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En las fauces del lobo por Keiran

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Notas del capitulo:

Bueno, he llegado a acyualizar, espero que les guste este cap.... y ya más adelante viene nuevamente la accion y las situaciones varias de mis personajes principales. 

Capítulo 17: “Cuando Alice renació”

///Recuerdo de Alice///

La vida como la conocía tan solitaria, había cambiado por completo en cuanto conocí a la primera persona que estaría conmigo toda mi vida. Lo conocí apenas siendo un bebe de tan solo ocho meses… era rechoncho y muy hermoso, en el bosque, donde reinaban los elfos me habían cuidado muy bien durante mis viajes, ya tenía mucha edad, demasiada… y cuando me pidieron que cuidara a ese hermoso bebe que había visto en la cuna, embelesada, me quede por meses en ese lugar para verlo crecer por todo el tiempo que pudiera… pero había veces que no quería estar sola con él, siempre necesitaba ayuda.

 

—     ¡Basta Vanimas! ¡Auxilio! ¡Sasted ayúdame! —no podía moverme en lo absoluto, raíces de árboles me tenían envuelta sin piedad elevada al menos un metro de distancia del suelo, y lo unico que podía ver frente a mí, era a un hermoso bebe con los cabellos rubios y la piel acanelada, de ojos amarillos riendo, y aplaudiendo de vez en cuando con su sonaja en el suelo— ¡Vanimas no soy un juguete! —

—     ¡¿Ahora que esta sucediendo?! — Rápidamente entro una persona a la habitación en la que yo estaba con el pequeño bebe, y al ver a Vanimas solamente dirigió su mano hacia mí y todas las raíces comenzaron a desaparecer en el suelo, tomo al bebe y comenzó a reír como si para mí también fuera divertido— ¿Te trae cabeza abajo otra vez? — me pregunto mientras me sacudía las ropas

—     No es gracioso Sasted, ahora que sabe que lo puede hacer se aprovecha de mí, pareciera como si no me quisiera cerca de él…—

—     Eso no es verdad, ni tú lo puedes creer, él te ve como su madre… por eso juega contigo, conmigo no es lo mismo— me dijo entregándome al bebe en brazos mientras veíamos como su cabello cambiaba a un café achocolatado y se dignaba a morder nuevamente su sonaja, viéndome con esos hermosísimos ojos enormes y soltando saliva— ¿Lo ves? Te adora…—

—     Solté un cansadísimo suspiro y luego hable— Vanimas no tienes remedio… príncipe—

—     Aunque creo que pronto te tomara de sonaja cuando se aburra de esta jajá— Sasted río por lo bajo y yo solamente fruncí el entrecejo, Vanimas me había doblegado mucho más rápido que cualquier otra persona con la que había peleado, pero, él era un bebe solamente, y sentía que sabía por completo mis debilidades, el sobretodo era una de ellas.

—     Cuando me vaya a ti te traerá como a pelota para juegos…— Sasted era un elfo de la misma especie de Vanimas, del bosque, y al escuchar eso… su cabello se hizo completamente blanco, ya que Vanimas, era el elfo que había despertado sus habilidades mucho antes que el rey mismo, pues era su hijo más pequeño, y el más preciado

—     Por favor… no vuelvas a decirlo, que da terror—yo solo reí amenamente y juntos salimos de la habitación con Vanimas en brazos

Tres años habían pasado desde que había conocido a mi perdición, Vanimas estaba por cumplir apenas los cuatro años de edad, y estábamos jugando cerca de uno de los ríos… pero yo tenía que irme pronto, necesitaba regresar a mi hogar, necesitaba ir con las hermanas, aunque, siempre supe que no había lugar al cual regresar, Vanimas necesitaba ser entrenado, y necesitaba crecer cerca de sus raíces, yo solo lo estaba aplazando más, podía decirse que estaba siendo una distracción como lo había dicho el mismo rey, y tenía que decírselo a mi niño, porque en pocas palabras él era mi hijo, aunque para los demás no fuera así, yo así lo sentía…

Por las noches, cuando en el bosque llovía, Vanimas siempre iba a mi habitación a recostarse a mi cama, cuando se lastimaba siempre gritaba mi nombre, cuando Sasted, su mentor, lo regañaba por andar tan distraído en sus prácticas siempre lo delataba conmigo… y cuando se sentía solo, o estaba tan feliz, siempre me lo hacía saber.

