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Nuestro niño por Zwaning

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Notas del fanfic:

Está idea vino a mí de la nada y pues, si no la escribía estaba segura que no me concentraría en otra cosa; por lo mismo, quiero compartirla con ustedes♥.

 

Los personajes no son míos,  pertenecen a su autor Tadatoshi Fujimaki<3.

Notas del capitulo:

Es un KiyoIzu♥, cosa que no veo muy seguido ;-;, y su pequeño niño es Takao Kazunari. :D 

 

 

La primavera está en todo su esplendor. Los cerezos en flor se pueden observar por las calles de Tokio. Hoy es un espectacular día para salir a pasear con la familia; almorzar afuera, tiempo que no lo hacían y –en parte- él extrañaba eso.


Aunque.


Su plan se vio arruinado por su pequeño hijo.


Ya es la segunda vez que pasa un paño color azul por la cara de Kazunari para así poder limpiar sus lágrimas.


-Bebé, todo estará bien. Papi no se molestará por esto.


Kiyoshi Teppei trata de calmar al niño de cinco años con esas palabras.


-Sí lo hará.


Nuevamente Kiyoshi se pone en cuclillas, quedando a la altura de su hijo, y limpia las lágrimas del rostro –ahora rojo de tanto llorar- del pequeño; de paso, le acaricia el cabello color negro. Están de esa forma como unos cinco minutos -por lo mucho-.


-Papá lo arreglara.


El niño deja el llanto de lado y eleva su vista hacía su padre.


-Uh, ¿te echaras la culpa por mí?


Kiyoshi suelta una suave risa y pellizca –suavemente- la pequeña nariz de Kazunari.


-No. Le diremos la verdad a papi; no es bueno mentir, ya lo sabes ¿cierto?


-Sí, lo sé. ¿Entonces?


El castaño se levanta con el niño en brazos y comienza a caminar hacia la sala, alejándose de la cocina.


-Yo limpiaré, y tú, bebé, iras a cambiarte. A papi no le gustará verte así.


Kazunari hace un mohín, pero termina aceptando las palabras de su padre. Además, él sabe que el mayor tiene razón.


-Está bien.


-Bueno, debemos apurarnos.


El pequeño niño asiente y se estira, Kiyoshi lo deja en el suelo y le da una última caricia en su aun enrojecido rostro. Ambos ya están tomando su camino –uno a la cocina y el otro a su habitación- cuando, el mayor se detiene al ser interrumpido por una pregunta.


-Papá, ¿tengo llevar eso a mi cuarto?


-Sí, Kazunari. No los puedes dejar en cualquier lado de la casa.


Respondió el castaño mirando a donde señala el pequeño; varios carros de juguete esparcidos por todo el largo del sofá.  


-Voy.


Kiyoshi le dedica una sonrisa a su hijo y retoma su camino hacia la cocina. Él calcula que demoraría en limpiar todo –bien hecho- en, por lo menos, una hora.


Es tiempo de comenzar.


Pero, en el momento que hace el primer movimiento con la escoba, escucha la puerta principal abrirse. Se pone tenso; su esposo llegó antes de tiempo.


El castaño deja la escoba a un lado, y antes de poder llegar a la sala, su pequeño hijo estalla en llanto.


-Kazunari, ¿qué pasa?


Pregunta Izuki Shun corriendo al lado de su ‘pequeño’ –después de cerrar la puerta y tirar su bolso al lado de esta-, claramente preocupado. Él, ahora, se encuentra arrodillado frente a su hijo y en el momento que nota a su esposo, gira su rostro hacia Kiyoshi preguntando con la mirada lo que había pasado.


-Bebé. Vamos, dile a papi lo que pasó.


Kazunari trata de tranquilizarse, las palmadas en la espalda de parte de su ‘papi’ le ayudan mucho. Respira profundo y mira con ojos llenos de lágrimas a sus padres; se toma un tiempo antes de hablar.


Izuki ya no puede más. Quiere saber lo que pasa, por lo que presiona con la mirada a Kiyoshi, que ya se encuentra al lado de ellos –al igual que su esposo, está arrodillado-.


Por su parte, el castaño quiere que su hijo sea quien cuente lo sucedido. Desde pequeño tiene que hacerse cargo de sus travesuras.


-No quise. Pensé… que saldría bien.


-No entiendo.


El peli negro mayor ladea su cabeza, confundido, y limpia -con la ayuda de sus dedos pulgares- las lágrimas que caen por el rostro de Kazunari.


-En la tele… un truco. No me salió.


-¿Truco?


Izuki forma una idea vaga de lo que puede haber pasado. Ve como su esposo asiente y comprende mejor la situación.


