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When I was your men. por luky_luze

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Notas del fanfic:

Mientras escuchaba esta cancion se me ocurrio este Fic LeL

Me gusto mucho *w*

P.D Escuchen Where I was your men de Bruno Mars para que sientan el sentimiento de Mido-chin TnT

Notas del capitulo:

Holiwis!!

Bueeeno, les comparto este shot que practicamente se escribio solo xD! es mi primer MidoTaka lol "segun" yo no quedo tan mal

Sin mas que decir por el momento...

A leer!! >3<

Tanto ruido no lograba concentrarle, tantas personas en el mismo lugar hacían que le doliera la cabeza, pero no tanto como le dolía su corazón. Suspiro con melancolía, algo que no podía creer. En primer lugar, ni siquiera sabía porque estaba sentado en ese enorme salón para eventos especiales, no sabía porque era el único que no se divertía en aquella boda, no sabía porque de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas de dolor.

Si… si lo sabía, si sabía porque estaba ahí, si sabía porque estaba solo en esa boda y… si sabía porque estaba llorando como niño perdido y desamparado. Lo sabía perfectamente, la razón: estaba en la boda de Takao Kuzanari, perdón… mejor dicho Miyaji Kuzanari, quien fuera su mejor amigo durante la preparatoria, su novio en la facultad y ahora ex pareja y esposo encita de quien fuera su senpai en Shutoku, Miyaji Kiyoshi.

-No llores Shintaro, no vale la pena lamentarse por los eventos del pasado- rápido limpio sus lágrimas para ver a su mejor amigo que le veía con pena en sus facciones, no quería lastima, mucho menos de Akashi.

-Lo he perdido definitivamente, Akashi. Perdí lo mejor que me haya pasado en mi vida, ahora esta con otro mientras espera un hijo de él, no mío- se lamentó, sintiendo como sus ojos volvían a arder por las lágrimas que seguían cayendo por sus mejillas.

-Ya lo habías perdido desde hace mucho Shintaro, lo sabes- le contesto el ex emperador de Rakuzan, sobando la espalda del peli verde que ahora lloraba sobre su hombro, podía sentir las lágrimas de su amigo mojar su ropa.

-Duele, Seijuuro, duele perder al amor de mi vida por mi estupidez, duele demasiado- ahogo un sollozo, siendo en vano consolado por su amigo de la infancia, le importaba poco que alguien lo escuchara ¿Quién lo haría? ¿A quién le importaría? Si la única que le importaba en ese momento se encontraba en el centro de la pista bailando con su esposo mientras le besaba con el cariño y amor que él nunca pudo expresar por el de ojos de halcón.

-Bienvenido a casa Shin-chan ¿Cómo te fue en la universidad?- se acercó el peli negro, ayudando a su novio a quitarse el abrigo y lo llevaba a la sala –mmm… Shin-chan- llamo el de ojos azules al otro, cruzando sus manos como queriendo pedir algo pero que no se atrevía a solicitar.

-¿Qué quieres ahora Takao?- pregunto de mala forma el peli verde, lo que sea que quisiera su pareja podría esperar hasta mañana, estaba demasiado cansado por todo lo que conlleva su carrera de medicina.

-Me preguntaba si… ¿podríamos salir a divertirnos esta noche? Con la universidad y el trabajo apenas si nos vernos, ya casi no salimos los dos juntos y-

-No- fue lo único que salió de los labios del pasante de medicina –estoy demasiado cansado y mañana tengo que madrugar para llegar a tiempo a ver a los pacientes que me fueron asignados. En otra ocasión será- tan luego dijo eso, paso de largo al peli negro que no había terminado de hablar cuando el otro le interrumpió para dirigirse a la habitación que compartía con el menor.

-Pero…- trato de objetar Takao.

