En una gran mansión se escuchaban pequeñas risas que provenían de la sala, dos cuerpos se encontraban recostados en el sillón uno encima del otro, besándose y tocándose entre risas aprovechando el hecho de que se encontraban solos. en eso un hombre entra a la casa presenciando todo aquel acto, llenandose de rabia.
-Narae que significa esto – retumbo el grito de un hombre de cabello negro, de una estatura considerable por toda la casa. Al ver a su hija toqueteándose y besándose sin ningún pudor en medio de la sala con un chico que jamás en su vida había visto.
-papa… - dijo la joven levantándose rápidamente de encima del chico quien hizo lo mismo tratando de arreglarse, pero le fue imposible, aquel furioso padre lo tomo de un brazo y lo saco de su casa sin importarle como se encontrara semivestido.
-ustedes dos… - le indico a dos de sus guardias – sáquenlo de aquí, no lo quiero ver cerca de esta casa o de mi hija – los guardias obedecieron y lo sacaron a rastras de su propiedad, se dio la vuelta al escuchar los insistentes gritos y reclamos de su hija.
-es mi novio… no puedes impedirle que se acerque a mi
-me importa una mierda si es tu novio o no… - gritaba – no te quiero ver cerca de ese delincuente
-zico no es ningún delincuente, aun no entiendo como mama eligió a un viejo tan amargado como tu
-Narae… - la llama con enojo como una advertencia
-siempre me sobre proteges, tienes otro hijo sabes...y a la única que regañas es a mi – se enfrentaba a su padre, quien trataba de tranquilizarse y no hacer algo que después se arrepintiera.
-Narae ya basta – volvió a gritar. Narae no se detendría, sabía que su padre hacia todo lo posible para no alterarse y que en cualquier momento estallaría de rabia. Mientras que suho solo deseaba que llegara su esposo, ya que, el era único que podía hacer entrar en razón a Narae. – ya basta… - la tomo de los hombros y la sentó de golpe en el sillón – ahora escúchame bien jovencita, esta es mi casa y tu mi hija – le aclaro – acaso crees que me agrado ver a mi hija semidesnuda encima de un hombre besándose y tocándose como si fuese la última vez que se ven.
-bueno... en primer lugar nadie te manda a llegar antes de lo esperado pa-pá – le dijo con sarcasmo. Suho ya estaba en su límite, pone sus manos en su cintura dejando caer la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, soltando todo el aire acumulado en sus pulmones para relajarse, en eso se escucha la voz de su hijo y esposo quienes se acercaban. Los recién llegados al entrar se quedaron estáticos al ver aquel tan pesado ambiente, sin entender lo que pasaba.
-que pasa aquí… - pregunta un muy preocupado peli castaño quien miraba a su esposo y luego a su hija quienes estaban serios y en silencio mirándose de reojo, uno estaba más que enfadado, agradeciendo la llegada de aquella persona a quien tanto ama y la otra estaba seria y enojada mirando a su madre, buscando ayuda y poder salir de allí, llamar a su novio y pedirle disculpas por el mal comportamiento de su padre. – acaso nadie piensa decirme nada. – Narae se levanta y se acerca a su madre.
-lo que pasa es que aquel viejo amargado hecho a mi novio con guardia y todo – le acusa
-que…enserio hiciste eso suho – lo mira sorprendido, sin poder creer que el haya hecho eso.
-si lo hice… - lo acepta
-Junmyung me podrías decir por qué hiciste eso – se cruzo de brazos buscando que le diera alguna explicación por sus actos. Narae lo mira y le dedica una pequeña sonrisa de “te gane” y “siempre me salgo con la mía”.
Se dice que una hija se lleva mejor con su padre y un hijo con su madre. Ahí estaba el problema Narae siempre ha sido bastante unida al suyo, siempre salían al parque, la llevaba de compras, iban a ver películas entre otras cosas, ella era la consentida, la regalona, la princesa de papá, siempre lograba que el cumpliera todos sus caprichos, a pesar de que su madre lo desaprobaba, era su única hija en ese entonces y no quería que ella fuera una chica que solo se interese en el dinero y en lo material, siempre intento que no tuviera esas manías, pero con lo encaprichada y consentida que la tenía suho, se le hizo algo imposible.
