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Segunda oportunidad por Universitaria Suicida

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Notas del fanfic:

Bien, el resumen apesta pero si no lo subo ahora demoraré mucho más tiempo, prometo arreglarlo después. 

Ah, claro, mi nombre es Lu. Espero que les guste. 

Notas del capitulo:

Sé que ha quedado corto, espero que los demás capítulos sean un poco más largos. Hace mucho que no escribo así que seguramente estaré algo oxidada. Espero sus comentarios, gracias por leer. ^__^

No hay nada que no se pueda conseguir con sexo. Naruto había aprendido eso hacía ya bastante tiempo, y esa filosofía de vida le había servido bastante bien a lo largo de sus 22 años. A pesar de eso, de alguna manera no terminaba de agradarle del todo que justo en ese momento un inexperto joven se balanceara entre sus piernas con el único fin de venirse. Pero debía dejarlo seguir, después de todo le había cobrado un poco más de lo usual por “las molestias que causan los vírgenes” como él textualmente había dicho. Su situación no siempre fue así, él solía ser un adolecente normal, bueno tan normal como podía ser con su insaciable deseo sexual. La gente solía llamarlo puta todo el tiempo, sobre todo  cuando se metía con la pareja de alguien, o esposo, hermano, padre…   El sexo para él era una gran diversión, si veía a alguien que le resultara atractivo ponía todo su esfuerzo en hacerlo caer en sus redes, no importaba si el susodicho fuera heterosexual. Si había alguien que sabía convertir a una persona sin duda era Naruto Uzumaki.

 

Oh sí, el sexo  es grandioso, por lo menos lo era.  Frunció el ceño y se sintió un poco tonto por ponerse a pesar en esas cosas justo en ese momento. Regresó sus pensamientos a lo que era realmente importante, el chico encima suyo. Debía darle cierto mérito, para ser un virgen había durado mucho, demasiado de hecho, lo cual no era bueno para él ya que llevaba 20 minutos siendo dolorosamente penetrado a un ritmo irregular. Una gota de sudor le cayó en la frente y lo hizo mirar a su cliente. Ni siquiera recordaba si le había dicho su nombre, simplemente lo había abordado, al igual que otros, en la biblioteca, le mostró el dinero y Naruto con una gran sonrisa lo había tomado de la mano y lo llevó hasta el salón del club de literatura, que siempre estaba vacío, su guarida personal. “Bien, es hora de trabajar en serio y terminar con esto de una buena vez” se dijo a él mismo.

 

-¿Sabes? Tu tiempo está por terminar y no creo que tengas más dinero así que déjame ayudarte.

 

Rodeó el cuello del muchacho y lamió sugerentemente su oreja, el gemido de éste le indicó que le agradaba bastante así que continuó,  enrolló sus piernas en la cintura de su cliente y gimió falsamente en su oreja, era una técnica infalible, sentía como el miembro de su amante en curso se ensanchaba y comenzaba a palpitar. “Está cerca”, movió las caderas, los gemidos se incrementaron al igual que la intensidad de las estocadas, el cuerpo encima suyo se tensó y el orgasmo se hizo presente con un sonoro gemido.

 

Empujó al chico  para quitarselo de encima y mientras se ponía los pantalones su cliente le dijo:

 

-Gracias.

 

-¿Eh?- Gracias no era precisamente una palabra que escuchara mucho en su oficio- ¿Por qué?

 

-Yo… quiero hacerlo con mi novio  y él tenía mucha experiencia así que tenía miedo de no dar el ancho. Pero creo que ahora me siento un poco más seguro.

 

Naruto sonrió ampliamente y revolvió de manera afectuosa los cabellos del tierno muchacho.

 

-No te preocupes, lo harás muy bien. Tu novio tiene mucha suerte y te lo dice un profesional- Le guiñó un ojo juguetonamente y salió del salón- No olvides recomendarme.