—     Vanimas aléjate de la orilla porque puedes resbalar— le dije al verlo caminar con sus pies descalzos sosteniendo una paleta de caramelo que le había traído desde la ciudad

—     ¿Nos podemos mojar Alice? — me pregunto con su inocente voz

—     Claro que no… no tengo ropa limpia, toda me la he ensuciado ayer por andar jugando en el lodo y fango del pantano— le dije desanimada— Me ayudaras a lavarla en cuanto lleguemos al palacio—

—     No quiero lavar ropa— me dijo haciendo una pequeña mueca seguida de un puchero

—     Pues tu empezaste, dime si no es justo…— me le quede viendo con las cejas fruncidas y el solamente sonrió

—     Ya que si es justo…—

—     Lo vez pequeño— Fui hacia él y le tome por los hombros tramando algo horrible— Aunque, podríamos pedirle a Sasted algo de su ropa para esperar a que se seque la mía— le dije silenciosamente, como si fuera un secreto

—     ¿De verdad Alice? — Me pregunto arrojando la paleta de sabor cereza al rio— ¿Podemos mojarnos? —

—     Oh rayos, iba a decir que no… pero alguien tiene que ir por tu paleta al rio— reí con lo último y el solamente me tomo de las manos

—     Una… dos…— me decía flexionando sus piernas

—     ¡Tres!... — Al instante, juntos nos arrojamos al agua y jugamos por horas allí adentro, cuando llegamos al palacio completamente mojados, lo primero que me pregunto Sasted, fue ¿Qué hace esa paleta pegada a tu cabello? Y Vanimas y yo reímos como nunca antes…

No podría decírselo, no podría ver su rostro bañándose de tristeza al decirle que en una semana después de ese día antes de su cumpleaños me tendría que ir, ni tampoco podría despedirme de el en esos momentos, no quería hacerlo, así que en lo mejor que pude pensar para ahorrarme ese sufrimiento, fue en irme sin ninguna despedida, llegue a esa pequeña cabaña que tenía en el bosque, a la que no había llegado por casi cuatro años y supe que humanos la habían encontrado, estaba completamente saqueada, aun así me dispuse a limpiar, y a cada tanto le recordaba a él, ¿Qué haría o qué pensaría al no encontrarme en mi habitación? Estaba lloviendo y seguramente tendría algún miedo de estar solo en su habitación… seguramente ni siquiera me extrañaría…

Y así pase mis días, arreglando lo destruida que estaba mi cabaña, limpiando, fregando pisos, barriendo la entrada, lavando las pocas cosas que me quedaban de mi hogar asaltado, y haciendo mi cena, esperando a que Sheila y Shaleen me visitaran un día de estos, y arreglando una sola habitación como si fuera la de Vanimas… le extrañaba, le extrañaba demasiado…

Habían pasado cerca de dos semanas de que había regresado a mi hogar, había ido a comprar algunos libros a la ciudad, no me sentía muy cómoda estando en un solo lugar, así que gastaba tanto tiempo libre leyendo o yendo a museos como mi apariencia me lo permitía… y cuando llegue, en medio de la oscuridad vi como alguien estaba saliendo de mi cabaña, una sombra delgada y alta, no espere dos veces y me le eche encima, no permitiría un segundo asalto a mi hogar, y lo primero que escuche al tumbar al sujeto en el suelo, fue la voz de Sasted debajo de mi pidiéndome que no le matara…

—     ¡¿Sasted que estás haciendo aquí?! — le pregunte aun encima de el

—     ¡He venido por ti, dios santo! — me grito de regreso con sus cabellos hechos un azul pálido

—     Pero porque… el rey me dijo que…— pero Sasted me interrumpió

—     El rey no quiere que su hijo muera— la seriedad con la que Sasted me había dicho eso, fue tan evidente que al instante un horrible terror entro a mi cuerpo

—     ¡¿Que le ha pasado a Vanimas?! — pregunte a Sasted con mucho miedo

—     Estuve diciéndole que te habías ido a cuidar tu hogar unos días, y a visitar a viejos amigos, que regresarías, pero en cuanto pasaban los días él se iba preocupando más, y en una ocasión ayer, nos escuchó a mí y al rey hablando de que él tenía que acostumbrarse a vivir sin ti, y el que te hubieras ido había sido lo mejor y nos gritó, estaba llorando, no sabía qué hacer, y el rey le dijo que tú ya no ibas a regresar… y en ese instante… perdió su luz, todo alrededor comenzó a morir, las plantas, los árboles se secaron Alice… necesitamos que vayas con él, eso solo pasa cuando…—

—     Cuando un elfo decide morir por su propia voluntad— no sé qué cara puse en esos momentos, pero Sasted sabía que si algo malo le pasaba a Vanimas, no se lo perdonaría, ni al rey, ni a él, ni a mí misma— ¡Es solo un niño Sasted! ¡Cómo no fueron cuidadosos con esto! — le grite mientras mis lágrimas salían sin permiso y me levantaba para dejarle libre

—     Lo sé, lo lamento mucho, pero te ruego que vayas… Vanimas necesita verte— me dijo el preocupado— Hay que ir rápido, porque es casi un día de camino…—

—     Yo no necesito un día—le dije secamente mientras me ponía en posición para hacer un talismán de los más grandes que había hecho en toda mi vida, de color rojizo guindo, apareció debajo de nosotros y le pedí a Sasted que me tomara de la cintura, de un momento a otro desaparecimos…

