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Muerdeme la oreja por KateBlack

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Notas del capitulo:

Oaaa, estoy aqui de nuevo con todo lo que pude hacer para no irme de lejos con el capitulo de la historia que ya tenia abandonada, pero ya tengo como meta poder terminarlo esta semana, espero que os gustai mucho <3 <3 Gracias por leer :'3.

1° three-shot.

Part 3°

Día de confesion

 

 

La noche apenas empezaba cuando aquellos dos jóvenes se dispusieron a bajarse del automóvil, ya habían llegado al restaurante pero lamentablemente Masamune no pudo encontrar estacionamiento cerca por lo que opto buscarlo en unas cuadras mas alejado del establecimiento. Ritsu no sabia a cual sitio se dirigían, observo las calles a su alrededor y no podía recordar un sitio que estuviera en ese lugar para comer, ¿tal vez era nuevo? Se  preguntaba pero no quiso preguntar en aquella atmosfera extraña que se había formado con su amigo.

 

-Lamento que no pudiéramos encontrar un estacionamiento cerca, hubiera sido mas fácil.- Empezó la caminata Masamune al momento que empezó a hablar, la verdad si se había decepcionado de no poder encontrar un lugar cerca pero estaba seguro de que el restaurante le encantaría a su castaño, lo conocía bien.

 

-Oh, no te preocupes, está bien si vamos juntos. – El nerviosismo y entusiasmo de Takano aumento al escuchar una respuesta tan dulce, si no conociera al castaño tímido pensaría que ese tipo de respuestas eran coqueteos tenues.

 

-Si, estando junto a ti todo es mejor, Ritsu. – Y esos eran los coqueteos que estaba seguro que enviaba Takano para Ritsu, solo que este se seguía excusando que esos comentarios no eran mas que palabras de cariño en una grata amistad, los dos estaban tan confundidos y equivocados de los sentimientos del contrario.

 

Las cuadras se hicieron cortas en aquella pequeña conversación, Ritsu empezó a ver un poco de gente amontonada en la banqueta contraria, se pregunto por que se encontraban haciendo una fila aquella gente pero quiso pasar ese pensamiento desapercibido e iba empezar a caminar nuevamente, hasta que el pelinegro se detuvo cerca del lugar aclamado.

 

-Es aquí Ritsu.- Dijo viendo con determinación al castaño que se sorprendió un poco, a ese lugar jamás habían ido y menos alguien lo había invitado a el.

 

-¿Aquí?- El ojiverdes dijo confundido y desvió de los ojos cálidos de Takano hacia el lugar donde pasarían aquella noche. Observo el edificio, era grande y desprendía un aura elegante y sofisticada al estar pintado de colores rojo vino y dorados oscuro, se encontraba la gente haciendo fila había un gran umbral que se extendía por aquella puerta de tonos dorados y plateados, era un restaurante que sobresaltaba en la oscuridad de la noche por las pequeñas y variaras luces que se habían colocado para iluminar el lugar, jamás había visto tal sitio pero eso no era lo mas importante, sino que lo mas curiosos que se preguntaba era el por qué el pelinegro lo llevaba a un lugar que al parecer parecía muy caro, ¿era eso normal?.

 

-Si, aquí, vamos a entrar Ritsu – Menciono sacándolo de su corto trance.

 

Los dos chicos se acercaron al hombre que trataba de organizar a toda aquella gente que quería ingresar al lugar, Ritsu se pregunto cuando tenían que esperar para poder ingresar, pero eso no fue necesario.

El pelinegro con porte nervioso se acerco aquel hombre de traje.

-Disculpe vengo por una reservación. – El hombre le prestó atención.

 

-Disculpe tendrá que esperar. – El hombre se imagino que solo eran un par de jóvenes que se les había antojado en ese momento ir a aquel lugar sin reservación algunamas aquello era una equivocación.

-Puede que no, hice una reservación hace tiempo. Podría buscarnos a nombre de Takano Masamune. – Mentia, la reservación la había hecha cabo unas horas, basto con una llamada hacia Usagi, su amigo era un chico muy influyente que en ese momento agradecía con toda el alma, sin embargo aquello lo dijo con un tono seguro, con voz calmada que llamo la atención por completa del hombre, esto fue motivo de gran sorpresa para el pelinegro mismo, no sabia de donde había tomado aquella seguridad por minutos, el hombre obedeció y empezó a revisar la gran lista que tenia en las manos, pasaron segundos donde toda la gente se desesperaba mas.

 

-Es cierto, lo lamento, fue mi error. Pueden pasar. – Y con una sonrisa dejo entrar a los dos chicos.

 

Ritsu se sorprendió de que Takano hubiera apartado una mesa para ellos con anticipación y ver a toda esa gente tener que esperar lo hiso emocionarse por tener un trato especial, tontamente especial se decía el, pero estaba disfrutando internamente por todo aquello.