-Sí, los platos…


-Bebé, a mi lo único que me importa es tu bienestar. Además, ‘si es material, se puede arreglar’.


Kiyoshi mira a los peli negros con una sonrisa en el momento que se abrazan. Él no puede evitarlo y se une –sin ser invitado, aunque sabe que no es necesario- al abrazo. Ama a esas dos personas con toda su alma.


-Ves, Kazunari. Estabas haciendo una tormenta en un vaso con agua.


El pequeño niño ríe entre los brazos de ambos padres. Se soba el mismo los ojos con ambas manos y les dedica a los mayores una linda sonrisa.


-Uh. Lo siento, papi.


-Te perdono, bebé. Aparte, desde hace unos días tengo la idea de comprar platos para decorar.


Dice Izuki besando la mejilla de su hijo. Se separa del niño y de su esposo para ponerse de pie.


-Entonces, creo que esto pasó de manera oportuna.


Agrega Kiyoshi, alzando a su hijo con un brazo. Su vista pasa de Kazunari a Izuki.


-Sí, creo que sí. Hoy mismo podemos ir a comprar.


-Por mi está bien. ¿Qué dices, bebé?


-¡Sí! ¡Yo quiere tener en mi plato carros!


Los mayores sonríen ante lo animado que esta su hijo con la idea. Hay veces en las cuales el castaño y el azabache se sorprenden por los cambios drásticos de humor de Kazunari; y eso pasa a menudo, pues es un niño de apenas cinco años.


Ahora, Kiyoshi recuerda que tiene que continuar con la limpieza de la cocina.


-Mi amor, primero ve a descansar. Y Kazunari, tienes que cambiarte. Yo… arreglaré las cosas por acá.


-Papá, después de cambiarme ¿puedo ayudarte?


El más alto hace una mueca que no pasa desapercibida por su esposo. Él no quiere que su pequeño niño al tratar de ayudarlo se lastime; pero sabe que si le dice que no, Kazunari probablemente lloraría de nuevo.


-Eh~ pero yo quería que me acompañaras a descansar. Deja que papá se encargue de limpiar. O ¿quieres dejarme solo?


Persuade Izuki a su hijo haciendo un leve puchero.


-¡No! ¡Yo voy con papi!


-Bien, ya está todo decidido.


El peli negro menor sin previo aviso se lanza hacía los brazos de su ‘papi’, quien lo recibe gustoso. Kiyoshi ríe bajo. Él trata de no pensar en lo que tiene que hacer en la cocina.


-Sube, ahorita voy yo.


Izuki baja al niño y ve como sube las escaleras, luego se dirige a su esposo.


-¿Seguro que no necesitas ayuda?


-Muy seguro. Ve a descansar, lo tengo controlado. Oh, antes de que se me pase. Bienvenido, mi amor.


Después de pronunciar aquellas palabras, Kiyoshi Teppei se lanza sobre el peli negro para poder besar esos dulces y suaves labios. Izuki Shun, no se queda atrás y pasa sus brazos por el cuello del más alto para así profundizar aquel ansiado beso; además, abraza con sus piernas la cintura de su esposo, quien no duda en sostenerlo por las piernas –repartiendo una que otra caricia-.


-Sí, estoy en casa.


-Estas todo coqueto, Shun.


-¿Qué? ¿No puedo estarlo con mi amado esposo?


Ambos se regalan miradas enamoradas, no quieren que el momento acabe.


-¡Papi!


Ríen.


-Ya voy, bebé.


El peli negro se baja de su esposo con una sonrisa coqueta. Le da un último beso en los labios al mayor y se dirige a su cuarto, donde lo espera su amado niño.


Kiyoshi suelta un suspiro. Él está seguro que cada día –si es que se puede- se enamora cada vez más de su esposo. ¿Cómo no caer hipnotizado ante sus acciones? Además, hace una nota mental: hoy, Izuki y él, no dormirán. La provocación es demasiada clara.


Camina, dejándose llevar por sus piernas, imaginando lo que le haría a su peli negro.


Pero al entrar a la cocina sale de su nube.


Es cierto que Kazunari rompió platos al tratar de hacer magia, y bueno, también vasos, tazas y unos que otros adornos de porcelana que justo en ese momento se encontraban sobre la mesa. Y eso se debió a que el castaño quiso hacer una limpieza general a la alacena.


Él supuso que es la mala sincronización de padre e hijo lo que llevó a esto.


Pero.


Bueno, ya le diría a su esposo la razón por la cual también debían comprar más que platos al momento de pagar.


Kiyoshi Teppei en estos momentos solo debe concentrarse en: limpiar, limpiar y limpiar. 

Notas finales:

Holi c: ¿les gustó? ♥ 

Bue, ¡espero tengan días lindos!

¡Nos leemos<3!


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