Había usado un hechizo de transportación, quince minutos y ya estaba a las afueras del palacio, lo unico que le paso a Sasted como efecto secundario fue un enorme mareo que le duro unos cuantos minutos, pero al estar ya afuera, comenzamos a correr por las escaleras del lugar mientras todos nos iban abriendo las puertas de los corredores, el rey estaba dentro de la habitación de su hijo, y yo entre de un solo portazo gritando el nombre de mi niño…

—     Vanimas… Vanimas cariño— le dije viéndolo en su cama, su cuerpo estaba completamente gris, sus ojos estaban cerrados

—     No pude equivocarme más al separarlo de ti, tu eres lo más importante para el… lo siento demasiado— me dijo el rey viéndome con pena y tristeza— Quiero que lo lleves contigo a tu hogar, que el este bien, que este a salvo de toda tristeza, porque ambos sabemos que la tristeza y el desamor es lo peor que puede sentir un elfo—

—     Pero Rey…—

—     Vanimas dejara de ser mi hijo, para ser tu hijo… es mi voluntad, y te lo entrego a ti porque eres la mejor persona que he conocido para el—

—     Está bien— sonreí al ver al rey y fije mi vista en Vanimas nuevamente

—     Salgan de la habitación, necesitan un momento a solas— dijo el rey en una orden y enseguida Sasted y algunos guardias salieron y me dejaron a solas con Vanimas

Su piel parecia estar seca, sin vida, lo unico que pude hacer fue recostarme a su lado en la cama y abrazarle con cariño, sabía que Vanimas iba a estar bien, solo hacía falta tiempo para que recuperara su conciencia y dejara su sueño…

Él estaba soñando, no sabía exactamente que, pero lo unico que no quería era que fueran pesadillas… espere pacientemente por horas a que el estuviera bien y despertara… y así lo hizo, lentamente abrió sus ojos, y al verme, en lugar de escuchar mi nombre, lo primero que escuche fue la cosa más bonita que me habían dicho en toda mi vida… “Mama” no pude evitar llorar… y abrazarle y besar su rostro una y otra vez…

—     Lo siento mucho, perdóname, jamás volveré a dejarte solo… lo siento— le dije entre lágrimas a ese niño pequeño que tenía entre mis brazos

—     Te amo mama— me dijo nuevamente y lo unico que hice fue sonreír y reír…

///Fin recuerdo Alice///

Ese día era un recuerdo de los más felices de mi vida, aunque las cosas no habían cambiado por completo, ahora tenía muchos más hijos de la cuenta… Izzy, Glaw, Darian, y Zed eran mis nuevas perdiciones de las que aun así, a veces Vanimas, a pesar de tener la edad que tiene se sigue poniendo celoso, y me grita “mama” cuando está molesto por algo que le haya dicho o no haya hecho… y en estos momentos no es algo diferente, ya que en mi habitación estaban todos viéndome… y no dejaron pasar a nadie más…

—     ¿Por qué siguen mirándome de esta manera? — les pregunte mientras me sentaba lentamente en la cama— ¿he hecho algo malo? — pregunte quedamente

—     Las manchas en tu rostro… ¿Por qué han aparecido? — me pregunto Darian sentado al lado mío en una de las sillas

—     Es debilidad… es todo— le dije sonriendo tocando mi rostro— en cuanto me tome el antídoto todo terminara— les dije sonriendo, pero al mirar a los chicos que estaban dentro de la habitación, me llamo la atención Zed, quien parecia estar algo deprimido e ido— ¿Qué ha sucedido Zed? ¿Qué es lo que te pasa cariño? —

—     No me sucede nada… — me dijo viéndome seriamente, mientras los demás solo se removieron algo incomodos en su lugar— Ya no me pasa nada…—

—     Sé que estas mintiéndome…—le dije seriamente y mire a todos dentro de la habitación— Y sé que ustedes están cubriendo su mentira… desde niños siempre se han cubierto las espaldas, incluso cuando me hacían tortas de lodo para celebrar mi cumpleaños— Los chicos solo sonrieron, igual que Zed, pero en segundos su rostro se afligió y miro a la pared de nuevo tratando de retener las lágrimas para que no le viera… supe que era algo grave y le llame a que se sentara a mi lado— Vamos ven Zed, sabes que no muerdo, por eso soy tu mama— Vanimas solamente sonrió con lo último al ver que Zed no dudo en ir conmigo y abrazarse a mí— ¿Vas a contarme que paso? —

—     No quiero hacerlo… solo quiero que me abraces si— me dijo con la voz quebrada y le seguí abrazando por un rato— Hace mucho que nos los veía así conmigo, espero que Sheila y Shaleen no les hayan causado problemas al ir a pedir la flor— les dije viendo que todos volteaban a ver a Darian y el solo se ponía rígido en su silla

—     ¿Qué fue lo que paso con las hermanas? — les pregunto Glaw curiosa, y claro que a mí también me pico la curiosidad

—     Callcifer, se llevó volando a Darian cuando estábamos en la montaña— dijo Izzy sonriendo— Hubieras visto como estaba gritando Mama Alice— Yo me sorprendí al instante

