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Mi pasado con Aomine por Fullbuster

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Aomine Daiki POV


 


Vi a Kuroko marcharse de allí corriendo y llorando, tampoco creo que aguantase mucho corriendo, ya había venido agotado y no me había costado trabajo alcanzarle, ese chico no había mejorado en absoluto pero en parte me dolió verle así, me había dolido verle besándose con Kagami, tanto… que el odio que sentía ahora mismo era demasiado fuerte, tenía celos de Kagami, tenía celos de él por haber tenido los labios de Kuroko entre los suyos. No sé que es lo que venía a decirme Tetsu… seguramente algo sobre el partido de mañana y es que… mañana nos enfrentábamos.


Iba a darme la vuelta cuando me dieron un puñetazo que me tiraron al suelo y cuando miré hacia arriba para ver quien era el desgraciado, me encontré con Kagami allí de pie enfadado. Me cogió del cuello de la camiseta y me obligó a levantarme mientras yo sonreía. Precisamente a él quería verle, era un idiota integral. Sonreí y me limpié la pequeña gota de sangre que caía de mi nariz con el dorso de la mano.


- Así que ahora osas golpearme – sonreí.


- Por Tetsu sí – me dijo enfadado – eres un capullo que no ve más allá de lo que quiere ver, no puedes tener amigos – me dijo – no me extraña que Tetsu te hiciera a un lado y se largase de tu equipo ¿Quién querría jugar con un egocéntrico como tu? No ves el dolor de los demás, sólo te ves a ti mismo y es estupendo… sigue así y perderás definitivamente a ese chico – me dijo – aunque no creo que te haya importado mucho su amistad, es la segunda vez que le desprecias.


- ¿La segunda? – me quedé extrañado.


- No habrá una tercera Aomine – me dijo – no voy a dejar que sigas haciéndole daño, me da igual quien seas o lo importante que hayas sido para él, si le haces daño, te destrozaré. Nos veremos mañana en el campo, porque barreremos el suelo contigo y tu equipo – me amenazó.


- Buena suerte entonces – le dije sonriendo – el juego aburrido y débil de Tetsu no puede vencernos – le sonreí marchándome.


- Su juego es el que os vencerá – me dijo dándome la espalda sin mirarme – tú sólo eres un jugador, pero nosotros, somos un equipo, te destrozaremos, se lo prometí a Tetsu, voy a ganarte, ese partido es nuestro.


Me marché de aquí y volví hacia la azotea, pero antes de entrar en el edificio, todos los compañeros de mi equipo me miraron atentamente en silencio extrañados por lo que acababa de pasar, o al menos… por ver a Tetsu salir tan rápido.


- ¿Qué miráis? – pregunté enfadado y todos empezaron a marcharse al momento, ninguno se metería conmigo.


Subí al último piso y cuando ya estaba empujando la puerta para abrirla, me encontré en el suelo una de sus muñequeras negras. Me agaché a recogerla y la miré atentamente, supongo que me sentía mal por cómo me había comportado con él pero sinceramente… creo que estaba un poco celoso de haberle visto besarse con Kagami y era extraño, porque jamás me había parado a pensar que pudiera gustarme Kuroko, pero ahora me dolía cada vez que recordaba sus palabras, como me había gritado que me odiaba y como se había marchado, quizá me había pasado con él, pero estaba enfadado de haber visto aquel beso, de ver como Kagami se llevaba a Kuroko poco a poco. Se veían tan bien juntos y ahora al verles de esa forma, creo que me había dado a mi los celos, empezaba a ver la posibilidad de perder a Kuroko, una posibilidad que jamás había tenido en cuenta.


- ¿Qué ocurre Aomine? – me preguntó Momoi llegando hasta mí y viendo como miraba la muñequera de Tetsu.


- Nada – le dije mintiéndole porque claro que pasaba…


Había destrozado a Tetsu y ahora me daba cuenta de que mi rabia no era contra él, era contra mí mismo por no haberme dado cuenta de lo que sentía por él antes. Apreté la muñequera en mi mano y Momoi aún mirándome sonrió de golpe al verme hacerlo.


- ¿Es de Tetsu? – me preguntó contenta y es que ella siempre estuvo enamorada de él.


- ¿Por qué lo has hecho? – le pregunté y ella se sorprendió - ¿Por qué me has besado?


- Quería besarte – me dijo como toda explicación.


- No es cierto, amas a Tetsu, nunca mostraste sentimientos por mí ¿Por qué me besaste? ¿Sabías que Tetsu vendría? ¿Querías darle celos conmigo para que se fijase en ti? – pregunté aunque sabía que se trataba de eso - ¿Cómo sabías que vendría?


- Tetsu siempre viene a hablar contigo antes de los partidos, ¿No recuerdas cuando jugabais juntos? Supondría que vendría a desearte suerte al menos – me dijo


- No puedes poner celoso a Tetsu – le dije sonriendo – ya te lo dije… le vi besando a Kagami, no le gustan las chicas.


