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En las fauces del lobo por Keiran

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Notas del capitulo:

Hola, segundo capitulo del sía de hoy...

Les quiero contar el porque no públique el fic cuando termine la otra historia, y fue por que si... tuve un problema de red, despues cuando comi por la noche me pase un alimento en mal estado, Camarones y pescado... me intoxique... y me la pase en el hospital dos días con suerito...

De todo me pasa :S

así que ese es mi pretexto, que creo que es muy valido :P

Capítulo 2: “Cuando nos volvimos a ver”

A unos cuantos kilómetros de distancia, lejos de donde yo estoy ahora, podrían estar escuchando el sonido de los automóviles, una melodía actual que escuchan por la radio, o alguno que otro ladrido de un perro o canto de algún pájaro… pero en lugar de eso… están escuchando claramente como yo grito como una chica, aun cuando mi voz es gruesa y soy más alto que cualquier mujer humana normal, es vergonzoso para mi gritar de esta manera, espero y me disculpen algún día por estar escuchando esta clase de gritos de mi garganta… pero la única excusa que tengo es mi padre, Rudolph…

—     ¡Darían vuelve aquí, ya! — para mi padre siempre fue fácil volar, “pan comido” como me decía el, en estos momentos él estaba volando encima de mí, mientras yo… yo estaba corriendo como podía para llegar con mi madre— ¡Darían hazme caso maldita sea! —

—     ¡No! ¡Esta vez te has pasado, lanzarme de un árbol no me hará volar! — le grite mientras saltaba una enorme roca y casi me pescaba del cuello de la camisa— ¡Olvídalo papa! ¡Le diré a mama lo que me acabas de hacer! —

—     ¡Vas a volar Darían, ya sea lo último que haga! — me grito

—     ¡Estás loco, tú quieres matarme! — seguí corriendo, pero me metí debajo de unos árboles para que él se desviara…

Me había engañado para salir de la reserva e ir hasta donde estaban los arboles más grandes cerca de esta, en esos momentos me tomo del torso y comenzó a volar conmigo en brazos para subirme hasta la copa de un árbol enorme, apenas si era un metro de distancia del suelo yo ya estaba comenzando a querer llorar, y para que me soltara simplemente le mordí el brazo…

Salí de entre esos árboles y justo en esos momentos salió de frente gritándome, solo me defendí, hice un talismán de agua y ese enorme chorro mando volando a mi padre lejos, haciéndolo chocar contra otros árboles y enredarse entre las ramas… ahora si estaba más que perdido…

Entre a la reserva nuevamente y comencé a correr en dirección a la cabaña, sentado en las escaleras estaba Zed, estaba tallando unas pequeñas figuras de madera de unos ciervos, y al verme dejo de hacer lo que estaba haciendo llamando a mi madre, Antón. En cuando vi que mi mama salía de la que ahora era una gran casa, apresure el paso… apenas puse un pie en el primer escalón para subir al recibidor, mi padre me tomo del pie y me estiro haciendo que mi mentón se estrellara contra otro de los escalones…

—     ¡Rudolph! — grito mi madre al ver lo que me estaba haciendo— ¡Suéltalo ya! ¡Salvajes, ya dejen de pelear… Rudolph ya basta! —

—     ¡Mama, papa quiso lanzarme de un árbol! —grite tratando de arrastrarme escalón por escalón, pero mi padre no se rendía

—     ¡¿Qué hiciste que, Rudolph?! —

—     ¡Antón, el volara, no me importa si tengo que lanzarlo de un precipicio! — mi padre grito y siguió estirándome

—     ¡Yo no pienso volar, no quiero hacerlo me da miedo!… ¡mama ayúdame! — dije, trate de patear a mi padre, pero fue en vano, me tomo del otro pie en cuanto vio como sujetaba las piernas de mi mama y me aferraba a ellas como si mi vida dependiera de ello— ¡Zed ayúdame! — grite al sentir como mi padre comenzaba a estirar a mi madre junto conmigo hacia las escaleras

—     ¡Ya basta! ¡Estén conscientes del bebe! ¡Tío Rudolph suelte a Darían! —Zed tomo a mi mama de la cintura y lo sostuvo con fuerza

—     ¡Rudolph ya basta, vas a hacer que me caiga! — le grito mi madre a mi padre

—     Quiero que él se suelte… así le daré su merecido por haberme mojado, ¡Me ataco Antón! ¡Mi propio hijo me ataco! —le grito mi padre en un gruñido

—     ¡Fue por lo que le hiciste, y te lo tenías bien merecido! — le grito mi mama

—     ¡No te atrevas a apoyarlo! — le grito mi padre y estiro con más fuerza, esta vez arrastrando a Zed junto con nosotros

—     ¡Ya basta! ¡Tío Rudolph esta vez está exagerando demasiado! — Zed le gritaba a cada tanto— ¡Lastimaran al bebe! — nos grito