—     ¿Es verdad Darian? Debiste de haberles dicho tu miedo… ese dragón no se tienta el corazón con casi nadie—

—     Lo sé, pero fue difícil hacerlo… cuando entre en pánico mi mente se puso en blanco, hubo unos momentos en que Raven dijo que active la bomba de magia—

—     ¿En verdad tanto fue tu miedo para activar todos los tatuajes juntos? — le pregunte riendo un poco

—     No me juzgues mama, es solo que no podía, jamás me había elevado tanto en mi vida— me dijo apenado

—     ¿y qué fue lo que les dijeron mis viejas amigas? — Zed se separó lentamente de mí y toco las manchas de mi rostro

—     Mama, queremos que dejes de dañarte a ti misma…—

—     Con que les dieron el mismo sermón que me dieron a mí… ¿no es así? — pregunte y me recargue en las almohadas— No quiero hacerlo…—

—     ¡Ya no es tu decisión! — me grito Vanimas desde el otro lado de la habitación y voltee a verle, él estaba preocupado, y sabía que le estaba haciendo daño

—     Saben que siempre he amado esta apariencia, y amo a los humanos, es solo… que ya no recuerdo como era hace años, ya se me olvido… y no quiero que ustedes me vean como una desconocida—

—     ¡¿Desconocida?! — Darian me pregunto realmente enfadado desde la silla— Eres nuestra madre y es obvio que nos preocupemos por ti, no es posible que pienses que somos así de egoístas… —

—     Preferimos mil veces tu salud a que solo nos muestres ser alguien que no eres y jamás serás— me dijo Glaw lentamente y yo me sentí ofendida

—     ¡Siempre he sido yo misma con ustedes! ¡Jamás les importo mi apariencia, fue hasta ahora que me puse  mal que comenzaron con esto… si no hubiera pasado nada ustedes ni siquiera se hubieran dado cuenta de ello! — les dije realmente enojada, daba igual si entendían o no— la mayor parte de mi vida me hicieron a un lado por cómo me veía y por como lucía, las personas pudieron haberme quemado viva si veían que tenía mi verdadera apariencia siendo bruja en su mayoría, jamás me dieron la oportunidad de probarles que jamás les haría daño, es solo, que para los humanos siempre ha importado más lo que ven por fuera que lo que hay adentro, por eso me oculte, y gracias a que estuve oculta tanto tiempo pude vivir mi vida tranquila y conocer a personas que jamás hubiera conocido siendo yo… Shaleen y Sheila estaban cómodas en el exilio, pero yo jamás lo estuve… jamás me conforme con eso—les conté parte de lo que había vivido de niña— Cuando mi madre estuvo viva… siempre me viví ocultando con ella…—

—     Pero mama Alice— me dijo Izzy con tristeza— Ya no estás sola, ni siquiera te hemos juzgado el tiempo que has estado aquí, y ahora por el unico motivo por el que no estamos de acuerdo contigo… es porque estas dañándote a ti misma, a nosotros jamás nos has tenido que convencer para que creamos lo que nos dices, nosotros te amamos, y te seguiremos amando aun seas diferente ante los ojos de todos, sabremos que siempre vas a seguir siendo tu... solo queremos que estés bien, sana y salva y que no sufras debido a ese hechizo que te está dañando demasiado— Izzy se acercó a la cama y se sentó en la orilla de mis pies y rozo mis piernas ligeramente con sus manos— No solo lo pienso yo…—

—     Yo también pienso lo mismo, por que esforzarte por conseguir algo si el ser tu siempre ha sido suficiente Mama, solo quiero que estas bien, te quiero demasiado… y en verdad, me encantaría ver cómo eres ahora… quisiera verte— Zed seguía tomando mis manos mirándolas como si fueran algo tan delicado a pesar de que su mirada se veía realmente destruida y en sus ojos solo podía ver dolor, él estaba siendo fuerte por mí, y me mataba saber qué era lo que había pasado con el parea que su alma fuera lastimada de esa manera tan horrible

—     ¿alguien más que tenga que decirme algo? — pregunte con algo de molestia, no sabía por qué estaban convenciéndome, aunque pensaba que por solo un pequeño tiempo, podría dejar de usar ese hechizo, y si me sentía cómoda, tal vez no volvería a usarlo jamás… porque sus palabras eran tan bonitas.