- Yo le haré cambiar de opinión, algún día se dará cuenta.


- No lo hará, Tetsu siempre ha tenido las cosas muy claras.


Me levanté del suelo guardando su muñequera en mi bolsillo y bajé de nuevo cerrando la puerta metálica de la azotea tras de mí dejando a Momoi allí. Bajé las escaleras de nuevo y fui hacia la casa de Tetsu. Quería disculparme pero cuando llegué y toqué el timbre, abrió su madre en vez de él, supongo que no quería verme.


- ¿Aomine? – preguntó su madre extrañada - ¿Qué haces a estas horas por aquí?


- Se le cayó a Tetsu – le dije dándole la muñequera – supongo que la querrá para el partido de mañana, sólo he venido a devolvérsela.


- Gracias Aomine – me dijo pero no me invitó a pasar ni llamó a Tetsu, tuve claro que Kuroko ya no quería volver a verme después de lo que había pasado entre nosotros – buenas noches Aomine – me dijo su madre.


- Buenas noches – le dije inclinándome a modo de respeto y cuando cerró la puerta, salí del jardín y miré ya en la calle hacia la ventana de Tetsu.


Sonreí al ver como se escondía rápidamente tras la cortina y desaparecía de mi vista pero en el fondo… me entristecía ver lo que le había hecho, ahora él no quería saber nada de mí, me esquivaría, prefería no cruzarse conmigo y supongo que me lo merecía por cómo le había tratado. ¿Cómo podía haberme afectado tanto verle besarse con Kagami? Él podía hacer lo que quisiera pero… me seguía doliendo saber que estaban juntos. Me negaba a pensar que yo era homosexual, no podía ser… estaba confundiendo mi amistad con Kuroko por celos, estaba claro que tenía que ser eso, pensaba que Kagami me estaba sustituyendo en su amistad y lo hacía, realmente me estaba sustituyendo, yo ya no era su mejor amigo, ahora iba siempre con Kagami.


A la mañana siguiente cuando llegué al pabellón con mi equipamiento, Tetsu ya estaba allí con sus compañeros y pasó por el pasillo sin siquiera mirarme, me hizo caso omiso y yo hice lo mismo, si eso es lo que quería, lo tendría, no iba a tener miramiento con este equipo, los aplastaría como a una mosca. Kagami sí me miró al pasar hacia su vestuario pero no me dijo nada cuando yo sonreí.


Fui a mi vestuario y una vez cambiado, salí al banquillo de mi equipo sin dejar de mirar a Kuroko que me miraba también ahora con odio, sé que quería vencerme, pero no lo haría, yo no iba a permitírselo. Ya podía ese chico confiar en Kagami para vencer porque iba a machacar a los dos, no tendrían ni una posibilidad conmigo.


El partido comenzó y como era costumbre, yo fui el primero en encestar, iba a crearles la mayor diferencia de puntos que pudiera, jamás verían nada igual. Una tras otra todos mis lanzamientos iban directos al blanco, dos puntos arriba más otros dos puntos, el marcador era mío pero Kagami seguía allí tratando de bloquearme y el maldito de Kuroko seguía haciendo sus pases para evitarme a mí y que sus compañeros marcasen. En parte me preocupaba un poco Kuroko, ayer ya estaba exhausto de la carrera que se pegó por la noche y no habría descansado bien, no aguantaría todo el partido, sé que lo quitarían pronto, su resistencia era un asco, no tenía absolutamente nada.


Le vi esforzarse todo lo que podía y más, estaba cansado, reventado, agotado y aún así no lo sacaban del campo. Su invisibilidad conmigo no funcionaría, lo veía en el campo, puede que se camuflase de los demás, pero yo había jugado con él durante mucho tiempo. Sólo le perdí de vista cuando Kagami me hizo una pantalla y aún así lo rebasé por un lateral con mi velocidad y mis movimientos que había aprendido con el baloncesto callejero y llegué hasta la canasta. Noté algo que me golpeaba cuando di el salto y el pitido del arbitro pero no supe qué había ocurrido hasta que al volver a tocar con los pies el suelo, vi a Kuroko en el suelo ¿Le había golpeado yo haciéndole una falta? Era imposible, no había nadie, él se había lanzado contra mí para provocar la falta y evitar que lanzase, ese chico estaba dispuesto a impedirme lanzar aunque se hiciera daño él mismo, ¿Cómo era posible? ¿Tantas ganas de vencerme tenía?


- Deja de hacer locuras Kuroko – le dije cuando me marchaba y Kagami fue quien le ayudó a levantarse del suelo.


- Voy a ganarte – me dijo Kuroko agotado tratando de coger aire por el cansancio y el golpe.


- Tu baloncesto  no puede ganarme – le dije y cuando fui a marcharme vi como le caía un fino hilo de sangre de la frente y como Kagami lo cogía antes de que se desplomase al suelo por la falta de equilibrio.


