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Comenzó un 14 de Febrero. - Segunda Temporada. por G-tzii

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Notas del capitulo:

Sé que esperaron muho, gracias por ello! He tendio muchas cosas que hacer en la universidad, estoy en semana de parciales D: Ya se imaginarán !

 

Pero bueno, concentrándome en el fic, debo contarles que este es EL PENÚLTIMO CAP, así como leen, el próximo ya es el epílogo. <3

Espero que les guste mucho, ha sido escrito con mucho cariño <3

Capítulo 40

 

 

Formales.

 

 

-¿Estás seguro?

 

Daesung sonrió grandemente, sus ojos se achicaron aún más. Esa sonrisa siempre relajaba a todos, en especial a Charlie que ahora parecía flotar en ella.

 

-Sí, no te gritará, ni te golpeará como la mamá de Seungri o Ji Hyung –el menor asintió. –Mi madre es lo mejor del mundo. Le vas a caer bien. Además, ya se saludaron una vez.

 

-Sí… pero en ese momento ella no sabía que salíamos.

 

-Anda, no pasará nada.

 

Daesung tocó la puerta suavemente y no pasaron ni dos minutos cuando esta se abrió dejando ver una deslumbrante sonrisa. Sin duda Charlie sabía de dónde había heredado tan hermosa sonrisa el mayor.

 

-¡Daesungie!

 

-Hola, mamá –se abrazaron cariñosamente unos minutos y luego Daesung le sonrió. –Mamá, este es Charlie. ¿Te acuerdas de él?

 

-Oh, sí –ella le sonrió y también le dio un cálido abrazo. –Claro que recuerdo tan bonito rostro. Pero pasen, no se queden ahí.

 

El mayor se giró y luego le sonrió.

 

-¿Ya ves que no pasa nada?

 

-Eso creo… -dijo algo nervioso.

 

Entraron tranquilamente y el castaño le invitó a sentarse donde más se sintiera cómodo. Su madre inmediatamente entró con galletas y un poco de jugo que le dio a cada uno muy contenta, se miraba muy amable.

 

-¿Y papá?

 

-Ya sabes cómo es ese hombre, trabaja que trabaja –ella se echó a reír. –Llegará más tarde. ¿Cómo has estado? ¡Debes llamar a tu madre más seguido!

 

-Lo siento, he estado ocupado con tanto trabajo.

 

-Ay, mi lindo hijo… -ella le dio un abrazo. -¡Es bueno ver que traes a tus amigos! Espero que los demás chicos no se sientan desplazados.

 

-No, para nada. Charlie se lleva muy bien con ellos también, ¿cierto?

 

-Sí… Los Hyungs son geniales –dijo con una sonrisa.

 

-Son buenos chicos –ella asintió. -¿A qué debo tan grata visita?

 

-Ah, pues… -Daesung lo pensó unos momentos. Charlie parecía más que nervioso, expectante. –Pues… supongo que te vas a llevar una sorpresa.

 

-¿Por qué?

 

-Es que… quizás ni te imaginas. –Su madre le puso total atención entonces. –Pues, verás… hace un tiempo estoy saliendo con Charlie, mamá.

 

Ella le miró unos minutos y luego se volteó a ver al menor quien abría y cerraba los labios sin saber si tenía que decir algo o no. Ella entonces parpadeó varias veces.

 

-¿No habías tenido novias? ¿Ahora… te gustan los chicos?

 

Daesung abrió mucho sus ojos y se sonrojó levemente. Charlie quiso echarse a reír por su reacción.

 

-P-pues sí… mamá, cómo dices eso delante de Charlie –ella miró al menor y este sonrió simplemente. -¡No me gustan los chicos! Bueno, es que… ¡Sólo me gusta él!

 

El menor se sonrojó levemente y bajó su mirada. Su madre se quedó pensativa unos momentos y luego, en silencio total, se puso de pie y se sentó junto a Charlie en el sofá. Este estaba más que nervioso ahora, tenso. Ella entonces le miró fijamente.

 

-Seguramente mi hijo debe quererte muchísimo… -Daesung se sintió algo avergonzado por los dichos de su madre, pero no interrumpió. -¿Tú lo quieres tanto como él, cierto?

 

Al menor le vinieron los colores a la cara. Sentía un bochorno extremo. Bajó su mirada y evitó mirar al castaño por vergüenza pura.

 

-S-sí…

 

-Mientras que lo quieras mucho y seas bueno con él, entonces todo está bien –ella le sonrió entonces y él sintió que se destensaban sus hombros. –Eres un chico muy lindo y tierno.

 

-Gracias, señora Kang.

 

-Nada de señora –ella le dio un golpe en el hombro que lo sobresaltó. –Ya estás en mi casa y, por ende, en mi familia. Yo te doy el visto bueno, chiquillo. Siento que eres sincero, así que puedes decirme madre o suegra, como te parezca.

 

-¡Mamá!

 

-Oh… bien… -sonrió apenado.

 

-Apuesto a que quieres ver fotos –ella sonrió maliciosa y Charlie le miró atento. –De cierta persona… de pequeño.