—     Es obvio que si…— me dijo Vanimas molesto mientras sus cabellos me dejaban ver lo molesto que estaba tornándose de un color realmente negro, se acercó a mi lado de la cama y así comenzó a hablar— Las cosas que decimos no son mentiras, quiero que sepas que a pesar de esa actitud que estas tomando no nos rendiremos ni un poco en caso de que tu respuesta sea negativa, aremos, ¡are! — Vanimas se señaló a si mismo en la habitación y levanto la voz un poco—Lo que sea necesario y hasta lo imposible por bloquear ese maldito hechizo de tu vida y que le des la magia que falta a Darian para que tú seas una persona normal Alice… ¿No entiendes lo que me duele verte así mama? ¿Ser tan terca ignorando que llegaría el momento en que murieras y nos dejaras a todos solos? ¿Qué jamás pensaste en eso? — me pregunto ya con su voz rota, mientras me veía con tristeza y lágrimas bajando por sus mejillas, Vanimas estaba angustiado, y hasta ahorita estaba entendiendo todo, que solamente por verme de una manera en la que yo jamás me había aceptado posiblemente los perdería a todos de un solo golpe— Tienes que entender que eres lo más importante para nosotros…—

—     Lo entiendo hijo…— le dije enseguida y alce mis manos para tomar las suyas, mientras sus cabellos se iban haciendo un color miel claro y sus ojos me miraban algo fatigados— Los entiendo… a todos no solo a ti… y lo are, solo por ustedes jamás volveré a usar ese hechizo…—

—     ¡¿En verdad mama?! — pregunto Izzy al instante

—     Claro… pero con unas condiciones— Sonreí de una manera divertida al ver como Vanimas estaba limpiándose las lágrimas y torcía la boca esperando lo peor de su traviesa madre

—     Mama… no estás en una postura digna para ponerte tus moños— me dijo y enseguida le comencé a pellizcar las manos— ¡Espera ya me calló! Ya, ya que me duele…—me dijo desesperado

—     Puedo y lo hago porque me da la gana… — Mire a todos seria y ellos se removieron en sus lugares

—     Está bien, aceptaremos cualquier cosa que digas…—

—     Está bien…— sonreí contenta desde la cama y mire el brebaje que estaba al lado en mi buro, tomando el vaso lleno hasta el tope de una sustancia oscura como el que eran las flores que eran la base de ese menjurje— En primer lugar, quiero que Vanimas haga más alto el techo de todas las habitaciones de la casa, incluyendo el del cobertizo… que jamás me verán raro cuando ande caminando, siento que seré muy torpe con el cuerpo que tenga— dije apenada, tenía muchas inseguridades— No quiero que por ningún motivo hablen de mi apariencia con sus padres que de antemano sabré las cosas que dirán, saben que sus padres me dicen todo… aun aunque les digan que a mí no me digan nada, se muchos de sus secretos—

—     Eso ya lo sabemos mama… y lo prometemos, jamás haríamos algo que te hiciera sentir incomoda— me dijo Darian enseguida y solo lo mire con los ojos entrecerrados haciendo que se pusiera sumamente nervioso

—     Deja de cruzar tus malditos dedos por la espalda amor mío…— le dije lenta y pausadamente a lo que él, de un solo movimiento paso sus manos hacia adelante, voltee a ver a todos, e igual que Darian, mis pequeños traidores pusieron sus manos al frente donde las pudiera ver— Saben que los conozco bien niños cabezones…—

—     Lo sentimos mama…— dijo Zed con vergüenza quien estaba sentado al lado mío— ¿pero eso incluye también…?— le interrumpí bruscamente

—     Si Zed, incluye también las bromas pesadas sobre mi físico—

—     ¿Y también…? —pregunto Izzy

—     Si Izzy, también incluye en los juegos y fiestas, incluso competencias que tengamos entre la familia—

—     ¿P-Pero y…?— pregunto Darian ya un poco rojo

—     Por supuesto que si Darian… no pueden compararme ni con Sould, Rudolph, ni Skinner… que saben de antemano que terminare venciéndolos en competencias forzadas por ustedes, como en todas otras ocasiones— Les dije para aclarar todas sus dudas, al que no creía capaz de hacer absolutamente nada de eso, era a mi hermoso Vanimas.

—     Siguen siendo igual que cuando niños ¿no es así Alice…?— Me pregunto Vanimas sonriendo mientras veía como tomaba el vaso con el antídoto del buro que ya estaba más frío que caliente por la plática que habíamos estado teniendo, lo tome en mis manos y todos los chicos me estaban mirando con pena

—     Ni siquiera porque estoy enferma pueden tener consideración de mi— les dije y después sorbí un poco de ese líquido que más que saberme bien, me hizo hacer una mueca sumamente terrible— ¡Joder… sabe peor que el jugo de las babosas! —

—     Hablas como una anciana mama— me dijo Darian riendo un poco al ver mi cara, yo me arme de valentía y trague todo ese horrible líquido áspero por mi garganta, hasta que comencé a toser fuertemente por que algo se había atorado en mi al tragar— ¡Cuidado que te ahogas! — me dijo el asustado

—     ¡¿Quién fue el que coló esto?! Por dios… hay una rama entera en el vaso— Tome el pequeño tallo y Vanimas con vergüenza lo tomo y lo boto al cubo de basura de mi habitación— Vanimas cariño has perdido el toque…—

—     E-Es que estaba muy apurado en traértelo… lo último de la olla lo eche como fuera, lo siento— me dijo avergonzado

