Contra la marea.
By
Aurora la maga.
1: Expulsado.
Ha pasado un año desde que Haruka, Makoto y Rin se graduaron de sus respectivas escuelas, y cada quien tomo su camino, Haruka y Makoto decidieron mudarse a Tokio para poder seguir con sus sueños, el primero quería llegar a ser un excelente nadador profesional y Makoto deseaba con enormes ganas y ánimos titularse como profesor de natación. En cuanto a Rin, él fue reclutado por los caza talentos a un club y organización de atletas profesionales en Japón, sería uno de los atletas nadadores que representaría al Japón en los juegues internacionales del Caribe.
Rei y Nagisa se graduarían ese año y no se aguantaban para poder ir a Tokio a visitar a sus amigos pues la vida en Iwatobi era demasiado aburrida ellos buscaban algo de acción, antes de poder viajar a sus diferentes universidades, ambos chicos tenían su meta bien planteada, Nagisa iría a un país extranjero a estudiar lo que a él más le encantaba, mientras que Rei él tenía que cumplir una beca en Osaka, sin duda todos estaban viviendo momentos llenos de alegría; Mas sin embargo…
*S~&~R*
Campeonato internacional de natación del Caribe.
El público estaba emocionado, el ruido de los animadores se esparcía por todo el gimnasio.
Sousuke corría por todos los pasillos del enorme edificio de deportes, el enorme lugar estaba atestado de personas y no era para menos, los juegos internacionales estaban iniciando la rama de Natación sería el más alabado en esa zona del país del sol naciente, la competencia de clavados y nado sincronizado en el agua estaba finalizando y habían anunciado ya en la cartelera del enorme e imponente gimnasio que lo que provenía era la competencia de los 200 metros al estilo libre y los relevos.
Su corazón palpitaba con rapidez, el sudor bajaba por sus mejías e inundaba su frente, el hombro llego a darle un picotazo de dolor, era así como reclamaba su adolorido miembro que no se estresara, pero, ¿Cómo no hacerlo? Aun recordaba la cara de asombro de Gou quien cuestiono entre el público.
-¿Qué, pero por que el nombre de mi Nii-san no está en la pizarra?-
Sousuke no entendía el porqué de esto, y había salido corriendo a buscar a Rin para preguntar que ocurría, se enfrentó a los organizadores y a los amigos representantes del club al que pertenecía el Matzuoka pero nadie le dio detalle alguno, es mas todos estaban impactados y los que se sabían algo se negaban a decirlo por cuestiones de privacidad del club. Ante aquello le buscaba por todos lados pero no había nada.
-¡Rin!- Grito totalmente sofocado, y corriendo para salir a las afueras del nosocomio. No había rastro alguno no estaba, entonces escucho.
-¡Sousuke-san!- Gou llegaba con el aliento por los suelos y el cabello alborotado, se agacho para sujetar sus rodillas y respirar aceleradamente y susurrar.- Rin se fue.-
-¿Qué?-
-Mi Nii-san se fue, desapareció, dicen que la última vez que lo vieron fue en el dopaje y en el examen médico.-Sousuke no entendió nada que había sucedido como para que el saliera de ese lugar casi huyendo, ni siquiera le aviso a su hermana, eso era raro. Saco su móvil y trato de contactarlo pero la grabación de una mujer en la otra línea dedujo que tenía apagado su móvil, quiso lanzar su aparato al piso pero ante ser la única cosa con la que podría comunicarse con el mejor no lo hizo; tragaba grueso y susurraba con desgano.
-¿Rin que ocurrió?-
*S~&~R*
En Iwatobi…más tarde ese mismo día.
La ceremonia de despedida era tan nostálgica, pero ellos dos no podían quedarse ahí, puesto que tenían que abordar un metro lo más rápido posible y seguir con un tren bala que les llevaría a Tokio, Nagisa se despedía del nuevo club de Natación y también de sus maestros, Rei por otro lado se despedía de sus amigos del club de atletismo y los del de natación, los maestros estaban orgullosos de esos dos, los cuales gritaban.
-Rei-chan, hay que apurarnos.-
-¡HAI!- Grito con fuerzas, para comenzar a correr por la avenida dejando a tras al rubio quien grito.
-OYE, ESPERAME.-
-Date prisa, ¡Nagisa-kun!-
Luego de correr casi perdiendo el metro, lograron meterse de inmediato al vagón, ambos cayeron al piso exhaustos, aflojaron un poco sus corbatas verdes y se quitaron los sacos mientras se acomodaban en los asientos del transporte, Rei acomodaba sus gafas y susurraba,
-Eso estuvo cerca.-
-Si…- Respiraba con mas normalidad el rubio.- Si no fuera por nuestra condición física lo hubiésemos perdido.- Soltó risas.- Esto será bueno contárselo a Haru-chan y Mako-chan.- Sonrió.