-Nada, será otro día y punto, ya deja de molestarme Kuzanari. Buenas noches- le grito, encerrándose en la habitación, dejando atrás a un apagado peli negro, ignorando el hecho de que este preparo la cena para ambos, otra vez solo en ese enorme departamento, otra vez llorar en la sala hasta que su corazón se cansara, otra razón más por las que daba por hecho que el peli verde ya no le importaba.

-Si tan solo lo hubiera consentido en uno o en todos sus caprichos, si tan solo lo hubiera valorado, esta sería mi boda, el seria mi esposo y el esperaría a mi hijo, y no de Kiyoshi- se molestó por recordar uno de los motivos por los que el ahora enfermero le dejo.

-Él hubiera no existe, Midorima-kun- hablo el peli celeste, viendo con tristeza a su amigo peli verde, después de todo, el junto con los demás de la Generación de los Milagros se enteraron de la situación del médico cuando les dijo que Takao había terminado su relación, por culpa de la indiferencia del mangane.

Era un lindo y limpio día de primavera, y a diferencia de los demás este era diferente a cualquier otro. Eso lo sentía Midorima que ahora se dirigía a su departamento que comparte con su pareja, sus trabajos finales ya fueron entregados, así como el visto bueno para su tesis que ya fue aceptada. Por fin podría compensarle todos esos días de ausencia de su parte. Camino a casa paso por una florería y compro el ramo más grande y hermoso que pudiera costear, se lo daría a Takao en cuanto llegara, quería ver esa luz en sus ojos cuando lo viera, cuando viera que fue el que le dio aquel arreglo y no otro.

-Kuzanari, estoy en…- guardo silencio al ver al peli negro caminando de un lado al otro por el departamento, guardando en cajas y bolsas que estaban en la sala todas sus pertenencias. Aquello desconcertó al peli verde ¿A dónde iba con tanta prisa?

-Takao… ¿Por qué estas guardando tus cosas? ¿Vas a salir de viaje?- el peli negro desvió unos segundos su mirada de sus cosas para ver al peli verde pero después regreso a hacer lo que estaba haciendo.

-Me voy…- fue lo que salió de los labios del peli negro ¿irse? ¿A dónde?

-¿Irte? ¿A dónde?- exigió saber el peli verde, aquello no le estaba gustando.

-Se acabó Shintaro- respondió con decisión el peli negro, sin dejar de guardar en cajas sus pertenencias –ya… ya no soporto más esto. Tanta indiferencia de tu parte, no puedo soportarlo más. Terminamos- continuo, sintiendo que rompía más su ya lastimado corazón.

-Pero si solo han sido unos días, no es para que te pongas así- se alarmo el peli verde, no podía escuchar esas palabras del peli negro, se negaba a creerlo.

-¿Unos días? Unos días dices… ¡pero si han sido años en los que me has tratado como si fuera un perro! Ya ni siquiera lo hacíamos y cuando lo hacíamos no me tratabas con cuidado, con amor, como cuando empezó esto. Cuando nos veíamos era solo cuando tenías tiempo, o cuando tu “apretada” agenda te lo permitía. Se perfectamente que lo tuyo nunca fue ser detallista o romántico pero cuando lo hacías, cuando me regalabas algo de tu corazón me ponías tan feliz que con eso podía vivir lo que me sobraba de vida. Pero… hoy ni está la sombra de eso- vio el ramo de flores que llevaba el peli verde que aún no pasaba el umbral del departamento –es muy tarde para eso-

-Pensé que eras feliz conmigo-

-Lo era, pero ahora ya no, mi amor por ti ha desaparecido-

-Si eso es lo que quieres- exclamo fríamente, viendo con temor como el menor no dejaba de arreglar sus cosas y ahora apilaba las cajas en la entrada del departamento –si esperas a que te detenga o te ruegue, no lo hare Takao-

-Eso nunca lo espere de ti, Shintaro- dijo como si nada el peli negro, viendo con pena al otro, a pesar de que sabía que iba a dejarle, no iba a dejar de lado su orgullo. Iba a ser peor para él, ese era su consuelo para el halcón de ojos azules.