—     Bien mama, ahora que te has tomado el antídoto… dijeron Shaleen y Sheila que tenías que desactivar ese horrible hechizo para que todo actuara como debía—

—     Eso no es justo… ellas les mintieron, no es necesario—

—     Tal vez no lo sea, pero nosotros estamos ansiosos de verte yaaaa— me dijo Izzy echándoseme encima sobre la cama

—     Calma chicos por favor… — les dije entre risas, parecieran niños de dos años impacientes por un dulce

—     ¡Anda mama, queremos ver como realmente es tu apariencia! — me gritaron Darian y Zed después

—     ¡Ya, ya, por favor que me sofocan… lo are solamente si se alejan un poco de mí! — les dije empujándolos y enseguida, mis niños de casi veinte años se sentaron y separaron en sus lugares en silencio, al ver sus caras que me veían realmente expectantes, me hicieron recordar que cuando tenían solamente cinco años de edad, de la misma manera siempre esperaban a que les contara las historias de mis aventuras cuando era joven

—     ¿Qué estas esperando mama? — me pregunto Darian con esa horrible sonrisa que había heredado de Rudolph, esa sonrisa que te hace ver y darte cuenta de que él había ganado, que tenía el primer lugar o el premio mayor, esa sonrisa que te dejaba saber que el sabia en lo que estabas pensando… y así fue— ¿Qué es de lo que te acuerdas…?— Definitivamente Darian nos conocía a todos muy bien, ya que era muy observador

—     De muchas cosas… — Sonreí con felicidad y me senté en la cama de la manera adecuada— Are lo que ustedes me piden, pero… solo quiero que no me desconcentren ¿de acuerdo? —

—     De acuerdo…— escuche al unísono

Hacía ya bastante tiempo que yo ya no usaba magia, este hechizo me había tenido atrapada desde que ya había cumplido más de quinientos años de edad… cuando mi piel había comenzado a verse más holgada, cuando las patas de gallo en mis ojos me hacían ver cansada, cuando mis ojeras eran demasiado grandes, cuando comencé a sentir que mi cuerpo estaba cansado por casi todo… me veía más como una persona de cincuenta años, y ahora regresar a esos tiempos me hacía tener una sensación de miedo y terror, para que cuando regresara a mi cuerpo normal, me viera como una anciana decrepita a la que le tenían que cambiar los pañales… pero en sí, si Shaleen y Sheila eran unos cuantos cientos de años más viejas que yo y se veían jóvenes… no tenía por qué tener tanto miedo de eso.

Trate de concentrarme lo más que pude estando todos en mi habitación, haciendo un triángulo con mis manos comencé a pensar en las palabras para desactivar el conjuro que me iba a liberar en cualquier momento y como me lo esperaba al abrir un poco mis ojos y ver mi cuerpo, las marcas de todos los tatuajes, hechizos, conjuros y maldiciones que estaban adheridos a mi cuerpo comenzaron a brillar, igual que las de Darian…

—     ¿Q-Que está pasando…?— Pregunto Glaw en la habitación al ver como Darian y yo estábamos brillando totalmente

—     Silencio…— le dijo Vanimas al instante haciendo que se cohibiera un poco

Cuando Darian apenas era un bebe había tomado la decisión de entregarle casi toda mi magia a él, pero había decidido quedarme con la magia suficiente para hacer este hechizo, claro, jamás me iba a quedar sin magia por completo… pero eso significaba entregarle en su mayoría todos los poderes, hechizos y conjuros, aparte de maldiciones que ya sabía hacer, para que el las perfeccionara de otra manera al momento de aprenderlos, si le daba esa magia que le faltaba a Darian para que los sellos en su cuerpo terminaran por activarse le iba a dejar las cosas completamente fáciles para convertirse en el primer vampiro hechicero de la historia tan fácilmente, así que no me agradaba mucho la idea de que no hiciera ese último esfuerzo por encontrar a ese alguien quien él era realmente…

Los sellos de mi cuerpo comenzaron a moverse, a deslizarse por mi piel como una serpiente se desliza por la arena, y comenzaron a acumularse en el triángulo que estaba haciendo con mis manos, por alguna razón era extrañamente doloroso y placentero, ya que había llevado esa carga toda mi vida, en el momento en que todos esos sellos, círculos, estrellas, flores, y animales llegaron a ese lugar, le indique a Darian que se acercara a mí, e hice una punta con mis dos índices aun unidos y toque ese sello que había hecho de una estrella de seis picos que había estado oculta por su cuello… en esos momentos se llenó de color, y él se quejó un poco, ya que todos los tatuajes se movieron a su lugar, en su cuerpo, igual que como se habían desprendido del mío… y es que eran una copia completa de los míos.

