El principe Drake se encontraba en su forma humana en algun hotel lujoso del distrito.Su piel era mas palida pero el vomito habia acabado pero su estado no era mejorable.
—Mikey necesitas relajarte. El principe es muy fuerte, es poco probable que sucumba a una intoxicación como esta—Joe solo veìa al lindo humano dar vueltas afuera del cuarto del principe. —Gio esta creando un suero.
—¡No lo entiendes! ¡Yo siempre arruino todo!...¡Necesito a Donatello! ¡Si, el siempre sabe que hacer! ...¡Me va a ayudar,lo se!— Mikey caminaba por toda la sala de aquella lujosa habitación, Joe rodo los ojos ante la alterada actitud y solto un suspiro.
—Ni necesitas preocuparte. Gio ha sido nuestro medico en cada viaje que tenemos.Te voy a traer algo de agua para que te tranquilices— Joe camino hacia la pequeña e improvisada cocina de la suit.
Mikey no tenía que esperar mas tienpo, estaba mas claro para él que tenía que traer a Donatello. Como una tortuga tenía que salir sin que nadie lo viera pero ahora como humano salio por la puerta principal del hotel.
En aquel hotel solo había dos grandes suits y un elevador que lo llevaría al primer piso.
—¡Mike espera!—Joe le grito y Miguel Angel dio media vuelta y corrio por las escaleras, estando conciente que su "guardespaldas" lo seguía a cada paso que daba pero era mas veloz . —¡Mikey!—fue lo ultimo que escucho antes de correr a la salida del hotel y darle por un callejón.
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Rafael suspiro, no había encontrado a Mikey pero si había visto correr a un chico por un callejón y esquivar a un hombre de traje. Suspiro fastidiado, no estaba de humor para salvar a nadie pero tenía que hacerlo.
Salto por los edificios hasta localizar nuevamente a ese chico que se movía con delicadeza pero con absoluta destreza en aquellos lugares. Lo vio tomar impulso en un bote de basura, extender sus manos y atrapar las escaleras de emergencia, se impulso hacia delante y subio por ellas. En cambio el hombre de traje mascullo molesto y saco una arma, disparo para que las escaleras bajaran y comenzar a subir. El chico casi había llegado a la azotea del edificio.
—¡Yo creo que no!—Rafael se puso en posicion de ataque y el rostro del hombre de traje analizaba la situación.Vio en que dirección iba el chico y se relajo.
—¡No te incumbe, tortuga!—la voz de Joe era helada y sin emociones. Dio una marometa para atras cayendo sobre sus pies en el callejón y miro a aquella tortuga que le corto el paso—¡No te vuelvas a meter en mi camino!—Joe en un movimiento rapido disparo en dirección de la tortuga hacia sus armas y aprovecho la distracción para desaparecer.
—¿¡Que Rayos!?—Rafael parpadeo confundido, aquel hombre no lo vio irse y solo cerro los ojos un segundo y este ya no se encontraba.
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Drake estaba aturdido pero aun asi podía recordar la preocupación de Mikey, odiaba verlo con ojos de cachorro y mas que su doctor se hubiera atrevido a lastimarlo. Estaba debil, lo sabìa. En momentos como eso su hermano podía matarlo pero tambien se habìa preocupado por aquella tortuga.
—¿Como se siente majestad?—Gio hablo respetuosamente, sabía que Gio estaba celoso por la actitud que habìa tomado con la tortuga.
—¡Bien!—intento hacer que su voz no temblara, trago saliva con algo de esfuerzo—Di la orden que no lastimaran a la tortuga. ¡Vuelves a tocarlo y te mato!—Drake utilizo todo su autocontrol para que su voz saliera amenazante, gelida y con siseo. Su mirada la había endurecido y aun que su cuerpo le suplicaba dormir un rato, se negaba hasta que su medico asintiera a su orden.
—Lo siento su majestad. ¡El intento envenenarlo!¿Acaso no se da cuenta de que...—Drake se incorporo mas, quedando completamente sentado en la cama y con su mano avento al suelo las medicinas y la lampara del buro.
—¡Estoy ordenandote que no lo vuelvas a tocar! ¿¡Entendistes!? —el principe dejo que en la habitación se sintiera su poder y aun que quedo exhausto y a punto de perder la conciencía sus palabras hicierón temblar al doctor y a los demas que se encontraban cerca del cuarto.
—Si su majestad. No volvera a pasar de nuevo. —Gio tartamudeo y su cuello lo habìa ladeado en señal de respeto.
—¡Ahora sal de mi habitación, que nadie me moleste dentro de una hora!—el doctor asintio y salio de la habitación. Drake miro las medicinas en el suelo y murmuro una maldición ya que necesitaba aquellas medicinas. Su mente ya no soportaba, estaba perdiendo la conciencía, se recosto para luego quedarse completamente dormido.
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Mikey entro a su casa procurando ser cuidadoso, no había nadie. Suspiro abrumado hasta que la voz del Maestro Splintter hizo que se ls erizara el cabello de la nuca, se escondio en la oscuridad y contra la pared.