 

Todas las ventanas del pasillo estaban abiertas, la brisa se colaba a sus anchas y Naruto respiró profundamente, de vez en cuando le tocaban esa clase de clientes y lo hacían sentir feliz.

 

-Naruto.

 

Volteó  y se topó con su mejor amigo que lo miraba con ojos molestos. “Oh mierda”

 

-Sai, justo estaba buscándote para comer- intentó distraerlo de la reprimenda que seguramente estaba por recibir.

 

-No es cierto, no me buscabas, estabas vendiéndote en la escuela. –Sai conocía a la perfección a su amigo, a pesar de no tener mucho tiempo juntos Naruto era como un libro abierto.

 

-Claro que no yo…

 

-¿En serio? Entonces si abro  la puerta- se paró frente al club de lectura – no encontraré a un chico quitándose el condón  ¿cierto?- e hizo ademaán de abrir la puerta pero Naruto se abalanzó sobre él y lo detuvo.

 

-Eh… vale, me rindo- y jaló a su amigo en dirección a la cafetería- No se lo digas a Kakashi  ¿ok? Que últimamente le ha agarrado el gusto a regañarme.

 

-Kakashi-san dice que te devalúas si te vendes en la escuela y luego tiene que cobrar menos por ti.

 

-CÁLLATE!!!!- Le tapó la boca a su amigo y volteó alrededor para cerciorase que nadie lo había escuchado.- ¿Sabes? Que seas tan directo es un verdadero problema. Ya te dije que no hables de eso aquí.

 

Sai lo miró confundido.

 

-¿Por qué? La gente suele hablar de su trabajo.

 

-Sí, pero no de toda clase de trabajos. ¿Ya leíste el libro que te di?

 

-¿El de Normas de convivencia social? Sí, y tengo unas preguntas.

 

 

*********

 

 

Sentía la cara caliente, había dejado las cortinas abiertas y el sol seguramente le daba directamente en el rostro, pensó en moverse pero se encontraba demasiado cansado. Era tarde, su reloj biológico interno se lo decía, la escuela quizá ya estaba por terminar pero no pensaba levantarse, le dolía el trasero y mucho. “Creo que me he pasado un poco” Suspiró y al moverse se dio cuenta que había alguien a su lado. Pero no le interesaba saber quién era, tenía calor, lo que era raro ya que se encontraba completamente desnudo. Pasaron unos minutos hasta que sus necesidades fisiológicas lo obligaran a levantarse e ir al baño. La sala estaba hecha un desastre, decenas de vasos se encontraban regados por todos lados, algunos aún tenían rastros de cerveza, bolsas de papas fritas complementaban la caótica escena.  Dio unos pasos y pisó algo suave, el relleno de un cojín, uno de los sillones de la elegante sala estaba completamente desecho, como si alguien lo hubiera acuchillado hasta dejarlo en girones. Su cuerpo se tensó, no recordaba ese hecho en particular, quizá debía tener más cuidado con las futuras fiestas que organizara en casa, casi de inmediato una sonrisa burlona se posó en sus labios.

 

No, así estaba perfecto, seguramente a él le sorprendería. Miró el reloj del salón, estaba por volver, en cualquier momento. Se estiró mientras daba un gran bostezo, le dolía la cabeza, el popper que había inhlado la noche anterior era muy fuerte, quizá debería dejarlo por un tiempo. Esquivó un par de cuerpos regados por el piso, la mayoría igual de desnudos que él, reconoció algunos como amantes frecuentes y a otros no,  sin duda alguna la fiesta se había salido de control. Todo comenzó como una pequeña reunión, Sasuke estaba aburrido así que quiso invitar  a unos cuantos conocidos para jugar un rato y celebrar su entrada a una nueva escuela… quienes a su vez invitaron a otras personas. Pasada la media noche el amplio salón de la casa Uchiha se encontraba repleto de cuerpos desnudos y sudorosos. Una orgía improvisada. Sin duda la mejor.