—     ¡Ya… Ya basta! — grite a mi padre y enseguida expulse magia inservible de mi cuerpo, haciendo que mucho aire se entremezclara con polvo, mi padre volvió a salir volando dando vueltas por el suelo mientras yo me levantaba— ¡Ya deja de esforzarte, le tengo miedo a las alturas! ¡No volare jamás papa! —le grite

—     Eres un vampiro y tienes que volar como tal…— me dijo levantándose del suelo— Tienes que vencer tu miedo algún día Darían, pero si no te atreves a enfrentarlo ¿Cómo sabes si algún día se irá? — me pregunto

—     Pues ese algún día aún es demasiado lejano…— le conteste volteándome, termine de subir los escalones que faltaban y llegue con mi mama— Siento mucho alterarte mama…—

—     Descuida no es nada…— me sonrió— pronto va a amanecer, llegaran Glaw e Izzy ¿vas a esperarlos? —

—     Claro que sí, pero antes te llevare a sentarte…—tome a mi madre de los hombros y la lleve dentro de la cabaña mientras Zed nos seguía

Les contare uno de los sucesos más felices de mi vida, hacía tres semanas que mi madre y padre habían ido conmigo a mi habitación, comenzaron a hablarme acerca de la marca de maldición, a mí me parecía algo extraño, ya que acerca de eso ya sabía absolutamente todo… fue entonces cuando mi mama me enseño su marca de maldición y estaba roja, eso significaba que estaba esperando un bebe, nuevamente, recuerdo que salte de la cama abrazándolo con mucha fuerza, estaba tan feliz porque tendría un hermano, o hermana, me daba igual… el caso era que tendría un hermano en algunos meses, y desde ese entonces me había vuelto un sobre protector con mi madre… más que mi padre a veces.

Tengo los veinte años de edad, es muy probable que cuando mi hermano o hermana cumplan mi edad yo me vea igual que en estos momentos, así que no estaba preocupado en cuanto a las edades, estaba feliz, nadie me había podido borrar la sonrisa aun después de una semana que me habían dicho la noticia, después se la dijeron a nuestros tíos y también había sido sorpresa para ellos…

Después de estar un rato sentados en la sala Zed nos dejó y se fue hacer lo que estaba haciendo antes de que llegara corriendo lleno de pánico a la cabaña, mi padre fue a cambiarse de ropa mientras yo hablaba con mi madre nuevamente… Rato después escuche el sonido de la madera de las escaleras y la voz de una chica fuera…

—     ¡Zed te extrañe tanto! — gritaron desde afuera

—     Glaw me estas sacando el aire… —era Zed quien hablaba esta vez, me levante a asomarme y allí estaban, Izzy burlándose de su hermana y Zed quienes estaban tirados en el suelo

—     Vamos no estoy tan pesada, soy como una pluma—

—     Depende de lo que hayas comido en la ciudad es lo que eres, y ahorita eres como una piedra— Le decía Zed mientras ella se iba levantando de el

—     Como adivinas, comió más que yo en el bar— dijo Izzy y su hermana le dio un codazo— ¡Eso me dolió! —

—     Tu chismoso…— Glaw hizo un puchero— De todas maneras… en una semana tengo una nueva presentación, quiero que vayan todos, tu, mi hermano y Darían, por cierto… ¿Dónde está? —

—     Esta adentro con el tío Antón y el tío Rudolph— enseguida salí yo

—     No hace falta que me tires igual que a Zed, Glaw… de por si tengo varios moretones de hace rato por mi papa— les sonreí— ¿Cómo se la pasaron en la ciudad? —

—     Más o menos… todos querían que saliera con ellos, pero ya mero amanecía así que rechazaba sus ofertas— me decía ella— y a Izzy le querían robar besos…—

—     ¿Eso es verdad? — le pregunte, y en tan solo unos instantes Izzy se puso realmente rojo del rostro— Veo que sí, las chicas han de haberte visto galán… jajá mírate, estas rojo hasta las orejas—

—     N-No, no eran precisamente chicas— me dijo mi primo, Zed y yo abrimos los ojos sorprendidos

—     ¿Eran hombres? — le pregunto Zed

—     S-Si— nos dijo tapando su rostro— y me daba mucha vergüenza…—

—     Izzy, papa estará enojado en cuanto vengan a pedir tu mano en matrimonio algún día…— le dijo riendo su hermana

—     ¡No, no le digas a papa Glaw… querrá ponerme un cinturón de castidad como la vez pasada! — Izzy grito descubriendo su sonrojo, asustado— Y no vas a querer que nos siga como la vez pasada que fuimos a la ciudad… no te dejo hacer tu presentación a gusto porque solo estaba juzgando tu vestuario—