—¿Quien anda ahi?—el maestro Splintter sabía que algo andaba mal, ninguno de sus hijos se encontraba y ya habían pasado casi tres días.
—Soy yo Maestro. Soy Mikey—la tortuga ahora humano digo sintiendo algo de culpa.
—¿Por que te escondes Mikey?—el maestro miro la sala y podía percibir un leve cambio en la voz de su tortuga.
—Es que...ando jugando a las escondidas y ...¿Donde estan todos? ...¿Donde esta Donni?—Mikey se deslizo para atras, acercandose disimuladamente a la salida de su hogar.
—Estan patrullando.—el maestro Splintter escucho la voz de Leonardo llamandolo—Puedes preguntarle a Leo.
—Gracias Maestro Splintter—el panico invadio a Mikey, se acerco a una de las salidas y escapo lo mas rapido que pudo despues de escuchar a Leo llamarlo a gritor y escuchar sus pasos.
Salio de la alcantarilla y se escondio detras de un gran contenedor de basura, temblando por ser encontrado. Se quedo quieto cuando escucho la voz de Leo y luego pasos buscando en todas direcciones.
—¿Leo que te pasa?—Rafael escucho a su novio gritar de forma desesperada y se acerco de forma suave para confortarlo.
—¡Escuche a Mikey cuando llegaba a la casa! ¡El maestro Splintter hablo con el !....¡Buscaba a Donatello! ¿Donde esta Donni?—Leo hablaba demasiado rapido, sus palabras se enredaban.
—Lo vi en dirección de la casa de April. Vamos, tal vez ...ya este con ellos—Mikey escucho la voz de Rafael y miro a todas partes, encontro un camino detras del contenedor. Gateo por aquel sendero lleno de basura, las ganas de vomitar las ignoro y en su mente solo estaba que tenía que encontrar a Donattello para salvar a Drake. Cuando pudo ver la vista del callejón se levanto con cuidado y corrio sin mirar atras.
Corrio lo mas rapido y entro al edificio de April, no quería dar explicaciones y se deslizo por las escaleras de emergencía de la calle hasta llegar a la ventana de April. Miro adentro y pudo ver a su hermano y a April llendo a la cocina y fue cuando toco la ventana, vio el rostro confundido de Donatello pero insistio para que abriera la ventana.
—¡Te tengo!—Joe salio de la nada, aparecio a su lado, lo tomo de la cintura y pudo ver los ojos de sorpresa suyos reflejados en la ventana como los de Donni cuando Joe se lanzo de las escaleras del nivel seis.
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Donatello no espero y salio por la ventana viendo como el joven se removia de forma desesperada por salir de los brazos de ese tipo. Su rostro estaba pintado de panico y gritaba que lo soltara.
—¡Dejalo en paz!—Donatello salto y se puso en posicion de ataque. Aquel chico parecia tener la edad de April.
—¡Donni!—aquel chico tenía la voz de Mikey y su rostro debio de mostrar lo confundido que estaba ya que el chico solto una melodiosa risita tonta—¡Soy Mikey!¡Sueltame Joe,sueltame!—aquel chico dejo de reir para patalear como un niño en pleno berrinche pero aquel hombre de traje no lo soltaba.
—¿Mikey?—Donatello no lo podía creer, su hermano era un ...¿humano? pero —¿¡Como se que no eres una mentira!? ¿¡Donde esta mi hermano!?—Joe esquivo el ataque y salto hacia atras evitando que Mikey saliera herido.
—Yo bueno...tengo unos amigos. ¡Soy Mikey!—el chico comenzo a moverse en los brazos del otro hombre y este rodo los ojos ya que el esbelto humano parecia no poder quedarse quieto. —¡Se que te gusta Leo!¡Tu me dijistes que se dieron un beso!—aquel chico si era Mikey, Donatello le había contado eso solo a el.
—¿Mikey?¡Mikey! ¿Que te paso?—su hermano estaba en manos de un tipo que no lo dejaba ir—¿Te tienen secuestrado? ¡Deja a mi hermano en paz!—Donatello intento sujetar a su hermano pero aquel hombre parecía leer sus movimientos.
—Tengo ordenes—Joe hablo tranquilamente, le agrado ver la preocupación en los ojos de la tortuga.
—¡Bajame Joe! ¡Tranquilo Donnatello! —Joe suspiro y bajo a Mikey, este camino y abrazo a su hermano—Yo necesito tu ayuda Donni. Casi envenene a alguien y ahora esta muy mal. Por favor ayudame —Mikey solto unas cuantas lagrimas y Donatello no penso dos veces al escuchar la voz de Rafael y Leonardo.
—¡Vamonos!—Joe asintio y sujeto a Donnatello mientras que Mikey se agarraba de Joe y este apreto un boton de su pulsera y desaparecierón enfrente de los ojos de Rafael y Leonardo.
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