 

Sasuke sonrió para sí mismo cuando escuchó el sonido de un auto detenerse en la entrada, “Debería salir a recibirlo” Pero el poco pudor que aún le quedaba se lo impidió  “¿y si viene con alguien?” De ser así daba igual que saliera o no, era imposible levantar a todos sus compañeros y esconderlos en su habitación. Lo había hecho antes pero ahora era simplemente algo que escapaba a sus mutiples habilidades. Las puertas se abrieron, sus manos se movieron instintivamente a su entrepierna para cubrirse pero rápidamente las llevó a su cintura cuando vio que una sola persona cruzaba el umbral de la puerta.

 

-Bienvenido… hermano.

 

 

*********

 

 

Sentado en el despacho Naruto fingió que tenía un gran interés por las agujetas de sus tenis, podía sentir el único ojo de su jefe perforándole la nuca. Llevaba ya 5 minutos senado frente a él y no había dicho nada, el silencio comenzaba a torturarle. La había cagado, no era la primera vez y tampoco sería la última pero una voz en su interior le decía que Kakashi Hatake estaba realmente molesto.

 

-¿Sabes por qué te llamé?

 

La voz de su jefe sonaba más grave que de costumbre, un escalofrío recorrió su espalda.

 

-Sí.

 

-¿Y qué tienes que decir en tu defensa?

 

Naruto se revolvió en su asiento y por fin se atrevió a levantar la mirada. Kakashi, recargado en el borde del escritorio y con los brazos cruzados, lo miraba bastante molesto. Naruto no puedo evitar sonrojarse, su empleador era muy guapo, calculaba (porque nunca habían hablado del tema) que tenía unos treinta y tantos años, aunque si alguien lo mirara de espalda seguramente pensaría que se trataba de un anciano con un muy buen cuerpo, pues su cabello era completamente gris, no se lo teñía, había podido comprobarlo el mismo. Por alguna razón que desconocía siempre llevaba cubierto la mitad del rostro, y el cabello le cubría el ojo izquierdo, nunca se mostraba con el rostro desudo, ni siquiera en la  numerosas ocasiones en que las que compartieron cama. Sus ojos bajaron un poco a sus brazos, que en esos momentos se encontraban descubiertos. Para los simples mortales no era común ver el cuerpo de Kakashi Hatake, siempre iba elegantemente vestido de traje sastre y por ende cubierto de pies a cabeza, sólo unos cuantos afortunados habían tenido el privilegio de verlo desnudo durante el sexo y prácticamente nadie en las fachas en las que se encontraba ahora, con ropa deportiva pues recién había terminado su rutina diaria de ejercicios. El simple hecho de verlo lleno de sudor hizo que se excitara un poco. Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos de su mente, mejor respondía.

 

-Eh…¿que te dejaré correrte dentro?

 

Una carcajada resonó por toda la habitación, Naruto sorprendido por escuchar al proxeneta reír de manera tan desenfada no supo que más decir.

 

-Eres gracioso, siempre lo has sido- y volvió a poner su cara “te desollaré vivo”- pero eso no va a salvarte ahora Naruto. Te dije que no te ofrecieras en la escuela.

 

-Pero tu no sabes, la situación es tan difícil hoy en día…

 

Kakashi lo miró severamente.

 

-¿Qué es lo que querías comprar?

 

El joven volvió a bajar la mirada.

 

-Hay una droga experimental … ha dado resultados positivos en Alemania.

 

El silencio volvió a invadir la habitación pero ahora tenía un sentimiento diferente.

 

-Debes detenerte, él no hubiera querido que…

 

-No.- Pocas veces Naruto era serio y por el temblor en sus hombros Kakashi supo que debía detenerse  en ese instante. Dio la vuelta al escritorio y se sentó.

 

-Si continúas así alguien se enterará y ya no podrás trabajar aquí, ¿eso es lo que quieres?

 

Los ojos del muchacho se llenaron de angustia.

 

-No, yo quiero seguir.

 

-Entonces detente.

 

-Dame más horas.

