POV…
Hoy es el día perfecto, está lloviendo, hace mucho viento y muy poca gente está fuera.
Me dirigí a la tienda cerca de mi casa, cuando de pronto vi a la víctima perfecta, una bella joven, que no rebasaba los 20 años de edad, con un largo cabello negro y unos ojos oscuros muy poco expresivos. Se parecía a él, tenía que matarla, algo dentro de mí me decía “mátala… mátala” de una forma que no podía librarme de esa sensación de odio. Salí de la tienda de conveniencia con algunos comestibles, trataba de contenerme, todavía no era hora, pero el panorama lo sentí tan perfecto, tengo que matarla…
Espere en la estación de tren, supuse que era de otro lado ya que nunca la había visto por la zona, y sí, mi suposición era cierta, ella bajo a la estación, con ese porte tan serio… como la detestaba, me recordaba a él, la odio y no sé su nombre, mucho mejor, no habría conexión alguna, saqué mi celular para enviarle un mensaje a mi mamá que llegaría tarde, y sonreí como una colegiala enamorada, cerré mi celular, alcancé el tren que ella tomó, esperé paciente hasta que ella bajo, la seguía por las calles de aquellos complejos de departamentos que nunca había visitado, era una zona pobre, me di cuenta por el aspecto, la alcancé cuando me aseguré de que nadie nos viera, la tomé por el hombro y su inmediata reacción fue un brinco.
-Disculpa, ¿tú vives por este lugar?- pregunté de una forma tan dulce y amable que hasta yo me di asco
-¿Quién eres? ¿Estás buscando a alguien?- su expresión de confusión era tan… no sé cómo describirla, ¡ya sé! Era patética…
-No, es que me quedé de verme con alguien cerca de aquí, pero ya me perdí, ¿podrías ayudarme?-
Puse la mejor sonrisa que tenía
-Por… por supuesto, pero no conozco mucho, apenas me mudé-
-Está bien, solo necesito que me prestes un teléfono, el mío está fallando y por ratos pierde la señal, y como acabo de salir del tren tardará en volver, ¿tienes tu celular?- ella me miró algo confundida, pero pronto cambio sus facciones por unas más suaves y me dijo:
-No tengo celular, pero si teléfono de casa, si gustas pasar…-
-Por supuesto, solo será un momento- “idiota” pensé para mí.
Entramos a su casa, en verdad era pobre, no comprendo que hacía en un lugar como en el que vivo, se fue a su cuarto.
-El teléfono que está cerca del sofá-
Me acerque al teléfono y fingí llamar, cuando termine, fue a la cocina, y encontré un hermoso cuchillo nuevo, brillante, filoso, para mi… el arma perfecto, sonreí.
Escuché como estaba caminando por su cuarto, me posicione en el marco de la puerta, salió, “Preparados, listos, empieza el juego”, jale de su cabello obligándola a que se arqueara y puse el cuchillo en su cuello, era sin duda una sensación extraordinaria
-¿QUÉ HACES?- gritó con mucha desesperación
-Pues primero te torturaré y después te mataré- dije con una risita y una sonrisa al final de mi comentario
-¿Por qué?- se movía tratando de liberse
-Idiota, si te mueves te puedo matar, y la diversión apenas inicia- comencé a entrar a su habitación- Acuéstate- le ordené- no te muevas, si lo haces no dudaré en matarte- su mirada… esa mirada llena de miedo, de súplica, de arrepentimiento, seguramente por haberme dejado entrar, fue la mejor mirada que pude obtener de ella, fue algo que me llenó completamente, hizo que mi cuerpo reaccionara, caminé y quedé posicionada enfrente de ella.
Me miraba aterrorizada, en cuanto llegué a ella puse nuevamente el cuchillo en su cuello, la vi de pieza a cabeza… En verdad era linda, espero que nadie la extrañe, de todas formas, no es como si me importase.
-Desvístete- su mirada ingenua, me hizo sentir más deseos de torturarla- Hazlo, pero si haces un movimiento en falso, te mueres-
No moví el cuchillo, ella estaba algo incomoda por la posición y porque no podía ver. Cuando terminó me miró a los ojos, una mirada de odio pero a la vez desesperación fue lo que recibí.
-Que linda, sin duda mujeres con tu belleza son escasas, lastima…-
Saqué una navaja que iba en mi bota, se la entregué y ella me miró con sorpresa.
-¿Por qué…?-
-Porque quiero disfrutar, las reglas de este juego son así, te diré lugares de tu cuerpo que tienes que cortar y cuantas veces, tienen que ser dolorosas, tiene que salir sangre para que me entiendas, pero no como cuando te cortas con una hoja, te enseñaré- tomé el cuchillo y en su estómago hice una cortada de como 3 cm de la cual la sangre comenzó a salir, y también un quejido de parte de ella
-Duele… no quiero-
-Por cada herida que no hagas bien, mi cuchillo apretará más sobre tu yugular- se quedó paralizada ante mis palabras
-De acuerdo-
-Bien, comencemos el juego- lo dije de una forma en la que mucha gente pensaría que se trata de una niña pequeña entusiasmada por empezar a jugar con sus amigas.
-Muslo, 3 cortadas- alzó su pierna derecha, pasó la navaja sobre su muslo y realizo 3 cortadas.
-Joder… ¡esto duele!-
-Es solo el comienzo querida- la vi y le dedique una gran sonrisa, ella trago su saliva, sabía que era cierto, tendrá que soportar…
Su cuerpo estaba todo lastimado, sangrante, ella estaba agotada, y yo comenzaba a aburrirme, ya quería irme, así que tenía que terminar esto.
-Por último…- pude ver como se formaba una luz de esperanza en ella.
-Tu linda intimidad- esa luz se fue- meterás la navaja en tu vagina y la moverás de adentro a fuera, repetirás esto 8 veces- ahora sabía que tenía una gran sonrisa en mi cara, disfrutaría ver eso.
-No-
-Bien, te mataré yo- iba a deslizar el cuchillo y así matarla, cuando escuche algo agradable
-¡No! Lo haré, lo haré…-
Y lo hizo, 8 movimientos de adentro a fuera… Fantástico…
3 días después…
“Chica se mata de forma increíble…”
Sonreí al ver el encabezado, sentí un orgullo increíble…
-Prepárate, cada juego tiene su final y tú eres el final…- Me vengaré, sin duda alguna…