-Así que… ¿esta noche tienes una cita con Charlie?
-¡AH, HYUNG! –Daesung se puso de pie de un salto y en menos de dos segundos estaba al otro extremo de la sala. Guardó su celular como alma que lleva el diablo.
-¿Dónde lo vas a llegar?
-¡Hyung! –Daesung se vio nervioso de repente. -¡No aparezcas así!
-¿Le darás algún regalo?
-Le hará cochinadas –Seungri entró en la sala descalzo y sin camiseta cargando a Alex.
-¡Seungri! –Daesung intentaba defenderse.
-¿Qué? ¿Tú todavía crees que nosotros no sabemos que te lo saboreas entero? –Seungri alzó una ceja.
-Demasiada información –Seung Hyun frunció el ceño.
-No es así –Daesung se explicó.
-¿Todavía no llegan a ese punto? –Seungri miró a Dae y le alcanzó un poco de jugo a Alex para que comenzara a tomarlo.
-¿Por qué de repente hablamos de sobre si Dae ha tenido sexo? –Seung Hyun los miraba.
-Porque es importante –Seungri sentenció. –Pero si no lo han hecho, en hora buena. Hoy es la noche, por algo tienen una cita, ¿no crees?
-En eso tiene razón –Seung Hyun asintió.
-¡Tengan consideración al menos con Alex que tiene que escuchar esto! –Daesung se giró y casi corrió a su habitación.
-¡Ponte la menor cantidad de ropa hoy, Daesungie! –Seungri le gritó mientras escapaba.
-Papá… -Alex dijo de repente mirando a la nada.
-Me está saludando –Seung Hyun sonrió mirándole.
-Mentira, claramente me lo dice a mí, ha estado conmigo la última hora viendo películas animadas.
-Tú no pareces papá, pareces otro bebé más –Seung Hyun le dijo.
-Qué envidioso, Hyung.
-¿Dónde está Young Bae?
-En YG –dijo moviendo al menor que reía.
-¿Y Ji Yong?
-En su habitación, ¿dónde más? Lleva encerrado una eternidad –Seungri rodó los ojos. –No quiere salir porque tiene complejo de gordo.
-¿Complejo de gordo?
-Sí, lo último que le escuché decir esta mañana fue: “¡Parezco una morsa!”
-Ay… -Seung Hyun ladeó la cabeza.
-Suerte con ello, Hyung –Seungri se giró riendo. -¿Terminemos de ver el Libro de la selva, Alex?
Seung Hyun caminó tras ellos, vio a Seungri entrar en la habitación con el menor y él siguió de largo. Seguramente Daesung estaría pensando qué ponerse esa noche. Caminó sigilosamente hasta su habitación y abrió la puerta lentamente. Pensaba encontrarse un caos, cosas tiradas, ropa por todas partes, Ji Yong llorando quizás, o algo parecido diciendo que estaba gordo, pero no. Ji Yong leía tranquilamente estirado en la cama. Estaba con un libro y se veía lo más relajado posible.
No sabía si aquello le daba más miedo que verlo gritando. Generalmente cuando Ji Yong estaba muy callado le daba mala espina.
-Hola, amor –Seung Hyun caminó hasta la cama y se estiró a su lado.
-¡Seung! –Ji Yong sonrió y le regaló un casto beso para seguir leyendo. -¿Cómo te fue con Dong Wook? ¿Está muy enojado todavía?
-Pues sí, pero creo que de cierto modo nos arreglamos –no mentía, se arreglaron, aunque todavía no quería ser el padrino, y quizás por obvias razones. –Dijo que besabas bien. Y que tus labios eran cálidos. Y que lo volvería a hacer sin sentir remordimientos… mmm.
-¿Eso dijo? –Ji Yong se rió. -¡Es el mejor! Ajajajaja
-¿Qué es gracioso? –Seung Hyun le miró con cara de pocos amigos.
-Que piense eso, claro.
