POV Narrador
Con sus manos jalaba la sabana, se retorcía del placer de ese momento, cerraba sus ojos con fuerza, cada embestida que recibía la hacía sentir tan bien, sentía como todas las tensiones que tenía en ese momento desaparecían, empujaba sus caderas buscando más profundidad, el sonido de los resortes de la cama, en ese momento no podía sentir nada que no fuera placer… Sentía el clímax cerca, unas cuantas embestidas bastaron para que ambos sintieran que tocaban el cielo, en cuanto terminaron se separaron, quedando boca arriba en ambos lados de la cama.
-Es hora de irme- la joven tomó sus ropas regadas alrededor del cuarto mientras se vestía
-Así que otra vez viniste por sexo desgraciada- el hombre soltó una carcajada
-Por supuesto, no tengo nada más que hacer en este lugar- dijo restándole importancia al asunto
-Es cierto ¿Cuándo empezó a ser así “nuestra relación”? ¿Eh?- él miraba al techo con algo de nostalgia
-No empieces con cursilerías que no te van- ella lo miró con asco por tales palabras
-No lo son, desde que nos conocemos, el primer día tuvimos sexo, después nos volvimos novios, pero solo para que no te creyeran una zorra, y lo únicos que hacemos es follar, pero a pesar de ello, siento que ya no eres la misma - él tenía razón, últimamente había estado tan frustrada, no lograba sentir emociones fuertes, tenía mucho tiempo que por más que buscaba placer y satisfacción no lograba obtenerla, de pronto al recoger su chaqueta, notó un periódico, al levantarlo y ver el título no pudo evitar que una sonrisa se formará en su cara.
-¿Lo leíste?- había puesta una cara seria, así que su acompañante no notó nada
-Sí, es increíble lo que unas personas pueden hacer, pero en fin… fue su decisión matarse- dijo mientras se levantaba y se ponía su bóxer
-Tienes razón- tomó su bolso y salió
Iba caminando, y al recordar lo que ella misma había hecho, sonrío, la puso tan feliz, que incluso quería ponerse a dar brinquitos e ir por helado en ese instante, así que eso haría...
En algún otro lado de la ciudad…
-Hayashi… Hayashi…- sentía como una voz la llamaba de lejos, pero no quería despertar, siempre era lo mismo, cuando dormía no deseaba despertar, sin embargo, no reconocía esa voz, tan dulce…
-Mmm…- se movió un poco.
-El desayuno está listo, despiértate- ¿Desayuno? ¿Listo? Sin entender el porqué de esas palabras se levantó apresuradamente
-¿Qué?- su voz sonaba sorprendida, con unos ojos bien abiertos, ante esto Takano se rió un poco.
-Lo siento, creo que te desperté un poco rápido-
Ella todavía tardó unos segundos más en salir de su trance y responder.
-No, yo lo siento, no estoy acostumbrada a que me despierten… no así- Takano se preocupó al escucharla decir eso, pero no quería meterse en la vida de su invitada
-Tranquila, ahora entra a bañarte, arréglate y ven a desayunar-ella asistió
Entro al baño, mientras estaba bajo la regadera, volvió a ver esas marcas en su cuerpo, al recordarlo le daban tantas ganas de llorar, sin embargo, ahí estaba, viva, ahora en casa de un desconocido.
-Supongo que ya nada puede ser peor- dijo con una sonrisa.
Salió, se vistió tan rápido como pudo, y se dirigió a la cocina, donde en la mesa, ya estaba servido el desayuno.
-Muchas gracias Takano-san- dijo sonriendo- Itadakimasu
- Itadakimasu-
-Está delicioso-
-Gracias ¿Cómo te sientes?- preguntó con cautela. Y ella entendiendo a que se refería respondió:
-Mejor, muchas gracias por invitarme esta noche, me iré pronto, así que ya no causaré inconvenientes- bajo la mirada, pero sin dejar de comer.
