Himuro sentía que el piso bajo sus pies se destrozaba, su vida se rompía ante sus ojos, la vida no era justa con él, miro a su lado, Shun lloraba, su amado estaba tan roto como él, se abrazaba a si mismo buscando un consuelo, en tan poco tiempo su vida se destrozó, quería llorar, le dolía el pecho, el alma, su cuerpo, su cabeza.... Miro al doctor suplicante, quería despertar de esa pesadilla, quería abrir los ojos y ver a Izuki riendo, sonriendo a su lado, diciendo un chiste, un juego de palabras, pero no... Esa era su verdad, su vida, su triste realidad.
Como le podían decir tal cosa, como si ellos hace menos de un mes tenían a su pequeña riendo, jugando y ahora ella se había ido, se dejó caer en la silla junto a su pareja y se dejó llevar por el llanto, por la pena, por el dolor.
-Tatsuya…- la voz de Shun se oía dolida, se entrecortaba, el llanto lo hacía jadear cuando intentaba hablar.-…lo siento…si yo… yo debí… darme cuenta… la perdimos Tatsuya… ella se fue… se nos fue para siempre…nos dejó…- el ojos de águila se cubrió el rostro, mientras Himuro lo rodeaba con los brazos.
-Si Shun… se nos fue… para siempre…- el recuerdo de su niña le llego a la cabeza, de cuando se enteraron del embarazo, del comienzo de esa relación, el nacimiento de su pequeña, esos hermosos 5 años y ese último maldito mes, en un mes habían perdido el sentido de sus vidas, en un mes la habían perdido, su hija había muerto.
Flash Back
Hoy era su primer día de vacaciones, tendrían un mes lleno de alegría y felicidad, habían decidido viajar a conocer a la familia de Himuro, ya que la pequeña Aiko aún no conocía a sus abuelos por parte de padre, viajaría directo a Nueva York esa tarde para poder pasar un tiempo con la familia del moreno.
Izuki decidió despertar a su pequeña, la noche anterior se había acostado cansada y con mucho sueño, pero ya eran pasadas de las 11 de la mañana.
-Ai…bebe…- Shun amaba a su hija, era su tesoro, por eso Tatsuya había decidido llamarlo Aiko, “la más amada entre todas”, ellos la amarían mucho, sería su única pequeña, su única hija, Shun había sufrido una hemorragia durante el parto, provocando que tuvieran que operarlo de urgencia, dado que se estaba desangrando, esto lo dejo imposibilitado para poder sostener un nuevo embarazo.
-MMM….no mami…solo un poco más…-la niña se envolvió en las sabanas al sentir el peso de su madre en la cama.
-Anda bebe… son las 11, debes desayunar… papi te espera…- Shun tomo con cuidado las cobijas y se las quito a la niña, dejando ver la pijama de la menor, usaba una camiseta de basquetbol con su nombre escrito en grande, la cual estaba toda levantada a la altura de la cadera, la pequeña era un vivo recuerdo de Himuro, su piel, sus ojos, el carácter, lo único que sabía que la niña tenía de él era el ojo de Águila, en lo demás era igual a Himuro.
-Mami no… duele…- agregó en un suave quejido la pequeña al sentir las manos de su mamá sobre su pequeña cadera.
-¿duele?...-Shun miro el cuerpo de la pequeña notando un moretón muy grande en su cadera, no recordaba que la pequeña se hubiera caído o que Himuro le hubiese comentado algo, menos en la escuela, Kuroko era cuidadoso con sus alumnos.- bebe… ¿te caíste?
-no mami…siempre duelen…- agregó asiendo un puchero, mientras sus manitas rodeaban el cuello de su Shun, las piernas de Aiko también tenían moretones, esto no era normal.
-Ven amor vamos con papi…- algo en el corazón de Shun estaba apretado, algo lo asustaba, bajo con la niña hasta la cocina donde había dejado a su pareja.
-heyyy… baby… no te querías levantar…-Himuro miro a Shun, notando cierta palidez y la seriedad de su gesto.-… Shun estas pálido…
-…tiene moretones… muchos…
-Shun es una niña… quizá se golpeó mientras jugaba…
-no papá yo no pegue… siempre duele mucho…- se acurruco en el cuello de su mami, comenzó a dormirse otra vez-…me duele la cabeza…tengo sueño…
-llamaré a Midorima, quizás nos pueda atender antes del viaje… arréglense…-Himuro tomó el celular, tenía un mal presentimiento, esperaba que esa sensación fuera solo por el volver a Estados Unidos después de tanto, se sintió angustiado ante la actitud de su pequeña.
-¡¡¡¡TATSUYA!!!!.- el grito desgarrador de Shun lo hizo correr velozmente por la casa, llego al baño en cosa de segundo, notando como su pareja limpiaba desesperadamente la cara de Aiko, quien se encontraba desmayada entre sus brazos-…No deja de sangrar y no despierta … Tatsuya ayúdame…- la sangre bajaba por su nariz muy rápido.
Tatsuya la tomo y la llevo al auto lo más veloz que pudo, Shun lo siguió con el teléfono en su mano, estaba tan asustado, le quito la pequeña toalla que la niña llevaba en sus manos, para limpiar la sangre que corría desde su pequeña nariz, poco a poco recobraba el conocimiento.
-Mami… ¿Qué me pasa?...- su voz se oía cansada y lejana.