 

Pasando por el gran umbral, llegaron a un vestíbulo donde una gran alfombra se extendía sobre el suelo, una señorita dio pase a los chicos guiándolos a su respectiva mesa más atrás de aquel pequeño vestíbulo. Los ojos de Ritsu se abrieron sorprendidos, el lugar era hermoso. Eran pocas las mesas que había adentro pero estaban sofisticadamente arregladas con manteles  de color perla que hacían resaltar a la gran alfombra rojiza que se extendía con elegancia por todo el sitio, mientras se acercaban a su mesa observo como todo era iluminado por grandes candelabros que se esparcían por el techo y como los tonos rojizos vino reinaban al tener adornos en las paredes de estos pintados, había murales de pinturas que se veían hermosas dándole un todo totalmente distinto, nunca había estado en un sitio así.

Los dos jóvenes ya se encontraban sentados frente a los cubiertos que estaban acomodados con anticipación en la mesa, uno frente al otro, observándose de vez en cuando y desviando la mirada cuando sentían el aura que los arropaba, una totalmente distinta a todas, pasaron unos pequeños segundos en silencio total observando el sitio y tomándose su tiempo el planear lo que dirían cada quien.

 

-Buenas noches caballeros. Mi nombre es Yokozawa, en esta noche los atenderé. ¿Desean pedir lo que comerán esta noche? – Un mesero con porte serio se presento enfrente de los jóvenes, un chico que sorprendentemente parecía de su edad, tenía una cabellera azul oscuro que combinaba con sus ojos de mismo color, tenia el seño levemente fruncido pero aun así parecía tener una sonrisa tenue en su rostro, lo hacia verse enigmático y algo sombrio.

 

-Claro, ¿Qué deseas Onodera? –

 

-¿Eh? – El castaño no sabia que responder, no había tenido oportunidad de ver el menú, se había perdido en todo a su alrededor y no recordó que tenia que pedir comida ahí, con nerviosismo tomo el menú que se extendía en la mesa en sus manos y lo empezó a ojear, pudo ver los nombres de los platillos, no había muchos conocidos, pero eso no fue lo que le sorprendió, sino fueron los precios a su derecha, eran altos si se lo preguntaban a el ¿Cómo pagaría?.

 

-¿Todavía no escoges? – Takano le volvió a preguntar amablemente viendo como la mirada de su amigo se perdía entre todas las palabras que traía el menú.

 

-¿Hay un platillo especial hoy? .- Pregunto al chico, porque siendo sinceros el tampoco sabia mucho de los platillos que se encontraban ahí.

 

-Si, lo hay. Puedo traérselos. – Menciono el joven con una sonrisa tenue, le causaba gracia aquellos dos chicos.

 

-Se lo agradecería. -  Y el joven se marcho con una pequeña reverencia dejándolos solos en la mesa.

 

-¿Qué fue lo que pediste?. –Pregunto finalmente Onodera dando su mirada directamente a los ojos castaños del contrario.

 

-En realidad no se. – sonrió solo observando como los ojos verdes frente a el se abrían un poco mas.

 

-¿Pero podrás con eso? ¿Has visto los precios? - ¿Takano enserio tenia aquel dinero? Tenia miedo de que no fuera así y pasara un incidente vergonzoso, el sitio se veía elegante y la comida subida  de precio ¿cómo era posible que su amigo lo invitara  un sitio así?.

 

-Tranquilo, lo tengo. Te mencione que estaba trabajando hace poco ¿Verdad?, pues decidí ahorrar ese dinero para una ocasión especial y esta lo es.- Las mejillas de Onodera se tintaron levemente de un rojizo tenue, aquellos comentarios seguían pareciendo llevar un mensaje mas profundo, pero no quería pensar en eso por mucho tiempo, tal vez eso era algo solamente normal.

 

-¿Y como tenias una reservación cuando apenas hoy me invitaste a salir? – Aquella frase casi daba para afirmar que aquello era una cita, fue el pensamiento de Onodera que lo hiso sonrojarse solamente un poco mas.

 

-Bueno, afortunadamente tengo un amigo que conoce a alguien aquí, me había comentado una vez que podía darme una reservación a última hora cuando quisiese traer a alguien especial, así que lo único que  hice fue hacerle una llamada una hora antes para poder tener una reservación a tiempo. – Aquello dicho por el ya no podía ser mas directo, había dicho una reservación para alguien especial, Takano por todos los medios trataba de sutilmente mandarle indirectas a su amigo ¡Estaba que perdía los estribos, tenía solamente esa noche para confesársele y haría todo lo posible!.

 

-Ah, ya veo. Lamento que la tuvieras que utilizarlo en mi. – Ritsu no quería creer en esos pequeños comentarios que entendía pero no quería aceptarlos por miedo a equivocarse y pasar un ridículo.

 

-¡No, Ritsu! No quisiera estar con nadie mas aquí, solo contigo. – La voz del pelinegro se extendió sobre la mesa, las miradas de los dos jóvenes se entrelazaron y un silencio profundo reino sobre ellos, solo se miraban ante la sorpresa de los dos, Masamune estaba alegre por mencionar aquellas palabras tan directas donde estaba seguro que daba a entender su punto al castaño por el contrario el ojiverde no podía aceptar aquellas palabras que había entendido perfectamente, ¿podría ser que esa noche era exactamente lo que ellos querían?

