"Me gustas"... esas palabras, me gustas, me gustas, me gustas, me gustas, me gustas, me gustas, me gustas, no logró desterrar esas dos palabras de mi mente, ¿en qué demonios está pensando Aoi?, ¿acaso está burlándose de mí?, ¡inaceptable!, sin embargo su mirada era tan... ha, su mirada, su azul y profunda mirada hace sucumbir a mi alma a la par que sus palabras, no puedo concebir el hecho que me haya mentido pero, ¿por qué yo?... ¿yo?, ¿quién soy yo?... esa pregunta tan jodidamente grande, supongo que decir que soy Miyu Ushio no es suficiente para rellenar el gran espacio que tiene para respuesta, esa maldita pregunta.
Ayuzahua Aoi, el chico más popular del colegio, tez blanca, 1.80 metros, fornido, ojos azules, cabello azul oscuro, labios delgados que aparentan ser tan suaves... ¿suaves?, ¿en qué estoy pensando?, las palabras de ese idiota me están afectando.
Iba caminando después de un agobiante día de escuela, yo, bueno yo soy Miyu Ushio, soy el número uno en mi clase, ok, de acuerdo, soy el número uno académicamente en todo el colegio, por lo mismo siempre salgo más tarde de lo normal ya que siempre estoy haciendo trabajos extra, ayudando a algún profesor o en un club extracurricular, mido 1:60 metros, cabello rubio y ojos color miel, no práctico ningún deporte por lo cual soy muy delgado y aunque no me gusta admitirlo no tengo mucha fuerza, iba caminando en dirección a mi casa, lamentablemente estamos en época de lluvia, no lo digo porque no me guste la lluvia, en realidad me encanta pero gracias a ello siempre llego mojado a casa después de clases, llevaba sobre mi espalda una gran mochila, apenas podía cargarla, estaba lloviendo cuando un auto a toda velocidad pasó salpicándome agua hasta el rostro.
Aoi:- déjame ayudarte- dijo una voz detrás mío, al momento en que volteé a ver de quien se trataba, ahí estaba, Aoi, amigo mío de infancia sin embargo nuestras vidas habían tomado rumbos distintos, éramos totalmente diferentes.
Ushio:- gracias estoy bien- dije tratando de limpiar mi rostro con la manga de mi suéter, sin embargo no funcionó, éste también estaba mojado, al ver eso Aoi rió para sí mismo, se acercó a mí y abrió un paraguas con él cual nos refugió a ambos, sacó un pañuelo de su bolso y secó mi cara.
Aoi:- así está mejor- susurró a mi oído, pero al hacerlo se acercó peligrosamente a mí, una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo aunque no tengo idea por qué.- déjame ayudarte con eso- tomó mi gran mochila y sin mucha dificultad se la colocó él, no era raro ya que hacía mucho ejercicio.
Ushio:- puedo sólo- dije casi como un reproche.
Aoi:- vamos, te llevaré a casa- no dije nada y sólo lo seguí, juntos bajo el mismo paraguas caminamos hasta mi casa y ahora que lo pienso, Aoi siempre hace éste tipo de cosas por mí, siempre me cuida, ayuda en todo lo que le es posible y le gusta susurrar cosas al oído.
Ushio:- llegamos.
Aoi:- asegúrate de tomar una ducha caliente y abrigarte bien de otra forma puedes resfriarte.- dijo como si pareciese mi madre.
Ushio:- ¿por qué siempre haces esto por mí?, siempre me cuidas demasiado, sabes que no tienes por qué molestarte Ao.....- una motocicleta a alta velocidad venía, seguramente pasaría nuevamente, iba a empaparnos de agua, no fue así, Aoi me acorraló contra el muro que era barda en mi casa impidiendo que el agua me alcanzara, en cambio él fue totalmente mojado. - ¿ves a lo que me refiero?, no tienes que hacer nada de esto.- no comprendía por qué era tan bueno conmigo.
Aoi:- si tengo- me dijo aún sin alejarse de mi cuerpo, aún teniéndome contra la pared.
Ushio:- ¿por qué?- le dije desconcertado.
Aoi:- ¿en verdad deseas saber por qué?- me dijo con una voz... ¿sensual?, ese tono en su habla hizo que mi rostro ardiera involuntariamente.
