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Machine por RinneRaccoon

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Notas del fanfic:

Estoy resubiendo mis fanfics que tenía subidos en 4KMNah como KMN-Kat. ;;

Notas del capitulo:

Aquí un songfic SuChen dedicado a MrBatido, es ya bastante viejito. (?) ;3;

Una sonrisa fría y mecánica, movimientos exactos y calculados perfectamente. Su cuerpo era una cáscara, un mero recipiente sin sentimientos, sin emociones y, lo peor de todo, sin libre decisión sobre sus acciones. No tenía libertad.

Era un títere y, como tal, se limitaba a seguir órdenes y cumplir los deseos de su amo, le gustase o no. Se tomó su tiempo para construir sus propias barreras contra el dolor y la impotencia; aunque con el tiempo todo había dejado de importarle, seguía sintiéndose vacío y miserable. JongDae levantó unos muros tan altos y sólidos, se encerró tan adentro de sí mismo, donde solo era él, que terminó perdiéndose sin saber realmente quién era. Dejó de existir. Había perdido todo el brillo que años atrás había cegado e iluminado a tantos. Sus cuerdas vocales dejaron de vibrar, su canto se perdió en el tiempo y, como un pájaro perdido, se dejó abandonar sin esperanza. Dejó de luchar contra la corriente y simplemente la siguió, como una máquina, no cuestionó nunca nada más. Se acomodó y se conformó con todo lo que le viniese, guardó sus armas de caballero de brillante armadura y cavó su propio panteón.

 

Aunque se pinchara, no saldría ni una gota de sangre.

Una belleza inmaculada, con proporciones doradas de ensueño.

 

Así era él, un muñeco andante que caminaba solitario por los amplios y luminosos pasillos de la Universidad de Seúl, sin compañía, sin sonrisa, sin nada y, lo peor de todo, roto. Unos años atrás habría estado rodeado de personas, con una cálida y sincera sonrisa en sus labios, seguramente contaría unos cuantos chistes malos antes de comenzar a hacer bromas locas sobre las marcadas ojeras de Zitao o las orejas enormes de ChanYeol o, incluso, de sí mismo. Porque él era sencillo, brillante y, bajo toda esa burla, humilde y humano. Estaba vivo y él lo sabía. Todos lo sabían y lo amaban, era tan brillante que nadie podía dejar de admirarlo, tan hermoso que parecía salido de algún relato de un fuerte y apuesto dios del Olimpo. Sus pómulos perfectos y delineados le daban un toque sensual y por no hablar de la ligera curvatura en las comisuras de sus labios. Sin embargo, tras el accidente del que nadie hablaba, todo cambió. Él cambió.

JoonMyun caminaba como cada día de su pacífica existencia por los pasillos de la Universidad de Seúl, había llegado tarde a la primera hora y no es que hubiese sido echado, pero ese profesor era muy estricto y era casi mejor no asistir que entrar en mitad de la lección; así que decidió deambular por los pasillos hasta la cafetería. Entró en el amplio lugar con una amable sonrisa en su rostro, era el típico chico rico y amable que aparecía en los doramas en contraposición al rico y arrogante donde ambos luchaban por la chica protagonista. Se detuvo durante unos escasos segundos algo desconcertado y buscó con la mirada a alguno de sus amigos, sin embargo, no vio a nadie conocido. JoonMyun se encogió de hombros y siguió su camino hasta la barra de la cafetería, allí pidió una hamburguesa de queso y una cola, no había tenido tiempo de desayunar en su casa con las prisas. Bufó exasperado, intentaría no caer en la tentación de nuevo y pasarse toda la noche jugando al ordenador con su grupo de amigos, aunque seguramente ellos estarían peor que él. Rio por ello y se encaminó a algún asiento vacío, se sentó tarareando una simple melodía de algún estúpido anuncio televisivo y abrió la lata de cola, bebiendo luego un largo buche. Tenía una sed horrible y la boca pastosa, ni si quiera le había dado tiempo de limpiarse los dientes, ¿estaría dando olor?

Rápidamente desechó esa idea con un ligero movimiento de cabeza y se dispuso a dar el primer mordisco a su hamburguesa, mientras masticaba alzó la cabeza y vio en la mesa de frente a JongDae, aquel chico del que todos hablaban, pero al que nadie hablaba. JoonMyun dejó de masticar y observó su perfecto rostro, tan blanco como la porcelana, sin ninguna imperfección aparente, con finas y huesudas manos, las comisuras de sus labios grácilmente elevadas como si hubiesen sido dibujadas con un fino pincel, cejas rectas y bien pobladas, mejillas prominentes y mandíbula cuadrada. JoonMyun estudiaba Historia del Arte, por lo tanto, podía juzgar y reafirmar una y otra vez que la belleza del chico era tan dolorosamente perfecta, tanto que muchas veces se preguntaba si era real. JongDae alzó la mirada al sentirse observado y analizado, ladeó suavemente la cabeza para mirar a JoonMyun, su rostro no denotaba ninguna expresión ni emoción aparentemente, sin embargo, sus labios se estiraron en un intento de sonrisa. El estudiante de arte frunció el entrecejo, no le gustaba esa sonrisa, no quería ver una sonrisa muerta y fría. Quería ver al verdadero JongDae, sus antiguos amigos ahora eran los suyos y, a veces, cuando bebían tanto que no podían ni sostenerse en pie, comenzaban a contar viejas aventuras junto con el chico mecánico. Era tan fascinantes y divertidas, que deseaba con todas sus fuerzas haber conocido a todos en esa época. Quería conocer a JongDae, más bien, a Chen, al que sus amigos recordaban con tanto anhelo y nostalgia. Se sostuvieron la mirada sin mostrar ningún síntoma de incomodidad, es más, más que verlo, JoonMyun estaba perdido en sus pensamientos, cuestionándose cualquier cosa sobre el muchacho que estaba delante de él, observándolo fríamente, aunque con algo de curiosidad.