—     Ya lo sé, será un secreto…— le dijo ella poniendo los ojos en blanco

—     Ni tanto…— salió mi madre sonriendo de la cabaña

—     Tío Antón, por favor… solo no…— Izzy parecía nervioso porque mi madre hablara con el tío Sould, pero a decir verdad mi madre jamás nos traicionaría, era aparte del tío Link y el tío Greg el que mejor nos entendía

—     Tranquilízate…— mi mama tomo sus manos— No diré nada, sé que tarde o temprano Sould entenderá, a veces parece que te protege más a ti que a Glaw…—

—     Muchas gracias— le respondió Izzy con una cálida sonrisa

—     Bien…— comencé diciendo, camine y pase por el marco de la puerta de nuestro hogar, viendo a mi padre sentado en el sofá— Yo creo que… iré a darme una ducha… — enseguida todos, Zed, Glaw e Izzy voltearon atentos a mis palabras— me caí varias veces hace un rato en el suelo… y quiero asearme— les sonreí y así como así, comencé a correr por las escaleras

Tan solo iba unos cuantos escalones arriba escuche el sonar de las fuertes pisadas sobre la madera, y no solo iban Zed e Izzy corriendo cuando voltee a ver, Glaw brinco sobre ellos y llego hasta mi lado…

—     ¡No te atrevas a entrar a mi habitación! — le grite a Glaw viendo que ya me había rebasado por el corredor, ella siempre fue muy rápida, todo por ser súper pequeña

—     ¡Muy tarde! — me grito— ¡Iré a la ciudad hoy en la noche con Vanimas y necesito ducharme lo más rápido posible! ¡Tú no bailaste toda la noche! —enseguida vi como entraba en la última habitación del corredor que era la mía

—     ¡Glaw abre la maldita puerta! ¡¿Por qué todos quieren mi baño?! — golpee varias veces en la puerta— ¡Abre enana del demonio! —

—     Tu baño tiene agua caliente…— me dijo del otro lado riendo— Apúrate a ir a la habitación de mis papas, recuerda que el calentador es automático también—

—     Y cuando voltee a ver, Izzy y Zed estaban peleándose en la entrada de esa habitación— ¡Quítense, abran paso! —

—     ¡Zed quítate! ¡Tú no estuviste restregándote con las personas de un asqueroso bar! ¡Vamos Zed! —Izzy le gritaba

—     Me apoye en los hombros de ambos y flexione mi torso pasando con las piernas por delante sobre de ellos— ¡Ya perdieron! — les dije riendo mientras caminaba al baño, parecía como si se hubieran puesto de acuerdo, ambos entraron y comenzaron a estirarme de los brazos— ¡Basta! ¡Me van a dejar sin extremidades! — les grite— ¡Ya ganaron mi baño, tengo el derecho de quitarles este! —

—     Hazte a un lado Darían… ambos sabemos que es vivir o morir— me contesto Zed

—     Nadie entrara a este baño—escuchamos como alguien salía del baño y la puerta topaba con la pared— Lo acabamos de usar, y lo pensaría dos veces antes de entrar…— era el tío Sould con una toalla enredada en la cintura y el tío Greg secándose el cabello atrás desnudo

—     Hola amor… ¿cómo les fue en la ciudad? — le pregunto el tío Greg a Izzy viéndolo a través del espejo

—     ¡Por dios! — Zed y yo nos tapamos el rostro al instante— Tío Greg, no sea así…—

—     Estuvimos bien mama… recibí muchas propinas este fin de semana— Izzy era mesero en un bar de lujo en la ciudad, por eso iba a acompañar a Glaw a dar sus presentaciones de baile, a ella le pagaban mucho más, ya que su baile era realmente peculiar, el ser vampiro y poder volar le daban muchas ganancias y había sabido como explotar esas situaciones— ¿Puedo usar el baño? — les pregunto

—     Claro que si— el tío Greg se enredó la toalla mientras salía del baño, Izzy entro y antes de cerrar la puerta se burló de nosotros sacándonos la lengua— Ahora el único baño con calentador es el de Skinner, deberían de pedirle permiso antes de entrar, recuerda que ni siquiera a ti te quieren prestar el baño Zed—

—     Lo sé… pero creo que no, iré al de mi habitación—nos susurro

—     Vamos, habla con el… nada pierdes con pedir permiso— nos dijo el tío Sould sonriendo— ¿ya llegaron de la penumbra no es así? —

—     Sí, pero, si tengo baño en mi habitación debo de usar el mío… sé que no me lo dará, igual, valió la pena tratar de conseguir agua caliente— nos dijo saliendo de la habitación— en estos momentos andaban caminando por el lago… si regresan y me encuentran allí  tal vez se enojen—

—     suspire— no sé por qué siempre piensa que sus padres le responderán de una manera negativa…—