Ushio:- sih- dije apenas en un hilo de voz no obstante por la cercanía pudo escucharme.
Aoi:- porque me gustas.- después de eso, si, quise olvidarlo pero deseo recordar, después de eso unió sus labios con los míos, no pude hacer nada, quise huir pero soltando el paraguas me sujetó fuertemente para que no lo lograse, él es mucho más fuerte, no pude huir... sus labios, esos húmedos labios con los que me besó eran tan... deliciosos. En el momento en que se separó de mi al notar que no lo correspondería por fin pude huir, entré a casa y cerré dando un fuerte portazo, apoyé mi espalda contra la puerta a la vez que dejaba salir un gran suspiro, justo en ese momento el timbre sonó haciendo que me asustara un poco.
Ushio:- ¿diga?- pregunté tratando de ocultar mi exasperación.
Aoi:- Olvidaste tu bolso- dijo burlonamente- abrí enfurecido la puerta, le arrebaté aquello y volví a cerrar muy fuerte.
Traté de no pensar más en lo ocurrido pero no puedo sacarlo de la mente, tonto Aoi en qué está pensando, ¿acaso no se ha dado cuenta que ambos somos........ Hombres?
Mis padres suelen viajar mucho por asuntos de trabajo así que estoy sólo en casa todos los días excepto uno al mes, el único día en el cual podemos estar como familia, por lo mismo considero que vivo sólo, no hay nadie más. Llego de la escuela, aseo la casa, como y hago todos mis deberes, después voy a dormir aunque en realidad suelo desvelarme mucho leyendo.
Ya he terminado todo lo que tengo que hacer pero no puedo concentrarme leyendo, Aoi, Aoi, Aoi, Aoi, Aoi, no puedo sacarlo de mi mente, claro que lo aprecio mucho pero no de esa forma, pero, ¿por qué dejaste que te besara?, no, no lo dejé, él me obligó, si pero cuando te diste cuenta que esos labios eran realmente deliciosos dejaste de oponerte...
A pasado una semana desde aquel incidente y no he podido hablar con él, me está evitando, no entiendo por qué si fue él en primer lugar el que me besó, ah no puedo comprenderlo, pero en fin, debo dejar de pensar en eso y concentrarme en mis estudios, por ahora es lo mejor que puedo hacer, no puedo dejarme llevar por incidentes, las personas esperan mucho de mí, mis profesores excelencia, mis padres A en las notas, mis amigos que nunca falle, un momento, ¿amigos?, ahora lo recuerdo mi vida es tan miserable que ni siquiera amigos tengo a excepción de... ¿Aoi?, ese nombre me está colmando la paciencia, está en cada rincón de mi mente.
Es jueves, ya casi fin de semana, me alegra aún pese que a diferencia de todos, paso estos días estudiando; mi primera clase es historia, nada interesante, segunda Guerra mundial es el tema y en sí no es que sea insípido por sí mismo sino que he leído mucho de ello, no creo que falte de enterarme de algo, decido no prestar atención y como mi asiento da justo a lado de la ventana puedo distraerme viendo pasar a los demás chicos... un momento ese es ¿Aoi?, pero... ¿qué demonios hace tomado de la mano de esa castaña?, no puede ser... ¿estarán saliendo?, no, eso no es posible él dijo que era yo quien le gustaba, no puede cambiar sus sentimientos de un día para otro, ¡Aaah! pero que rayos, ¿qué estoy pensando?, a mí no me interesa si sale o no con alguien, en realidad eso me daría mucho gusto, él siempre es tan retraído que a pesar de tener muchas seguidoras nunca le he conocido novia... aun así, pensar eso me hace sentir, ¿triste?, no lo sé.
La campaña que anuncia la hora de salida y por fin puedo ir a casa, escuché que la reunión con el consejo estudiantil a la que iba a asistir se canceló así que raramente regresaré a casa temprano, bueno, en realidad no es como si alguien me estuviera esperando.
Aoi:- ¿acaso no tenías una reunión a la cual asistir?- ¿qué rayos hace aquí?, está parado sobre la puerta de mi casa, ¿reunión?, ¿pero cómo sabe que tenía que asistir a una reunión si tiene tanto que no hablamos?, no lo puedo evitar, tan sólo verlo, ver lo perfecto que es me hace poner nervioso y trato de no hablar temblorosamente.
