Abrió los ojos, miró con dificultad a su alrededor, se sentía mareado, pero estaba seguro que no había ingerido nada extraño, era producto del golpe que recibió. Estaba expectante más no temeroso, esperando encontrar rastro de su raptor, recordó la sensación antes de desmayarse, había visto a Itachi, su cruel hermano, aunque mirando bien a su alrededor supo que no era el tipo de lugar al que lo llevaría, así que pensó que quizás la sensación fue errónea y su hermano no estaba detrás de todo ese teatro
—Maldita sea —dijo cuando se vio amarrado de piernas y brazos, estaba sentado en una silla en medio de una acogedora habitación, aunque había pocos muebles, pero aquella no parecía ser una casa habitada— ¿Quién está ahí? —preguntó casi gritando— Demonios
Atrás de él estaba una puerta, estaba seguro, solo podía ver lo que tenía enfrente y a los lados, por fuerza la puerta debía estar detrás
—¿Hay alguien? —llamó de nuevo, ninguna respuesta—
El sonido de la puerta lo puso en alerta, escuchó pasos atrás, quiso deshacerse de los amarres que le impedían moverse pero sin éxito, la persona misteriosa que lo había secuestrado se apresuró a colocarle un vendaje negro sobre los ojos, Sasuke se preguntó por qué demonios no lo había hecho antes de que despertara
—¿No sabes quién soy? —preguntó una voz que no reconoció, aunque se dio cuenta que era fingida, seguramente para desconcertarlo—
—No, pero no me agradas, suéltame ¿qué quieres de mí? —preguntó enojado, intentando por instinto moverse, aunque sabía que no lo lograría—
—Ssshhhh —susurró la voz, cerca de su rostro, sintió el dedo índice de su captor, no podía saber si era hombre o mujer, su voz era ambigua y tenía pocos indicios para poder adivinar eso, aunque le era indistinto, estaba ahí contra su voluntad—
—¿Vas hacerme algo? ¿Qué pretendes? —preguntó preocupado, aun con el dedo sobre sus labios, escuchó una risa discreta pero traviesa, eso lo incomodó— Éste debía ser el día más perfecto de mi vida ¿Por qué me está pasando esto? —pensó angustiado, en su mente solo podía estar Naruto, aquel día se confesaría y con un toque de suerte el maldito rubio le correspondería, pero estaba todo arruinado—
—Adivina quien soy —dijo la voz de nuevo, suave, cerca de él, Sasuke percibió el aliento y de forma extraña se sintió atraído, eso lo preocupó, no podía sentirse así ante una persona que lo había privado de su libertad, amarrándolo a una tonta silla en una habitación solitaria—
—No sé ni me importa, solo suéltame, déjame ir o te irá muy mal, hay personas en mi aldea que se preocuparán y comenzarán a buscarme cuando no sepan dónde estoy —amenazó sin dificultad, aunque no tenía amigos ni familia a quien acudir, sabía que la amenaza era vana— Yo mismo soy bastante fuerte, si no fuera por estas sogas —dijo enojado, volviendo a intentar desamarrarse—
—¿A quién le importas? Dímelo —preguntó cínicamente, Sasuke se desconcertó por aquella extraña curiosidad—
—No te lo diré, pero sé que vendrán por mí
—A nadie, ¿cierto? Nadie vendrá, por eso no dices nada —contestó su captor y lo hizo sentir un nudo en el estómago—
—Siempre hay quien se preocupe por los demás —respondió ambiguamente—
—Pero no por ti, ¿cierto? —preguntó casi con recelo, como si quisiera provocarlo, eso causó confusión en Sasuke, preguntándose quien demonios era su captor y qué es lo que quería de él—
—No es verdad, lo hay, yo solo sé —insistió, cada vez más frustrado—
—Si lo hubiera me darías un nombre, ¿cierto? Si existiera alguien a quien le importaras tendría un nombre, ¿cierto? Pero no tengo nada, no me convences —dijo con dureza, Sasuke sintió que todo en su interior se venía abajo, pensó en quién podía ser ese alguien que se preocupara por él, sus manos comenzaron a temblar—
—Naruto —susurró apenas, sintiendo la garganta seca— Él lo hará —dijo con voz más clara, convencido—
—¿Por qué? —preguntó la voz de nuevo—