Todo ese periodo era maravilloso para ella, hasta que se entera que su madre tendrá un bebe, el cual sería su hermano o hermana, ella estaba feliz, saltaba de la felicidad al saber que tendría a alguien con quien jugar. Pero toda esa felicidad por la llegada de un nuevo hermano o hermana se esfumo un día que ella volvió del colegio, y mientras pasaba el tiempo ella aun no lo aceptaba y seguía diciendo una y otra vez “ya no quiero un hermano, devuélvanlo… mamá… papá… ya no lo quiero” dejando a sus padres muy angustiado, pero aunque ella no quisiera ese bebe iba a nacer, Narae era tan solo una niña que no sabía lo que decia, ambos padres se dieron cuenta que su hija estaba celosa y que posiblemente pensaba que con aquel nuevo bebe, ellos no la tomarían mas en cuenta y eso jamás iba a pasar.
-porque estaba en medio de la sala semidesnuda con ese delincuente… - bufo con rabia, lay sabia que esos eran los famosos celos de un padre al ver a su hija con un chico, y que venía aguantando desde que Narae era una pequeña bebe, sus tíos cada vez que querían acercarse a ella, suho la tomaba y evitaba que la miraran o tocaran, lay siempre tenía que reprenderlo, tomar a su hija y volverla a acostar en su cuna, dejando a todos felices a excepción del malhumorado padre, quien miraba fríamente a quien se le ocurriera acercarse a ella. Y con jungkook era todo lo contrario dejaba que lo tomaran, lo miraran, e incluso jugaran con él. Según él y solo por el hecho de que sus tíos eran hombres podían hacerlo a pesar de permitir eso era igual de protector con ambos, siempre cuidando de que no se lastimaran y que no les faltara nada.
-Junmyung… acaso no piensas decir nada – volvió a hablar lay al no escuchar respuesta alguna de parte de suho.
-lo hice porque no me gusto la manera, en que ese chico estaba con mi hija, en la sala y en nuestra casa. – Lay al escuchar eso, miro inmediatamente a su hija, quien le sostenía el brazo – jungkook hijo - se giro hasta donde estaba el menor, quien era el espectador de todo esa extraña discusión, en la cual, según su madre no podía estar por su aun corta edad.
- que pasa mami… - pregunto
-ve a tu cuarto a preparar la ropa que llevaras hoy a la casa del tío soo
-oh...es verdad, hoy me quedare en casa de jimin – salto de felicidad y corrió escalera arriba hasta su habitación.
-se quedara en casa de kyungsoo – pregunto molesto
-sí, acabo de volver de allá y acepto encantado – le responde – pero ahora eso no es tema de conversación…
-claro que es tema de conversación, sabes perfectamente que no me gusta que jungkook vaya a quedarse a esa casa y menos con el cerca
-de nuevo con eso… - da un gran suspiro al ver que los celos de suho no paraban, lo amaba demasiado pero a veces era insoportable. Narae al ver esa escena decidió irse, aprovechando de que el principal tema de conversación era olvidado momentáneamente o eso era lo que creia.
-Narae…no te muevas de ahí, aun no acabo contigo jovencita – le impuso su padre deteniendo todo movimiento, dando un suspiro al mismo tiempo que su madre.
-Narae, tu también ve a ordenar tus cosas Hyemi vendrá por ti en cualquier momento – y así lo hizo, ignorando cualquier llamado se su padre.
-porque hiciste eso… tenía que hablar con ella – grita. Suho odiaba que lay hiciese eso, sabia que ambos le harían caso sin chistar, dejándolo con las palabras en la boca. Y gracias a eso siempre discutían. Todos fuera de esa casa pensaban que eran muy unidos y que raramente tenían peleas, pero los más cercanos sabían que no era así, discutían constantemente, pero aun así no se separaban, muchas veces lo intentaron pero jamás resultaba, siempre que volvían a verse o hablar de algun trabajo, terminaban besándose, tocándose hasta terminar en algún lugar demostrándose lo mucho que se amaban, pero ambos sabían que eso no siempre iba a ser así, que en cualquier momento su relación terminaría en una completa desgracia.
-primero llego y la estas retando, ahora que supiste que jungkook se quedaría en casa de kyungsoo cambias inmediatamente, el problema de Narae al de jungkook… - dice – acaso piensas que podrás resolver todo en un dia, no lo creo… - suho solo lo mira sin decir nada – yo después hablare con Narae, ya que se el porque de tu enfado con ella y respecto a jungkook no hay de qué hablar, el se quedara en casa de kyungsoo te guste o no.