—     Link y Skinner siempre han dejado que Zed sea lo más independiente posible—me dijo el tío Greg— ¿Dónde te hiciste ese moretón? Se ve horrible…— señalo mi mentón

—     Mi papa…— fue lo único que tuve que decir para que entendieran— Esta vez trato de lanzarme de un árbol—

—     Eso es horrible Darían— dijo mi tío Greg exaltado— ¿No te hiciste daño? —

—     No, le mordí el brazo antes de que pasara de los dos metros— sonreí ante el recuerdo del grito de mi padre

—     Jajá de seguro ah de traer la mordida en el brazo— el tío Sould se burló

—     Sí, creo que esta vez sangro un poco… pero bueno— camine a la entrada de la habitación— iré a calentar agua en la cocina para ducharme—les dije y rieron un poco

—     Está bien, te veremos al rato afuera—

—     Sí, claro—

Cuando salí de la habitación pensé mucho sobre el comentario que el tío Gregory había hecho, era cierto, Zed era el más independiente de todos, jamás tenía que pedir permiso para ir a la ciudad en las noches o al bosque a explorar, ahora que éramos mayores a pesar de el tener dieciocho años y ser el menor, era más serio, más centrado y mucho más responsable que yo… pero yo sabía algo que los demás no, y era que se sentía solo, no con respecto a nosotros, sino con respecto a sus padres… las conversaciones que tenían eran poco animadas, pareciera como si el tío Link y el tío Skinner… lo ignoraran.

Baje a la cocina y ya había agua puesta, era obvio, Zed era aún mucho más friolento que el tío Link, por eso siempre lo veíamos con esas playeras de cuello de tortuga pegadas al cuerpo y sus pantalones holgados o esas pijamas de colores neutros oscuros… al voltear lo vi parado viendo por la ventana del fregadero, haciendo que su mirada se perdiera en el bosque

—     ¿Qué sucede? — le pregunte

—     Nada…— solo suspiro— toma algo de agua de allí si quieres para ducharte… yo iré a preparar mi ropa—

—     Gracias—

—     De nada—

Una vez me duche y salí del baño de mi habitación para vestirme, alguien entro por la puerta sin avisar y me cubrí con la toalla rápidamente, Izzy se lanzó a mi cama y Zed fue y se sentó a su lado mientras me veían expectantes…

—     ¿Podrían cerrar los ojos al menos? — les pregunte con vergüenza viendo que no querían apartar su mirada de mi toalla— me siento acosado…—

—     ¿Qué tiene que te veamos? De niños muchas veces nos bañamos juntos…— me dijo Zed

—     Si pero éramos niños… y siento como si quisieran que la toalla se cayera por accidente— le dije enredándome en la toalla nuevamente

—     Vamos Darían, no hay nada que no hayamos visto antes ¿recuerdas cuando el calentador se averió? No te importo el salir del baño y correr con esas quemaduras desnudo por la casa, tenías los dieciocho, ¿tu cuerpo ha cambiado mucho en dos años? — Izzy no tenía vergüenza alguna

—     Si, si ha cambiado— infle mis cachetes tomando mi ropa y entre al baño a cambiarme— Con ustedes no puedo tener ni un momento de privacidad…—

—     Mama Alice no ha regresado de su viaje, ya quiero verla de nuevo— menciono Izzy mientras yo abrochaba los botones de mi camisa de vestir negra— ¿creen que vuelva pronto? —

—     Volverá mañana en la noche, nuestros padres irán a recogerla al aeropuerto de la ciudad— les conteste

—     ¿en serio? Que bien… — menciono Zed— ¿puedo preguntarles algo? —

—     ¿Qué? — pregunte en voz alta desde el baño, mi voz se escuchó como un eco

—     ¿Recuerdan nuestra casa del árbol? —enseguida recordé muchas cosas que no había vuelto a recordar en muchísimos años— quisiera ir a ver si no se ha destruido por completo… ver si podemos repararla—

—     ¿Recuerdan todo lo que pasamos esa madrugada? — salí del baño y me senté al borde de la cama

—     Si— dijo Izzy— ¿Zed tu recuerdas algo? —

—     No mucho… solo recuerdo a un niño y a una señora, los recuerdos son algo borrosos— nos dijo con algo de frustración— Los ojos y la voz de esa mujer… eran muy hermosos—

—     ¿recuerdas a la sombra? —le pregunte

—     Recuerdo sus ojos…— nos dijo— ¿Qué creen que haya pasado después?—

—     No lo sé, pero nada perdemos con ir a ver esa pequeña casa… tal vez podamos remodelarla y hacerla más grande, hay que utilizar nuestro tiempo libre en algo— me levante y tome mis botas debajo de la cama— ¿quieren ir esta noche? —