-nada bebe… tranquila… tío Midorima nos atenderá…-le sonrío.
En cinco minutos llegaron a la consulta, el peliverde los esperaba, se llevó a la niña, haciendo las preguntas de rigor, con la ayuda de una enfermera la llevaron a un cuarto para realizar exámenes.
-Tatsu…-los ojos de Shun se llenaron de lágrimas, aun sostenía la pequeña toalla manchada de sangre.
-ven…- Himuro lo rodeo con sus brazos.- no llores… todo estará bien…
Una hora más tarde el peliverde salió en compañía de otro doctor, quien lo llevo a una sala de juntas privada.
-Himuro…Izuki… esto no es algo fácil…él es el doctor Fuwa Hideki, es oncólogo…
-Mi hija… mi hija tiene… -la lengua de Himuro se enredaba, no podía ser lo que él creía.
-Himuro, Izuki, Aiko…Aiko.- el peliverde no quería continuar, la pequeña era amiga de sus hijas, él había visto de cerca, la había traído al mundo hace 5 años y le dolía el pecho de pensar en tan horrorosa enfermedad, tomó aire y se dio fuerza.- Aoki, presenta una disfunción en la producción celular, ella tiene Leucemia aguda.
Con esa palabra el silencio lleno la consulta, Himuro sintió como su interior se rompía, quería llorar, gritar, decir que todo esto era un sueño y que su bebe no tenía nada, sintió la mano de Izuki sobre su rodilla, al mirarlo y ver el dolor, la pena que el moreno mostraba, Shun estaba destrozado.
-El tratamiento…- muy bajito el ojos de águila dejo salir el poco aire que creía tener en sus pulmones, con lo único que les quedaba por preguntar.
-Hay algo que debo explicarles primero…- el oncólogo hablo suevamente, pero siempre firme.- la niña no solo presentaba sangrado nasal, ella presento una hemorragia a nivel intracraneal, ella se encuentra sedada, es necesario aliviar la presión en su cerebro primero, será necesario que la revise un neurocirujano ya que debemos operarla lo más pronto posible, ese fue el motivo de su desmayo, sobre la leucemia, es necesario que empecemos con las quimioterapias de forma inmediata, Aiko presenta una Leucemia aguda, es muy común en niños, su avance es muy rápido, hasta ahora esos serían las opciones para un tratamiento.
-… ¿se salvara?...-Shun miro suplicante al Dr. Fuwa.
-les seré honestos, en estos caso la quimioterapia mejora bastante la situación, pero no hay seguridad de que podamos dar la guerra al 100% contra la enfermedad… la otra opción es un trasplante de medula, puede que uno de ustedes sea compatible, ya que no tienen más hijos son la única opción para el trasplante, les tendremos que hacer exámenes…
-Haremos lo que sea…- Himuro hablo tomando la mano de Shun entre las suyas.- intentaremos lo que sea, pero sálvela.
Fin Flash Back
Una mano se posó en su hombro, la reconoció sin siquiera levantar la cabeza, es probable que Midorima hubiese dado aviso a todos.
-Hermano…- Taiga hablo suavemente, pero con dolor, la muerte de un niño era siempre terrible.
Levanto la vista, no se percató cuando todo Seirin y Yosen habían llegado a hacerles compañía, miro a Shun, quien lloraba abrazado a su antigua entrenadora.
-Taiga… ella se fue…nunca más…- se levantó alejándose de la multitud, ante la atenta mirada de todos, algunos querían reprocharle que se quedara, que se desahogara, pero como pedirle eso, como pedirles que compartieran el dolor de sus corazones, el dolor que solo un padre logra entender y que nunca desea sufrir, la pérdida de un hijo.
-Iré con él…- agregó el pelirojo, antes de alejarse, su pequeña sombre se quedaría junto a los demás consolando a Shun.
El pelirojo lo encontró sentado en su auto fumando junto a la sillita de Aiko, miro el vehículo las maletas en la parte de atrás.
-Taiga, mi bebita se fue… ya no está, solo es su cuerpo, pero ella ya no está… sus ojitos están vacíos, sin vida… ya nunca más oiré su vocecita gritona…”papi cuando sea grande me quiero casar contigo”… nunca más la veré cantar y bailar canciones tontas…la perdí… la perdimos… ella se fue… está fría, pálida… está muerta Taiga…
-Tatsuya…
-Dime que despertara Taiga, dime que abrirá sus ojitos, ella quería jugar básquet conmigo, quería ser bailarina… Taiga… hermano por favor…hermano…dime que esta junto a Shun… hermano le dedicare menos tiempo a mi trabajo… iré a casa temprano…haré lo que sea… pero dime que ella está viva, que esto es sueño hermano por favor…que esto no es más que una maldita pesadilla - se levantó tomando la camiseta de Kagami con sus puños.
-Tatsuya…lo siento…ella… no volverá…
-NO PORFAVOR NO…. NO…POR..FAV…OR..-Kagami lo rodio con sus brazos al notar como el moreno perdía de pronto las fuerzas, el pelirojo levanto a su hermano, se había desmayado, sentía el dolor de su hermano, su sobrina había muerto, había partido de este mundo antes de lo que un niño debería, ya no había enfermedad con la que luchar, ya no había vida que salvar.
Aiko Himuro murió a sus 5 años, dejando a sus padres, a sus tíos y a sus amigos con el alma y la vida rota, habían perdido la batalla.