—Porque es un idiota… Es maleducado e infantil, un glotón sin remedio, no le importa romper las reglas si así continúa defendiendo sus convicciones, es distraído y testarudo, pero siempre ayuda a los demás cuando necesitan de su ayuda, no importa si él sufre o le hacen daño, siempre está dispuesto a solucionarlo todo a su manera y lucha por ver felices a los demás —respondió sin dudarlo, mientras recordaba el incidente del ramen, recordando también como en la aldea lo hacían a un lado, como se aprovechaban todos de él y aún así tenía una sonrisa para todos en todo momento, esa era la razón por la que él lo amaba tanto—
—Ya veo —dijo la voz tranquilamente— Ya estás listo para adivinar quién soy
Sasuke escuchó el paso que se acercaba a él, sintió las manos de esa persona alrededor de su rostro, percibió el aroma del aliento tibio de su captor, luego una presión suave y delicada sobre sus labios, la otra boca le regalaba el beso del conocimiento, Sasuke reconoció aquellos labios, besados accidentalmente en una ocasión
—Naruto —susurró asombrado, enseguida sus vendajes fueron retirados y tuvo la respuesta ante él, Naruto sonreía infantilmente, lo vio tirar la venda al suelo—
—Pero tú…
—Lo lamento, fui muy rudo ¿no es cierto? —dijo tranquilamente, como si nada hubiera pasado, comenzó a desatar a su amigo y no se detuvo hasta que terminó—
Sasuke lo miró aún asombrado, no podía creer que eso hubiera pasado, no entendía nada de lo sucedido, pero quería gritarle groserías al idiota de Naruto, luego recordó todo lo que dijo de él y se sonrojó, avergonzado, Naruto se dio cuenta y sonrió, mientras se rascaba con el pulgar bajo la nariz
—No te preocupes, todo eso que dijiste de mí quedará entre los dos —dijo mientras se reía con descaro—
—¡Idiota! —gritó enojado Sasuke, aun muy sonrojado, Naruto lo miró con los ojos extendidos— ¿Era necesario esto? —lo miró con enojo—
—¿Era necesario engañarme con lo del Ramen? —preguntó con tristeza— De nuevo quedé como un mentiroso y todos en la aldea me odiaron, ¿eso fue justo? —preguntó con tristeza, bajando la mirada, Sasuke se sintió mal por lo que había hecho—
Naruto levantó la mirada y se encontró con Sasuke de pie, él lo abrazó con fuerza, sin darle tiempo a nada, Naruto correspondió ese abrazo, sintiéndose muy feliz
—Perdóname, fui un tonto, es solo que no sabía como acercarme a ti —confesó avergonzado, abrazándolo con más fuerza—
—Ya pasó —dijo de forma amable—
—No lo tomes tan a la ligera, te hice daño —respondió Sasuke, soltándolo, vio a Naruto sonreír, como siempre—
—Te perdono
—Deberías odiarme —respondió molesto—
—Jamás te odiaré —respondió decidido, volvió a sonreír y se acercó a Sasuke, colocó los brazos alrededor del cuello de éste— Te amo —confesó con ternura, Sasuke se sonrojó, aquella confesión es la que habría esperado, por eso no importó si sus planes se habían arruinado, si no tenía una mesa con velas, pero lo tenía a él, con eso bastaba—
Sasuke cerró los brazos alrededor de la cintura de Naruto y se besaron por primera vez, no un roce infantil, sino un beso verdadero, su primer beso, compartieron la primera caricia de lengua, el primer intercambio de una respiración contenida, sus labios jugando una danza. Se separaron por aire y sonrieron
—También te amo —confesó Sasuke con ternura—
—Lo sé —respondió Naruto sonriendo—
—¿Lo sabes? ¿Cómo? —preguntó desconcertado, Naruto soltó una pequeña risa y negó con la cabeza—
—Eso es un secreto —respondió cerrándole el ojo, Sasuke dejó de importarle insistir y volvieron a besarse, ahora estarían juntos, por siempre—.
A partir de ese día Naruto y Sasuke comenzaron a salir, Naruto jamás le confesó a su novio que quien le había ayudado con aquel plan fue Sakura. Luego de que Naruto se diera cuenta del engaño, buscó a su amiga y pidió su ayuda, por eso ella llegó en el momento que Sasuke iba a llevar a cabo su plan. Juntos lo hicieron posible y Sasuke jamás se dio cuenta, después de todo ¿Quién sospecharía que su acosadora número uno fuera precisamente la persona que hizo posible su mayor y más hermosa relación?
FIN