—     Claro, ya cuando estemos en ese lugar nuestros padres se estarán yendo a la ciudad para recoger a mama Alice— me dijo Izzy— ¿llevamos a Glaw? —

—     Ella va a irse con Vanimas de compras ¿no lo recuerdas? Por nada cambiaría una salida con Vanimas— nos dijo Zed suspirando— vayamos solo nosotros…—

—     Bien, pediremos permiso a nuestros padres…—

—     Yo no tengo por qué pedir permiso— nos dijo Zed levantándose— Los veo abajo…—

—     Siiii— le dije alargando la palabra, y después le grite— ¡Zed, Zed voltea! —

—     ¿Qué? —Zed volteo y me miro sentado en la cama

—     ¡Muac! — le lancé un beso y le sonreí—Me gustas mucho…—

—     ¡Oh cállate! — Zed se puso realmente rojo mientras Izzy y yo comenzábamos a reír, siempre caía en mis bromas por que confiaba plenamente en mi— No vuelvas a hacerlo…—

—     Como digas guapo…—

—     ¡Ya basta Darían! — grito en el pasillo

—     ¿Por qué siempre eres tan malo con él? — me pregunto Izzy

—     Ya sabes que me gusta bromear— le dije riendo

Siendo una familia numerosa habíamos tomado muchas costumbres en familia, como hacer alguna que otra competencia con nuestros padres, cazar juntos, y a pesar que los entrenamientos habían terminado hace tiempo siempre estábamos compitiendo por quien no se quedaba atrás en Rapidez, fuerza y estrategia… El tío Link y Skinner estaban ocupados de vez en cuando yendo a la penumbra, a la que ya había ido un par de veces, mis padres vivían una vida tranquila procurando a nuestros abuelos, el tío Greg y Sould hacían todo lo posible por apoyar los gustos de mis primos en cuanto al baile y el trabajo de Izzy… aunque el tío Sould se enojara de vez en cuando por que tuvieran que trabajar en un bar y vestirse de unas maneras extravagantes en donde tenían que enseñar algunos centímetros de piel para ganar dinero, aun así, a ellos les agradaba la idea… por otro lado yo siempre estaba al tanto de mi madre y mi hermanito que venía en camino, por alguna razón era algo muy importante en mi vida y era una de mis prioridades, ya que jamás me interese por algo en particular, como en sobre salir entre los vampiros y el consejo,  ni en ser un oficial para mi tío Link y ayudarle con los deberes de la penumbra como me lo había sugerido, nada de eso me satisfacía, por alguna razón no había encontrado algo que valiera la pena que atrajera toda mi atención… así que solo trataba de procurar a mis padres en todo momento. Después encontraría algo que hacer… mi vida era eterna, podía hacer lo que quisiera con ella.

Mama Alice y el tío Vanimas recolectaban plantas raras por el mundo tratando de hacer nuevas recetas para curar enfermedades y cosas por el estilo, algo muy noble de su parte… he llegado a la conclusión de que a mí y a Zed algo nos falta, algo hace falta en nuestras vidas para que nos sintamos vivos realmente… tal vez yo busco problemas muy seguido por eso. Y es un problema, ya que se me estaba volviendo una adicción cuando estuve entre la edad de dieciséis y dieciocho años…

Salimos Izzy y yo de la cabaña y Vanimas había llegado desde hacía rato, estaba preparando su alimento… note como me miraba mi padre, y me sentí mal, en todo ese tiempo no me había disculpado por haberle hecho lo que le hice…

—     Papa…— me acerque a él mientras veíamos a mi madre ayudar a Vanimas con una olla— Siento… siento mucho haberte atacado hace unas horas—

—     Descuida… he reflexionado y he llegado a la conclusión de que desde que tenías los diez años jamás te he dado tu tiempo para que venzas tus miedos, tu madre me lo ha dicho igual, tu solo vencerás tus miedos… aunque en verdad jamás hubiera querido que cayeras de ese barranco cuando eras un niño—me dijo sonriéndome— Lamento haberte forzado todo este tiempo…—

—     Sé que es verdad lo que me has dicho papa… que algún día tengo que intentarlo y lograrlo, pero pensar en solo despegar mis pies del suelo me aterra, siento mucho decepcionarte— le conteste agachando la mirada y sentí como tomaron mi rostro y lo giraron de frente en un solo movimiento

—     Escucha Darían… jamás, escúchalo bien, jamás… voy a estar decepcionado de ti, te amo, sabes que siempre estaré apoyándote ¿sí? No vuelvas a pensar eso—me dijo seriamente

—     Muchas gracias— me acerque y lo abrace con fuerza, lo único que necesitaba era eso, que me apoyara y que estuviera conmigo, porque era lógico, lo amaba con todas mis fuerzas y lo que el sintiera y pensara de mi me importaba demasiado— también te amo papa…—

