Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La luz en mi oscuridad. {Wigetta} por PinketDiana

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hoy es el cumple de nuestro querido Samu, así que... :v

¿Error?. 

 

Guillermo.

 

Se maldijo. Una y mil veces. Y es que era tonto, tonto como poco. ¿Por qué mierda había tenido que estar perdido en sus pensamientos mientras Samuel hablaba y hablaba sin parar?. ¿Por qué había tenido que pensar que cada vez que estaba a su lado, por unos segundos se olvidaba de lo mierda que era su vida?. ¿Por qué había imaginado por un segundo el agarrar su mano y entrelazarlas?. ¿¡Y por qué había asentido cuando el mayor le había preguntado por segunda vez si a él le parecía bien?1. ¿El qué le tenía que parecer bien?. Segundos más tarde lo averiguó. Ojala no lo hubiese hecho. 

 

-Entonces, dentro de media hora nos vemos en tu casa, Guille.- Y el menor se quedó allí, en aquel cruce donde sus caminos se separaban todos los días, totalmente anonadado. Sintiéndose ahogar de nuevo. ¿Cómo podía haber sido tan tonto?. ¿¡Cómo?!. 

 

Tenía que hacer algo, y pronto. Samuel no podía ir a su casa. Si el mayor iba a su hogar, esa pequeña barrera que había creado entre la felicidad pasajera cada vez que estaba a su lado y entre la mierda de vida que vivía dentro de aquella cárcel en la que era su casa, se caería, se destrozaría, como él de nuevo. Y es que... había empezado a mejorar, de verdad que lo había hecho. Ya llevaba tres meses de conocer a Samuel, y su vida había cambiado ligeramente. Ahora salía de casa bastante, para encontrarse con él, saliendo a comer, pasando el día jugando videojuegos, hablando y hablando sin parar. Y eso estaba haciendo genial a Guillermo, porque él no estaba en su casa, aquel lugar de sufrimiento, recuerdos, sangre y terror. 

 

"Pero ahora, como el tontaco que soy, la he cagado"- Se felicitó irónicamente. 

 

Debía correr a la casa de Samuel y poner una excusa cualquiera que les impidieran encontrarse en su casa. 

 

"Piensa, maldita sea. No es momento de quedarse con la mente en blanco"- Guillermo casi grita en mitad de la calle de tanta frustración contenida. 

 

En un intento por sentirse más tranquilo, metió la mano sutilmente dentro de su mochila, en el bolsillo oculto de su interior. Suspiró de gusto al ver que ella seguía ahí, tan afilada como siempre. Tan cortante. Tan dañina. Pensó en hacerse uno, solo un corte, para sentirse mejor. Porque era idiota. Porque la había cagado. Porque se lo merecía. Pero por un segundo, pensó en los avances que había hecho. En casi una semana completa sin hacerlo y se negó a si mismo caer de nuevo, no ahora. 

 

"Pero..."- La tentación era tan grande... 

 

Suspiró y volvió al punto de una excusa. 

 

-Quizás pueda decirle que mi papá trajo a gente hoy...- Si, esa era una muy buena excusa. Samuel no podría insistir y por ende sus mundos seguirían completamente separados. Su felicidad y su más grande causa de tristeza totalmente en puntos contrarios. Eso estaba bien, más que bien en realidad. 

 

Así que se puso en marcha a casa de Samuel, aún con ese peso encima de su pecho por tener que mentirle a la única persona que después de tanto tiempo había seguido estando ahí para él, aunque solo fuese por curiosidad o alguna extraña razón parecida. 

 

Llamó a la puerta repetidas veces, ansioso. 

 

Esperó. 

 

Esperó. 

 

Siguió esperando

 

¿¡Por qué nadie habría la maldita puerta!?. Él necesitaba decirle rápido a Samuel que no podía ir a su casa. 

 

Un ruido al otro lado de la puerta lo alentó, y por inercia se abrazó a si mismo, con miedo. 

 

"No es mi casa, estaré bien"- Se prometió a si mismo. 

 

Primero, vió una pequeña bola de pelo blanca que se restregó contra su pierna. Sonrió por inercia. Al otro lado de la puerta, Samuel pensó que Guillermo era demasiado tierno cuando sonreía, cosa que no pasaba muy casualmente, no de una manera sincera al menos. 

 

-¿Guille?- Preguntó intentando que el chico dejase de estar tan interesado en Mara, su gatita. 

 

-¿Si?- Preguntó el menor por inercia. 

 

-¿Qué haces aquí?- Rectificó al segundo, diciéndose a si mismo que quizá había sonado duro.- Osea, no es que me moleste tu presencia ni nada de eso, solo... ¿qué te trae por aquí?- Suavizó sus palabras. 

 

Y ahora Guillermo era un manojo de nervios, nada más. Aquella excusa tan bien formada en su cabeza desapareció en segundos. Solo se veía a si mismo, siendo alejado de Samuel por otra maldita mentira. 

 

-Yo...- ¿Qué iba a hacer?. Era tan... frustrante. Si Samuel iba a su casa, nadie sabía como acabaría eso, pero si volvía a mentirle a Samuel, no sabía si su promesa de 'no-hacerse-más-daño-por-una-semana' seguiría en píe. Tenía miedo. Estaba confundido. ¿¡Por qué tenía que pasarle esas cosas a él?!. ¿No lo pasaba ya lo suficientemente mal?. Joder.- ¿Puedo quedarme?. Me he peleado con mi padre.- Cada palabra dolió, porque aunque no fuese una verdadera mentira, había vuelto a usar eso que él tanto odiaba. Y es que... engañar a alguien era horrible y Guillermo lo sabía tan bien, tan malditamente bien que se odiaba por ello. 

 

Samuel abrió los ojos por unos segundos, totalmente sorprendido, y el menor pensó que era demasiado guapo. Se aterrorizó ante sus pensamientos. Él claramente no había pensado eso. Obviamente que no. 

 

-Claro que si.- Samuel se mostró sincero y dulce diciendo eso.- Puedes quedarte todo lo que quieras en mi casa.- Y Guillermo se dijo a si mismo que posiblemente había entrado en cielo. 

 

 

Notas finales:

¡¡Otro capítulo más!!

 

¿Alguien más notó e son las 4:32 a.m en España? ¿No? Oc. Solo... ¿¡Qué mierda hago actualizando a estas horas?! T.T


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).