Capítulo 37
Ji Young.
Seungri se aseguró de volver con Alex. No esperaron más, simplemente le dijeron a YG que lo sentían y que pronto se encontrarían con él en la empresa. Sabían que tendrían un castigo enorme, pero por ahora estaban apurados y necesitaban irse al hospital.
Daesung subió al auto que su mánager les había traído y, como claramente era el más calmado, condujo hasta el hospital. Seungri abrazaba a Alex de tal manera que el menor hasta se sentía apretado, pero no se quejaba ya que iba casi dormido. Young Bae guardó silencio solamente hasta que el rubio rompió el silencio de repente.
-¿Te das cuenta de lo que acabamos de hacer?
Los dos le miraron.
-¿A qué te refieres?
-Digo… todo esto –Seungri miró por la ventana. –Le has dicho al oficial que eres mi novio. Delante de YG. Había más gente ahí.
-¿Y? –le restó importancia.
-¿No lo ves? Recién me vengo a fijar en la magnitud de lo sucedido.
-Pues yo creo que debí hacerlo hace tiempo.
Soltó sin más. Seungri le miró asombrado y fijamente ante lo dicho. ¿Hablaba en serio?
-¿De qué hablas?
-Simplemente creo que me hacía falta reconocerte por lo que eres… -el moreno le miró fijamente. –Tú eres la persona a la que amo. Y si todos tienen que saberlo, pues que se vayan enterando. No tengo miedo.
-Young Bae… -Seungri parecía atónito con lo que escuchaba.
-Te dije que iba a luchar por ti, y lo voy a hacer hasta el final. Este es el primer paso. Me dijiste que te demostrara mi amor porque te sentías inseguro. He puesto mi apellido a este bebé como prueba de ello para ti. Y ahora es nuestro.
-Si esto no muestra cuánto puede llegar a amarte Young Bae, entonces no sé qué lo haga –comentó Daesung mirando por el retrovisor.
Seungri sonrió entonces y bajó su mirada. Le habían entrado unas terrible ganas de llorar, pero de felicidad realmente. Tomó la mano del moreno y entonces le miró.
-No tienes que demostrarme nada más –le miró fijamente. –Sé que me amas. Así como yo te amo tanto también.
Young Bae le miró y entonces sonrió. Acarició su mejilla suavemente y le regaló un beso suave sobre los labios. Lo necesitaba tanto. Realmente sí estaba asustado, pero si estaba con él entonces estaba todo bien.
-Lamento interrumpir, eh –Daesung se aclaró la garganta. –Pero llegamos.
Se separaron algo avergonzados y sonrieron sin más.
Bajaron del auto y entraron tan rápido cómo podían por si comenzaban a sacar fotos los presentes. Caminaron tres pisos y al llegar casi al final vieron a Charlie sentado con sus manos en su pecho como si estuviera rezando o algo parecido. Seung Hyun estaba de pie y caminaba de allá para acá en todo el pasillo.
-Hyung –Daesung le llamó.
-Oh, Dae –Seung le miró y luego vio a Alex. –Lo trajeron.
Sonrió grandemente y acarició la cabeza del niño y le regaló un beso cariñoso.
-¿Y Ji Hyung? ¿Cómo está?
-Bueno… en operación. No lo sé… -se veía terriblemente preocupado.
-¿Han tenido muchos problemas? –Charlie preguntó atento.
-Bueno… unas pocas cosas y novedades –Young Bae les miró. –Pero eso ya lo hablaremos en casa. Lo importante ahora es Ji.
-Sí… -susurró el mayor volviendo a caminar por todos lados.
-Todo va a salir bien, Hyung –Daesung le dio un golpecito en el hombro.
Seung Hyun parecía angustiado.
~
Sentí mi cuerpo adormecido totalmente. Tenía intenciones de moverme, pero las fuerzas no existían. Intenté con todas mis fuerzas salir del trance. Abrir los ojos se me estaba haciendo difícil. Mis párpados demoraron en ayudarme y entonces pestañeé un par de veces. La luz reciente me provocó cerrarlos de nuevo, pero volví a abrirlos al instante. El techo blanco fue lo primero que vi y con los ojos entrecerrados miré hasta donde vi la ventana. Pasé mis manos lentamente por mi pecho en busca de soporte para sentarme, fue ahí cuando me percaté que estaba plano.
-¡Mi-! ¡Ah!
Me dejé caer en la cama de nuevo por el dolor y cerré los ojos tocándome el estómago, efectivamente estaba plano.
-¡Oh, despertó! –Una mujer, que identifiqué como enfermera por el uniforme me sonrió y comprobó mis síntomas, luego me miró. –Tu salud parece estar bien, no has perdido mucha sangre, pero te recomiendo no moverte tanto, puedes estar algo adolorido, además, la zona de la operación está recién cerrada con puntos, debes tener cuidado, ¿vale?
-¿Y mi bebé? –Le pregunté con mi voz débil.
-Oh, seguro quieres verla. Es preciosísima –ella sonrió mientras anotaba algunas cosas en unos papeles. –Está muy sana, felicidades. Voy a traerla en unos momentos.