-te recuerdo que soy el padre de jungkook y también es mi decisión con quien se queda y con quien no, respecto a Narae yo también tengo que hablar con ella sobre lo que vi.
-a si, y con quien piensas dejarlo ahora, te recuerdo que la reunión es mañana y nuestro vuelo sale en dos horas, y Narae no va a querer que te sigas metiendo en su vida. - lo mira desafiante
-ja… sobre su vida, lo decido yo, ella aun es menor de edad y aun no sabe que es lo que quiere, y por esta vez dejare a jungkook con kyungsoo aunque no me guste. Pero la próxima vez yo decido donde se queda mi hijo.
-veamos cómo te resulta eso, será mejor prepararnos, ir a tomar nuestro vuelo y a seguir fingiendo que nuestra relación sigue como viento en popa. – dicho eso ambos caminaron a la habitación que compartían y en completo silencio prepararon sus maletas.
En menos de una hora iban ya en el auto camino a casa de kyungsoo, al llegar yixing baja del auto junto con jungkook, dejando a suho esperando en el auto. Kyungsoo les abrió la puerta con una sonrisa, que se le borro al ver la cara de su amigo, los hizo pasar.
-jungkook, jimin está en su habitación…ve, te está esperando – le dijo. Jungkook se despidió de su madre con un beso y subió hasta la habitación de jimin. Kyungsoo miro a yixing con preocupación – de nuevo discutieron – yixing dio un gran suspiro, asintiendo.
-lay…esto no puede seguir así, no sé cómo es que terminaron de esta manera, eran la pareja más unida en exo.
-yo tampoco me lo explico, lo amo, pero… - su voz se corto y sus ojos se humedecieron– no creo que esto pueda seguir de esta manera, desde el nacimiento de Narae él...no es el mismo, es como… - tomo un respiro – es como… si el Junmyung de antes… no existiera.
-no me gusta verte así, deben hablar sin discutir y aclarar todo de una vez – le dijo kyungsoo – estarán solos en Shanghái, aprovecha esa oportunidad y hablen – a lo lejos se escuchaba la bocina de un auto. Suho ya cansado comenzó a tocar la bocina constantemente, para que lay apareciera de una vez por todas.
-será mejor irme o perderé mi vuelo, hablaremos cuando vuelva y tomare en cuenta tu concejo, tratare de hablar con él y ver como resulta. – kyungsoo le dio un fuerte abrazo, brindándole todo su apoyo.
-suerte, espero que todo salga bien – le dice sin dejar de abrazarlo, y el sonido de la bocina ya lo estaba mareando – mejor ve antes de que los vecinos llamen a la policía por tanto escándalo – yixing asintió y salió. Suho dejo de tocar la bocina al verlo salir, yixing subió al auto en silencio, pensando en cómo resultaría la conversación que tendría con Junmyung después de la reunión en Shanghái.
Jungkook y jimin se encontraban jugando entre ellos, contándose extrañas anécdotas que les pasaron y riéndose de tonterías. Tenían un gran alboroto dentro de habitación del segundo pero eso a los padres de este no les importaba, en total tenían que limpiar ellos, la pieza es de jimin y puede hacer lo que le plazca en ella. Pero tanto jugar siempre da hambre, y sus estómagos les pedían a gritos algo de comer.
Grrr... Sonaba de ambos estómagos, creando un silencio que les provoco una gran carcajada.
-mejor vamos por algo de comer – le dice jimin, poniéndose de pie, se pone tras el y de los hombros lo empuja hasta la puerta – vamos a comer…muchas cosas ricas… - comenzó a cantar jimin repitiendo la frase una y otra vez mientras abria la puerta.
-qué clase de canción es esa – le pregunta jungkook, mirando hacia atrás
-una que se me acaba de ocurrir – dijo – vamos ya sal tengo hambre – le empuja. Jungkook salió entre tropezones, chocando con algo muy cálido y blandito que lo detuvo de haberse estampado en el suelo.
-yah…jimin ten más cuidado, no puedes llegar y empujar a las personas de esa manera – se escucho una potente voz, que regañaba a jimin. Alzo la cabeza para ver con que choco y vio al segundo hermano de jimin, quien le sostenía de la cintura sin intención de soltarlo.