-¿Cómo está?- pregunto el moreno, viendo al peli celeste y al peli rojo que se sentaban en sus lugares correspondientes en la mesa que se les asigno para la recepción.

-Mejor… es la primera vez que veo a Midorima-kun tan deprimido- comento preocupado el peli celeste, siendo abrazado por los hombros por su pareja.

-¿Cómo fue que supo que Takao iba a casarse?- quiso saber Taiga, viendo a su pareja para después ver a los demás de la Generación de los Milagros con su respectiva pareja.

-Eso es lo mismo que quiero saber- dijo el emperador –Ryota, Daiki, ustedes lo saben ¿cierto?- los mencionados se tensaron un poco por la mirada que les lanzaba el emperador.

-No te enojes Aka-chin, no le va a hacer bien al bebé- se preocupó el peli morado, pasando su mano por el vientre aun plano del peli rojo, hace unos días todos se habían enterado que el gran Akashi Seijuuro estaba embarazado y el padre de su hijo no era más que Murasakibara Atsuhi, su actual pareja y en unos meses más esposo.

El primero en hablar fue el rubio –Kuzanaricchi me llamo unas semanas a nuestro departamento para informarnos de su próxima boda- explico el modelo, viendo al moreno –pero con lo que no contábamos fue que Midorimacchi había escuchado la conversación que teníamos- siguió, bajando la cabeza apenado por su amigo bipolar.

-Fue él el que se invitó a la boda de Takao, nosotros no tuvimos nada que ver- continuo el moreno –nos dijo que quería ver con sus propios ojos lo que había perdido y que ahora estaba con otra persona- nadie se esperaba que Midorima fuera capaz de eso.

Todos en esa mesa vieron al médico que se encontraba en un balcón del salón, perdido en sus pensamientos, viendo la luna y las estrellas que eran ahora sus únicas compañeras, porque el que había escogido para toda la vida, ya lo era para otra persona.

-¿Cu-cuándo será?- le comenzaba a faltar el aire, no podía ser cierto, si solo había pasado un año desde que se había acabado lo suyo ¿y ahora resulta que se va a casar con su ex senpai? Como era posible eso, tenía que ser una mentira, algo que el destino quería amargar a su vida.

-¿Para qué quieres saberlo?- esta vez hablo Aomine, tratando de calmar al médico que se paseaba por su sala como león enjaulado.

-SOLO RESPONDE, AOMINE- grito, quería acabar con el dolor que el solo se provocó.

-En un mes… Midorimacchi- respondió el modelo, viendo con ojos acuosos al otro. Sabía perfectamente cómo se sentía el medico con todo eso, porque así alguna vez el de ojos de halcón se sintió cuando le informo de su reciente ruptura y los motivos por la cual lo hizo.

-Ahora entiendo porque se encargaron de que no supiera nada de él todo este tiempo- hablo más para sí mismo que para los otros dos –me duele…- exclamo confundido, llevándose una mano al pecho, su corazón… ya estaba roto, por su culpa.

-Midorima- se preocupó el moreno, esperaba otra reacción por parte del otro pero no eso.

-Iré a esa boda, les mandare un mensaje pidiendo la ubicación del salón, pero… ahora necesito estar solo- tan luego dijo eso, se dirigió a la salida de aquel departamento, dejando a un moreno y un modelo compartiendo una mirada cómplice y preocupada.

-Ya no quiero que mis amigos sufran, Aominecchi- exclamo lloroso el rubio, siendo consolado por el peli azul que limpiaba sus lágrimas con los dedos y después le acuno entre sus brazos.

-Yo tampoco Kise, pero no podemos hacer nada al respecto, ellos mismos cosechan lo que siembran. Midorima tiene la culpa, perdió a Takao por su ego y egocentrismo, era normal que le abandonara- murmuro, acariciando los cabellos ajenos, no podía ni imaginarse en la situación del peli verde, el simple pensamiento de que el escandaloso rubio le abandonara o se fuera por otro le aterraba completamente, por tal motivo no dejara que eso suceda, así le costara la vida.