Mientras el ojo rosa reía en con su comentario, Ryugazaki suspiraba y observaba a un costado, sus ojos se agrandaron un poco al notar a cierta chica ante aquello susurro.
-Nagisa-kun, mira.- Dijo serio el de gafas observando a Gou en el vagón del metro quien miraba con lágrimas el paisaje afuera, que pasaba con prisa.
-¿Gou-san?- Cuestiono poniéndose en pie y acercándose a la joven pelirroja la cual se sobresaltó y limpio sus lágrimas al ver ambos chicos los cuales cuestionaron.
-Ho-Hola chicos.- Expuso nerviosa.
-¿Gou-san, acaso no era hoy la competencia de Rin-chan?- Cuestionaba el rubio observándole con curiosidad.
La joven asintió sin decir nada pero entonces antes de poder si quiera dejar salir su voz por su boca diminuta comenzó a llorar, Rei y Nagisa se miraron uno al otro no entendían aquello, hasta que luego de unos minutos la joven se calmó y susurro.
-Nii-san no se presentó.-
-¿Qué, pero que paso?-
-Ni siquiera yo lo sé, no apareció su nombre en la cartelera es muy extraño, según mis investigaciones lo expulsaron del club y de la carrera, después del Dopaje y el examen médico.-
-¿Eh, eso, es muy raro, no es verdad Nagisa-kun?-
El rubio llevaba su mano a su barbilla y pensaba a montones el por qué había ocurrido aquello, pues el como un atleta llego a confabular diversas razones, que no las diría por respeto a su hermana, pues.
-“Un dopaje, ¿acaso Rin fallo en algún examen? ¡No puede ser!”-Grito en sus pensamientos.
Escucharon que la estación de la joven Gou se acercaba y ella se puso de pie susurrando.- Ya no importa, creo que irán a ver a Haruka y Makoto a Tokio ¿verdad?- Ambos asintieron.- Por favor… no le digan nada a ellos.-
-Claro…- Dijeron notando como el transporte se detenía y dejaba salir a la chica, ambos jóvenes estaban muy confundidos entonces iniciaron a dar sus explicaciones, Rei se acomodaba las gafas y susurraba.
-Es probable que haya fallado un examen, pero eso no es lógico, Rin-san no utiliza drogas ni mucho menos esteroides.-
-¡TU TAMBIEN LO PENSASTE REI-CHAN!-
Nagisa estaba sorprendido, pues no fue el único en deducir aquello, era horrible pensar que a Rin lo hubiesen sacado por eso, ambos no dejaban de pensar hasta que escucharon su estación acercarse, en cuanto llegaron y la puerta se abrió de inmediato notaron a un pelirrojo sentado en un banco con la mirada cabizbaja, traía una enorme mochila y tenía puestos un suéter negro el cual subió las mangas hasta sus antebrazos pues el clima no era tan frio estaba templado, unos cargos verdes, zapatos negros con rojos y el cabello alborotado. En cuanto Nagisa y Rei salieron del vagón el rubio susurro.
-¿Rin-chan?- El mencionado, se mosqueo elevo rápidamente su rostro y animado sonrió diciendo.
-¡Nagisa! ¡Rei!-
Ambos se observaron uno al otro y se acercaron despacio, tratando de ser muy cuidadosos y demostrar que no sabían nada de lo que Gou les dijo, Rin se puso en pie y echando su bulto a la espalda masculinamente expuso.
-Supe que irán a ver a Haruka y a Makoto a Tokio, ¿Puedo acompañarlos?-
-He, ¿Quieres venir?-
-Claro, quiero ver que tanto hacen esos dos.- Sonrió, mientras tomaban camino, Rei no decía nada, en cambio Nagisa, le golpeaba la espalda con una manotada y gritaba.
-¡Claro! Sera más divertido que viajemos los tres juntos, así podre hablar de algo más emocionante que las matemáticas JA, JA, JA.- Sonrió refiriéndose a Rei quien susurro.
-Nagisa-san, ¿Qué quisiste decir?.-
-Je, Je, Rei-chan eres eres un nerd.-
-YO NO SOY UN NERD.- Grito con voz desesperada.
Rin dibujo una sonrisa, se acercó a ambos por detrás y se colgó de los hombros diciendo con una animada y tremenda sonrisa.-¿Entonces nos vamos?-
-Claro solo iremos a cambiarnos y nos encontraremos aquí, quieres ir conmigo a mi casa mientras Rin-chan?-
-Si no queda de otra.- Dijo elevando sus manos de manera despreocupada. Rei observaba como ambos se perdían del camino contrario a su casa y antes de darse la vuelta y comenzar a caminar Nagisa le observo guiñándole un ojo… Cosa que el peli azul entendió, deberían de llevar las cosas con calma, ya habrá tiempo de preguntarle al de la sonrisa de tiburón ¿Qué fue lo que ocurrió? Pronto se condujo a su casa, para iniciar el viaje a Tokio.