 

-Perdón caballeros, su orden. – La voz del joven mesero se presento en aquel silencio intranquilo, con sencillez tomo los platos y los dejo enfrente de cada uno. –Con permiso, y que lo disfruten. – hiso una leve reverencia para después marcharse.

 

Un silencio hostigante se presento nuevamente en la mesa, ninguno sabia que decir, ninguno sabia que hacer, solamente se enfocaban en el plato de comida que se encontraba al frente de ellos, Ritsu aun sentía su rostro caliente, le daba vergüenza saber que el chico frente de el pudiera ver su rostro sonrojado.

 

-Lo lamento, no debí elevar la voz. – La voz de Masamune se escucho romper el silencio gélido que extrañamente se había creado.

 

-No te preocupes, creo que esta bien. – Onodera no levanto la vista, escuchar la voz de su amigo entrar a sus oídos lo había sacado del pequeño trance de sus pensamientos, ante aquel comentario anterior ¿Qué debía hacer? ¿También mandarle indirectas a Masamune?, había veces que lo hacia, pero le daba pena admitir que moria por decirle todo de frente, por que realmente sabia que no lo lograría sin morir antes de vergunza.

 

-Tranquilo, empecemos a comer, a eso te invite ¿no?. – Con la frase dicha por el pelinegro las aguas torrenciales de sentimientos encontrados empezaban a calmarse rápidamente, los asintieron y empezaron a conversar sobre cosas totalmente triviales, casuales, compartir experiencias y varias risas que se les solían escapar por lo dicho del otro, como sucedía siempre, todo aquel momento se volvió ameno y alegre, estaban disfrutando plenamente de la compañía del otro que deseaban tanto.

 

-No me has dicho si estas mejor, en la escuela te marchastes, ¿No te enfermastes o algo?-

 

-Oh, eso, No, solo fue un dolor estomacal, pronto se me quito con un medicamento.- Recordarle al moreno por que se había ido de aquella forma tan abrupta del colegio le hacia avergonzarse, recordando de un principio para que era toda a quella invitación.

 

-Me alegro, hubiera lamentado que te enfermaras, no hubieras podido ir unos días al coelgio, no verte me entristece. – El castaño no podía parar su sinceridad, tarde se dio cuenta al ver lo vergonozoso que podía tomarse aquello.

 

-¿Enserio te hubieras entristecido?.- No hiba a dudar que lo que escucho lo haba alegrado de sobre manera.

 

-Cl-claro que si. – Ya no quería negarse a sus palabras, quería mandarle pequeñas indirectas, quería observar si podía tomar una partida mas arriesgada ese día, aun que creyera que todo aquel pensamiento era una total estupidez.

 

A Masamune le salió una gran sonrisa, poder ver al castaño que no le podía dar siquiera una mirada al decir aquello le hacia pensar que el mismo estaba conciente a que contexto se refería todo aquello, era hora de tomar el siguiente paso.

 

-Onodera, tengo que decirte que..- Su voz firme se volvió opacada por el chasquido de un vaso siendo roto al fondo, al parecer a un joven mesero rubio se le había caído por error, afortunadamente un hombre mayor le ayudo.

 

-¿Qué decías Takano? -  El pelinegro vio que no era lo correcto decírselo en un lugar asi, con tanta gente, quería que fuera especial, totalmente intimo donde los dos pudieran sentirse agusto, tenia que buscar otro sitio para cometer su gran misión de aquella noche.

 

-Que si ya acabaste, quisiera llevarte a otro lugar. –

 

-¿Eh? Claro, todo a estado delicioso. – Sonrio.- Aun que muy caro, ¿con cuanto te puedo ayudar?. –

 

-Con nada, esto va por cuenta mía por completo, después de todo yo te invito ¿no?.- El castaño sonrio avergonzado, no podía dejar que Takano pagase todo pero sabia que no tenia el dinero suficiente para su propio platillo.

Pronto Masamune llamo al mesero que con amabilidad les dio la cuenta, aun que Ritsu quiso verla el moreno no lo dejo, lo conocía y sabia lo incomodo que se podía poner por ver aquellos números que si bien no eran demasiado si eran mucho para un par de jóvenes que aun estudiaban. El castaño ya no pudo decir nada.

Salieron del recinto observando que afuera del lugar aun se encontraba varia gente formada, se condujeron hacia el automóvil del mayor, este de nuevo abrió la puerta de su copiloto siendo otra vez amable con el castaño.

 

-Gracias por la comida Takano, realmente estuvo deliciosa y el lugar era muy lindo. – No pudo encontrar mas palabras ni como expresarse, porque ¿exactamente que debía decir ante aquello?.

 

-No me agradezcas en nada, disfrute mucho cenando contigo.- Tenia que ir aquel lugar, estaba perfecta la idea pero su mente estaba hecha un lio nervioso.

 

-¿Qué lugar dices que vamos? –

 

-Ya pronto veras, estoy seguro que te agradara.-

Y Onodera Ritsu relamente lo creía, después de todo Takano lo conocía muy bien,  era obvio después de tanto tiempo en concerse, la verdad no puede recordar con exactituc cuando le gustaron esas miradas fugaces que aveces este le daba, cuando aquellos roces simples se volvieron algo con suficiente poder como para poder generarle una taquicardia o la simple mención desu nombre oírlo salir de aquellos labios le generaba una exactitud de alegría que nunca había imaginado que alguien le pudiera brindar, pero el no se gastaba tanto en averiguar aquel mapa de recuerdos, lo único que se había prometido tiempo atrás era poder mantenerse a su lado aun así costara nunca decir la verdad de un amor que sabia que nunca seria correspondido.