-¿Qué estás viendo, Shin-chan?- dejo de ver las estrellas para ver cuidadosamente al peli negro que tenía a un lado suyo, recargando su espalda en el balcón mientras se cruzaba de brazos y al igual que como estaba el peli verde se perdía en la belleza de la galaxia.

-¿No deberías de estar con tu esposo?- pregunto, ahora que tenía a un lado suyo al de ojos azules no le dolía tanto pronunciar esas palabras.

-Está hablando con sus padres y suegros antes de nuestro vals. Yo solo quería ir a ver a mis amigos- respondió tranquilamente Kuzanari, viendo a los ojos del otro.

-¿Me consideras tu amigo aun después de lo que paso entre nosotros?- no podía ser cierto lo que escuchaba. El peli negro asintió.

-Eres mi mejor amigo de la preparatoria y ambos compartimos muchas cosas en los últimos años, eso es algo que mi esposo respeta mucho- contesto, sonriendo cálidamente al otro.

-¿Lo amas como me amaste a mí alguna vez?-

-No- negó el peli negro –a ti te amé de una manera y a Kiyoshi lo amo de otra manera. Siento que él es el indicado para mí y para que pase el resto de mi vida a su lado. Me cuida como si su vida dependiera de eso, además de que después de que supo que estaba encita de él no deja que haga nada en casa. Deberías verlo- rio levemente por las ocurrencias del rubio. El peli verde se entristeció al escuchar eso, pero estaba contento por el peli negro, al menos la luz con la que alguna vez le conoció seguía ahí, tan brillante y limpia como la recordaba pero para su desfortuna, él no era el culpable de aquel hermoso brillo en esos zafiros que se iluminaban de una manera que nunca pensó ver por parte del otro. Tenía que admitirlo: había perdido ante un gran hombre, pero dolía como si le hubieran arrancado un pedazo de su existencia.

-Felicidades- esta vez celebro de corazón el peli verde –espero que él te compre flores cada día, o que te sorprenda con un ramo de rosas cuando no te lo esperabas. Espero que te lleve a bailar y a cenar como yo nunca lo hice contigo cuando regrese del trabajo. Espero que te dedique todo el tiempo que mereces y que tome tu mano cuando caminen por la ciudad. Y espero que haga todo lo que yo no hice por ti, Kuzanari- se sorprendió un poco por el repentino abrazo que el menor le estaba dando, por inercia correspondió al abrazo mientras unas lágrimas bajaban por sus mejillas, le estaba deseando lo mejor a su ex pareja, y estaba seguro de que así seria, sería feliz con su esposo y su hijo.

-Gracias, Shin-chan- sollozo el peli negro, abrazando con mayor fuerza al peli verde, que se aferraba a él como si su vida se fuera en eso. Después de unos minutos tuvieron que separarse porque Takao tenía que ir al centro de la pista para su primer vals con su esposo, sin antes desearle al médico que fuera feliz, y que tarde o temprano encontraría de nuevo el amor.

El peli verde no podía quedarse, no estaba bien en esos momentos y no quería ver como su revoltoso le juraba amor eterno a otro hombre que no era el, no podría soportarlo, su corazón no podría seguir latiendo como el halcón esperaba de él.

“Miyaji… has todas las cosas que debí haber hecho… cuando yo era su hombre. Hazle feliz como yo no pude hacerle a él” –con ese último pensamiento se retiró de la fiesta, con una carga menos en el corazón y deseándole lo mejor a los esposos Miyaji.

Notas finales:

Gracias por leer!!

Tambien gracias por sus linda palabras en el Shot anterior de AkaFuri, me alegraron la exitencia ;3

Y me dio gusto de que fuera tan bien recibido ;D

Sin mas que decir, no estamos viendo en proximos dias con un nuevo cap de mi fic xD!

Abrazo de osito panda!

Luky


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