Su respiración se volvió agitada y su rostro mostraba total terror al no saber en qué tipo de pesadilla se encontraba. Miro su alrededor notando las numerosas pilas de ropa que cubrían la mayor parte del suelo, con pasos vacilantes se dirigió a la cocina para tomar algo y calmar sus nervios. Al introducirse en esta, tomo una taza del fregadero y abrió el grifo, llenando completamente el objeto con agua.
- Esto está mal, está muy mal –Se murmuraba para sí mismo una y otra vez, para luego tomarse el agua de golpe.
Antes de salir de ahí, dejo la taza en la mesa y se apresuro donde la sala, siendo espectador de todo el desastre que se hallaba ahí mismo. Se repetía miles de veces que debía ser un sueño, dejando que su mano vagara por su cabello azabache, revolviéndolo un poco en señal de frustración.
- Por todos los cielos Takano, ¿Qué nunca piensas limpiar este lugar? –La voz del menor logro sobresaltarlo.
- ¿Qué haces aquí? –Pregunto ignorando completamente la pregunta del otro, al mismo tiempo que se giraba para enfrentarlo y mirarlo recargado en una de las paredes.
- Me preocupe –Respondió con simpleza, encogiéndose de hombros.- Te veías realmente alterado cuando te dije que estábamos en mi departamento.
*~~~* Flash Back *~~~*
Onodera se encontraba sobre Takano-san sosteniendo firmemente sus manos para evitar que se fuera después de haberse declarado, al mismo tiempo que intentaba acercarse a su boca para plantarle un beso. Sin embargo, esto no sucedió pues el azabache logro zafarse de su agarre y separarlo.
- El teléfono sigue sonando –Se incorporo y se levanto para caminar a la mesa de centro, donde se encontraba el teléfono.
- Excusas –Reprocho el de orbes esmeraldas, parándose para seguirlo.
El mayor no pudo coger el teléfono porque fue tomado bruscamente del brazo y atraído al menor, siendo víctima de un beso fugaz y desesperado. Un poco más fastidiado se separo y le mando una mirada seria, no le gustaba para nada esa broma. En su interior quería creer que en realidad el castaño se había declarado pero esa posibilidad era mínima, ya que tal cosa no ocurría de la noche a la mañana.
- Ve a tu departamento por tus cosas, tenemos que ir al trabajo –Evitando mirarlo.
- El trabajo puede esperar –Le miro seriamente pero su semblante se suavizo al verlo tan tenso.- Por cierto… creo que lo correcto sería que tú fueras por tus cosas a tu departamento.
- ¿A qué viene eso? –Sin poder evitar sonar molesto.
- Takano, estamos en mi departamento, ¿no lo recuerdas? –Soltó como si estuviera hablando de lo más obvio.
El mayor lo miro incrédulo ante su respuesta, mientras el castaño solo se mantenía con esa pose tranquila, mirándole como si no entendiera el porqué de su reacción. Al verlo salir corriendo del lugar no pudo evitar soltar una pequeña risa y negar levemente con la cabeza.
- Algunas cosas no cambian –Sonrío divertidamente, caminando con total tranquilidad fuera de su departamento.
*~~~* Fin del Flash Back *~~~*
Una pequeña gota de sudor callo por su frente al recordar el ridículo que había hecho frente a su subordinado, así que solo volvió a la conclusión de que todo esto era un simple sueño y que él seguía durmiendo al lado de su pareja, para luego ser despertado por la alarma y volver a su rutina diaria.
- Como sea, ya que te respondí, tu responde mi pregunta –Miro a su alrededor para luego llevar sus manos dentro de la chaqueta que llevaba puesta.- ¿Cuándo piensas limpiar este lugar? Es un desastre y si mal no recuerdo, esta así desde que lo hicimos en tu habitación.
- … –Se quedo callado al no saber qué decir, las cosas estaban dándose tan rápido que no podía procesarlas muy bien.- (Mente: ¿Cómo puede decir todo eso sin avergonzarse o mostrar ese lindo sonrojo suyo?)
Mientras este se hallaba perdido en sus pensamientos, el otro esperaba un grito o algún reclamo pero al no recibir nada, su rostro mostro algo de preocupación y la sala fue reinada por el silencio. Solo atino a soltar un suspiro al mismo tiempo que caminaba a él, tomando con dulzura su mano.
- Takano, si algo malo pasa dímelo –Le dijo con un tono totalmente manso.- Me estas empezando a preocupar.
Al no recibir respuesta miro el reloj de su mano y negó con la cabeza, empezando a caminar a donde la puerta, llevándose consigo al otro hombre.
Narra Onodera
No puedo dejar de preguntarme que le pasa a Takano, desde que lo vi en el baño a estado actuando muy raro y eso me preocupa. No he visto un sonrojo, ni un reclamo, ni nada por parte suyo como siempre. Esta siendo un más evasivo que de costumbre.
Cuando salí de mis pensamientos me di cuenta de que ya habíamos llegado al trabajo, el simplemente entro en el ascensor, ignorando mi presencia, como cada día…
- Takan- –Mis palabras fueron interrumpidas al ver como cierto hombre de cabello azul entraba al ascensor, posicionándose a un lado de mi, no tuve más remedio que dejar lo que tenía que decir para después.- Buenos días Yokozawa.
- Buenos días –Saludo de manera seria al notar al azabache, pero al parecer este no prestaba mucha atención, cosa que logro molestar a mi amigo.- Respeta a tus superiores y saluda –Espeto de manera algo agresiva, ganando su atención.
- Buenos días –Contesto algo aturdido, tal parece que no esperaba tal tono por parte del de orbes azules.
- Enserio que es un caso perdido –Llevo su mirada al frente, dirigiendo sus palabras para mí.
- Yokozawa no seas tan duro con él, solo es un novato –Me cruce de brazos al mismo tiempo que cerraba mis ojos, ajeno a la reacción del otro pero a pesar de no verlo pude escuchar como soltaba un pequeño grito indignado.
No pude evitar sonreír a medias, tal parecía que estaba recobrando el ritmo.
Narra Takano-san
Espera… ¿Acaso Onodera me acaba de llamar novato? No, no debió ser eso, por favor díganme que escuche mal, esto tiene que ser un error, un completo error. ¡Nada de esto tiene relevancia o algo de sentido común!
- Aun así, sabes que no me agrada ese tipo de insolencia –Reprocho el de cabello azulado, mandándome una mirada fría.
Jamás había sido blanco de tal mirada por parte de mi mejor amigo, en serio que no entendía nada, es decir, el nunca me trataría de tal forma y mucho menos hablaría tan amigablemente con mi castaño.
- No tienes remedio Yokozawa –Negó levemente mi subordinado mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa.
Muy bien, esto esta volviéndose tedioso y molesto, ¿acaso soy el único que ve las cosas mal? Onodera no estaría tan relajado frente a mi amigo, es ridículo, ambos se odian o al menos eso creo, pero definitivamente esto no está bien. Estaba por abrir mi boca para hablar pero mis palabras nunca pudieron salir pues la escena que tenia frente a mi me dejo helado… ¿¡Yokozawa acaba de s-sonreírle a Onodera!?
Continuara…