Ushio:- ¿qué haces aquí?- demonios, no puedo controlarme, mi voz se quiebra.
Aoi:- ¿es en serio?, obviamente que esperándote.- me dijo con tono de fastidio.
Ushio:- ¿puedo ayudarte en algo? - dije como tradicionalmente se pregunta.
Aoi:- a decir verdad, si- dijo desviando un poco su mirada, algo totalmente extraño en él ya que soy usualmente yo quien hago eso.
Ushio:-Si está en mis manos sabes que te ayudaré- aún no sé por qué soy tan gentil, siempre me ha costado decir no aunque eso signifique comprometerme y ahora más con lo que pasó hace unos días.
Aoi:- mis padres tienen unos negocios que arreglar en América y saldrán por dos meses aproximadamente sin embargo no autorizan quedarme a menos que sea con alguien de confianza, ambos sabemos que tú eres la única persona que se ha ganado la confianza de mis padres.- demonios, ¿acaso está diciendo quiere vivir conmigo dos meses?, eso es muy... extraño.
Ushio:- ¿quieres vivir aquí?- le pregunté incrédulo, en realidad deseaba que me dijera que no.
Aoi:- así es, si te preocupan los gastos debes saber que yo paga.....- lo interrumpí, obviamente eso no era lo que me hacía dudar al respecto.
Ushio:- no es eso, es sólo que...- no, no puedo decirle que me hace sentir nervioso e incómodo cuando está presente, que cada que lo veo recuerdo aquel... beso.
Aoi:- no era mi intención incomodarte, tú preguntaste el motivos de mi actuar, lo único que hice fue responder y aún más... lo siento pero me gustas y eso no cambiará.- ¿en que está pensando?, llega a pedirme alojamiento y suelta que está interesado en mí, ¿qué se supone que tengo que hacer?, pero eso no es lo peor, no, lo peor es que cada vez que oigo eso, aunque sólo hayan sido dos veces, cuando él lo dice no puedo controlar los latidos de mi corazón, no sé qué es lo que me pasa.- entonces... ¿puedo quedarme aquí?- rayos, me perdí pensando trivialidades, ¿qué respondo?.
Ushio:- si- resolví, aun no comprendo por qué lo hice pero ya lo hice.
Aoi:- entonces mañana después de clases está bien, ¿cierto?- me dijo al momento en que me dedicaba una sonrisa como ninguna otra, realmente eso fue extraño, él siempre es tan serio y perfecto... en realidad cuando sonríe se ve aún más hermoso... ¿hermoso?, ah Ushio en qué estás pensando.
Ushio:- si está bien- no puedo dejar de ser amable es por eso que las personas se aprovechan de mi pero Aoi no lo haría, no, Aoi es mi amigo, mi único amigo.
Aoi:- de acuerdo entonces me retiro, tengo practica de basketball, gracias- en ese momento antes de irse, cuando pensé se iría, lo hizo nuevamente tan repentino y.... delicioso como la primera vez, unió esos suaves labios a los míos, realmente no lo esperaba, nuevamente no supe que hacer o cómo reaccionar, él comenzó a moverlos de manera rítmica y delicada, eran como suaves caricias que sabían tan bien, no supe que hacer y sólo me mantuve estático, pues pese a que sabía que no estaba bien tampoco fui capaz de separarme, no lo hice aunque si lo hubiese querido lo hubiese podido hacer, sin embargo él me besaba de una manera tan delicada que era como si me arrebatara el corazón con aquella fricción, a decir verdad era la primera persona que lo hacía, no había besado a nadie anteriormente o por lo menos nadie me había besado y él en ese momento lo hizo; cerré los ojos y al abrirlos al sentir su ausencia Aoi se iba ya, no pude decir nada, él tampoco dijo nada sin embargo con eso él había dicho tanto y yo, yo simplemente no hice nada.
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Relaciones humanas es el tema de hoy en la clase de psicología, realmente no es un tema que me interese pues nunca he tenido una novia o algo por el estilo y tampoco planeo hacerlo pues no me gusta nad...... Aoi....... no, Aoi no me gusta, ni es mi pareja ni nada por el estilo, que me halla besado no significa nada, ¿o sí?...
