El despierta de un sueño que parecia eterno. No entiende que hace en una habitación de hospital. La sala esta sucia, las ventanas rotas, de ellas yace la hierba creciente pegada a las paredes. El se levanta sintiendose algo mareado y con solo una sucia y desgastada bata de hospital se dirige a las grandes ventanas destrozadas. Ve hacia la gran ciudad que se presenta frente a el. Sus ojos se agrandan y comienzan a humedecerse. Su corazón se aprieta ante lo que ve. La ciudad que esta frente a el es un desastre. Las calles estan desiertas, las casas y edificios sucios y llenos de plantas crecientes a lo largo de ellas, los vidrios rotos o completamente sucios. Corre hacia el baño de la sala y entra. Encuentra ropa tirada por el piso y para su suerte es de hombre. Se cambia rapidamente y los pantalones le quedan algo pequeños y la camiseta un poco ajustada. Se coloca los zapatos llenos de polvo que estaban al lado de la camilla en la que habia despertado. Busca y busca algo que lo haga entender que pasaba. No entendia pero tenia unas inmensas ganas de llorar y golpear todo. No entiende porque de su garganta no sale ningun sonido al intentarlo. Encuentra papeles esparcidos en el suelo y los lee.
-Do Kyung Soo. -Lee moviendo los labios sin emitir ningun sonido. ¿Ese era su nombre?-Paciente en coma inducido. Mientras tanto, se monitorea su actividad.-sus ojos vuelven a humedecerse. - Nacido el 12 de Enero de 1993. -¿Esa era su fecha de nacimiento? - Ha entrado en coma hoy 23 de marzo de 2009. -¿Tenia dieciseis años cuando entró en coma? Pero...como. Que habia ocurrido. ¿Tenia padres? ¿Que edad tenia ahora? Millónes de preguntas se formaban en su cabeza.- Consumió una cantidad muy excesiva de barbitúricos, lo que produjo los siguientes síntomas crónicos: Cambios en la lucidez mental, Disminución en el desempeño, Irritabilidad y ...Pérdida de la memoria. Lo que casi lo conduce a perder la vida por lo que a entrado en un coma. -¿Acaso habia querido suicidarse? ¿Que año era este? ¿Donde estaban las personas? No recordaba a sus padres, no sabia quien era el. ¿Enserio se llamaba KyungSoo? ¿Que edad tenia ahora? ¿Quizas veinte? ¿Diecinueve? ¿Talvez veinticuatro? No lo sabia. Nisiquiera recordaba su rostro. Su color de cabello. Nisiquiera el color de sus ojos.
Se dirigió a la puerta de la habitación y corrio por los pasillos y escaleras hasta llegar a las calles. Se veian tristes y desoladas. A lo lejos vio un movimiento brusco y se alertó. De el edificío de enfrente salió un pastor alemán corriendo hacia el. Cerró los ojos con fuerza esperando el dolor pero solo sintio la lengua del animal lamiendo su mano. La alejo haciendo una mueca de asco y lo miró mal.
-¡Guau!...
KyungSoo sonrió de lado. Se agachó y acarició al animal.
-.... -Abrió la boca. Pero de esta no salió ningun sonido. Miró el suelo un momento y luego volvio a mirar al animal. El perro ladeo la cabeza hacia la derecha. KyungSoo volvio a sonreir y lo saludo con la mano. -Hola. -movio los labios.