~

El auto viajo algunis minutos, en cual cada uno se iban alejando mas de las noches de los edificios de la ciudad, se alejaban cada vez mas a la zona boscosa del exterior, Onodera se sorprendio al verse ya entre los arboles que daban hacia la carretera.

 

-¿A dónde se supone que vamos?- Pregunto dudoso de que pasaría.

 

-¿Aun no lo averiguas?.- Dijo con un poco de burla el pelinegro dándole alguna mirada de soslayo por el rabillo del ojo, el castaño solo inflo los cachetes y negó rotundamente, estar con el pelinegro siempre ele ponía de buen humor por lo que hacia muchas cosas que ni siquiera el mismo se daba cuenta de lo adorable que se veía a los ojos de su amigo.

 

-Bueno, ya lo sabes.- Takano levanto la mano del volante y señalo por el pequeño camino que se divisaba entre una arbolera, volteo completamente a ver a Ritsu, este le regreso la mirada sorprendido.

 

-¿Enserio iremos hacia allá? –

 

-Nose, ¿A dónde mas podemos ir lejos de la ciudad?.- Dijo ironizando un poco Masamune sonriendo que mas de felicidad el nerviosismo le había comido en cada kilometro de la pequeña carretera que tuvieron que pasar para llegar ahí.

Pronto llegaron subiendo por la vereda de una pequeña colina, el auto paro y Takano salio detrás de Ritsu que si bien solo paro el auto salto este fuera de el para encontrar de lleno con aquel mirador clandestino.

-¿Te gusta?- Menciono el moreno acercándose hacia Ritsu, este no le volteo la mirada, le era imposible, no podía caber de las dudas del porque estarían en aquel lugar, en aquel sitio.

Solo se molestaba a contemplar su alrededor, el paisaje que ofrecía aquel mirador era majestuoso a sus ojos, siempre que había ido se quedaba embalsamado por los arboles de cerezo que las personas con esfuerzo habían plantado, (después de todo la cumbre de la colina la habían hecho un espacio llano para poder plantar estos), estaban por todo el inicio del lugar realizando así un pequeño sendero de color rosa al ser la época en que caían los pétalos de flor. Mientras, Masamune estaba temblando en el interior, ya estaban ahí, el sabia porque lo había llevado hacia aquel lugar, tenia que hacer algo ¡Ahora mismo! Se decía con nerviosismo, al parecer se había enfermado de taquicardia pues el corazón no le podía dejar de latir y estremecerle el cuerpo entero pero el era un chico de palabra, ¡sí que lo haría!

Sin pereza y juntando toda la determinacon que pudo lograr se aproximo hacia el mas pequeño, solo vislumbro su mano siendo tomada por la suya sorprendiendo a los dos de las acciones del moreno, puede que estuviera temblando pero la determinación que había albergado todo aquel tiempo donde lo amo en secrto fue suficiente para guiar a Onodera bajo aquellos arboles de cerezo, caminar un poco sobre aquel sendero donde al último una gran roca se encontraba acostada tomando el papel de una banca para los jóvenes que decidieras mirar el anochecer a sus ojos, Takano invito a su acompañante a sentarse en ella y este así mismo lo hiso a su lado sin dejar de tomar la mano del menor.

 

-Takano, gracias por traerme a este lugar, es muy lindo todo.- En un silbido bajo fueron las palabras que pronuncio.

 

-Sabia que te gustaría, siempre solías decirme que te gustaría venir mas seguido aquí, además es un lugar muy hermoso y quería traerte aquí para poder decírtelo apropiadamente.- Contaba en su mente los segundos para tomar aire y soltar aquella confesión tan bochornosa y asfixiante que había tenido que guardar por tanto tiempo.

 

- ¿Decírmelo apropiadamente?- Los oídos de Onodera empezaban a retumbarle esas palabras, poco a poco su imaginación fue acrecentando, volteo buscando la mirada de su amigo y amor secreto, tratando de descifrar en esta la realidad de aquel corto mensaje, todo apuntaba a aquello inevitable pero no creía nada de esas emociones.

 

-Si, bueno, la verdad es que….- Las palabras las sentía tan acidas, tan sinceras que le daba medio pronunciarlas.

 

-Tranquilo, puedes decirme lo que quieras.- Tal vez solo era imaginación suya, tal vez solo le diría que tiene otra novia a la cual amaba mucho.

 

-Es que…me eh enamorado. – Un primer paso lo veía el sin embargo Ritsu, tener que escuchar esas palabras era un estúpido recordatorio de que se había ilucionado de mas y hablaba de otra novia más.

 

-¿Enserio?, Me alegro mucho Takano, estoy feliz por ti, el amor siempre es lindo y hermoso. – Todo había terminado para el, la noche se había derrumbado y la compañía se había vuelto cruel, su mente le había traicionado nuevamente, solo quería irse a casa.