-yongguk tiene razón min, para la próxima ten más cuidado – le reprendió jin falsamente – baby kook estas bien – le pregunta jin, quien no tenía ni la mínima intención de soltarlo. Siempre quiso estar con el menor de esta manera, y en muchas ocasiones intento conquistarlo, pero este era tan despiadado como su madre que ni se daba cuenta, los único que lo notaban eran jimin, yongguk y el padre del menor, quien le miraba asesinamente cada vez que intentaba algo con jungkook.
-siii… estoy bien hyun, gracias – intento separarse pero jin lo apretó más a su cuerpo. Jungkook sin saber el motivo de porque este no lo soltaba y le miraba fijamente, ocasionandole un extraño estremecimiento en su cuerpo.
Jimin al notar que jin no soltaría a su amigo, los separa de golpe, toma la mano de jungkook y sale corriendo arrastrando al menor con el escalera abajo, entrando a la cocina. Jimin sabia las intenciones que su hermano tenia con jungkook y no le molestaba, lo que más le ponía furioso es que este era un jugador al igual que su padre, eran tal para cual, tienen la misma forma de comportarse y de pensar. Según lo que le contaba su madre, era que jin y su queridísimo esposo eran como dos gotas de agua. Por ello no quería que jungkook sea otra de sus conquistas, agradecía de sobremanera que este fuera distraído y no se diera cuenta de las intenciones que jin tenía con él.
Por otro lado jin estaba furioso, quería seguir sintiendo el cuerpo del menor contra el suyo, pero su tonto hermanito se lo arrebato de entre sus brazos, llevándoselo con él.
-cambia esa cara hombre – le dijo su hermano mayor – te haras viejo más rápido, si sigues con el seño fruncido
-pero viste lo que hizo ese desgraciado…aaah – no pudo terminar ya que yongguk golpeo su brazo – eso dolió – se quejo sobándose su pobre brazo
-te lo mereces por llamar a tu hermano menor de tal manera – le reprende
-pero tenías que pegarme tan fuerte – le grita
-no me grites, tu a mi me respetas mocoso – le devuelve el grito –además no te pegue tan fuerte
-si lo hiciste…
-que no…
-que si…- Y así continuaron debatiendo entre el si y no hasta que alguno se aburriera.
Con Narae la cosa era más tranquila, después de esperar a que Hyemi la viniera a buscar, pasaron a buscar a sohee quien también iría la casa de Hyemi, era una noche, solo de chicas. Ya habían pasado casi una hora desde que llegaron a la casa, las cuatro estaban sentadas en los sillones contando sus cosas, Narae le conto lo ocurrido en su casa cuando estaba con zico.
-enserio paso eso… - todas al escuchar la historia quedaron boquiabiertas
-Narae no inventes, y tú qué hiciste cuando los encontró – pregunto Jiwoo
-bueno le dije que zico era mi novio, que siempre me sobreprotegía, y le dije que era un viejo amargado…
-noooo…enserio le dijiste eso – le pregunta esta vez sohee
-así es… - responde – el me provoco y yo solté todo lo que tenía guardado
-tú eres de temer chica – le dijo Hyemi – si yo pudiese decirle todo eso a cualquiera de mis padres y mas… – hizo una pausa – estaría bajo tierra…
-si eso es más que seguro… nuestros padres son de temer, en especial mama, parece un santo pero por dentro es malvado.
-jajajaja eso es verdad – comenzaron a reír todas, olvidando el hecho del pobre chico que estaba sentado en uno de los sofás mas apartado de las chicas, tenía ambos pies arriba del sofá apoyadas levemente en su pecho, tapando sus oídos con ambas manos para asi no escuchar lo que estas hablaban, y por dentro maldijiendo a sus padres por dejarlo al cuidado de sus hermanas. Las chicas después de un tiempo lo notaron, todas se juntaron comenzando a susurrar. Al terminar poco a poco se acercaron a el rodeando el sofá. El chico al no escuchas más voces abre sus ojos y lo que encuentra no le da una buena sensación, de hecho le causa un gran escalofrió.
-no creo que esto sea buena idea – protesto sohee, ella no quería ser odiada por el menor.
-tranquila, solo le haremos unos pequeños cambios y es todo – hablo Hyemi con seguridad, importándole poco el hecho de que ocuparían a su hermano menor como conejillo de indias.
-c-cambio – dijo junhong con temor, todas asintieron a excepción de sohee quien no sabía si lo que estaban a punto de hacer era una buena idea.