—     Una vez que esto termine, mi apariencia regresara a la normalidad…— le dije quedamente viendo como los sellos iban tomando su lugar en su cuerpo— No sé por qué siento que no me acostumbrare pronto a mi viejo cuerpo—

—     Tranquila… nosotros te ayudaremos a estar bien— me dijo Vanimas sonriendo al lado de Darian

—     ¿Esa es toda tu magia mama? — me pregunto Zed, con algo de curiosidad

—     La de estos momentos sí, pero, siempre que un hechicero entrega toda su sabiduría a algún aprendiz, comienza a generar más, así que simplemente jamás me quedare sin magia, por que nací con ella… no me fue entregada— le dije sonriendo… — Pero prometo jamás volver a hacer este hechizo de juventud—

—     Muchas gracias…— me dijo Izzy desde la entrada— ¿Pero por qué no querías que nuestros padres estuvieran aquí contigo? —

—     Me iban a poner nerviosa…— les dije sincera

Los sellos de Darian en ese instante llegaron a su lugar, y como luna se esconde por las madrugadas, los sellos volvieron a hacerse invisibles en su pálida piel y yo… solamente comencé a brillar de una manera muy intensa, me sentía extraña, los chicos estaban sorprendidos, porque al verme, lo primero que sentí en lugar de mi cabello corto al estar brillando, fue como crecía mi cabello pasado de mis hombros… como mi cuerpo y mis manos crecían, mis piernas habían sobrepasado lo largo de la cama en la que estaba sentada, y por alguna razón comencé a sentir pánico al sentir mi viejo cuerpo tomar el lugar que siempre le había correspondido…

Me levante asustada, y Vanimas en segundos elevo el techo de la habitación tocando la pared ya que casi llegaba al tope del techo, los chicos se hicieron unos pasos hacia atrás y decían maldiciones sorprendidos, yo solo estaba diciéndome a mí misma que esto no podía ser tan malo, que esto era bueno, para mí y para mi familia… pero por alguna extraña razón, sentía que Alice no era este cuerpo grande… sentía que Alice era la pequeña… aun así, debía esforzarme un poco más.

—     Tranquila Alice… no vas a morir con esto—

—     ¡Es que es difícil! — le dije a Vanimas aun asustada

—     Mama no te muevas tanto o vas a destruir tus cosas— me dijo Darian y le hice caso, ya que, me quede en un solo lugar en medio de la habitación viendo que todos estaban mirándome de la misma manera que hacía instantes

—     Mama Alice estas muy alta…— me decía Izzy de una manera alegre y emocionada

Espere y espere, y es que solo unos cuantos minutos se me hicieron años… tarde tanto tiempo en regresar a la normalidad, que después de que deje de brillar ya no podía diferenciar si realmente ya había acabado o no la transformación de mi cuerpo. Pero ahora solo quedaba ver cómo me veían los chicos después…

///Fin Alice///

///Narra Izzy///

No podía creer como era Mama Alice en su cuerpo original… en medio de la habitación, había un cuerpo totalmente diferente al que conocíamos, para mí no era alguien de gran edad, se veía como una mujer normal, y realmente hermosa, aún más hermosa que Sheila y Shaleen en realidad…

Ella era muy alta, fácilmente pasaba un poco la estatura de Zed y la de Rex, no pensé que sus cabellos fueran a ser rubios, un rubio platinado realmente hermoso y cabello realmente largo llegando hasta su cintura, su piel era blanca no pálida como la de las hermanas, y sus ojos eran de un color platinado blancos igual… sus facciones y su rostro eran tan delicados que decirle mujer se quedaba muy corto… y al estarla viendo todos, ella miro sus manos con detenimiento… y nos miró a todos, y sonrió… después río un poco.

—     Vamos díganme algo… están haciendo que me dé pena— hasta su voz era algo diferente, sus sonrisa también era extraña, prácticamente estábamos viendo a una persona desconocida frente a nosotros y asi como así… Zed hablo.

—     Jamás… me imagine que fueras realmente así mama— le dijo torpemente viéndole hacia arriba

—     Nadie mama…— le dijo Darian yendo hacia ella y tomando sus manos— Aunque eres más baja que Sheila y Shaleen

—     Me parezco a mi madre— nos dijo ella— O eso recuerdo…— rio con lo ultimo

—     Entonces mírate…— Vanimas trajo del baño un pequeño espejo, el cual se lo dio en las manos y ella se observó detenidamente, como si no se reconociera toco cada una de sus facciones, sus ojos, sus cejas, sus labios, su nariz

—     Es exactamente, como recuerdo a mi madre…— Nos dijo quedamente, mientras sus ojos se cristalizaban

—     Mama eres hermosa y no puedes juzgarte tan duramente—

—     Con esta apariencia no parezco un humano aun así…—

—     ¿Por qué quieres ser un humano? —le pregunte

—     Porque, un humano fue el que me amo por primera vez sin importar mi apariencia… murió amándome prácticamente— nos dijo y solo suspire— Es una historia algo triste— nos dijo

—     Hay que mostrarles a los demás como eres… ¿podemos llamarles? — pregunto Darian entusiasmado

—     Sí, pero antes tengo que usar las ropas adecuadas, no bajare semidesnuda a la sala…— nos dijo algo incomoda