*S~&~R*
En Tokio ya eran las 8 de la noche y los inquilinos de un pequeño apartamento, estaban alistándose para mañana, e iniciar un nuevo día agitado, Makoto revisaba sus libros mientras Haruka estaba en la cocina, tenía hambre por ello cocinaba esmeradamente su caballa y algo más, mientras que el teléfono sonaba y enseguida el castaño se levantaba para tomar el auricular y cuestionar.
-¿Hola?-
-Nii-san.- Escucho los gritos en la otra línea de sus familiares y hermanos,
-Oh, vaya.- Dijo con una sonrisa muy tierna y escuchando las voces de aquellos muy nostálgicas, había sido un año tremendo, pero lleno de logros, y ya faltaba poco para salir de la universidad, a vacacionar, al igual que su amigo Haru, quien acomodaba toda la comida en la mesa de la sala apartando algunos libros y susurraba.
-Si son tus her,anos, salúdalos de mi parte.-
-Hai… Haru, les envía saludos.- Makoto sonreía escuchando las palabras de su madre y de su padre y los gritos de sus hermanos los cuales exigían que les llevara algo lindo para navidad, Makoto finalmente corto la llamada y se acercó a la mesa agachándose y quedando en el piso de rodillas.-Lo siento, Haru.-
-No te preocupes, son muy puntuales, siempre a la misma hora.- Expuso dándole un bocado a la comida.- Ya te serví, come un poco.-
-Gracias.- Dijo para tomar un libro, pero unos palillos le evitaron la acción de abrirlo, sus orbes verdes se dirigieron al que había hecho aquello, Haruka estaba serio.-Esta bien ya entendí.- Dijo el cerrando los otros libros y dedicándose a cenar, si había algo que había comenzado a molestarle a Haruka, en ese tiempo viviendo juntos era que él se sobre esforzaba, Ya lo había hecho varias veces, y en todas esas ocasiones el peli negro siempre le llamaba a que comería y nunca lo hacía; mientras merendaban Makoto susurro.-Esta delicioso.-
-Lo prepare para ti especialmente.- Dijo serio.- No es caballa.- Agrego cerrando los ojos con calma.
-Sí, lo note.- Sonrió tiernamente.- Esta muy bueno.-
El ambiente se volvió silencioso, solo se podía escuchar el sonar de los palillos chocar con los platos, Makoto se sentía algo nervioso, este año viviendo con su amigo le había hecho sentir cosas muy raras hacia él, lo conocía desde hace mucho pero, vamos jamás vivió con él o convivio un año bajo el mismo techo y la forma en que ambos se trataban era como si estuvieran casados o fueran novios, Haruka se comportaba a veces como una ama de casa que protegía a su amado esposo, cuando antes el Tashibana era así con Haruka, siempre velaba por su bien estar y ahora los papeles habían cambiado definitivamente algo había cambiado; con estos pensamientos no pudo escuchar lo que decía el moreno quien susurro.
-Es aleta de tiburón.-
-¿Es… Aleta de tiburón?-
-Si…-
-Cielos.- Pensó sudando una gotita.- Mejor a la próxima no me hagas algo así tan raro quieres.-
-Es broma.- Dijo serio y sin ninguna expresión.- Es una croqueta de Tilapia.-
-Ufff…- Suspiro Makoto, sonriendo y diciendo con voz grave y suave.- Por poco y me muero.-
-Relájate, estas muy estresado.-
-Si…- Respondió dejando su platillo y alegando.- Lamento de verdad no poder terminarlo, pero es que debo terminar esto para mañana.-
-Si quieres puedo ayudarte.-
-Seria agradable.- Dijo llevando su mano a su hombro y masajeándolo, Haruka se puso en pie tomo los trastos suyos y los fue a lavar, para con calma acercarse a Makoto y tocar sus hombros, observaba su ancha espalda con entera intensidad y un extraño ¿Deseo? Makoto se impresiono y cuestiono.
-Haru, ¿Qué estas…?-
-Calentamiento, piensa que es eso.- Dijo para masajear sus hombros con esas manos suaves y masculinas, el ojo verde se sintió tan bien, que cerró los ojos por un instante y dejo salir un suave jadeo.
-E-Eso se siente muy bien.-
-Estas muy estresado, necesitas nadar un poco.- Dijo mirándole con esos ojos inexpresivos.
-Quisiera pero esta teoría me está matando.- Dijo para tocar sus manos y hacer asustarse al pelinegro quien susurro.