 

-Si… es muy lindo, pero no se si esa persona me quiera. – Trataba de esforzarse en no apartarle la mirada de aquellos ojos que no podía dejar de observar, el temblor en sus manos se intensificaba.

 

-Claro que te querrá Masamune, eres una persona maravillosa, un chico muy amable y generoso, ella de seguro lo vera. – No podía seguir ahí tratando de animar nuevamente un amorío pasajero de la persona a la cual quería.

 

-¿Eso crees? – Se le abrieron los ojos con asombro, tal vez ese era el paso concreto para ir a lo directo. – Onodera lo que pasa es que yo-

 

-Disculpa Masamune, podemos irnos ya. – La voz del castaño sin embargo lo hizo cortar la aspiración y la adrenalina de soltarle aquella confesión. -me duele un poco la cabeza.- Aparto la mirada del mayor, no quería escuchar más de la chica que tenía el cariño de Masamune, la que había llegado sin importarle que el siempre estaba ahí.

Se levanto de la roca donde estaban sentado, dispuesto a darse la vuelta y marcharse alejarse de la tortura de tener que oír aquello, sin embargo la mano de Masamune fue mas agil, lo tomo por la muñeca con algo de fuerza, no podía dejara aquella oportunidad de sus manos.

 

-¡Espera! – 

 

-¿Qué sucede? –  Lo desconcertó de sobremanera sentir la mano de Masamune sobre la suya tomándolo de aquella forma,  ¿Quién era tan importante para que asi se comportara?

 

-Aún no te eh dicho quien es esa persona- Para Ritsu aquello le era suficiente, no quería oir nada de la boca de Masamune, no quería escuchar lo que mas temia.

 

-¡No quiero saber anda de esa persona, Masamune!. – La frase dicha con enojo y euforia se le escapo de los labios, en unos segundos se dio cuenta de su ataque corto avergonzándose profundamente , aparto la mirada sintiendo la de su acompañante sobre el sorprendido, tanto o igual que el.  –Lo lamento, creo que me excedí un poco, perdón por ser tan desconsiderado contigo después de todo lo que has hecho por mi, pero en verdad me alegro que hallas podido encontrar a alguien importante en tu vida. –

Mentía, y Takano lo sabia, había podido ver podido por primera vez la claridad entre las palabras de Ritsu, había podido ver la furia entre los ojos que siempre eran apacibles y amables, sonrío desapercibidamente, después de todo se dio cuenta que no toso estaba mal aquella noche.

 

-Ritsu a la persona que quiero no es una chica. – Aquella confesión dicha tan tenue por Masamune le fue suficiente para que el castaño lo volteara ver con el rostro deformado en asombro, ¡a Takano le gustaba un hombre! ¿Cómo era eso posible?, se repetía el castaño sintiéndose aun mas miserable, saber eso le había abierto nuevas heridas.

 

-Suficiente, me voy. – Se zafo con decisión del agarre que se había debilitado en su mano, estaba dispuesto a tomar el camino mas corto y marcharse corriendo si le era posible, la pesadez que sentía de volvía cada vez más grande, ¿que acababa de pasar?.

 

-Onodera Ritsu, la persona a la cual amo es a ti.-

No pudo decir más, el temblor en sus manos y piernas se intensificaba ante cada resonancia que daba en cada latir su corazón, lo creía sentir en la garganta como si este se paseara por su pecho a una velocidad infernal doliéndole y asustándolo pero todo acompañaba perfectamente aquel momento donde por fin se decidió, donde aquellas palabras podían salir se du gargana y aquella soga de miedo que siempre le había impedido decir aquello por fin había soltado era libre, el miedo podía aun existir pero la voluntad de decirle a la persona que mas amas la verdad es aun mas poderoso que aquello, por que Masamune apenas lo había descubierto.

El castaño sin embargo no podía crees nada de lo que había entrado a sus oídos, nada de lo que había podido imaginado, lo que estaba ocurriendo con aquellas palabras le podían parar la explosión que había dado en todo sus sistema nervioso, se sentía en chock, las piernas sentía que le fallarían tanto que había parado en seco, se sintió increíblemente fuera de su cuerpo y de su realidad, ¿aquello era cierto?.

 

-No mientas, soy solo tu mejor amigo, no hagas bromas crueles Masamune. – La incredulidad le había ganado, sin embargo aquellas palabras dichas en bajo fueron un golpe para el peliengro, ¿Cómo podía pensar que le estaba mintiendo?.

 

No lo dudo, no lo iba hacer otra vez,  se acerco en cada paso lento a la espalda del menor, aproximo su mano para tocarlo, sintió su estremecimiento tanto como el de el mismo, lo tomo con delicadeza del hombro y con un tiron sin ser brusco le dio vuelta, no podía ver sus ojos ni su mirada, pero sabia que estaba sonrojado tratando de esconderse entre su flequillo, podía contemplar aquel rostro por siempre sin llegar a aburrirse ni un segundo, sonrió tenuemente.