—     Es cierto… te traeré la túnica que está en el cobertizo— dijo Vanimas— Y are toda la casa unos dos metros más alta de cada habitación— rio para salir después, pero enseguida la casa comenzó a crujir, tal vez nosotros no lo notamos, pero Vanimas ya estaba haciendo las modificaciones sin importarle tumbar a alguien en las otras habitaciones de la casa, con eso de que iba a mover los pisos completamente

Mama Alice fue a sentarse en su cama y como era de esperarse, rechino ante el peso diferente, ella solamente rio y nosotros nos acercamos a verle… toque sus cabellos y Darian no dejaba de verle el rostro, hasta Zed estaba comparando sus manos con las de él que de por si eran algo grandes…

—     Jajá me siento como el juguete nuevo…— y reímos ante sus observaciones, ya que si, parecíamos niños pequeños explorando un nuevo juguete

Al poco rato llego Vanimas y mama Alice se puso encima solamente esa túnica café, mientras se disponía a caminar hacia la entrada de la casa

—     Vengan conmigo… que quiero que vean las caras de todos cuando me vean por primera vez—

—     Mama, de seguro se van a desmayar— le dijo mi hermana riendo con malicia, abriendo la puerta para ella…

No podía imaginar los rostros de nuestros padres al ver a mama Alice bien, o mejor dicho, ver su apariencia real después de veinte años de haber estado esperando, en estos momentos estaba en la sala todos después de haber casado, y ahora estaban descansando un poco… pero sería una gran sorpresa.

Bajamos primero todos las escaleras, y después…

—     ¿Q-Quien…?— pregunto mi madre Greg al ver a alguien muy alto bajar por las escaleras, hasta se había levantado del sofá donde mi padre también estaba sentado

—     Por dios… — dijo el tío Antón también levantándose del sofá y yendo hacia el tío Rudolph

—     No es algún desconocido…— les dijo Vanimas viendo las primeras reacciones de nuestros padres, siendo que todos nosotros solo estábamos alrededor de esta mujer desconocida para ellos, mama Alice solamente los veía sería al terminar las escaleras, viendo las caras del tío Link y el tío Skinner, viéndola como un bicho raro…

—     Les dije que no me iban a reconocer…— Nos miró a nosotros y al escuchar su voz… Mi padre Sould hablo…

—     Esa voz… me suena a…— Y enseguida, sus ojos se abrieron a más no poder gritando su nombre— ¡¿Alice en verdad eres tú?! —

—     Jajá sabía que me iban a encantar sus caras— no solo mi padre tenía esa cara de asustadizo, sino, que el tío Antón y Rudolph también estaban sumamente sorprendidos.

—     ¿Es una broma verdad? — el tío Antón se acercó un poco a ella y le miro con detenimiento— Alice… en verdad, deshiciste el hechizo—

—     Claro que si…— Mama Alice se agacho un poco y miro al tío Antón con detenimiento— Este es mi tamaño real, mi cuerpo, mi color de cabello… y sobre todo mi rostro—

—     Para que vean que ya no van a poder decirle bajita tío Skinner— le dijo Glaw entre risas— Ahora si trata de decirle algo lo va a mandar volando hasta el lago…—

—     Ya hiciste que me diera miedo hija…— el tío Skinner solamente sonrió y fue hasta ella, poniéndosele enfrente

—     ¿Qué cosa me vas a decir ahora imbécil…?— le pregunto mama Alice prediciendo el futuro…

—     Bienvenida… Alice— El tío Skinner le sonrió, y ella parpadeo un par de veces, después solamente rio con esa frase…

Y era cierto… ella era la verdadera, la única persona que había logrado que todos nosotros estuviéramos juntos en familia, ella era la persona que había logrado que nosotros estuviéramos aquí…

Al poco tiempo Raven y Rex entraron a la casa azotando la puerta en malla, con Lance detrás quien llevaba las pieles de un animal y al ver a Mama Alice allí parada y tener que voltear enseguida casi al techo, gritaron asustados unas maldiciones que si se las digo, se ofenderían, siendo que hasta Lance dejo caer las pieles al suelo y casi se abrazó a Raven por su espalda…

Reímos en la sala un buen tiempo y esta vez, Mama Alice se tomó el tiempo para hablar con esos tres chicos en la sala, y los acepto de la manera adecuada, dentro de la reserva y en nuestras vidas…

—     Bienvenidos chicos… traten a mis niños de la mejor manera posible…— La mano de Alice envolvió casi la mano de Raven y el aunque tartamudeando solamente le respondió…

—     Igualmente, señora… C-Claro que lo aremos…— seguido trago saliva pesadamente y reí ante su gesto. 

 

 

 

Notas finales:

Proximo capitulo 18: "Cuando llegamos a la estruendosa ciudad"

 

Por que los chicos han llegado al bar donde Izzy trabaja ¿quien es realmente el dueño de ese lugar? ¿Un humano o un demonio más? Quiza ambos... 

Hasta el prox cap... Chau espero sus comentarios. 


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