-… Deberías descansar un poco.-
-Haru…- Se giró despacio y mirándole a los ojos con entera curiosidad y un brillo diferente, tanto así que el mencionado se quedó prendado a esos ojos, ya antes los había visto tan vivaces y llenos de energía pero, ahora su expresión era otra, sin poder contener su cuerpo se fue acercando a su amigo despacio sin que este lo notara y cuando sus rostros estuvieron lo más cerca posible, a punto de besarse, el timbre sonó.
Ambos agrandaron la mirada y se apartaron de prisa para que el castaño susurrara.- Yo-Yo voy.- Se puso en pie y dejo a peli negro con un sonrojo tremendo, Nanase revolvió sus cabellos y se puso en pie para ir a ver quién era el misterioso visitante. Ya estaba a unos centímetros de la puerta cuando escucho.
-¡MAKO-CHAN!-
-NAGISA.- Gritaron ambos con los ojos enormes de par en par,
-Hola.- Sonrió Rei, entrando al pequeño pórtico tras de este presentarse despacio y con una gorra negra el de cabellos rojos quien saludo diciendo.
-¡HOLA TORTOLITOS, COMO ESTAN!-
-RIN, REI.- Ambos gritaban sobre exaltados.
-Si, como lo prometimos ya estamos aquí.-
-¿He, promesa?- Cuestiono Makoto incrédulo.
-Sí, le dije a Haruka por teléfono, ¿Haru-chan acaso no lo recuerdas?- El adicto a la caballa se llevó una mano a la boca y barbilla para pensar y susurrar.
-Levemente lo recuerdo.-
-¡Haru!, ¿cómo se te pudo olvidar eso?- Expuso Makoto, siendo atosigado por un fuerte abrazo del rubio quien no parecía soltarlo.
-Este abrazo te lo mandan tus hermanos.- Grito emocionado el rubio riéndose de lo lindo.- ¡Ah! ¡Mako-chan, estas más alto!- Haruka no decía nada solo observaba a sus amigos entrando con sus mochilas, Rei y Nagisa traían una muy liviana el que parecía traer maletas para quedarse más de una semana era Rin, quien fue el último en entrar y cerrando la puerta con calma susurro.
-Vaya nidito de amor que se tienen.-
-Rin, no digas esas cosas.-
-Sabes que estoy bromeando Haru.- Sonrió como él sabe hacerlo y masajeando su cuello cuestiono.-¿Y bien que nos han preparado para comer?-
-Es verdad tenemos hambre.-
Hablo Nagisa bastante serio y observando a los dueños de aquel pequeño apartamento. Makoto soltó un suspiro y susurro.
-Iré de compras.-
-Y yo sacare más platos.- Dijo el peli negro, para apurarse también a hacer el arroz en la máquina, mientras Makoto se alistaba Nagisa ideo un plan para hacer que Rin se fuera con el castaño a comprar.
-¡NE RIN-CHAN! Ve con Makoto.- El mencionado se lanzó al sofá más cercano y posando sus manos bajo su cabeza susurro.
-Ni loco, estoy cansado.-
-Anda, ve o te contare la fabulosa experiencia de Gou con uno de los del club de natación del Iwatobi.-
-Ahg, que asco.- Dijo sentándose rápido y poniéndose en pie para ponerse la gorra y susurrar.- andando.-
Finalmente aquellos dos desaparecían de la sala, Rei se acercó a Nagisa y cuestiono.-¿Qué estás haciendo Nagisa-kun?-
-Se que le prometimos a Gou no decir nada pero esto no es cuestión de dejarlo pasar de largo, debemos decirle a Haru.- Dijo con voz un poco baja.
-¿Decirme que?- Cuestiono el peli negro quien llevaba un delantal de delfín y una cuchara de madera, Nagisa trago grueso y se acercó con el rostro serio a su amigo, Rei también le acompañó, Haru les observaba expectante pero aun inexpresivo, a los pocos segundos cuestiono.-¿Y bien?-
*S~&~R*
En cuanto a Makoto y Rin…
Ambos caminaban por la calle, Rin llevaba sus manos en sus bolsillos mirando al piso, haciendo sonar sus pisadas, a su lado Makoto le observaba un poco dudoso y serio, ¿Qué estaba pasando? Se preguntó, puesto que, Haru le había dicho que Rin estaba en un club de natación profesional y si era así que estaba haciendo aquí con ellos. Ante el silencio sepulcral de ambos, hablo.
-Rin…-
-¿Cómo está todo con ustedes dos?-
Makoto se impactó, escucho el rugido de los autos pasar en la calle y el murmullo de la gente a su alrededor, no comprendía a que venía esa pregunta a lo que Rin aclaro.
- Me refiero a sus sueños, ¿cómo van?-
-Pues… bien, estoy a punto de finalizar el segundo periodo, y Haruka ha roto records, es el mejor en el estilo libre, si sigue así ira a las nacionales.-
Rin sonrió un poco y susurro.