 

-Ritsu, estoy enamorado de ti, de tus sonrisas, de tu gran pasión hacia cada libro que te pase por delante, de la forma en como te miras cuando te concentras o lees, de lo tímido que puedes ser ante los demás, sin embargo nunca dejas la amabilidad  a un lado, te quiero porque cada día has cautivado mi corazón un sinfín de veces, siempre e tratado de mandarte indirectas para decirte lo mucho que te quiero, para mostrarte lo mucho que me importas, cuando me tuve que ir de la escuela y me acerque a ti, me hiso estremecerme como nunca antes, sentir tu olor, tu piel y la forma en que me llamas me vuelve loco, porque simplemente yo te amo. – Y se había confesado por completo, y le había dicho todo lo que podía expresar su corazón ante el, ante la única persona que este había pertenecido. Onodera no pudo con la presión de escuchar todo aquello, de tener que aguantar cada doloroso latir de su corazón que tronaba en sus oídos, levanto la mirada fija sin poder creer todo aquello que había salido de la boca del chico el cual amaba.

Y Takano por su lado lo pudo ver, pudo apreciar aquellos ojos esmeraldas que le fueron iluminados en la obscuridad de la acrecentada noche, aquellos ojos acuosos por los sentimientos embargados y explotados en tan solo unos segundos, segundos donde se paralizaron ambos corazones al escuchar aquellas palabras que mas que dichas con la boca fueron dichas con el corazón.

 

-Yo también te amo, Masamune. – Una gran sonrisa salio de los labios de ambos, eran todo lo que necesitaba escuchar el pelinegro, le fue suficiente para sentirse totalmente correspondido y querido por el chico por el cual siempre sufría en desvelos,  al cual ahora lo tenía enfrente, confesándole mas en miradas donde  el amor entre ellos era mutuo y sincero.

 

Las palabras ya no eran necesarias, las inseguridades y miedos habían tomado un segundo plano, lo único que les importaba ahora  perderse en la mirada del otro, sentirse ahogados por el calor del contrario y amados por la persona a la que siempre quisieron.

Absortos sobre aquellos pensamientos el pelinegro tomo con tranquilidad la barbilla del menor, se acerco lentamente hacia sus labios anhelando en cada segundo el contacto contra estos, fueron pocos segundos para el mundo pero eternos para los dos chicos que con delicadeza se daban su primer beso, un simple roce de labios donde se podía albergar mucho, apoyaron las frentes de ambos manteniendo un contacto visual entre risillas y sonrojos.

-Te amo Ritsu.- Un segundo beso fue empezado por Masamune, uno mas absorto y entregado, empezaron a rozarse suavemente, el pelinegro empezó a probar con pequeñas mordidas, tratando de pedir un permiso silencioso para poder entrar en la boca del contrario, permiso que le fue concedido con timidez, no lo pensó y empezó a buscar la lengua del contrario con la suya propia, se levantaban en peleas y abrazos, en búsquedas y sabores, cada vez mas fogoso. Ritsu trataba de seguirle el paso aun que era más torpe, la verdad se moria de vergüenza al hacer aquello pero no podía negar que le encantaba, el oxigeno se volvió necesario y suplicante para sus pulmones, decidieron separarse y mirarse nuevamente bajo aquella luz de luna del anochecer, ya era muy tarde.

 

-Nos tenemos que ir Masamune. Es tarde. –

 

-Pero no importa, quiero estar más tiempo contigo. – La felicidad no se le podía separar de las palabras.

 

-Podemos ir a un lugar en la ciudad.-  Dio una opción pues también era un compas ante la felicidad y la realización de su mayor ensoñación.

 

-Esta bien, con solo estar contigo esta perfecto para mi.-

 

Sin poder despegarse se tomaron en un leve apretón de manos, tomaron el automóvil y empezaron a  encaminarse hacia la ciudad.

 

Pasaron los minutos, en charlas, en miradas, abrazos y cortos besos que se permitían dar en cada parada de semáforo, parecían que el camino era corto pues cuando ya menos lo pensaron se encontraban enfrente de la puerta blanca de la casa del menor.

 

-Creo que ya todo a acabado por hoy.- Se dijo tristemente el menor al tocar la perilla de la puerta de su hogar, tomo las llaves de su bolsillo al recordar que estaba sola la casa. La abrió sin escuchar alguna palabra del mayor que solo se disponía a estar un lado de el, absorto en sus pensamientos.

-O puede que no sea asi. – Volviendo hacia el momento Masamune hablo mirando los ojos esmeraldas del pequeño que no entendía las palabras.

 

-¿A qué te refieres? –

 

-A que aun podemos pasar mas tiempo juntos.- Menciono mirando con una sonrisa ancha al menor como si hubiera tenido la mejor idea en mucho tiepo.-  Ya me eh quedado algún vez a dormir en tu casa para estudiar o terminar un trabajo, podemos hacer eso de nuevo. –

Oir la propuesta de Takano le hiso sonrojar a Onodera, era algo improvisado, algo entusiasta y sumamente raro al ver la ocasión que sería aquella.

 

-¡Claro que si tu quieres!, solo. Solo es una idea. – Ver el rostro sonrojado y de sorpresa de Ritsu le hiso ver que  la propuesta solia ser algo rara.