-Ajá.
-Ay, qué enojón.
Seung Hyun se echó a reír entonces. Pasó sus ojos inevitablemente por el estómago de Ji Yong. Realmente cada vez estaba más abultado, pero eso a él le encantaba. ¿Y cómo no? ¡Ahí estaba su pequeña! Eso era motivo suficiente para estar feliz. De pronto se puso serio. Ji Yong iba entrando a los cuatro meses y medio. Y eso ya era bastante notorio. No podría pasar desapercibido y pronto debían seguir con si gira.
-Ji Yongie…
-¿Uh?
-Sabes… deberíamos hablar seriamente de esto.
-¿De qué? –Ji Yong no despegaba sus ojos del libro. –Espérame un poco, Seung, le darán la paliza de su vida por idiota a este chico. El libro está bueno.
-Lo que quiero decir es que… lo saben los chicos, lo saben nuestros padres, lo saben nuestros amigos cercanos… ¿no deberíamos decirle a YG? Sobre todo ahora que-
Ji Yong de repente cerró el libro bruscamente y le miró fijo.
-¿Sobre todo ahora qué? –Alzó su ceja.
Seung Hyun sintió que había dicho algo malo, pero todavía no sabía qué.
-Eh…
-¿Qué?
-Sobre todo ahora que se está notando más.
Ajá. Sí. Había dicho algo malo. Muy malo.
Ji Yong frunció el ceño y tiró el libro, luego se sentó como resorte en la cama.
-¿Me estás diciendo que estoy gordo?
-Eh…. No, Ji-
-¡¿Me estás diciendo que estoy gordo?! –Ahora alzó la voz.
-Es que Ji… se te está notando más y bueno, el vientre te está creciendo y creo que-
-¡Idiota! –Ji Yong tomó la almohada y comenzó a golpear con ella una y otra vez. -¡Ya sé que estoy gordo, no tienes que recordármelo! ¡Estoy como una bolita! ¡Casi como el manager chubi! ¡Pero no había necesidad de tanta maldad!
-¡No, Ji! –Seung Hyun se puso de pie evitando los golpes. -¡No es eso!
-¡¿Entonces qué?! ¡Eso quisiste decirme! ¡Pero espérate nomás que iré al gimnasio!
-No, Ji, puedes hacerle daño a nuestra bebé.
-Aish –Ji Yong se sentó sobre la cama y se cruzó de piernas.
-Sólo digo que deberíamos informárselo a YG, porque obviamente no lo podemos esconder más.
-Porque estoy gordo y parezco morsa.
Seungri tenía razón.
-No, es porque no viene al caso esconderlo de todas maneras. Y sea lo que sea que venga, tendrá que apoyarnos. Lo sabes.
-Se lo vas a decir tú, ¿cierto? –Seung Hyun abrió mucho sus ojos.
-¿Yo?
-¡Tú eres el que quiere decírselo!
-Pero Ji-
-Pero nada, vamos los dos, pero tú le dices, ya dije.
-Está bien… -Seung Hyun bajó su mirada.
-Gracias por recordarme que estoy chubi –Ji Yong se cruzó de brazos.
-Pero un chubi bonito.
-Eso no me hace sentir mejor.
-¡HYUUUUUUUUUUUUUUUUNGS! –Seungri entró corriendo. -¡ADIVINEN QUÉ!
-¿Qué pasa? –Ji Yong se puso de pie. Daesung llegó hasta la habitación.
-¿Por qué hay gritos?
-Dae, ¿por qué andas sin camiseta?
-Es que… estaba buscando una camisa más o menos como la que ocupé en el MV de Bang bang Bang.
-OH MY GOD –Seungri alzó sus cejas. –Alguien la va a meter hoy.
-¡SEUNGRI! –Todos gritaron al mismo tiempo.
-Ay, ya, ya, los cartuchos –Seungri rodó los ojos. –Pero bueno, Dae, esa camisa la tenías guardada, ¿no?