-Me alegra.- Aquella voz había sonado muy apagada, Rin no era así, pensó.
-¿Y tú, como estas?, escuche que estabas en las ligas mayores, que posiblemente irías a competir a Sídney con los mejores…-
-ESO SE ACABO.- Grito cortando al Tashibana quien se impactó y por sobre todo se asustó, observo a Rin quien miraba el piso aún y susurraba.
-Rin-san.-
-No… lo lamento, no debí decirte esto.-
-¿Pero qué ocurre, que quieres decir con que se terminó?-
-No es nada.- Dijo, pasando de largo y adelantándose para preguntar.- ¿Es esa tienda?-
-Si…- Ambos se introdujeron a esta.
*S~&~R*
Haruka miraba la pila de libros de Makoto, tenía las cejas juntas estaba muy frustrado y bastante triste, Rei se encargó de verificar que la arrocera no le faltara agua y enseguida regreso para escuchar del Nanase.- Entonces… el no participo.-
-No…-
-Gou-san dijo que lo expulsaron del campeonato y del club, luego de la revisión médica y en el dopaje.-
-Es imposible que el haya fallado esas dos pruebas, algo ocurrió, definitivamente algo está pasando.- Expuso Haruka con enfado muy notorio.
-Lo sabemos, pero no podemos abordarlo, debemos dejar que él hable.-
-Eso ya me harto ¿sabes?- Dijo Haruka.- Rin siempre oculta lo que siente y eso me pone de malas.-
-Haru… Pero Gou dijo.-
-Gou no les hubiera dicho nada en primer lugar si no hubiese querido que nosotros ayudáramos a su hermano.- Susurro.- Nagisa, ¿Recuerdas cuando te escapaste de casa?-
Si…-
-Esto es lo mismo, Rin se ha escapado de algo…-
-¿Pero, que, de que se puede haber escapado Rin-san?- Cuestiono Rei muy serio y preocupado. El silencio rodeo la sala y entonces Haru lo rompió poniéndose en pie y tomando su móvil con calma, marco.
-¿Haru-chan que haces?-
-Llamare a Gou.-
-Pero.-
-No te preocupes ella entenderá, además debe darse cuenta que Rin está aquí.-
-Entiendo.- Expuso el rubio y Rei asintió con calma.
*S~&~R*
En la oscuridad de su habitación, era rodeado por los trofeos y las fotografías suyas y las de sus familiares, se encontraba en la cama, totalmente deprimido, en su mano derecha se encontraba una chaqueta del Samezuka, la olía con intensidad recordando el preciso momento en que esa casaca llego a su recamara…
*S~FLASH BACK~R*
Hace un año…
Luego de la ceremonia de graduación, Rin y Sousuke salieron de las instalaciones de Samezuka habían pasado la noche de juerga, era su primera vez como jóvenes graduados dispuestos a encaminarse a sus sueños, se encontraban caminando a la orilla de la playa en la pequeña y tranquila ciudad, competían como siempre en quien llegaría más rápido a casa del Yamazaki, quien fue el último y el cual escuchaba de parte del pelos rojos y mirada rubí.
-Ese hombro averiado te ha vuelto muy lento.-
-Estás loco.- Susurro contento y con esa mirada tranquila y totalmente expresiva, Rin analizaba aquellos ojos verdes con entera pasión, ya hacía mucho que noto que Yamazaki le miraba de una forma diferente y esta vez fue aún más notorio. Entraron en silencio a la casa del ojo verde quien se quitaba los tenis y la chaqueta del colegio diciendo.-Acomódate, en unas horas serás un hombre libre ya no me volverás a ver.-
-No digas eso…- Susurro Rin con la voz apagada.- Sabes que no quiero dejarte solo, con esa lesión.-
-No te preocupes por mi…- Susurro colocando su mano en el interruptor de la luz intentando accionarlo.- Tú vas a estar muy bien, nadaras e iras a Sídney cumplirás tú…- Se silenció al instante en que sintió como Rin posaba su frente en su espalda, unos cuantos cabellos se deslizaron del peli rojo quien sentía un dolor en su alma, estaba triste por lo que le ocurría a su amigo entonces antes que la luz se prendiera susurro.
-No quiero alejarme de ti…-
Sousuke se dio la vuelta muy despacio, y escuchando los sollozos de su amigo cuestiono.
-¿Rin, por qué lloras?-
-Sousuke… realmente ¿no vas a volver a nadar?-
Aquello lo dejo tieso al Yamazaki quien agrando la mirada y al notar la luz de la enorme luna que entraba por la puerta de vidrio en su jardín y como esta iluminaba apenas ese rostro tan lindo del tiburón no pudo evitar elevar sus manos y tomar sus mejías y susurrar juntando su frente a la del pelirrojo al tiempo que decía.