Sonreí aliviado al escuchar que estaba sana, por un momento me había asustado demasiado. Me sentía raro al ser flaco de nuevo, ya hasta me había acostumbrado a la panza. La enfermera salió relajadamente y yo suspiré.
No pasaron muchos minutos hasta que ella volvió con una cuna pequeña. Yo alcé mi mirada, mi corazón parecía ir hasta más rápido de lo normal. Ella la sacó de la cuna y la tomó en sus brazos con cuidado, luego sonrió.
-Ji Young, conoce a tu papá.
Ignorando el dolor de mi cuerpo me erguí un poco y alcé mis manos de puro instinto, ella me la dio con muchísimo cuidado y entonces yo la tomé.
-Dios…
Mis ojos se llenaron de lágrimas inmediatamente la tuve en mis brazos. Era preciosísima. Y no es porque fuera mi bebé, de verdad era hermosa. Tenía su piel muy blanca y cejas delgadas, una nariz muy fina, las pestañas eran larguísimas y negras, igualitas a las de Seung Hyun, hasta me parecían onduladas, y unos labios finos muy bien definidos. ¿Cómo pude crear tal obra de arte? Porque a mis ojos eso era. Y era tan pequeñita. Tomé su mano con cuidado, su pequeña manito caía en uno de mis dedos solamente.
Sonreí grandemente y sequé una lágrima traicionera. Le besé la frente suavemente y luego le miré. La amaba.
-Tan linda… papá te quiere muchísimo.
La puerta sonó y la enfermera caminó hasta ella tranquilamente, al abrir ella sonrió.
-Oh, adelante. Apuesto que quieren conocerla también. Yo los dejaré a solas.
Ella salió y yo miré hacia la puerta.
Seung Hyun entró a paso rápido y lo primero que hizo fue mirarme fijamente, luego suspiró, como si hubiera estado conteniendo la respiración todo el día. Se acercó lentamente hasta la camilla y a mitad de camino las lágrimas le vinieron al rostro, yo hice un puchero y le miró.
-¿Por qué lloras, Seung?
-No sé… -dijo honesto. –Estaba tan preocupado, angustiado… no sé…
Se acercó a mí y besó mi frente suavemente, yo elevé mi mano libre y sequé sus mejillas con suavidad, elevé mi rostro y le regalé un beso en los labios que él correspondió inmediatamente.
-Está bien, amor… -susurré. –Ahora saluda a nuestra bebé, está ansiosa por conocerte.
Él se alejó un poco de mí y miró a la pequeña en mis brazos. Su sonrisa se expandió tanto que a mí me pareció precioso. Sus ojos se achicaron y un par de lágrimas más volvieron a sus mejillas.
-Lo siento… -susurró secando sus lágrimas. –Es que no puedo creerlo… Ji Young, eres la niña más preciosa que he visto. Te amo mucho. Besó su frente suavemente.
-Anda, cárgala –extendí mis brazos a él.
Seung Hyun me miró unos instantes preocupado.
-¿Yo?
-Claro que tú, tonto –le miré. –Anda… ella quiere que la cargues.
-Yo no sé…
-Ahora sabrás.
Le extendí los brazos y la tomó con muchísimo cuidado, como si fuerza de cristal. Le di la manta y la tapé en sus brazos. Seung Hyun le miró con seriedad mientras la acomodaba. Se veían tan lindos. Sentía que los amaba más que a mi vida.
-Me siento enamorado de ella –Seung Hyun dijo mirándola.
-¿Y yo? –Hice un puchero mirándole.
-Claro que a ti también te amo, Ji. Gracias, –me miró fijamente –por darme tanta felicidad, por regalarme este tesoro, y por estar conmigo. Te amo, tanto que no te imaginas.
Yo sonreí grandemente.
-Lamentamos importunar –Young Bae entró sonriendo. –Pero yo quiero conocer a mi sobrina y ahijada.
-Mírala, Bae. Es preciosa –sonreí apuntando a los brazos de Seung Hyun.
Seung se giró a mi mejor amigo y se la mostró. Bae sonrió grandemente y le regaló un beso en la mejilla y luego la acarició.
-Está lindísima. Felicidades, chicos. Por cierto, -sonrió grandemente y se acercó a la puerta- ¡Apúrense! Mira, quien ha venido a verte.
Seungri entró casi corriendo y yo sonreí grandemente cuando vi a Alex en sus brazos.
-Hyung, mira quien está aquí.
-¡Alex! –Ri se acercó y yo abracé al pequeño y luego le besé la mejilla. –Mi bebé… menos mal que lo han traído. ¿Qué ha pasado?
-Una grande, Hyung –Seungri se puso serio –Pero está arreglado. Con Bae lo arreglamos… -susurró y le miró. –Lo hemos adoptado.
-¿Q-Qué?
Les miré fijamente. Miré a mi mejor amigo y este simplemente sonrió mirándome. Esta sí era una noticia grande.
-¿De verdad?
-Sí, Hyung –Ri asintió. –Necesitábamos que alguien lo adoptara, y lo hicimos nosotros, porque claramente no lo entregaríamos a alguien más. Yang casi se muere, supongo que nos vendrá el castigo, lo siento.