-Sí, pero no recuerdo dónde.
-Ay pero que desordenado –Seungri negó muchas veces. -¡Adivinen qué!
-¿Qué pasa? ¡Ya dinos! –Seung Hyun perdía la paciencia.
-¡Les toca cambiarle el pañal a Alex!
-¡Pero se supone que era tu hora de cuidarlo!
-¡Pero mi hora acabó hace exactamente 1 minuto 1 segundo –dijo mirando su reloj. –Así que te toca Ji Yong Hyung, además, así puedes practicar, ya sabes.
-¡Qué tramposo! –Ji Yong se quejó. –Me lo das cuando ya viene hecho.
-Lo siento, Hyung. Es la suerte de cada uno. Pero ve el lado positivo, dicen que la caca es signo de que tendrás dinero.
-Ya tengo dinero.
-Pues tendrás más, felicidades. Qué envidia –Seungri sonrió grandemente.
-¿Por qué tienes envidia ahora?
Seungri se giró y luego sonrió grandemente mirando al moreno en el umbral de la habitación.
-¡Bae! –Se abrazó a su cuello y luego le beso fugazmente. -¡Tardaste! Ya vimos El libro de la selva completo.
-¡Dijiste que esperarías!
-¡Dijiste que llegarías temprano! ¿Dónde estabas? ¿Con quién? ¿Por qué? ¿Por qué no respondes?
-Porque me haces muchas preguntas al mismo tiempo –Young Bae se rió. –En YG, ya sabes.
-Eso no me deja más tranquilo, Young Bae. Acércate –el moreno se acercó, Seungri parecía olerlo.
-¿Qué haces? –Ji Yong le miró con el ceño fruncido.
-Estoy viendo si no hay perfume de mujer, Hyung. Qué lento.
-¿Siempre es así? –Seung Hyun miró al moreno.
-A veces.
-Te compadezco.
-No hay nada –Seungri sonrió. –Sabes, Bae, creo que necesito chocolates.
-¿Crees?
-Claro, son mis necesidades, ya sabes. Necesito azúcar y Seung Hyun Hyung no quiere compartir sus dulces.
-Yo te compro dulces –Young Bae le sonrió. Seungri tomó su mano y entonces volvió a besarle rápidamente. –Pero primero… ¿me dices que haces sin camiseta? ¿Y por qué Daesung también está sin camiseta?
-¿Dae? Porque hoy se la mete a-
-¡SEUNGRI!
-Ah, hoy tiene una cita con su novio y anda buscando la camisa negra esa con escote y casi trasparente. Imagínate.
-No somos novios.
-Todavía –Seungri rodó los ojos-. Y yo… pues tenía calor.
-Oigan –Ji Yong habló. –Mañana iremos a hablar con YG.
-¿De qué? –Daesung le miró.
-Sobre que tengo un bebé dentro.
-Pues, yo creo que si no se dio cuenta ya por tu panza entonces está ciego –Seungri dijo.
-¡YA VEZ QUE SÍ PAREZCO MORSA! –Ji Yong le dio un golpe a Seung Hyun.
-¡Pero Ji! ¿Por qué me golpeas a mí?
-¡Tú me embarazaste!
-¡Sí, Hyung, lo embarazaste! –Seungri negó con la cabeza. –Qué maldito que es.
-¡Seungri, deja de meterle leña al fuego! –Young Bae no pudo evitar reírse.
-Oigan, ¿y Alex? –Daesung preguntó.
-Está durmiendo –Seungri dijo. –Hay que cambiarle el pañal.
-Pero bueno… -Young Bae cambió de tema. –¿Me explicas porqué debemos ir nosotros también a hablar con YG?
-¡Pues porque deben hacernos apoyo moral!
-Pero Ji Hyung no seas miedoso-
-SOY EL LÍDER E IREMOS TODOS, DIJE.