-Tú lo harás por mí.-
-Sousuke…-
No podía contener sus lagrimas odiaba eso, no lograba evitar el derramar lágrimas cuando algo lo devastaba o desesperaba, se movieron por la sala sin prender las luces y abriendo la puerta de vidrio ambos se sentaron en el suelo de madera, Sousuke observaba el firmamento mientras Rin se apoyaba en su hombro bueno y susurraba.
-Ya nada será igual sin ti.-
-Que puedas recordarme, es suficiente.-
-Recordarte, ¿Cómo hacerlo?-Exclamo mirando al piso y susurrando.-Ya me había acostumbrado a verte a lo lejos en la piscina.-
Sousuke elevo sus ojos al cielo haciendo una expresión de tristeza la cual menguo al instante y grito.
-Ya sé.- Dijo para apartarlo un poco y retirarle la casaca negra con líneas blancas en los brazos.- Yo me quedare con esto y tú te quedaras con la mía.-Rin arrugo las cejas en señal de tristeza, pero ante la sincera sonrisa del Yamazaki susurro.
-De acuerdo.-
Continuaron observando la enorme luna que se presentó y la cual bañaba sus rostros, no pudieron dormir esa noche, parecían que se habían trasladado a sus viejos recuerdos y los momentos más encantadores en sus locas infancias, reían y disfrutaban, el de cabellos negros disfrutaba pasar ese tiempo con su rojizo compañero…
*S~&~R*
Así había sido como había llegado esa casaca a sus manos, la atesoraba, pues esa aún olía a él, a su suave perfume a su esencia. La soledad fue tremenda en su pieza, sentía esta intensificarse a flor de piel y en un suave y grave quejido susurro.-Rin… ¿Por qué? ¿Acaso te has olvidado de mí? Y de lo que paso…- Se relajó recostándose despacio y con lentitud a la cama y se quedó dormido oliendo aquella casaca negra…
*S~&~R*
Se las habían arreglado para acomodarse en ese minúsculo departamento, Rei y Nagisa estaban en el piso siendo sostenidos por un futon, mientras que Matsuoka estaba en el sofá, había ganado la competencia de piedra papel o tijera para ganar ese sitio tan preferencial, pero aunque tuviera un cómodo lugar para descansar sus ojos no se cerraban, giraba su cuerpo una y otra vez y escuchaba los suaves suspiros y ronquidos de sus amigos, noto que alrededor de las 2 am Makoto y Haru por fin se dormían, luego de que el castaño lograra finalizar sus últimas tareas. Pero el, seguía ahí, con la mirada perdida hacia el cielo de la sala.
-“Sousuke, lo siento…”- Pensó, notando que las lágrimas comenzaban a apoderarse de sus ojos, se giró despacio en el mueble dándole la espalda a aquellos dos en el piso y limpio sus ojos al mismo tiempo que jalaba la humedad de su nariz, Nagisa en el piso abrió un ojo y Rei susurro casi inaudible.
-Está llorando.-
-Hai, algo debe estarle pasando pero que.- Nagisa Rei estaban preocupados y no solo ellos.
En la recamara que compartían Haruka y Makoto, el Nanase le conto todo a su amigo quien susurraba.
-¿Qué pudo ser tan grave para ser expulsado?-
-No lo sé, pero dudo que él quiera decir algo.-Expuso serio el peli negro suspirando.- Este sujeto es muy terco, el quizás pueda tener la habilidad de ayudar, pero ayudarle a él siempre ha sido difícil.-
-Si…- Makoto suspiro también.- Espero confié en nosotros y nos diga.
-Yo también.- Expuso con calma para pararse e ir a su cama pero la mano del castaño le detuvo sujetándole su mano y susurrando.
-Haru…-
-¿hum?-
-Gracias por el masaje…-No era eso lo que quería decirle ansiaba ser sincero con él, decirle que estaba comenzando a quererlo de otra forma, pero ¿Sería capaz de hacerlo? Quizás no, era lo demasiado cobarde y miedoso para hacerlo, pensó.
Mientras Haru, asentía y se conducía a la cama, para acomodarse y susurrar.
- Buenas noches.-
-Querrás decir buenos días.-
-Lo lamento, te he hecho desvelar, más tarde no querrás ni levantarte.-
-Despreocúpate, si nuestros amigos nos necesitan no importa que mis ojos parezcan de mapache mañana.-
Está bien, que tengas un buen sueño.-
Gracias.- Termino diciendo acomodándose en las sabanas.
Ya todos dormían finalmente, parecería ser una noche tranquila, pero para cierto pelirrojo no lo seria para nada, las pesadillas lo atacaban, siempre que tenía un problema o algo lo molestaba ellas aparecían, se miraba a sí mismo en la sala de dopaje, siendo observado por los doctores e incluso por los mismos casa talentos los cuales susurraban con sus rostros negros y trajes blancos.
