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Enfermo de amor por NanaFelow

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Notas del capitulo:

Espero que lo disfrutéis y que me deis vuestras más sinceras opiniones!! XD 

Se conocían desde que ambos entraron a la academia de baile, hace aproximadamente siete años. Pronto notaron la química entre ellos; los mismos gustos, los mismos ideales, los mismos objetivos, la misma pasión. Así que no les llevó demasiado tiempo convertirse en amigos, los mejores que pudiera haber. O eso creería cualquiera.

Y es que quienquiera que los viera pensaría que eran hermanos, o, incluso, almas gemelas, la misma persona en dos cuerpos distintos… un único corazón compartido. Y ellos lo notaban, lo sentían, pero ninguno se atrevía a decirlo en alto, a pensarlo siquiera. Hasta cierto día.

Era un día cualquiera de otoño. Las hojas caían al ritmo aleatorio de siempre,  el sol calentaba lo mismo que las semanas anteriores, la gente caminaba igual de ajetreada que en cualquier otro momento, el café sabía igual de amargo, las zapatillas resonaban con el mismo golpeteo que los días previos, el sudor se deslizaba del mismo modo que siempre. Todo era igual; excepto una cosa. Te quiero.

No sabía qué fue lo que le impulso a decirlo en voz alta, pero ya no había marcha atrás. Creo que te he querido desde siempre.

Y, a pesar de que todo parecía ser lo mismo que los días anteriores, su voz sonaba con un tono distinto, tembloroso, frágil, emocionado, avergonzado, excitado, enamorado. No me atrevía a decirlo, pero ya no me importa. Eres la persona que más he querido nunca.

Sus ojos, que miraban nerviosamente los del él, podían percibir la sorpresa en los de Taemin. Haces que mi corazón lata demasiado deprisa, mi mente no puede pensar correctamente, siento una sensación extraña en el estómago, mis manos tiemblan y mi piel arde cuando te toco.

Confusión, empatía. Sí, ahí estaba, podía leer claramente los sentimientos en sus ojos y en ellos podía verlo. El mismo corazón. Taeminnie… ¿no te sientes tú igual?

Silencio.

¿Se sentía igual? Sí, se sentía igual. Todo eso que había dicho Jongin lo sentía él y con una fuerza tan grande que dolía.

Sí. Fue un susurro casi inaudible, pero que logro llegar a los oídos del otro bailarín, que se precipitó sobre él en un abrazo, envolviéndolo completamente con su cuerpo. Menos mal. Menos mal. Te quiero, Taemin, te quiero.

Y Taemin lo quería a él, lo quería tanto, lo quería como nunca antes había querido, lo quería a pesar de lo que pudiera decir la sociedad, lo quería demasiado, lo quería hasta el punto de que le dolía. Le dolía, mucho, muchísimo. Desmesuradamente. De una modo insoportable, tanto que le volvía loco, tanto que no podía dejar que Jongin sufriera lo mismo.

Ese fue el detonante que llevó a Taemin a la locura extrema. A demostrar su amor de la única manera que su psique atípica le permitía…

Es agobiante.

Es doloroso.

Es enfermizo.

Es como morir.

Agobiante, doloroso, enfermizo, doloroso, tan doloroso. Mi mente está llena de pensamientos desordenados. ¿Por qué no puedo pensar con claridad?

Me mareo.

Jongin. Jongin se siente igual que yo.

Mi pobre Jongin.

No.

Él no puede sufrir esto. Él no puede estar sintiendo esta tortura.

No lo permitiré.

Me quiere, me quiere, me quiere. Y yo lo quiero. Dios, lo quiero tanto. ¿Por qué duele más cuánto más lo quiero?

“Taemin, creo que hoy te quiero un poco más.”

Él también me quiere más cada día. Entonces, ¿le duele más cada día?

Es enfermizo.

Mis pies. Mis pies no se mueven como siempre. ¿Qué me pasa? ¿Por qué es difícil bailar?

Cálmate Taemin. Cálmate. Este es tu sueño. Eres un bailarín reconocido y conseguirás llegar muy lejos con el tiempo.

Bailar. Eso es lo que tienes que hacer. Eso es lo que Jongin tiene que hacer.

Bailar.

Pero ha tropezado. Jongin está en el suelo y me mira con nerviosismo.

Él tampoco puede bailar.

No, él no. Él no puede sentirse igual de infectado. Es incluso más doloroso si es así.

Es enfermizo.

Es dañino.

Es inquietante.

Es nocivo.

¿Por qué el resto del mundo no parece sentir lo mismo que estoy sintiendo cuando ama? Pero Jongin sí lo siente. Y no puedo permitirlo.