 

Ritsu por su parte se le encontraba pensando aquella idea, la verdad no se quería despegar de él aquel día donde los dos habías confesado todo por el contrario, donde cada uno se había desnudado en sentimientos y dejado ataduras y miedos que siempre los habían atormentado, le hacía mucha ilusión estar un poco mas con él, sentirse más cerca de él, su calor corporal su piel y oír su voz,  aun que imaginarse la escena sería muy raro.

 

-Supongo que es algo raro, tranquilo no te sientas presionado. – Pensó que aquel lapso donde el otro se lo pensaba hacia un claro no.

 

-No. – Hablo tan rápido como el otro termino su frase. – No , o sea que esta bien, no es tan raro y esta bien, bueno eso creo.- No podía cuadrar bien lo que decía pero al parecer le había dejado claro a Masamune que aceptaba pues este solamente le regreso una de esas sonrisas que solían compartir a menudo en su amistad.

 

-Supongo que entonces esta bien que pase, ¿no? . – El pelinegro paso hacia el pequeño pasillo que solía dar paso a la sala principal, las luces estaban prendidas, raro para Ritsu aquello ya que su madre se había marchado, posiblemente se le había pasado con lo olvidadiza que es.

 

-¿Quieres tomar un baño antes? – Le pregunto con amabilidad Ritsu al mayor, mas de una vez Masamune había tomado un baño en su casa así que no era tan raro como se podía oír.

 

-No, gracias pero creo que estoy bien así –

 

-Está bien. – Sonrió y se encamino a subir las escaleras hacia su habitación sintiendo como Masamune le seguía.

 

Pronto llegaron a esta, Ritsu tomo el pomo y escucho el chirrido que esta hacia al ser girada con brusquedad.

 

-¡Que día mas agotador! – Con algo de nerviosismo se expreso Masamune, realmente no sabia como poder expresarse para poder bajar el nerviosismo que se sentía en cada uno de los dos, y no era para menos.

 

-Lose, demasiado complicado ¿no? .- Poco a poco Onodera trataba de quitarse aquel nerviosismo de igual manera.

-Me ire a poner la pijama. ¡Es cierto!, ¿te presto alguna? Después de todo no has traído nada.  –

 

-Es cierto, todo fue muy improvisado.- Los dos se rieron ante aquello. – Si, me ayudaría algún pantalón y camisa cualquiera. –

 

-Claro, buscare algo en el armario. – Salió hacia el pasillo, a lado de su habitación habia un pequeño almacen, esta la solía usar de armario. Tomo su habitual pijama que no era otra que un pantalón de tela delgada blanco haciendo juego con una camisa de igual color donde lo único que resaltaba era una pantera dibujado a su costado de color negra, se vistió en el pequeño espacio que le dejaba el sitio y al terminarse busco en los últimos cajones donde encontró una camisa negra y un pans de tela muy delgada de un color grisáceo, opto que eso era lo mas parecido a una pijama que le podía ofrecer a Masamune.

Volvió hacia su habitación donde se encontró a Takano recostado en la cama, estaba en silencio por lo que pensó que estaba dormido, sin querer hacer ruido se acerco a el para corroborarlo.

 

-¿Takano? ¿Te has quedado dormido? .- Sin previo aviso el pelinegro volteo su rostro hacia el mostrándose totalmente despierto, como reflejo se alejo pero sintió unos dedos que tocaban su estomago, cayó sobre la cama mientras que Takano lo llenaba de cosquillas, no paraba de reir, el sabia donde tenia mas sensibilidad. Pronto quiso hacer lo mismo aproximando sus brazos con dificultad hacia los costados del mayor, también el solía saber donde estaban las cosquillas del contrario.

 

-¡Jajaja! ¡Para, para! ¡Jajaja! – Menciono entremezclado con varias risas que se le escapaban a los dos, ninguno de los dos quería ceder pero ya no podían con el aire.

 

-¡Jajaja! Ritsu, a las tres dejamos ¡Jajaja! – Propuso sin poder respirar bien.

 

-Ok. Una. –  Empezó el castaño a contarl

 

-Dos.- El pelinegro apenas pudo decir entre las arcadas que daba entre risas.

 

-¡Tres! .- Al unisón los dos chicos gritaron dejando de tocar la piel del contrario, así terminando con las cosquillas.

Se reían tenuemente mientras  abrían los ojos los cuales habían cerrado por reflejos, se vieron a si mismos tumbados en la cama, Ritsu se encontraba sosteniéndose con un brazo para no caer de completo al colchón mientras que Masamune estaba a escasos centimetros del cuerpo del menor donde su mano de igual manera le ayudaba para no caer sobre una parte del cuerpo de Ritsu. La escena hiso que los dos pararan de dar pequeñas risas y que solo se enfocaran a vislumbrarse a si mismos en la mirada del otro,  el rostro de Onodera se coloreaba de carmesí que iba incrementando al cabo de los segundos donde de igual forma lo hacia  los latidos del corazón del pelinegro.