 

-Ya hablamos de esto Naruto, es demasiado, ni siquiera quieres tomar días libres, esto no es un centro de esclavitud ¿sabes?

 

Naruto le devolvió una mirada suspicaz. Estaban en Konoha, uno de los principales prostíbulos homosexuales de Japón.

 

-Bien, eso ha no sonado coherente, pero sabes a lo que me refiero.

 

Sí, Naruto lo sabía. Hacía ya casi dos años que se había convertido en prostituto y haber entrado a Konoha había sido un alivio total. Recordar aquellos meses que tuvo que ejercer su profesión “sin patrocinio” hacía que se le estremeciera la piel, había sido la peor época de su vida, en todos los sentidos. No podía dejar de trabajar con Kakashi, era su salvación.

 

-Está bien, dejaré de hacerlo en la escuela.

 

-Muy bien-Kakashi sonrió debajo de su mascarilla- Eres un buen chico, ahora ve a bañarte. Karin te dará la lista de clientes de hoy.

 

-¿Karin? ¿Qué ocurrió con Ten Ten?

 

-Se reportó enferma, volverá en unos días.

 

“Demonios, sólo esto me faltaba”  Karin era la mujer más odiosa del mundo, el destino había querido que fueran parientes lejanos pero nunca se habían visto hasta que ella había entrado a trabajar a Konoha como secretaria, aunque todos sabían que era un prostituta retirada de la filial heterosexual de Konoha y casi de inmediato se habían odiado. La cosa no sería grave si Karin no se empeñara en hacerle la vida imposible, así que Naruto había tenido que enfrentarse a toda clase de “accidentes”, y si ella había organizado su agenda del día, podía imaginar que le esperaba.

 

********      

Itachi Uchiha azotó la puerta de entrada de la casa, había tenido que llamar al equipo de seguridad de Industrias Uchiha para sacar a todos los hombres que se encontraban regados en su sala, SU SALA. Al principio, cuando contempló la escena, sólo puso sus ojos en la desnudez de su hermano con una mezcla de lascivia y desprecio hacía si mismo, segundos después se percató de la masa multiforme de cuerpos que armaban tan desagradable escena. Cruzó el vestíbulo en tres zancadas y sin miramientos pateó en el estómago al primero que se cruzó en su camino. El grito de dolor despertó a unos cuantos además del hombre que se doblaba en posición fetal abrazándose la barriga. “LARGO, FUERA DE AQUÍ TODOS, ESTA ES PROPIEDAD PRIVADA, LLAMARÉ A LA POLICÍA” El bramido fue lo suficientemente fuerte como para despabilar al resto. Aún así hubo algunos que se negaron a marchase alegando la invitación del menor de los Uchihas o aquellos que se demoraban en encontrar sus ropas. Pero Itachi Uchiha no era un hombre de mucha paciencia, importándole poco la desnudez de los hombres los arrojó fuera de casa y su no tan eficiente sistema de seguridad, a juzgar por la intromisión de tantos extraños, se encargó del resto.

 

Apoyó pesaroso la cabeza en la entrada mientras murmuraba en voz baja pero audible.

 

-Vístete.

 

Sasuke sonrió, no era una orden sino casi una súplica.

 

-Así que ahora eres tímido, quién lo diría cuando hemos…

 

Pero Itachi no lo dejó continuar, en un movimiento veloz se dio la vuelta y le tapó la boca, con voz suplicante dijo:

 

-Para, por favor Sasuke, solo detén esto.

 

La mitad del rostro de los Uchihas estaba cubierta por la mano de su hermano, pero esto no impidió que viera la mirada de desprecio que desde su menor estatura le dirigía Sasuke, de un manotazo liberó su boca.

 

-Entonces no tendrías que  haberlo comenzado, ni-chan.-dijo mientras acortaba el espacio que quedaba entre sus labios.

Notas finales:

Bien pues así termina esto jajaja, espero les haya gustado y dejen comentarios vale? Gracias por leer. 


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