-No lo sientas –sonreí y le di un golpecito en el hombro. –Está bien, Ri. Tienen mi apoyo, y el de los chicos. Además, por Alex haríamos cualquier cosa.
-Hubieras visto la cara del presidente y de las personas cuando Bae les dijo que era mi novio. Casi les da.
-Me lo imagino –dije riéndome.
-A ver, a ver –Seungri se giró. -¡Está re linda, Hyung! Alex, mira, mira, esta es tu hermanita, tú la vas a cuidar, ¿bueno?
El pequeño la miró y luego jugó con sus manos cohibido. Asintió mirando a Seungri y yo sonreí grandemente. Alex era una hermosura de bebé.
-¿Dónde está? –Daesung sonrió gigantemente mientras entraba. -¡Mira nada más, Hyung! ¡Hasta te ves más serio de lo que eres con hija!
-Hey –Seung Hyun frunció el ceño. -¡Soy serio!
-¿Quién es el bebé? ¿Tú o la niña?
-¡Dae!
-Ya está –Daesung se echó a reír. –Ji Young, tío Daesung estará contigo en las buenas y en la malas. Desde ya eres muy querida por tus tíos.
-¡Qué linda es! –Charlie sonrió grandemente mirándola. -¡Felicidades chicos!
-Gracias por todo, chicos –dije mirándoles.
-¿Te sientes bien, Hyung? –Seungri me miró.
-Estoy algo adolorido nada más. Es normal.
-¡Kwon Ji Yong!
Mi mirada se desvió hasta la persona que venía entrando. Mi madre me miró y yo rodeé los ojos. Se me hacía raro que no estuviera aquí.
-Mamá… -suspiré saludando con mi mano.
-¡¿Por qué no me has avisado antes?!
-Pues porque estaba con plenas contracciones muriendo de dolor. Sí, yo también estoy bien mamá, gracias por preguntar.
-Ay este chiquillo. –Ella se acercó y tocó mi frente. –Me alegro que estés bien, hijo.
Yo sonreí. Ella miró a Seung Hyun y este le sonrió lo mejor que pudo. Ella le devolvió la sonrisa y entonces Seung le extendió la niña para que ella la cargara, claramente mi madre no se hizo de rogar y la tomó de inmediato en sus brazos.
-¡Soy abuelo! ¡¿Oyeron eso?!
Oí esos gritos desde el pasillo e intuí que papá venía casi corriendo y gritando por todo el hospital. Entró rapidísimo y se acercó a mi madre.
-¡Cariño, déjame cargarla!
-¡Está conmigo ahora!
-¡No seas así, la asustas! ¡Deja que venga con el abuelo!
-¡¿Qué dijiste?!
-A ver los dos –la madre de Seung Hyun entró haciendo silencio y se acercó a mi madre y miró a la bebé. Le besó suavemente en la mejilla y luego le acarició. –Dios bendiga a tan hermosa bebé.
-¿Me toca ahora? –Mi padre miraba a la bebé como si fuera un regalo.
-Ya te dije –mi madre le reprendió.
-¿Cómo estás, Ji Yong? –La madre de Seung Hyun acarició mi mano y luego me regaló un besó en la mejilla.
-Bien, gracias por venir –le sonreí mirándole. Al menos ella preguntaba por mí, mis padres eran más escandalosos. Ahora sabía de dónde había salido Seung Hyun con tanta clase y educación.
-Procura descansar bien, Ji Yong. Tú debes ayudar mucho, Seung. Se viene pesado, pero sabrán llevarlo muy bien. Felicidades, los quiero.
Ella besó a Seung Hyun y él le abrazó fuertemente.
-¿Y ahora? –Mi papá miraba ansioso a mi madre. Yo rodeé los ojos.
-Ay, está bien.
Ella se la entregó de mala gana y él la recibió con su sonrisa gigante.
-¡Miren a mi nieta! ¡Es preciosa! –Sonrió gigantemente mirándola.
-Seung Hyun –mi madre miró fijamente a Seung. –Te he confiado mi preciado hijo… ahora te confío a mi nieta. Y sé que lo harás bien.
Ella le sonrió y Seung Hyun parecía encantado, como si hubiera recibido por fin la bendición de mi madre. Yo me puse a reír solamente.
-¡Ji, soy el abuelo más feliz!
-Así veo, papá.
Él sonreía gigantemente. Me hubiera gustado haberlos echado a todos y quedarme yo con Seung Hyun y Ji Young, pero entendía que ellos venían a visitarnos, así que tenía que aguantar las ganas de quitarle a mi bebé.
Los chicos solamente se reían de todo. Miré a Seungri con Young Bae y entonces me entró una duda.
-Oye, Ri…
-Dime, Hyung.
-¿Cómo le vas a explicar a tu madre que ahora eres padre?
De pronto se hizo el silencio y Seungri dejó de sonreír, como si se hubiera olvidado de algo importantísimo. Se llevó una mano a su boca y luego abrió mucho sus ojos.