Llamaron a Kuroko y me quedé allí preocupado viendo como Kagami lo sacaba de la cancha llevándolo al banquillo y como su entrenadora lo tumbaba en el suelo y trataba de curarle la herida. No quería haberle dado, ni siquiera le había visto cuando le golpeé pero ahora estaba preocupado por él. ¿Tanto quería ganarme como para llegar al extremo de herirse si era necesario?


El partido siguió y ahora Kagami me miraba peor aún y todo por el accidente a Kuroko, me acusaba de haber sido mi culpa y era probable, yo le di el golpe por no verlo, pero fue él quien se metió en medio sabiendo que le golpearía para que no marcase esos puntos, así que no era completamente mi culpa. Miré como vendaban la cabeza de Kuroko y cuando pidieron el tiempo muerto, Kagami se acercó a Kuroko que estaba ya sentado con la toalla sobre su cabeza deprimido porque seguían perdiendo. Pasé por su lado y vi como caían un par de gotas al suelo y entendí que Kuroko estaba llorando, se había cubierto con la toalla para que no le vieran, pero le estaba pidiendo perdón a Kagami por estar perdiendo, aquello me dolió, pero seguí avanzando junto a mis compañeros hasta mi banquillo.


El entrenador me hablaba de las nuevas estrategias pero yo no prestaba atención, siempre iba a la mía y además… acababa ganando igualmente, no le necesitaba, ahora sólo me preocupaba Kuroko y ver como Kagami le ponía su enorme mano encima de su cabeza y le sonreía tratando de animarle a que volviera al campo, intentando animarle de que ganarían y pareció conseguirlo, porque se quitó la toalla de encima secándose las lágrimas y pidiendo volver a entrar en el campo. No creo que le dejasen entrar con esa cabeza como la tenía pero me equivoqué, al sonar el silbato para volver a la cancha, Kuroko entró también junto a Kagami. De verdad que no los entendía, Kuroko no podía jugar más, estaba agotado ¿No entendían que no podían forzarle? Me ponía malo que no comprendieran que Kuroko no era como nosotros, por mucho que quisiera ayudar, tenía sus límites.


Kuroko jugó muy bien el resto del partido y me sorprendió cuando le vi lanzar a canasta y marcar, porque yo le había enseñado a tirar. Sonreí al verle, era asombroso, ese chico tenía un gran potencial pero su invisibilidad en el campo le agotaba demasiado, nunca duraría todo un partido completo si seguía así. Fue capaz de salvar jugadas que nadie podría haber salvado, pero por meter el balón dentro de la cancha de nuevo salió disparado contra el muro de enfrente y me estaba doliendo a mí verle esforzarse tanto, hasta el punto de estar hiriéndose sólo por ganarnos. Marqué creando la diferencia definitiva de un punto por encima justo en los últimos tres segundos y supe que estaban perdidos, pero como no… Kuroko cogió el balón sin que me diera cuenta y lo pasó frente a mis narices hasta el otro extremo de la cancha. Kagami fue quien recibió aquel pase encestando los dos puntos en el último segundo, perdía por un punto de diferencia y no me lo creía, Kuroko y su estilo de juego basado en la invisibilidad y en los pases me había derrotado.


Kagami se acercó a mí observándome serio, no podía apartar la vista del marcador y es que nunca había perdido, ni siquiera de niño, yo era el rey de este deporte y había perdido, me costaba creerme esto.


- ¿Por qué pones esa cara? – me preguntó Kagami – no se ha terminado… habrá más partidos – me dijo sonriendo y sonreí.


- Sí, mejoraré para el siguiente – le dije y entonces sentí el golpe, alguien había caído en la pista y al mirar detrás de Kagami, vi a Kuroko tendido en el suelo. – Tetsu – grité acercándome a él corriendo pero los sanitarios ya venían hacia aquí.


Aún estaba despierto cuando me agaché a su lado cogiéndole entre mis brazos, respiraba con dificultad y sé que trataba de decirme algo, pero no podía respirar, no podía hablar.


- Ey respira – le dije pero no podía, su respiración era demasiado irregular y es que se había esforzado demasiado para este partido


Miré como Tetsu levantaba su mano en forma de puño hacia mí y sé que quería que se la chocase y entonces caí en aquel partido… él había tratado de chocar mi mano cuando yo marqué aquella vez y le dejé allí tirado, no le agradecí nada ¿Era por eso por lo que habíamos estado enfadados tanto tiempo? ¿Era sólo por un choque de puños? No iba a permitir volver a estar enfadados por algo así. Levanté mi puño y se lo choqué antes de ver como tosía con violencia aún sin poder respirar.


- Joder Tetsu, no tenías que jugar todo el partido – le reñí pero no pude quedarme con él, los sanitarios me apartaron y le pusieron una mascarilla de oxígeno llevándoselo en la ambulancia.


Kagami a mi lado también se preocupó y tras cambiarnos, los dos nos fuimos corriendo al hospital preocupados por él.



 


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