Fuyumi:- Miyu Ushio- ah (suspiro) esa es la profesora, ¿qué puede querer?
Ushio:- aquí- respondo con resignación, no sé cuándo pasó este cambio, soy un chico destacado y que tiende a involucrarse mucho en las clases sin embargo últimamente vivo en todo menos en la escuela pero, a decir verdad, no debo preocuparme mucho pues tiene mucho que terminé mis libros ahora estudio apuntes de grados superiores.
Fuyumi:- Platícale a la clase tu opinión acerca de la homosexualidad- ¿qué?, olvidé el tema, "relaciones humanas", y precisamente eso me tenían que preguntar, en definitiva lo que pueda o no pensar no cambiará las preferencias de nadie así que no le veo objeto a ese tipo de pregunta.
Ushio:- pienso que todos son libres de pensar y preferir lo que más les guste, no soy nadie para ponerme de ningún lado de preferencias por cómo todos soy un ser humano en cambio constante y no puedo decir más que todos son libres mientras no rebasen la línea de respeto hacia su prójimo.- algunos de mis compañeros me miraban con cierta confusión sin embargo no pienso explicar lo que dije pues en realidad ni siquiera sé lo que dije, así que volteé mi mirar a un lugar incierto de la explanada para distraer mi mente en cualquier cosa y ahí está de nuevo Aoi de la mano de esa maldita castaña, ¿acaso no Aoi me quiere a mí?, no, él dijo que le gusto más no dijo que me quiere, sí, eso debe de ser, ellos debe estar saliendo y a pesar que sé que un asunto de tal calibre no debe importarme de ninguna manera, siento que algo dentro de mi comienza a molestarme.
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Aún no sé qué voy a hacer de comer, realmente tengo hambre, después de clases me he quedado a un curso de matemáticas avanzado y aunque no se bien el por qué, hacer cuentas me provoca mucho apetito.
"Ding Dong"......... "Ding Dong"- se hace soñar el timbre, seguramente es Aoi, llega tarde, dijo después de la escuela, en verdad me molesta la impuntualidad; me dirijo a abrir la puerta sin mucha prisa en realidad, por alguna razones estoy muy molesto.
Aoi: hola, disculpa la demora es que estuve algo ocupado. -¿trata de excusarse?, ridículo.
Ushio:- ah, sí supongo que estabas muy ocupado con tu novia la castaña- rayos, ¿en verdad dije eso?, esto está mal.
Aoi:- ¿castaña?, ¿novia?, ah, seguramente hablas de mi prima Tomoyo, viene del extranjero, no habla bien nuestro idioma así que en la escuela no se separa de mi.- dice muy desatendido, eso me molesta, ¿acaso no ve que dolió?, ¿me dolió?, demonios.
Ushio:- olvídalo y pasa ya.- quiero cambiar la conversación.
Aoi:- ¿ves por qué me gustas?, sin darte cuenta estabas celoso, no tienes nada de qué preocuparte, mi corazón es sólo tuyo, sabes que te quiero.- "te quiero", ahí está.
Ushio:- no estaba celoso- digo más para tratar de convencerme a mí que a él.
Aoi:- aunque no lo aceptes, es evidente que si...- ah, ¿qué hace?, después de eso acortó el espacio entre nosotros a tal grado que puedo sentir su respiración contra mi rostro, su cálido aliento; una de sus piernas siento que entra entre las mías frotando ligeramente mi intimidad- ah- rayos, no pude evitar gemir ante ese contacto y tan desvergonzadamente sonríe.
Ushio:- aléjate- le digo, traté de sonar firme pero no, mi maldita sumisa personalidad me traiciona, mi voz sonó tan suave.
Aoi:- no, no porque tu no quieres que me aleje, quieres que me acerque más, que te toque, que te bese, quieres oír que te amo y lo cuánto que te deseo, quieres que esté aquí y muerda tus labios, quieres hacer cosas que te parecen impropias pero que sin embargo deseas.... quieres que te ame.- esa voz, esos susurros contra mi rostro, su aliento suave, su excitante tono, no sé cuándo caí hasta aquí, al punto en que acepto lo tanto que me excita, y como dice él... deseo que esté aquí.
Ushio:- cállate- ya no quiero oírlo, dice todo lo que deseo, todo lo que quiero negar.