-Es bueno que estés mejor, sin embargo no puedo dejar que te vayas sola, te acompañaré, así que cuando terminemos me dirás dónde vives- lo dijo tratando de que su voz no se oyera muy autoritaria, o como si se quisiera deshacer de ella, pero cuando alzó la mirada hacia la joven, esta estaba llorando “¿Por qué no quería ir a casa?” esa pregunta empezó a rondar por su cabeza.
-Lo… Lo si…- no podía ni articular una palabra, su llanto se hacía cada vez más intenso…
POV Takano
Verla así, me dolía, no sabía cómo responder, o que decirle, me sentía tan impotente, me levante de la silla, y la abracé, ella también me abrazó.
-No llores por favor- enserio no quería que llorará
-Es…-
Deje que llorará, sabía que esa era la mejor forma de desahogarse, no le negaría la sensación de alguien apoyándote en esos terribles momentos, pero preguntas como “¿Por qué llora?” “¿Por qué no quiere ir a casa?” “¿Qué le habrá pasado?” entre otras, no dejaban mis pensamientos…
~ ¡Papá!~
“NO” me regañe mentalmente cuando recordé, ahora mismo me pondría a llorar si también la recordaba. Y así permanecimos los siguientes 30 minutos. Pero tenía que hablar con ella claramente, tenía que saber porque no quería regresar a su hogar, y saber si había algo que amenazará su integridad.
POV Ritsu
-¿Me puedes explicar porque carajos dejaste a Masamune?- Yokozawa-san claramente estaba enojado, y no lo culpo.
-Usted lo sabe- fue todo lo que pude decir.
-Aunque lo sé, no puedo comprenderlo, él te ha dicho que siempre estaría hay contigo, además es un asunto en que ambos están involucrados, no creas que con el hecho de separarlo de tu lado, le evitarás algún sufrimiento- a pesar de lo duras que eran sus palabras, eran ciertas, separándonos no llegaríamos a nada bueno.
-Lo sé, pero no soporto el hecho que él cargue todo el dolor por los dos, aunque le suplique que me diga cómo se siente, siempre es la misma respuesta “estoy bien” mientras que yo me pongo a llorar, supongo que no soy tan fuerte para soportar el verlo así, soy un cobarde- estaba totalmente rojo, con tantas ganas de llorar.
-Lo eres, eso no lo dudes, mira que dejarlo solo por eso, es una estupidez, más cuando se necesitan el uno al otro, a mi forma de verlo es tonto- suspiro y me miró- Pero, no puedo dejar esto así, no puedo ver como se destruyen el uno al otro, te diré lo siguiente, y quiero que me prestes mucha atención- no podía ni imaginar lo que estaba a punto de decirme- se aman, todavía están a tiempo de reconciliarse y seguir adelante, ni siquiera han llegado al acuerdo de divorciarse, así que hablen bien, dile lo que sientes, que no quieres que él cargue con todo, están a tiempo de salvar su matrimonio, y apóyense en este momento tan difícil… y Onodera- estaba con la cabeza gacha pero cuando menciono mi nombre alcé la vista- nadie te culpa de nada, fue algo que paso, incluso tu sufriste en eso, así que nadie tiene motivos para reprocharte algo, es más, admiramos que aun con lo poco que te podías mover trataste de salvarla y salir de ahí, pero no se pudo, lo importante es que estas aquí, y ahora tienen que buscarla, juntos ¿bien?-
No sabía que responder a tales palabras, me impresionaba que el hombre que hace 2 años me dijo que si lastimaba a Masamune no dudaría en quitármelo, y ahora me decía que tenía que luchar por mi matrimonio con él, solo asentí con la cabeza y lo vi salir del restaurant.
Era cierto, no puedo darme por vencido tan fácilmente, no después de todo lo que vivimos ¿Cómo fui tan tonto como para dejarme llevar así por mis emociones? Ahora me reprochaba por haber sido un completo idiota. Pero antes de decirle todo lo que sentía, tenía que poner algunas cosas en orden, y también tenía que averiguar quién era esa joven que entró en su departamento anoche.