-Es una lástima.-
-No podemos tener a un moribundo en nuestro grupo.-
-QUE SE VAYA.-
Rin escuchaba todo aquello y era rodeado, por todos esos hombres que le decían cosas horribles.- Moribundo, inservible, has llegado hasta aquí para nada, eres una pérdida de tiempo, una broma de la naturaleza…-
Él se removía y observaba la hoja enorme que mostraba un resultado positivo en ciertos resultados que jamás le habían hecho, aquella enorme hoja parecía querer aplastarlo, Rin empujo a todos esos hombres y corría, quería escapar de la enorme hoja de resultados, pero era demasiado tarde, pues unos enormes hilos de agua sujetaron sus piernas y brazos.
-Mmgg.- Sus gemidos se hicieron audibles.
Mientras la enorme hoja comenzaba a aplastar su cuerpo, iniciando con sus piernas las cuales tronaron horrendamente rompiendo los huesos, en ese momento el comenzó a gritar en el sueño.
-No, noo. ¡NOOO!- Se levantó de golpe respiraba agitado y estaba bañado en sudor, sus ojos se acomodaron a la luz del nuevo día, analizo el lugar con sus ojos rojos, notando a Makoto Haru Nagisa y Rei asustados, mientras el trataba de regular su respiración y el palpito de su corazón, Haruka se acercó deprisa a él y cuestiono.
-¿Rin que sucede?-
Tomo su mano la cual aparto y llevo a su frente para masajear la cien mientras el respondía de mala gana.
-Nada una estúpida pesadilla eso es todo.- Dijo con voz grave y tremendamente enfadada.-¿Qué hora es?-
-Las 9 de la mañana, Makoto y yo nos alistamos para irnos a la universidad.
-Rin-chan, te ves muy mal pareces estar pálido, estas seguro que solo fue una pesadilla.-
-Si…- Respondió a Nagisa y poniéndose en pie agrego.- Haru, ¿puedo ir contigo a tus clases?-
-Bueno em…-
-SI, VAMOS QUIERO VER QUE TAN BUENO SE HA HECHO HARU.-CHAN.- Grito Nagisa emocionado al borde de la locura.
-Está bien , pero dense prisa.-
-Bueno yo me adelanto.-
-Nada de eso yo voy con usted Makoto-senpai. Quiero saber cómo se siente estar en una facultad.-
-Está bien Rei-san.- Dijo el castaño, para ahora mirar a Haru y susurrar.- No te retrases mucho, nos vemos en la noche.-
-Hai.- Finalmente Rei y Makoto desaparecieron por la puerta, mientras Rin salía del baño, con la cara lavada y susurrando.
-Me vanare en cuanto regrese, no quiero atrasarte, ¿Nos vamos?-
-Si.- Respondió de forma inexpresiva el pelo negro, mientras tomaba su mochila y se dirigía a la puerta, Rin sonreía, cerraba su suéter negro y se colocaba la gorra, mientras Nagisa decía.
-Oye, está haciendo calor por que no te quitas eso.-
-No, estoy mejor así gracias.- Susurro el pelos rojos haciendo que Nagisa juntara sus hombros y se acercaran pronto a la puerta.
*S~&~R*
Ya estaban en el enorme gimnasio Rin estaba impresionado Haru había mejorado en esa academia, era mucho más rápido que antes y sus técnicas se habían perfeccionado, pensaba y repensaba por que el no había ido a participar al torneo de los juegos internacionales del caribe, pero entonces la respuesta le llego sin ser formulada la pregunta.
-¿Escuchaste lo que pasó en el torneo de los juegos del caribe?-
-Sí, una verdadera vergüenza, el chico de los 200 metros libre fallo, quedo en último lugar.
-Es imperdonable, como es posible.-
-Sí, se suponía que el chico que participaría, derrotaría y crearía un nuevo record, pero fue expulsado.- Rin se tensó y enseguida intento irse de ahí pero Nagisa susurro.
-Haru-chan es muy veloz, ¿Rin-chan, crees que el pudiese ir a concursar?-
Rin no se movió mientras aquellas personas terminaban diciendo.
-Si Nanase-san hubiese ido sería mejor que ese tal Rin Matsuoka, ha de ver hecho una falta gravísima para que lo echaran de esa forma de la competencia.
Nagisa agrando la mirada y observo a su amigo quien agacho la mirada y susurro.
- No preguntes.-
-Pero Rin…-
-Te he dicho que no preguntes.-
Dijo levantándose de ahí y cubriendo con más esmero su rostro, Nagisa intento seguirlo pero, pero antes de poder irse de ahí, observo a la piscina en donde Haru ya estaba en la meta respirando agitado y sacándose el gorro de hule para cubrir y controlar sus cabellos. Observaba como Rin se retiraba del lugar entonces, salió de prisa, Nagisa llegaba a su lado y susurro.