 

-¡Oh, sí! –Asintió emocionado. -¡Quiero verlas todas!

 

-¡Claro que sí! ¡Era precioso de bebé!

 

-¡Mamá, no! –Daesung comenzaba a arrepentirse de haber llevado a Charlie a su casa. No estaba preparado para que él viera la decena de fotos desnudo de bebé que a su madre le encantaba guardar.

 

~

 

Seungri caminó tranquilamente hasta la puerta de la casa. Había estado conversando con el abogado que llevaba el caso de Alex, y sólo faltaban un par de pasos para tener la tuición del niño por completo, tema que lo ponía muy contento. Nunca, jamás, se imaginó querer tanto a ese bebé. Cuando lo vio por primera vez afuera de la puerta simplemente pensó que era una broma y le pareció un niño tierno y hasta gracioso. Los primeros días odiaba oírlo llorar, cambiarlo y que él escupiera la comida, pero luego todo eso le pareció espectacular. Su parte favorita era dormir con él, sin duda él era el que tenía un lazo más apegado al niño, aunque sus Hyungs amaban al bebé tanto como él.

 

Entró felizmente a la casa y, al entrar dio un salto al sentir un ruido fuerte. Parpadeó un par de veces y vio la sonrisa gigante de Young Bae frente a él con una botella de Champaña.

 

-¿Qué haces? –Dijo riendo.

 

-¡Celebrar!

 

El moreno le regaló un beso y luego le sirvió una copa que claramente el menor no rechazó. Le gustaba la Champaña, mucho. Dio un sorbo y luego le miró. Young Bae se veía especialmente sexy, eso le encantaba.

 

-¿Qué celebramos?

 

-Pues, que hemos vuelto, que tenemos a Alex. Que te amo.

 

Seungri no pudo evitar sonreír, el moreno siempre tan cursi de lo peor. Le encantaba.

 

-Pero falta todavía para que Alex sea completamente nuestro. Si todo sale como esperamos, en unas semanas ya tendrá hasta el apellido.

 

-Tienes razón.

 

-Además, amarme no es algo que debas celebrar. ¡Claro que debes amarme!

 

El moreno sonrió y le arrebató la copa. El menor le miró con un puchero mientras el mayor la dejaba sobre la mesa.

 

-Oh, creo que debí empezar por esto primero…

 

Seungri ladeó su cabeza y entonces Young Bae sonrió mientras se agachaba en el suelo. El menor le miró con el ceño fruncido y pronto dejó de hacerlo cuando se fijó que el moreno traía consigo una cajita pequeña. Su corazón latió a mil y entonces comenzó a analizarse. Estaba bien peinado, llevaba buen perfume ese día y creía verse precioso, así que estaba aceptable. Quizás no era momento de pensar en eso, pero Seungri no se perdonaría si no se veía perfecto ahora mismo.

 

El moreno simplemente se rió sutilmente observando la reacción de su novio. Lo había pillado de sorpresa. Desde que a Ji Yong le había llegado un anillo en la dichosa sandía, pensaba que Seungri quizás querría lo mismo para su vida más adelante, más en entonces pensaba que no era momento. Pero ahora sabía y estaba seguro que era EL momento. Era cosa de mirar la expresión en shock de Seungri para saberlo.

 

Abrió la caja tranquilamente y la puso frente a él, como si de una película se tratase. Seungri abrió mucho sus ojos. Se había imaginado muchas cosas, pero definitivamente no aquello.

 

-Seung Hyun… hemos pasado por altos y bajos, y con ello, sólo he podido re confirmar que te quiero para siempre en mi vida. ¿Me harías el honor de casarte conmigo?

 

El menor le miró unos minutos que para el moreno parecieron eternos. Hasta que, después de mirarlo fijamente, tomó la caja en su mano y sacó el anillo mirándolo con sus ojos muy abiertos.

 

-Demonios, es perfecto… -sonrió grandemente. -¡Dice tu nombre! ¡Ay, yo lo quiero!

 

-Es todo tuyo… sólo si me respondes.

 

-¿Y todavía preguntas? –Le miró y entonces se abrazó con fuerza a su cuello. -¡Claro que sí! ¡Absolutamente sí! ¡Definitivamente sí! ¡Afirmativamente-

 

-Cállate y bésame, ¿quieres?

 

-Esa idea me encanta.

 

Juntó sus labios a los del moreno con fuerza mientras él le abrazaba con fuerza por la cintura. Young Bae había pensado en rosas, en globos, en una cena, pero supuso que sería demasiado cursi, y decidió que menos siempre es más. Con un gesto simple y sencillo podría ser hermoso, siempre y cuando mostrara sus intenciones y sentimientos. Y claramente Seungri estaba terriblemente feliz. No iba a mentir diciendo que no quería una propuesta, claro que la quería, pero sin embargo tampoco se quejaba, bueno, sí, sí se quejaba… a veces. Pero el punto es que no se lo esperaba, y estaba más que contento.

 

Había sido sin duda una propuesta muy a su estilo. Y una respuesta muy al estilo de Seungri, sin duda.