 

¿Acaso es un muñeco? ¿Acaso respira?

Lo sepa o no, sonríe con frialdad.

¿Tendrá voz? ¿Tendrá un corazón que lata?

 

Ansiaba oírlo hablar, descubrir cómo era su voz, si era aguda como la de un niño o tan grave como la de ChanYeol, deseaba escucharlo cantar y saber si de verdad lo hacía como los ángeles según decían los rumores. Quería acercarse al menor, anhelaba conocerlo, ya no por curiosidad sino por necesidad. JongDae se había vuelto la pequeña y fría obsesión de JoonMyun, tanto que había investigado sobre el presunto accidente que lo había alejado de todo, sin embargo, nunca encontró nada. Habían rumores de todo tipo que lo relacionaban con drogas, prostitución e incluso asesinato, pero, como todo rumor, quizás la verdad que podían contener era mínima o inexistente. Estaba tan frustrado que una vez llegó a emborrachar a sus amigos aposta intentando sonsacarles algo, sin embargo, no consiguió la información que deseaba.

Todo alrededor de Kim JongDae era misterioso e irreal, tanto que a veces el propio JoonMyun pensaba que el chico era una simple máquina muerta sobre la que se había especulado y creado toda una historia. Por más que buscaba o investigaba, por más que observaba al chico no encontraba nada que lo pudiese ayudar, tan solo le quedaba admirar su belleza celestial, sus perfectos y afilados pómulos, sus apetecibles labios…Todo. Muchas veces ChanYeol y Luhan le habían preguntado el porqué de su obsesión, él simplemente se encogía de hombros y sonreía, respondía que sentía una imperiosa curiosidad, pero, quizás, y JoonMyun era consciente de ello, se había enamorado de ese inexpresivo y frío chico sin darse cuenta.

 

Eres como una fría máquina. Eres una máquina.

Un agudo y bello dios. Eres una máquina.

Por mucho que lo mire, no lo comprendo. Su corazón está sellado, sólidamente amurallado.

 

Su obsesión por derribar sus barreras se había vuelto tal, que no podía sacarlo de su cabeza, se ponía nervioso cada vez que cruzaban sus miradas por unos míseros segundos. Incluso ahora, aunque no desviaba la mirada, JoonMyun se sentía horriblemente nervioso, las manos le sudaban y el corazón le latía desenfrenado. Pero por más que intentase ver más allá de esos fríos ojos, solo veía oscuridad y desviaciones, todo era demasiado confuso para su mente. No podía ver el interior del menor, no podía ver más allá de esa fortaleza que había construido alrededor suyo, como una armadura que protege a su portador de los peligros y heridas de guerra.

 

Su mirada de cristal no me da ninguna pista.

¿En qué pensará? ¿Acaso llorará alguna vez?

Sabiéndolo o no, sonríe con frialdad.

¿Tendrá sentimientos? ¿Tendrá alguien a quien amar?

 

JoonMyun ya había aceptado que amaba al chico sin ni si quiera conocerlo directamente, se había enamorado de las viejas aventuras que sus amigos contaban, de los rumores y del actual JongDae, quien lo había incitado, de forma consciente o no, a investigarlo. Al hacerlo el mayor muchas veces se preguntaba si estaba loco por lo que sentía, no porque el otro fuese un chico sino porque nunca habían cruzado ni una palabra, solo miradas furtivas y de soslayo. En definitiva, todo era una locura sin sentido.

JongDae lo miraba fijamente todavía, en sus ojos parecía brillar una latente curiosidad, quizás la misma que el mayor había sentido durante todo este tiempo. El menor entreabrió la boca y movió sus labios creando palabras, JoonMyun creyó entender un “ven, acércate” y así lo hizo, dejó sus cosas y la hamburguesa a medio comer en la mesa, se levantó y con movimientos torpes caminó hasta la mesa a unos cuantos pasos de distancia. Llegó allí rápidamente, se sentía nervioso, pero a la vez confortado al saber que se estaba acercando, que el chico le estaba dando la oportunidad de conocerlo, de estar a su lado y, quizás, le estaba pidiendo que lo sanase con una muda súplica que se reflejaba en sus tristes ojos.

 

Debo descubrirlo.

Su corazón está cerrado con una difícil combinación. Una habitación en la que nadie puede entrar.

Debo llegar a él.

 

Lo había decidido, ya estaba hecho. Ya no había vuelta atrás y ambos lo sabían, ambos sabían que se estaban abriendo el uno al otro de una forma demasiado íntima. JoonMyun sabía ahora que el menor no era una máquina. Tan solo hizo falta sentarse en la mesa, justo enfrente, y tenderle la mano con una nerviosa sonrisa y un ligero sonrojo para que JongDae sonriese, para que se sintiese vivo. JoonMyun ahora lo sabía, el menor no era una máquina como todos decían, él estaba vivo y él se encargaría de mantenerlo así para siempre, él se encargaría de protegerlo. Siempre.

 

Yo seré quien lo haga sonreír. Mira.

Notas finales:

AHDJAKJLLDJLA.

¿Comentarios? :/3

Luhan tiene hambre...¡un comentario, una manzana para Luhannie! JEJEJEJEJEJEJJEJEJEJE.

Buenas noches. <3


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