Se levantó y comenzó a caminar por todos lados. Tenia sed, hambre y solo queria regresar a su hogar que no recordaba. Llegó hasta una casa bastante grande, anaranjada y sucia. Entró por la ventana rota silenciosamente. Buscó algo de comida y solo encontró unas latas de durazno en conserva. Miró al perro que lo habia seguido y luego a la lata. Debian estar vencidos pero su hambre ganaba. Encontro un cuchillo en mal estado y luego de ocho minutos pudo abrir una de las malditas latas. Tomó uno con sus dedos y se lo metio a la boca. Se sentia amargo pero estaba comestible. El perro lo veia moviendo la cola y con la lengua afuera. El chico sacó otro mas y se lo tiró al perro. Este lo agarró en el aire y el durazno desaparecio en su boca. Pasaron las horas y comenzó a anochecer. KyungSoo sintio miedo. Miedo a la soledad, a la oscuridad que comenzaba a apoderarse de la luz. Subio corriendo las escaleras de la vieja casa y entró a uno de los dormitorios. Este estaba igual de viejo y sucio que la parte de abajo de la casa. Sacudio las sabanas y toda la cama y volvio a ponerlas. Se sacó los zapatos y se metió bajo las tapas. Su ya nuevo amigo se subio junto con el.
-Estoy solo. -Fue el pensamiento de KyungSoo antes de dormirse.
*
El sonido de aplausos que hacia KyungSoo se escuchaba por todos lados intentando llamar la atencion del canino que correteaba de un lado para otro. El chico recogio un pedazo de madera que estaba en el suelo y el perro atento a los movimientos del chico esperaba. Levantó el brazo y lanzó lejos la madera y el perro comenzó a correr tras el. KyungSoo sonreia en silencio divertido. Tenia mucha hambre y sed pero debia guardar las otras latas de durazno para los otros dias. No sabia que pasaria mas adelante. Aun estaba confundido de lo que pasaba. Pero de algo si que estaba realmente convencido. Estaba completamente solo.
Llegó el atardecer y KyungSoo estaba sentado arriba del techo de una casa.
-Ayudame. -dijo silenciosamente KyungSoo al sol mientras las lagrimas caian por su rostro.
*
Cinco dias pasaron y a KyungSoo solo le quedaba una lata de duraznos. Habia explorado gran parte de la ciudad y no habia encontrado a ninguna persona en ella. Todo era solitario, frio y triste. KyungSoo habia encontrado ropa desgastada que le servia, una mochila vieja y sucia, dos pares de zapatos pero no habia encontrado nada de comida. Tomó su lata de comida y la metio dentro de su mochila. Se la colgó al hombro y salio dispuesto a irse de alli.
*
Tres días. Tres días KyungSoo estuvo caminando y caminando. Sus pies dolian. Su boca estaba seca. Su cuerpo estaba debil. Su compañero canino estaba igual o peor que el. KyungSoo lo ayudaba a caminar negandose a abandonarlo. Iban caminando por la carretera, el atardecer pronto llegaria y KyungSoo solo queria saber si algun dia llegarian a algun lugar en donde todo mejoraria.
*
Pasaban por un puente y KyungSoo estaba esperanzado en que llegarian a algun mejor lugar. Levantó la vista y arriba de el habia un gran cartel que decia "Seul". Una sonrisa se formó en su rostro cansado. Paró en seco al sentir que el camino se habia acabado. Miró el suelo y el puente estaba partido a la mitad. La sonrisa de KyungSoo lentamente fue desapareciendo y sus ojos comenzaban a humedecerse. Se sentó en el borde del gigante puente y su amigo debilmente se recostó a su lado.
Las lagrimas corrian por las palidas y delgadas mejillas de KyungSoo. ¿Porque? Se preguntaba. Habia caminado tanto... para nada?
-Creo que este es nuestro fin amigo. -pensaba KyungSoo mirando a su compañero durmiendo en su regazo. -Fue un gusto conocerte. -Pensó KyungSoo antes de comenzar a inclinarse hacia delante. De nada servia vivir ahora.
-Hey. -KyungSoo se detuvo petrificado abriendo tanto los ojos que le dolieron. -Hey te hablo a ti. -Una voz. ¡Era la voz de una persona! KyungSoo volteo la cabeza hacia atras. -Hola. -El chico sonrió. -Soy JongIn. Kim Jong In. ¿Tu quien eres? -KyungSoo miró hacia el sol.
-No estoy solo. -Fue un susurro, solo un debil susurro lo que salio de la boca de KyungSoo llorando de felicidad.