—     Muy bien… ¿Por qué no juegan un rato? Hace tiempo que no hacen algún concurso…— me dijo separándose de mí y arreglando mi camisa

—     Iremos al bosque esta noche…— se acercó Zed a nosotros dándome la mano para que me levantara del suelo— ¿le da permiso tío Ru? —

—     ¿A dónde irán exactamente? — me pregunto, siempre sobreprotector

—     ¡iremos a la casa del árbol! — grito Izzy corriendo hacia nosotros con una pequeña bolsa de tela en las manos— veremos que reparaciones hay que hacerle para llevar el material pasado mañana—

—     ¿repararan una casa del árbol que utilizaban cuando tenían los cinco años? ¿No se les hace algo extremo? Son mayores…— nos dijo mi padre sonriendo

—     Vamos, si algún niño la llega a encontrar más adelante la podrá usar…— le dijo Zed— aparte, es como dijo Darían, queremos utilizar nuestro tiempo libre en algo distinto que no sea tallar madera o bailar canciones pop cuando escuchamos la radio— Zed sonrió— sin ofender Darían…—

—     Son buenas canciones, es lo único que tengo en mi defensa— le dije ofendido— ¿Estás de acuerdo papa? — le pregunte

—     Si está bien, pero mañana cuando lleguemos quiero encontrarlos en la casa a todos— nos contestó— cuídense mucho…—

—     Vamos, solo está a unos dos kilómetros de aquí— le dije riendo— me despides de mama, cuando regresen con mama Alice ya estaremos aquí, le traeré un ramo de flores—le dije en voz alta mientras arrastraba a Zed e Izzy para irnos

—     ¡Adiós papa! — le grito Izzy al tío Sould

—     ¡Espera! ¡¿A dónde crees que vas?! — le pregunto mi tío Sould

—     ¡Corran, corran! ¡Luego nos va a atrapar! — estire a los chicos más fuerte mientras comenzábamos a correr de las preguntas del tío Sould

Dejamos al tío Sould con las palabras en la boca, o debería de decir preguntas, no quería pasar por una entrevista y una lista de reglas por cumplir, quería salir de la reserva lo más rápido posible… algo que no había hecho desde que mama Alice se había ido de viaje, así que el pasar tiempo con los chicos y ellos conmigo no nos hacía nada mal…

Zed estiro su mano y me obligo a soltarle, cuando lo vi, típico de él metió sus manos en los bolsillos del pantalón y comenzó a caminar a mi lado sonriendo… y como costumbre, Izzy no me soltaba la mano por ningún motivo, no era el único que tenía una fobia, Izzy le tenía miedo a la oscuridad… aunque no tan notoria, ahí estaba.

Después de que Izzy me soltara la mano al sentirse más seguro, observe como todos éramos iluminados por la luz de la luna, algunas plantas, arbustos que se movían con el viento, y cuando volteo con Zed para hablar de algo, simplemente ya no estaba… voltee a ver dónde había estado caminando Izzy y tampoco estaba, ¿A dónde demonios se habían ido? Fue entonces cuando escuche como me chistaron, y no de cualquier parte, si no de arriba de mi…

—     Son unos traidores…— les sonreí al ver como Zed estaba volando de espaldas, como si estuviera recostado en alguna cama e Izzy tenía sus brazos plenamente abiertos en el aire, con sus ojos cerrados disfrutando del viento— Quería que caminaran conmigo, no que me presumieran de su vuelo inútil…—

—     De lo que te estás perdiendo Darían— me dijo Zed en la misma posición— ¿Qué darías porque tu miedo se fuera?

—     Nada, todo lo que tengo es importante para mi…— les dije

—     ¿en serio? ¿Ni siquiera la magia que te dio mama Alice? — menciono Izzy bajando a un lado de mí, volando aun

—     No, la magia que mama Alice me dio y me enseño a manejar es un regalo muy especial, mis padres son especiales, ustedes son especiales… no cambiaría nada por solo volar unos minutos, no me es necesario volar— les dije seguro de mis palabras

—     Es un muy bonito pensamiento—me dijo Izzy— sinceramente creí que si ibas a cambiar algo por volar—

—     Aun aunque cambiara algo por volar, eso no significaría que mi miedo se quitara, así que no vale la pena… volar puedo hacerlo, es solo que el miedo me detiene— seguí caminando mientras ahora Zed llegaba a mi otro lado igual que Izzy pero esta vez parecía estar sentado

—     ¿Y si llegara algo por lo que si valiera la pena dar algo? — me pregunto Zed

—     Lo daría todo… si es que en verdad vale la pena— les conteste— ¿Y ustedes? —