Aoi:- si eso es lo que deseas, si quieres que me calle....- no debí decirlo o tal vez fue lo mejor que pude decir, seguidamente sentí su gran mano sobre mi cintura, firme y a la vez suave, aló de mi hasta que nuestros cuerpos quedaron muy cerca, demasiado, podía sentir el calor de su ser y si, en ese momento me besó, tan demandante, como si tratase de llevarse mi alma en cada mordida, en cada saboreo, en cada succión, fue inevitable, no resistí más, correspondí su beso, debo repetir que no había besado a nadie que no fuese él, mis movimientos los sentía torpes pero lentamente nos fuimos acoplando, lenta y profundamente sentí sus labios, era tan delicioso, poco a poco fue llevándome dentro de la casa acto que agradecí mentalmente pues existía la posibilidad de ser observados y en verdad eso sería poco agradable, sin separar su cuerpo del mío me llevó dentro finalmente, no sé cómo ni cuándo pero estábamos recostados en uno de los sillones, él estaba sobre mí, su lengua lamia mis labios y comprendí lo que trataba de decirme, di al fin pasó a su lengua, sin duda alguna era hábil y me hacía sentir tan bien, era como si me explorara, ya no me sentía incómodo e incluso lo estaba disfrutando, en verdad lo disfrutaba; no pasó mucho tiempo para sentir sus manos acariciarme pero todo cambió cuando llegó a tocar mi sexo, aún sobre la ropa sin embargo no pude evitar sobresaltarme, en serio, eso ya no estaba bien.
Ushio:- ya, detente- en esta ocasión si pude hacerme escuchar, me levanté rápidamente y acomode mis ropas.
Aoi no dijo nada tan sólo relamió sus labios y ello en verdad me provocaba.
Aoi:- será mejor que meta mis maletas- olvidé que estaban fuera.
Eran cinco grandes maletas, en verdad ese tipo era vanidoso, pensé, es decir, ser un chico apuesto y hábil en todos los deportes lo hacía el más popular entre las chicas y eso era evidente con sólo observarlo, supuse que estaba bien que fuera vanidoso después de todo eso era también algo que me intrigaba pues a diferencia de mí que era practicante un cero a la izquierda por lo cual siempre usaba pantalón de mezclilla negro, camisa de vestir manga larga, un suéter color crema y lentes para estudiar, en verdad, ¿quién podría fijarse en mi cuando estaba él?... creo que soné muy idiota, él se fijaba en mí, el chico que vestía siempre a la moda, deportivo, buen físico, Woow en verdad tener una vida como la de él ha de ser buena, padres que se preocupan por ti, muchas personas a tu alrededor, lindo cuerpo y una personalidad distante, sí, mucho me hubiese gustado ser como él; metió sus maletas y lo acomodó a su habitación, como tenía mucho espacio le di una de las más grandes y parece que eso le agradó mucho.
Comimos algo sencillo a final de cuentas, terminó de instalarse y nada se habló sobre lo sucedido en lo anterior, en serio era raro, provocaba todas esa cosas y después actuaba como si nada hubiese pasado, en verdad no sé cómo voy a sobrevivir dos meses con él bajo el mismo techo.
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No sé qué hacer, esta semana que ha pasado ha sido muy extraña, en primer lugar he descubierto muchas cosas sobre él, es muy ordenado con sus pertenencias, su cuerpo impecable y su ropa perfectamente doblada, se ducha diario a las seis de la mañana, sale con veinte minutos de margen para llegar al colegio, camina siempre en sentido de los autos y lleva auriculares con música a todo volumen hasta llegar a la escuela, ya dentro los guarda y siempre camina saludando a todos, llega y se sienta en la silla segunda de la segunda fila, saca un libro y lee hasta que la clase comienza; en efecto, lo he estado observando, supongo que él también a mi aunque a decir verdad yo no soy tan ordenado, tengo muchas actividades y al final de día la sala estar donde hago mis tareas termina tapizada de libros y documentos, duermo tarde y no recojo mi habitación, me ducho a diferentes horarios y como lo que encuentre en la nevera, a decir verdad, me da un poco de pena ahora que lo pienso.
Son apenas siete días desde que llegó y lo siento parte de la casa, el aroma de su perfume, sus posters en la pared, su calzado en la entrada, lo siento tan....... cerca y sentirlo así es cálido.