“Taemin, creo que te querré toda la vida. No puedo dejar de pensar que será así.”

No. Jongin, no.

No me quieras. Toda la vida no.

Enfermizo, agobiante, doloroso, nocivo, mortal.

Que no me quiera toda la vida… no, no, ¡no! Eso tampoco. ¿Qué haré si no me quiere? ¿Qué haré si quiere a alguien más?

No, eso tampoco puedo soportarlo.

Pero él dice que me querrá toda la vida. Y lo veo en sus ojos. Lo dice con el corazón. Así lo siente realmente.

Mierda, mierda. ¡Mierda!

Agobiante.

Angustioso.

Enfermizo.

Enfermizo.

No, no lo permitiré. No dejaré que sufra.

“Taeminnie, ¿estás bien?”

No, no lo estoy.

“Sí. Estoy perfectamente.”

Sonríe, Taemin, sonríe para que no vea que definitivamente no estás bien.

“Aw,¡Taeminnie! Tienes la sonrisa más bonita que pueda haber en el mundo.”

Y él sonríe. Me sonríe. Y es una sonrisa que le llega a los ojos.  Tan brillante, tan llena de cariño, tan preciosa que no puedo soportarlo.

No quiero que deje de sonreír; es perfecto, es hermoso. Pero su sonrisa me hace sentir enfermo.

Mi estómago duele.

Mis rodillas tiemblan.

No puedo pensar con claridad.

Siento vértigo.

Enfermizo.

Doloroso.

Abrumador.

Debo pararlo. Tengo que detenerlo.

Jongin. Jongin. Jongin. Jongin. Jongin.¡Jongin!

Todo es Jongin, Jongin y su dolor. Dolor. Dolor. Dolor. Dolor. Jongin. Dolor.

No lo soporto.

Es desquiciante. Jodidamente desquiciante.

“Taeminnie,hoy veremos el partido en mi casa, ¿verdad? Será el primer partido que veamos desde que salimos. ¡Vamos a hacer que hoy sea un día memorable! ¿Verdad?”

“Claro, hoy será día inolvidable.”

Hoy debe acabar esto.

Mi mano. Mi mano está demasiado caliente de repente y siento los latidos golpear con fuerza en cada centímetro de ella. Me está agarrando de la mano.

Cálido.

Suave.

Tierno.

Apacible.

Arrebatador.

Fuerte. Los latidos son cada vez más fuertes.

Cálido.

Caliente.

Arde. Quema. Abrasa.

Mi pecho. Mi estómago. Duele.

Suave.

Enfermizo.

¡Enfermizo!

No quiero que suelte mi mano. No quiero. Pero no aguanto su roce. Quema demasiado.

Confundido. Estoy tan confundido. ¡Joder!

Esto debe terminar.

Ya estamos en su casa y me siento aún más confundido. Mi corazón late con furia. Palpita en todas partes de mi cuerpo.

Es el olor de Jongin. Está en todas partes. Dulce. Cálido. Penetrante. Fantástico. Tentador. Insuperable. Sublime. Y está en cada rincón, en cada partícula de aire.

¡No lo soporto!

Sus brazos a mi alrededor. Sus labios sobre los míos.

Definitivamente me voy a quemar. Mi piel arde como las llamas.

PUM, PUM, PUM, PUM, PUM.

Late demasiado rápido. Demasiado fuerte.

Demasiado intenso.

Agobiante.

Doloroso.

Enfermizo.

Acaba con esto, Taemin. ¡Acábalo! Ponle fin. No puedes dejar que Jongin siga sufriendo este dolor.

Enfermizo, enfermizo, enfermizo, enfermizo. ¡Es demasiado enfermizo!

El  amor es  enfermizo. Sí, eso es. Y no permitiré que Jongin sufra. Es demasiado preciado, demasiado bueno, demasiado importante.

Cálidos. Sus labios son tan cálidos. Y dulces.

Hazlo ahora, Taemin. ¡Hazlo!

Rodeado de la dulzura y la calidez del beso… será un buen fin. El mejor momento para acabar con todo esto.

Sí, es cierto. Dulce y cálido. Así es Jongin y así terminará todo.

Cógelo, Taemin, coge el cuchillo. Está ahí, sobre la mesa. Solo alarga el brazo y agárralo con fuerza.

Lo hago. No es demasiado pesado, pero está afilado.

Es perfecto. Casi tanto como Jongin.

Jongin, te quiero. Te quiero tanto.

Sí, y él te quiere a ti, Taemin. Te quiere tanto que tampoco puede soportarlo.

Dolor. Dolor. Dolor.

Sangre.

El cuchillo entra con facilidad en su carne.