-¿Qué ha pasado?-
-Tal parece el rumor de que fue expulsado ya está rondando.-
-¿Qué dices?-
-Si… aquellas personas…- Haru se encamino hasta las que aún seguían hablando de lo sucedido en los juegos del caribe, el por otro lado alcanzo a escuchar.
-Ese sujeto, es un irresponsable, dicen que también antes lo echaron de los relevos mientras estudiaba en…-
-Ya es suficiente.- Haru había hablado con seriedad y gravedad.- Es fácil hablar de alguien que no conocen.-
-¿Nanase-senpai?-
-No hablen así de mi amigo.- Agrego furioso.- Y dedíquense a mejorar sus técnicas.-
-Haru-chan.- Expuso Nagisa con impresión, aquel chico que miraba a su frente, había defendido a Rin, el que siempre fue una persona que no le importaba nada más que el agua, logro defender a su amigo, emocionado susurro.- Vaya.-
-Entrenador.- Grito Haruka mirando al hombre que había visto todo y quien se acercaba susurrando.
-No te preocupes, te entiendo, y dile a Matsuoka que no tiene por qué sentirse mal, por lo que me has dicho de él, de seguro algo muy serio ocurrió, tomate el día libre Haruka, luego entrenaremos. –El pelinegro asintió y tomando una toalla, siendo seguido por Nagisa fueron a buscar a Rin.
*S~&~R*
Estaba frente a una máquina de sodas, liberaba una coca cola, la había comprado no para beberla si no más bien para recordar al Yamazaki, admiraba la lata con total nostalgia y susurraba.
-Lo siento… hubiese querido seguir a tu lado pero… ya es demasiado tarde.-
-¿Qué es demasiado tarde?- Cuestionaba Haruka, Nagisa a su lado hablo con suavidad y seriedad.
-Rin-chan, sé que no debemos molestare pero nos tienes preocupados.-
El pelos rojos observo a un costado y susurro.- Haruka, Nagisa…- Ahora les observo con seriedad.- Sigan haciendo lo que ustedes desean, fue bueno verles… yo tengo que despedirme.-
-¿Despedirte de que hablas?-
Rin entonces agacho su mirada y expuso.- Fue, demasiado genial la vida con ustedes.- Sonrió.- Pero ya me tengo que ir.- Dijo dando la vuelta.- Cuídense mucho.- Ya se iba cuando Haruka le detuvo y lo giro gritando.
-¡QUE ES LO QUE TE ESTA PASANDO! ¡qué ocurre, vas a actuar de esta forma solo por un fallo de dopaje!-
-Eso, no es lo que me preocupa, ya déjame ir quieres.-
-PERO.-
-Envía mis cosas a Gou, tengo un vuelo que tomar.-
-RIN.-
-Nagisa, Cuida a Rei es una buena persona, Haru… acepta lo que sientes por Makoto, uno nunca sabe cuánto tiempo estarás en este mundo.- Dijo perdiéndose por el enorme pasillo y alejándose, dejando empacados a ambos chicos…
*S~&~R*
En casa de los Matsuoka, un mensajero tocaba el timbre, la joven Gou recibía la carta que iba dirigida a su hermano, pero ante el hecho que decía URGENTE y su hermano no estaba en casa la abrió, con impresión se dejó caer en el piso de rodillas y soltó lágrimas enormes, en la puerta se escuchó el toqueteo, de Sousuke quien habiendo sido llamado por la chica, él se presentaba, Gou soltó un grito y eso asusto al pelos negros quien abrió la puerta y noto a la pelo rojo llorando con desesperación, Sousuke se agacho a ella y grito.
-¿Qué pasa?-
-Nii-san, nii-san.- Gritaba señalando la carta, la cual el sujeto y leyó con entera sorpresa y definitivamente aquello hizo abrazar a su amiga susurrando.
-Eso, no es verdad, no es posible… Rin… Rin no puede morir.-
-Nii-san…- Lloro con más fuerza y tenacidad, causando que Sousuke se soltara en enormes lagrimas también, ahora más que nada tenía que encontrarlo a como diera lugar.
-¿Dime en donde esta lo sabes?-
-Fu-Fue a Tokio.-
-Entonces ahí iré yo.-
-Sousuke…-
-No se va a morir, esto debe ser un error, lo llevare a un médico él nos sacara de la duda lo prometo.-
-Sousuke-san.- Se abrazó a él.- No quiero perder a mi nii-san.-
-No lo harás…- Susurro acariciando su cabeza y susurrando.- No lo harás.- Entonces Gou le otorgó la dirección del joven Nanase.
Estaba dispuesto a ir a encontrarlo a como diera lugar.