 

-Anda, Bae, colócalo –exigió mostrándole su mano.

 

-Lo que tú pidas –sonrió y le concedió el pedido.

 

Seungri sonreía brillantemente.

 

-Demonios, soy tan feliz.

 

-Te amo, Seung Hyun.

 

-Te amo más. –Sonrió mirando su anillo. Jamás en su vida se imaginó en esa posición. –Y yo que juraba que nunca jamás me casaría… Quién lo diría.

 

-Y también dirías que no serías padre.

 

-¡¿Dónde está Alex?!

 

-Con Seung Hyun Hyung.

 

-Oh, ¿y por qué?

 

-Pues, necesitaba el favor… ya sabes.

 

-¿Y Ji Hyung?

 

-En su habitación con la bebé.

 

-¡¿Está adentro?! ¡Debo mostrarle esto!

 

El menor salió casi corriendo por el pasillo y el moreno se echó a reír. Entró en la habitación sin siquiera preguntar. Ji Yong estaba sentado en la cama, meciendo a la bebé suavemente mientras miraba la televisión.

 

-Hyung, eres toda una mamá ahora.

 

-¿Quieres morir?

 

-La mamá más linda –sonrió.

 

-Lo dejaré pasar porque es un día especial –El mayor sonrió. -¿Ya se lo diste?

 

Young Bae asintió relajadamente.

 

-¿Tú sabías, Hyung?

 

-Claro, ¿qué esperabas?

 

-¡Mira qué lindo! –Sonrió gigantemente. -¡Tendré un matrimonio en grande, con diez mil invitados en una isla privada!

 

Ji Yong miró al moreno y este miró a su novio.

 

-Vas a tener mucho trabajo, Bae. ¿Estás seguro que no quieres arrepentirte?

 

-¡Hyung! –Seungri hizo un puchero. -¡Lo hubieras visto arrodillado!

 

-Seung Hyun no se arrodilló. –Ji Yong ladeó la cabeza.

 

-¡Pero te di una sandía a la 6 am!

 

Seung Hyun entró tranquilamente con Alex entre sus brazos.

 

-¡Mi bebé! –Seungri sonrió tomando a Alex. Él miró y le sonrió mientras se abrazaba a su cuello. -¡Bae, deberíamos vivir los tres juntos!

 

-Já, ahora que se casa quiere dejar a los Hyungs e irse –Ji Yong se burló. –Pero vas a regresar a pedir cualquier cosa y no te abriré la puerta.

 

-¡No seas así, Hyung! Es hora de que tú y Hyung tengan su familia, yo la mía y Daesung… bueno, él debe tener su intimidad, seguramente quiere con Charlie-

 

-¡Seungri, los niños! –Young Bae le regañó.

 

-Pero si más adelante tendrán que saber.

 

-Alex tiene un año y medio y Ji Young apenas un par de semanas, no seas tonto.

 

-Está bien –dijo en un puchero. –Ahora vamos, hay mucho que hacer.

 

-Bae, todavía es tiempo para arrepentirse… -Seung Hyun le miró. –Hazme caso, no sabes en lo que te metes.

 

-¿Qué estás tratando de insinuar, Seung? –Ji Yong alzó una ceja.

 

-Qué es lo más hermoso que puede hacer en su vida –dijo serio. –suerte con ello…

 

Le susurró cuando iba saliendo.

 

Luego se giró y le dirigió una sonrisa gigante a Ji Yong. Tanto él como su ahora marido tenían grandes ojeras. Digamos que la bebé lloraba por las noches, a veces por hambre, otras porqué simplemente a los bebés les gusta llorar y ahí iban turnándose para pararse de la cama y mecerla hasta dormirla nuevamente. Ahora entendía por qué su mamá le decía que necesitaría fuerzas para aquello. Pero claramente todo eso no le quitaba la felicidad y satisfacción de verlos a ambos.

 

Era imposible de creer cómo ellos eran capaces de llenar su corazón hasta el punto se sentir que podría explotar sólo de alegría. Se sentó al lado de Ji en la cama y este le extendió las manos. No dudó ni un minuto en tomar a su hija.

 

Ella tenía sus ojos muy abiertos. Le agradaba mirarla y ver exactamente los mismos ojos de Ji Yong en ella, con unas pestañas largas y preciosas que le daban una mirada angelical. Sonrió y acarició su mejilla, ella sonrió levemente y extendió su mano, descubriendo y analizando su dedo índice como si fuera lo más interesante que veía en sus cortas semanas de vida. A él le pareció lo más tierno en la vida.

 

-Siento que la amo.

 

-¿y yo?

 

Ji Yong le miró con un puchero.

 

-A ti también te amo.

 

Le dio un corto beso en la frente.

 

-Los amo demasiado.

 

-Yo te amo a ti y a ella, más que todo en el mundo.

 

Acarició sus cabellos y entonces unió sus labios suavemente a los del pelinegro en un dulce beso.

 

 

 

Notas finales:

Bien, qué les pareció? Estaré esperando sus comentarios, gracias por leer y por todo el cariño. Nos vemos en el último capítulo!

 

Los adoro! <3


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