Aoi:- ya llegué- hoy tenía práctica de basketball, tardó más de lo necesario, me molesta.
Ushio:- llegas tarde- demonios, ¿acaso le estoy reclamando?
Aoi:- estaba platicando con una chica, al parecer desea salir conmigo.- ¿y me lo dice así de cínico?, lo voy a matar, no, a quien voy a matar es a la idiota que se le insinuó, si, puedo hacer.... ya cállate Ushio, tranquilo y guarda la calma.
Ushio:- idiota- es lo único que puedo articular, está semana me ha besado repetidas veces y aunque me cueste aceptarlo, en serio no quiero que deje de hacerlo.
Aoi:- La idiota es ella por no saber que yo salgo con alguien más.-... ... ... ... ¿qué? ...
No digo nada, en realidad no sabría qué decir, supongo el idiota soy yo. De acuerdo, todo fue una farsa, me doy vuelta y me dispongo a salir de ahí, no quiero escuchar más.
Lo admito, a veces puedo ser muy ingenuo, en ese momento oí sus pasos apresurados hacia mí, no quise voltear y seguí caminando pero en ese momento sentí sus dos fuertes brazos rodear mi cintura y su rostro hundirse en mi cuello, estaba enojado y aun así eso se sentía tan bien, no sé por qué pero comencé a llorar, era como si me hubiese roto el corazón.
Aoi:- lo siento... pensé que vivir juntos y besarte cuando quisiese sin percibir oposición de tu parte significaba que estamos saliendo....- ¿se refería a mí?, ¿estamos saliendo?, ¿estoy saliendo con un chico?- pero creo que tu no lo ves así, así que..... Miyu Ushio, ¿deseas salir conmigo?- ah, sus palabras me carcomen, son totalmente suaves y provocativas, además su significado me impresiona en suma, ¿salir con él?.
Ushio:- ambos somos chicos.- así es, se supone que eso no se debe.
Aoi:- sí.
Ushio:- es... es impropio- sí, eso es, una relación así es impropia.
Él no dijo nada, pensé que esas palabras había dañado su corazón, me dolió pensar eso pero era la verdad, él no decía nada y estaba perdiendo la paciencia así que sin demorar mucho giré mi cuerpo en dirección suya logrando quedar de frente, contemplando así sus profundos y azulados ojos, sus facciones blancas y finas, su perfecto rostro y aún con lo que le había dicho él sonreía tan cálido que fue ahí cuando no tuve duda alguna.... me había enamorado de ese chico, de mi amigo de infancia, del deportista selecto, del niño bonito y codiciado por todas las chicas y ahora, si, ahora yo, un chico, me había enamorado de él, de su perfección, de sus ojos, de su cabello, de sus labios, de su aliento, me había enamorado de mi incansable protector.
Aoi:- el amor no es impropio, y yo te amo, que ambos vamos chicos no me impide amarte con locura, te protejo como una gema pues eso eres para mí, adoro besar tus labios y sentir tu piel, para mí eso no es impropio, deseo tocarte y tenerte a mi lado, besarte todos los días a todo momento, despertar junto a ti y acariciar tus labios, te deseo y te amo, eso no es impropio para mí, es más, es lo más propio que puedo sentir, te amo desde hace tanto tiempo, te observo cuando caminas a lo lejos aunque no lo notes, estoy despierto hasta que duermes y así asegurar que lo haces, cuando hace frío te cubro con una manta, ordeno tus libro cuando no estas en casa, para mí eso es muy propio, si tú lo ves impropio te pido que no lo hagas, porque para mí, tú eres lo más propio, lo más valioso, lo más sublime que jamás he tenido, te amo Miyu Ushio, te adoro y puedes estar seguro que no te dejaré ir- su voz, esa voz penetrante y deliciosa, exasperado, casi gritando su amor a mí... ¿impropio?, si tal vez, pero si amarnos es impropio..... Que impropio lo sea.
¿Después de eso que sucedió?, podría decir que es un secreto y que por pudor no pienso revelar, que nuestro amor es misterio y así se ha de quedar. Sin embargo no planeo terminar así mi historia si no darle el final extasiante que merece poseer.