—     Yo también…—me contesto Izzy— lo daría todo…—

—     Igual yo…— nos dijo Zed dejando de volar y volviendo a caminar a mi lado

Después de un tiempo de ir caminando entre algunos árboles y que Izzy brincara asustado por el sonido de un aullido y unos arbustos moviéndose, llegamos hasta esa pequeña casa del árbol, los colores entre verdes y azules ya habían sido opacados por el sol al tostarse la madera, algunas de las tablas de la escalera estaban completamente podridas, y las hojas del árbol eran realmente escasas, observamos el agujero que había sido cubierto torpemente por nosotros cuando éramos pequeños, y al acercarnos al tronco vimos nuestros nombres escritos con la misma pintura que habíamos pintado de mala manera las paredes de la pequeña casita…

—     Mira la letra de Zed, era horrible— río Izzy al ver unos pequeños garabatos, apenas si la Z se entendía entre la oscuridad

—     Tenía tres años…— le dijo Zed en un bufido— era obvio que no escribiera bien…—

—     También está el nombre de Glaw…— les dije— Ella tenía la letra muy bonita, se le entiende bien…—

—     Siempre presume de su letra en cursiva— nos dijo Izzy viendo el nombre de su hermana, muy debajo de donde nuestros nombres estaban, ya que a decir verdad, estaban escritos muy abajo en el tronco, solo medíamos casi un metro de estatura— Darían la tuya se ve muy borrosa—

—     La hice con una de las brochas jajá, no con los dedos— les dije riendo un poco al ver mi nombre escrito

Izzy y yo entramos con facilidad por la pequeña puerta que le habíamos construido a la casa, pero en el momento en que Zed trato de entrar se atoro por sus largas piernas y su cabeza, ahora el era más grande que nosotros, media casi el metro ochenta y su cuerpo era más corpulento que el nuestro, todo gracias a los genes del tío Skinner…

—     No se burlen de mi… ayúdenme— nos dijo alzando las manos como podía, nosotros solo estábamos riendo como había quedado compactado con el marco de la puertita

—     Por dios, sí que has crecido— dije riendo al ver la palma de sus manos abierta, en lugar de tomarla— Jamás creí que fueras a estar tan alto, siempre pensé que Izzy iba a ser más alto que todos por ser el mayor, pero mírale… mide menos que yo—

—     Por cinco centímetros te crees la gran cosa— nos dijo Izzy tomando las manos de Zed y estirándolo— No quiere salir, Darían ayúdame—

—     Ah… si— dije tomando la otra mano de Zed y estirando— Zed hubiera sido mejor que te quedaras afuera…—

—     Es muy tarde… auch, no estiren tan fuerte—nos dijo quejándose— ¡Me duele Darían! —

—     Ya, ya…— pare de estirar e Izzy igual— Creo que tendremos que empujarte hacia afuera—

—     Caerás de espalda… espero que no te duela—

—     Ya, lo único que quiero es salir de este problema— nos dijo y vio como ahora poníamos nuestras palmas en su rostro y pecho— No empujen con tanta-…—

Ni siquiera pudo terminar la frase cuando comenzó a gritar, salió volando de ese pequeño espacio… escuchamos como su cuerpo hizo sonido sordo contra el suelo y cayó golpeándose la espalda. Bajamos enseguida viendo como hacía una mueca de dolor y lo ayudábamos a levantarse lentamente…

—     Eso es lo que gano por acordarme de este lugar…— nos dijo en un susurro

—     Vamos, si tuvieras al menos una habilidad especial… sería poder hacerte pequeño— me burle

—     Si tuviera una habilidad especial desearía poder dejarte sin voz— me dijo de manera rencorosa

—     Lo siento, perdón— le hice un puchero adorable, como él me decía… Zed y Glaw no habían dejado ver qué clase de habilidades tenían, en sí, no tenían ninguna ya que en estos veinte años jamás habían mostrado algo especial, y al no tenerla, nuestros padres los habían entrenado el doble de duro, Zed era mucho más rápido que nosotros, pero no como su padre, la rapidez no era su habilidad, ni tampoco podía conseguir que luz saliera de sus manos, así que… era un misterio

—     Ya…— me sonrió, una sonrisa muy bonita que se dibujaba en sus labios y dejaba ver sus poderosos colmillos, solo Zed sonreía así de bonito— Tomen medidas para mañana venir a reparar algo y vayamos de regreso a ca-…—

Zed se había quedado mudo… Izzy y yo nos quedamos esperando que siguiera hablando pero su comentario jamás termino, al contrario, estaba viendo hacia otro lugar, fue entonces que identifique el punto en donde estaba viendo y había una luz naranja, los tres miramos al mismo punto mientras comenzamos a caminar hacia ese lugar… ¿Qué podía haber en el bosque que despidiera ese tipo de luz? ¿Habría un incendio? Estaba a unos cientos de metros de distancia, esa zona del bosque era realmente oscura… estaba entra tantos árboles y arbustos que sinceramente me sorprendió que pudiéramos verla a tan larga distancia, pero éramos vampiros, y como Zed la había visto no me sorprendía que pudiera verla entre tanta oscuridad y distancia.