 

Sin poder ocultar mas el deseo Masamune se acerco hacia el rostro del castaño mientras  este cerraba sus ojos, quería sentir sus labios, rozarlos lentamente, tomar de nuevo aquel rostro entre sus manos y poder acariciarlo sin dejarlo escapar. No hubo que decir palabra alguna para que Onodera aceptara el gesto, sintiendo como aquel  tacto lo estremecía.

Aquel pequeño beso duro unos segundos donde se separaron, se observaron y sonrieron con ternura sintiendo lo hermoso que podía sentirse la compañía del otro.

 

-Takano.-

 

-¿Qué ocurre?.-

 

-Tienes que ponerte la pijama para dormir.- Menciono Onodera mientras se levantaba y separaba del acercamiento del otro.

 

-Es cierto, ¿Dónde está la pijama? –

 

-En la orilla de la cama.- Señalo la tela que colgaba en la orilla.

 

Takano se incorporo y la tomo, aun que veces anteriores se había cambio frente a Ritsu esta vez se sentía un poco mas raro al hacerlo así que mejor tomo la opción de hacerlo en el baño.

Le menciono esto a Onodera y se marcho al sitio, ya conocía aquella casa por lo que no tuvo que preguntar, observo que todo estaba solo cayendo en cuenta que no lo habia preguntado, tal vez los padres de Ritsu llegarían mas tarde, sin embargo lo dudaba, pocas veces sucedia aquello por no decir que eran contadas. Volvio al cuarto  ya con la camisa negra puesta y el viejo pans, en la habitación pudo encontrar a Ritsu tirado en la alfombra mientras acomodaba algunos libros.

 

-Ritsu , ¿tus papas por que no están en casa? – Llego preguntanto la duda que se le habia planteado hace unos minutos.

 

-Porque al parecer un familiar se a enfermado y mi madre fue a ayudar a cuidarlo mientras que mi padre se ocupara demasiado en la editorial. – Explico aun acomodando.

 

-Ya veo.- Solo atino a responder el contrario.

 

 

-Si, lose, no suele suceder mucho pero creo que esta bien para acostumbrarme despues– Menciono mientras dejaba los libros en una repisa  y se aproximo al pie de la cama para sacar un futon que estaba debajo de esta.

 

-¿Por qué lo sacas? – Pregunto Masamune.

 

-Para poder dormir en el mientras tu duermes en la cama. – Ritsu lo menciono como si fuese lo más obvio ya que siempre solía ser así cuando había visitas.

 

 

El pelinegro se desilusiono un poco, realmente el quería estar cerca del castaño, cuando le habia propuesto esto al contrario se habia imaginado abrazandolo, sentirlo y poder despertar a pocos centímetros de el, algo tan lleno de dulzura para el mismo pero sin duda que quería hacer.

 

-Esta listo. Ahora ya puedes dormir en la cama y yo dormiré abajo.- Onodera menciono alistando todo,  Takano sin replicar se posiciono en la cama mientras que el contrario iba a apagar las luces.

 

-Ritsu, necesito decirte algo, pero tienes que acercarte- Takano no se quedaría sin su deseo inicial.

 

-¿Qué ocurre, necesitas algo? –

 

-Sí, tengo que decírtelo pero en susurros, acércate. – Onodera pensó que era algo serio por la forma en la que le menciono, asi que sin pensarlo se acerco hacia la orilla de la cama para poder escuchar lo que tenia que decir el pelinegro.

Sin embargo solo sintió como lo tomaban de los antebrazos y jalaban hacia la cama haciéndolo caer al colchón.

 

-¡Masamune! ¿¡Que ocurre!? – La sorpresa la hiso notar en exclamación, no hiso faltar decir mal cuando sintió el abrazo que le brindaba el mayor, sentía como las manos de ese se aferraban a su espalda haciéndolo ponerse demasiado nervioso.

 

-Quiero estar junto a ti Ritsu. – La nariz del pelinegro podía tocar la cabellera castaña,  el olor que desprendía Onodera embriagaba al pelinegro, poderle sentir tan cerca, poder sentir que aquello habia pasado, que se le habia confesado, todo habia parecido tan irreal que no quería dejarlo escapar nunca.

Todo el nerviosismo de hace unos segundos se fue marchitando en la habitación con el silencioso abrazo, donde las palabras no fueron necesarias para poder expresar el amor y la alegría que sentían ambos chicos.

 

-Buenas noches. – Como ultimo sonido se escucho a Takano despedirse al momento que le daba un pequeño beso en la frente al castaño que no dudo en acobijarse en el pecho del mayor por la pena y solo asintió levemente, gestos que solo hacían enamorar mas al Pelinegro.

 

Aquellos dos jóvenes habían compartido su mas débil sentir en aquella noche, habían confesado y liberado de tantos miedos que estrujaba a cada uno. Pero la felicidad de ser correspondidos podía llenarlos de alegría en un dia que siempre quedaría marcados para ellos.

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Notas finales:

¿Como les parecio? Espero que les haya gustado mucho, la verdad no se si me quedo muy bueno ya que no escribia desde hace muchoo tiempo pero igual me propondre a terminarlo esta semana seguro.

Espero sus opiniones y pues ya sabran que en el proximo capitulo que es el "Bonus" estara el Leemon xD. Sin mas.

Gracias por leer <3 <3


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