¿Confesé mi amor?, por supuesto que lo hice, más no con palabras, tome el hermoso rostro de Aoi entre mis brazos y besé sus labios con locura, era la primera vez que lo hacía y en serio se sentía muy bien, poder saborear sus labios, esos labios embriagantes que llenan mi cuerpo de deseo y pasión.
No recuerdo en que momento mientras nuestros labios se besaban llegamos a mi recámara, tampoco sé cómo, tan sólo me recuerdo a mi sobre las blancas sábanas y a él sobre mi tratando de quitar mi ropa, no mostré oposición alguna pero en serio estaba nervioso, si, supongo eran nervios, electricidad que recorría mi cuerpo cuando me tocaba, el choque de sus dedos en mi abdomen, sus labios hemedeciendo mi piel, su cuerpo sobre el mío, su peso, su calidez... era en verdad un éxtasis de emociones y sensaciones mi ser, era como si mi corazón fuese a explotar con sólo sentir su mirada, y mi alma con sólo sentir sus labios.
Hice lo mismo que él, le quité una a una cada prenda que cubría su cuerpo, deseaba verlo, sentirlo, tenerlo.... todo, en verdad lo deseaba con locura.
No teníamos prendas ya, sentía su piel sobre la mía directamente mientras besaba mis labios más ello no duró mucho tiempo pues descendieron lenta y tortuosamente por mi cuello, mi pecho, mi abdomen, dejando tras de sí un húmedo camino de placer, -ah- si, gemí cuando alcanzó mi sexo, rayos, ¿qué hacía?, se sentía tan bien, me besaba, lámina, saboreaba, y finalmente succionaba mi ser, -ah- no gemir era imposible, no podía hacer más que morder mi labor inferior mientras con una mano sostenía su cabeza, entrelazado mis dedos en su cabello y con la otra me aferraba a las sábanas que estaban bajo de mí. Sentirme dentro de él era... no se explicarlo, se sentía jodidamente bien.
Era tanto mi placer que no podía controlar mi voz, entredecía su nombre combinado con gemidos fuertes y suaves, no estaba totalmente consciente de mis actos. Después de algún tiempo regresó a besar mis labios, me mordía de cuando en cuando, de un momento a otro me advirtió que era hora, y eso lo entendía muy bien al sentir su erección contra mi abdomen, no dudé mucho a pesar del gran nerviosismo que presentaba, me tomó fuerte por los muslos separando mis piernas en un sólo movimiento, sentía su cuerpo, su atlético cuerpo anteponerse al mío frágil y pequeño.
- ah... Aoi...ah ah- no pude resistir cuando lo sentí entrar en mí, dolía, sí, pero no tardó mucho para convertirse en placer, no pude más que aferrar mis manos, dedos, uñas a su espalda y por lo bajo gemir a su oído mientras entraba y salía de una manera excitante y feroz, cada estocada más fuerte que la anterior, y cada embestida más profunda a la vez, más rápido, más demandante, uno dos -ah- tres... -ah- cuatro... no sé cuántas pero todas fueron delirantes.
Poco a poco los espasmos se fueron haciendo presentes en todo mi cuerpo avisándome mi próxima liberación y así se lo hice saber -me.. ah... me voy a venir.... ah- dije entre gemidos, él no dijo nada y entendió, quiso llegar al tiempo que yo aumentando sus embestidas a un punto en el cual se tornó sublime y salvajemente delicioso para al final sentir mi liberación y la suya al mismo tiempo, sentirme invadido por su esencia dentro mío y la mía cubriendo nuestro abdomen, salió de mí y en ese momento me sentí tan satisfecho, lleno, como si nada más que nosotros importara, sólo nosotros y nuestro impropio amor.
Me encontraba tan cansado que sólo quería dormir, dormir sobre de él.
Aoi:- debes estar cansado, duerme un poco:- me dijo suave, sólo recosté mi cabeza sobre su bien formado abdomen y dormité con el recuerdo de nuestro amor.
Éste será el final de un escrito, más el principio de una historia que puedo asegurar será digna de la más sublime condecoración, hoy sé que amo a Aoi y que nada en el mundo me separará de este sentimiento tan puro que él despierta en mí, sus padres han decidido vivir en el extranjero y Aoi, sí, mi amado Aoi vivirá conmigo, formaremos el hogar que siempre nos hizo falta, sólo él y yo, nuestra pasión y el placer.