Entre más nos acercábamos más nos llegaba el olor a madera quemada y a resina de árbol vieja, era algún tipo de fogata, a unos diez metros de distancia de allí nos recargamos en el tronco grueso de un árbol y nos dedicamos a agudizar nuestra vista para poder divisar bien a los que estaban allí… eran tres personas, de repente resonaron en nuestros oídos el sonido de metales y cadenas, estaban hablando… tuve que acercarme más para escuchar, Zed quiso tomarme de la camisa pero no lo consiguió… vi como Izzy abanicaba su brazo al ver como un ciempiés se le había subido al cuerpo y trataba de no gritar, Zed tomo al ciempiés y sin piedad lo lanzo con tanta fuerza que nos caracteriza a los hombres a algún lugar remoto del bosque, miro a Izzy con pena y simplemente lo atrajo conmigo, ya estábamos a tan solo unos seis metros de donde estaban hablando, y escuchábamos con mucha atención… me sentía peor que una mujer.

—     ¡Lance, ya deja de quejarte! — la voz de un chico realmente alto y con los cabellos grises y oscuros estaba sentado en un tronco mientras veía al chico que estaba encadenado

—     ¡no es justo que me traten de esta manera! — el chico encadenado de piernas y manos le grito— Ustedes, ustedes son unos traidores… jamás accedí a que me utilizaran como carnada—

—     Es necesario— una voz aterciopelada resonó en mis oídos, pero no podía ver bien a ese chico— cuando consigamos lo que nos proponemos te soltaremos y haremos la parte del plan que tu ideaste—

—     ¿Pero es necesario que me encadenen en estos momentos? — el chico pregunto

—     Si— contestaron los otros dos al unísono

—     ¡Quiero que me dejen libre malditos! ¡Suéltenme ahora! — comenzó a gritar el otro chico, los otros parecían estar irritados, y así como así, tomaron un pequeño trapo y se lo metieron en la boca haciendo que sus gritos dejaran de escucharse tan fuertes

Y en esos instantes lo que más desee en esos momentos era que a Zed no le saliera lo responsable, lo de chico que hace lo correcto, lo de, me importan mucho las personas… por que al ver como el dejaba de esconderse y comenzaba a caminar hacia ellos quise gritar e intercambiar mi mente con la de él, hacerle un hechizo, pescarme a su cuerpo para que no avanzara más… había tratado de pensar, pero fue demasiado tarde.

Los chicos, absolutamente todos, hasta ese rubio que estaba encadenado con su boca cubierta lo miro algo sorprendido… ¿Qué maldita estupidez se le había ocurrido a Zed?

—     Suéltenlo…— hablo como un completo temerario, tuve que ir a su lado y alzar mis manos

—     Vámonos Zed…— le susurre

—     Me iré hasta que lo suelten…— me dijo, me miro, y esa mirada me rogaba que le apoyara, Izzy se acercó a nosotros torpemente viendo en donde pisar para no tropezarse

—     ¿Quién demonios son? — me pregunto ese chico de esa voz serena y aterciopelada, me voltee sobre mis talones decidido a enfrentarlos y ser valiente como Zed lo estaba haciendo, sabía que eso era lo correcto…

—     Queremos que suelt-…—

En esos momentos me quede sin palabras, esos ojos que estaba volviendo a tener la oportunidad de ver… esos ojos plateados que eran iluminados por la luz de la luna en plena noche, parecía como si se iluminaran por si solos, me quede pasmado al volver a sentir todas esas sensaciones de miedo y angustia como cuando era niño, recordé todas esas sensaciones, esas voces y a esas personas… recordé la agitación al correr y querer salir del peligro, recordé… el querer que ellos también se salvaran como nosotros, él me miraba igual, me miraba a los ojos muy sorprendido, mi respiración se entrecorto por completo, y creí que jamás volvería a verlo… ¿En verdad, podría haberse acordado de mí?

—     R-Raven…— dije en un susurro, pero de él no obtuve palabra alguna, solo dio un paso en falso hacia atrás… demostrando lo sorprendido que estaba al escuchar que recordara su nombre y se lo dijera en la cara, escuche un sonido sordo detrás de mí, voltee igual que Zed e Izzy se había dejado caer de sentón al suelo, manchando sus pantalones de mezclilla con la tierra y mirándonos con los ojos sumamente abiertos, él también los recordaba…

—     ¿I-Izzy… eres tú? — preguntaron en otro lado, una voz un tanto golpeada y gruesa… ese muchacho sumamente alto, de cuerpo fuerte… era Rex.

Una enorme alegría invadió mi cuerpo… pero me contuve de saltar sobre Raven y estrujarlo en un fuerte abrazo.

 


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