Un año más… no era la gran cosa ¿Cómo contar los años?... ¿por las novelas escritas? ¿Las novelas publicadas? ¿Los días sin dormir por dedicarse a hacer lo que más le gustaba?... Simplemente contar los años era algo banal e innecesario, a él no le importaba contar los años quería contar lo vivido en ellos…
¿Qué era lo que amaba de sus años?... “cuenta los años por los amigos” era verdad a lo largo de su vida había conocido grandes personas que se convirtieron en sus amigas… Hiroki… Takahiro… Hiroki su amigo de infancia, un tipo que era raro enserio… pero era buena persona aunque lanzara cosas y tuviera mal genio. Takahiro… su gran amigo, la persona que significaba todo para él, por quien lo hubiera dado todo… el amor personificado, la persona que amaba… la persona que amaba ¿Cuándo cambio eso? Sin lugar a dudas cuando conoció al pequeño Misaki… él fue capaz de curar las heridas que Takahiro dejo sin intención alguna, ese muchachito de cabellos castaños y ojos grandes y verdes cual esmeraldas fue capaz de llenar su corazón, de hacerlo sentir tranquilo y cálido cuando lo abrazaba… fue capaz de hacerlo sentir inseguro si no estaba a su lado… de desbordar una pasión sin precedentes en su mente y su corazón… él era el dueño de su corazón, la persona más importante en todo su mundo, por quien daría la vida entera… eso era amor, en sus más pura presentación… y el eso era precisamente lo que quería contar… quería contar con Misaki… quería amarlo y contar los besos, las caricias y las palabras de amor que le susurraba al oído… los sonrojos del más joven y los veces que pronunciara su nombre…eso era lo que quería… y el único regalo que podía desear era que todos los días al despertar pudiera ver al amor de su vida a su lado, poder abrasarlo y besarlo, hundirse en el olor de sus cabellos, hacerle el amor incontablemente y demostrarle día tras día que era lo más importante en su universo… Misaki era su universo.
Aquel 3 de marzo era una locura, como todos los años tuvo que aguantar recibir cartas y regalos costosos de sus fans, después una rueda de prensa donde además de promover su nueva novela algunas editoriales para las cuales jamás había trabajado lo felicitaría por su cumpleaños el pesado de Isaka lo obligo a por lo menos pensar en celebrar una fiesta…
Cuando finalmente termino su ajetreado día de trabajo Isaka había decidido que al finalizar esa semana se llevaría a cabo una gran fiesta en honor a Usami Akihiko, arte de todo eso Usagui san le advirtió que si se atrevía a organizar algo de esa magnitud se iría a otra editorial a publicar sus novelas, finalmente logró escapar de marukawa antes de que a Isaka o a Aikawa se les ocurriera enredarlo en algo relacionado con festejos o más ruedas de prensa, lo único que quería era llegar a su casa disfrutar de una agradable cena con Misaki y quizás hacerle el amor todo la noche incluso no dormir y hacerlo una y otra vez hasta el medio día siguiente, ¿Por qué no? se sentía lleno de vitalidad y deseoso de escuchar al pequeño de ojos esmeralda gemir su nombre y decir que lo amaba…
-Misaki estoy en casa…
-¡¡SORPRESA!! ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS USAGUI-SAN!! –el peli plata quedo totalmente sorprendido, Takahiro y su familia estaban es su departamento, sobre la mesa había un gran pastel y lo habían llenado de confeti al entrar Misaki lo veía sonriente y pronto se dio cuenta de lo que estaba pasando: “Quiero contar los años por lo vivido” no se lo había contado a nadie pero supo en ese instante que Misaki lo sabía, y por esa razón había organizado aquello, algo simple pero lleno de sentido y el deseo inmenso de verlo sonreír…
La velada fue agradable, todos platicaron, rieron y se divirtieron Usagui recibió algunos regalos y se sorprendió de lo bueno que sabía el paste que el castaño le había preparado especialmente para la ocasión. Finalmente la velada llego a su final Takahiro se despidió y regreso a casa con su familia Misaki se dirigió a la cocina para recoger las cosas que quedaron tiradas cuando Usagui lo detuvo abrasándolo tiernamente por la espalda…
-muchas gracias Misaki…
-no tienes que agradecer… espero te allá gustado… por cierto te tengo un pequeño regalo…- Misaki se alejó y cuando regreso trajo con él una cajita morada y lila –feliz cumpleaños Usagui san…
El oji violeta tomo la cajita entre sus manos y la abrió sonrió ampliamente cuando del interior sustrajo una marco con una foto de él y Misaki con una nota en el vidrio que la protegía “para la persona a quien más amo”
Usagui sintió su corazón detenerse un segundo y reanudar su marcha rápidamente… Eso era lo único que deseaba, lo único que podía pedir… su mejor regalo y lo único que quería seguir contando por el resto de su vida era Misaki…
-te amo Misaki…