Es tan frágil, tan dulce.

“Tae… Taeminnie…”

Su voz no es la misma. Suena débil, temblorosa, acuosa.

Vuelvo a hundir el cuchillo y Jongin suelta un jadeo, un suspiro pesado.

Ahí está. Su vida, su vida se está yendo en ese suspiro.

Tan dulce, tan cálido.

“Jonginnie, no te preocupes. Estoy aquí.”

Su pelo es tan suave, tanto como todo él. Pero está lleno de sangre. Su sangre. La sangre que empapó mis manos. La sangre con la que se va todo el dolor, toda la confusión, toda la enfermedad que nos trajo el amor.

Roja y cálida, como él.

¿Será tan dulce como él?

Y la pruebo, solo un poco. Y lo siento.

El dolor.

El agobio.

El vértigo.

La enfermedad.

No es dulce, sino asquerosa, fuerte, con un sabor metálico.

Eso es porque se lleva todo lo malo con ella.

Quiero que fluya la sangre, ver como se derrama en el suelo, en mis manos.

Quiero verlo todo de rojo.

Quiero toda la sangre fuera de Jongin.

El dolor fuera de Jongin.

Después de mucho tiempo me siento feliz, tan feliz. Por fin será libre.

Pero él no parece contento.

Sus ojos… miedo, veo miedo.

No, Jongin, no tienes nada que temer.

“No te preocupes, amor, estoy aquí. Hyung cuidará de ti. Hyung no dejará que sufras. Hyung te quiere demasiado como para permitirlo.”

Miedo, desolación, dolor. Su mirada está cada vez está más vacía.

No lo entiendo. ¿Por qué ya no sonríe? ¿Por qué no es feliz?

Él no comprende, Taemin. Él no entiende tan bien como tú que esta es la mejor manera. Que es el único modo, que lo haces por su bien.

Es cierto, lo veo en sus ojos, no entiende por qué. Pero da igual. Todo su dolor se está yendo con la sangre y es lo único que importa.

“Te quiero.”

Su último suspiro.

Su último latido.

Su última mirada.

Y nada puede hacerme más feliz, porque sus últimas palabras fueron mi nombre.

Su dolor se ha ido. Para siempre.

Adios, Jongin. Adios.

Adios.

Adios…

¡No!

Su calidez.

Su dulzura.

Su confianza.

Su toque.

Su mirada.

Sus movimientos al bailar.

Su genialidad.

Se ha ido. Todo se ha ido.

Se ha ido con la sangre, con el dolor, con la enfermedad.

Y vuelvo a sentirlo en mí.

Doloroso.

Enfermizo.

Pérdida.

Vértigo.

Todo multiplicado diez veces.

¡No lo soporto!

No, no, no, no, no, no, no.

Enfermizo.

No.

Dolor.

No.

Angustia.

No.

Mareo.

Lo siento en cada milímetro de mi piel, de mi interior.

Mi pecho duele, duele tanto que parece que me han golpeado con un bate de beisbol.

Aire. Necesito aire.

No puedo respirar.

No puedo…

Jongin ya no está. Ya no está.

Jongin.

Se ha ido para siempre.

Pero no se ha ido mi dolor, mi enfermedad.

Y no puedo soportarlo.

Enfermizo.

Abrumador.

Doloroso.

Siento un dolor arrollador.

¡NO PUEDO SOPORTARLO!

Taemin, ¿qué haces? ¿No lo ves? Ha terminado para Jongin, pero no para ti.

No, para mí no se ha acabado.

Pero no puedo. El baile… si le pongo fin a mi enfermedad ya no podré bailar.

No, no, no, no...

Eso no importa, Taemin. Importa Jongin, y no lo volverás a ver si no lo haces.

Sí, Jongin es más importante, siempre ha sido y sigue siendo más importante.

Acabaré con todo.

Le pondré fin.

Jongin. Podré volver a verlo.

Sin dolor.

Sin angustias.

Sin vértigos.

Sin enfermedad alguna.

Podré verlo y quererlo como él se merece.

Iré a junto él.

Sangre. Roja, líquida, cálida, asquerosa. Me encanta.

Sangre.

Sangre.

Sangre.

Veo como se lo lleva todo.

El dolor.

La angustia.

La enfermedad.

La sangre sigue fluyendo, arrastrando lo malo de mi interior, acercándome cada vez más a Jongin.

Cálido.

Dulce.

Ya puedo sentirlo.

Jongin.

Cada vez más cerca, más, más, más.

Es la sangre, la sangre me está uniendo a él.

La sangre está echando fuera lo malo y está dejando lo bueno.

La sangre se está llevando este enfermizo amor.  

Jongin, te quiero. 


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