Y así fueron pasando las semanas, los meses y los años. Al principio alternaban el trabajo en la agencia con sus estudios en el colegio. Esos estudios se convirtieron más adelante en estudios de preparatorio y después en universitarios. El tiempo como trainees les había resultado muy duro, incluso más de lo que la madre de Tao les había anticipado. Había algunas veces en las que uno de ellos quería abandonar, pero entre todos le hacían recuperar la ilusión. Tanto tiempo había pasado que la actuación en el casting se les hacía muy lejana, aunque la recordaban con auténtica claridad. Y es que hacía ya diez años de aquello. No sólo sus estudios y su madurez habían cambiado, sus cuerpos también. Se habían convertido en cuatro chicos de dieciocho años cada uno más apuesto que el anterior. Si las niñas ya se peleaban por ellos cuando tenían ocho, lo que hacían ahora era abalanzarse e incluso intentar arrancarles la camisa. Hacía tiempo que esto era así pero no se habían conseguido acostumbrar.
En un caluroso día de verano nuestros cuatro chicos estaban entrenando con el entrenador Lee. Ya iban por la septuagésima abdominal cuando el director Kim Young Min entró al gimnasio.
-Hola chicos, veo que estáis entrenando tan duro como siempre-dijo amigablemente, los chicos se sorprendieron por el tono informal que estaba usando. Además era raro que el director estuviera por China, solía estar en Corea.-Traigo noticias frescas que de seguro os interesaran.
Los chicos se levantaron y se acercaron a él. Aunque él les estuviese hablando como si de un amigo se tratara ellos no se podían tomar ese lujo, y a la vista de noticias incluso menos.
-Como debéis saber lleváis años como trainees. La SM quiere lanzar un nuevo proyecto y creemos que tenéis el suficiente nivel como para participar. Es decisión vuestra entrar o quedar al margen-al ver la cara de impaciencia del más pequeño siguió.-Antes de darme una respuesta, dejadme contaros las características del proyecto. Se trata de un grupo de idols, tendríais que cantar y bailar. Sé que al principio sólo entrasteis para bailar pero con todos estos años creedme que cantando también dais la talla. A parte de vosotros habría ocho chicos más, doce en total. El grupo estaría dividido en dos subgrupos de seis integrantes.
-¿Y esos dos subgrupos?-preguntó Luhan
-Uno promovería el grupo principalmente en China y el otro en Corea.
-¿Coreanos?¿En serio?-dijo Kris
-Así es. Sé que no te va mucho esto de juntarte con gente extranjera pero es una gran oportunidad. De pequeño rellenasteis los papeles de vuestra academia de baile diciendo que queríais dar una gira internacional-dijo el director, avergonzándoles un poco.-Ya tenemos a los seis integrantes del grupo coreano y a dos del grupo chino, aunque cabe indicar que estos también son coreanos-Kris sopló por lo bajo-.Están aquí ahora mismo,¿les digo que entren?
Antes de que los chicos contestaran nada ya había indicado a uno de los guardaespaldas que habían venido con él que abriera la puerta. Por allí entraron dos chicos que aunque había pasado bastante tiempo aún podían reconocer.
-¡Vosotros!-dijo Luhan efusivamente
-Chicooos que alegría veros-dijo Chen gritando y dando abrazos, tan alegre como siempre.
-Hola a todos-dijo Xiumin más calmado.
-Veo que ya os conocéis-dijo Kim Young Min.
-Coincidimos en las audiciones de la SM creo-dijo Lay.
-Disculpadle, siempre es así de olvidadizo-dijo Luhan, que recibió una mirada de incomprensión por parte de Lay.
-No pasa nada. A decir verdad yo tampoco me acuerdo de vuestros nombres-respondió el chico de la cara redonda.
Uno a uno se fueron presentando como habían hecho hacía diez años.
-Parece que os lleváis bien con vuestros posibles futuros compañeros de grupo-dijo el director, añadiendo un poco de presión.
Kris pidió unos minutos para razonarlo los cuatro chinos juntos y se juntaron en una redonda. Todos expusieron sus opiniones. Las más repetidas fueron que era una gran oportunidad y que llevaban mucho tiempo esperando ese momento para ahora desperdiciarlo. Cuando tomaron una decisión pasaron a comunicársela al director, a Xiumin y a Chen.
-¡Así me gusta hyungs! ¿Os puedo llamar así?-dijo Chen, obviamente la decisión había sido formar parte del proyecto.
-Ahora que tenemos todos los miembros oficialmente pasaré a daros más información. La SM tiene su sede principal en Corea, así que para conocer a los demás miembros tendréis que viajar a Seúl. El viaje está previsto para dentro de una semana si todos estáis de acuerdo, que espero que sí. Allí tendríais un mes para conoceros entre todos y preparar vuestro debut. Hay que elegir conceptos y todas esas cosas. En cuanto salga llamaré a vuestros padres y les informaré de todo. ¿Alguna pregunta?-como nadie dijo nada, el director salió de la sala dispuesto a llamar a todos los padres que hiciera falta para poner en marcha este proyecto.
El entrenador Lee les dio el día libre y se fueron los seis juntos a un café cercano al gimnasio.
-Buenos días y bienvenidos a Sweet Coffee, ¿qué desean tomar?-les preguntó la chica que les estaba atendiendo.
-Gege, pídeme lo de siempre por favor-le indicó Tao a Kris como solía hacer.
-Un capuchino y un café con leche por favor-pidió Kris.
Cuando todos hubieron pedido y recibido sus bebidas siguieron hablando.
-¿Vosotros dos que tipo de relación tenéis?-dijo como siempre el abierto de mente Chen, que hizo sonrojar al chico frío. Al ver esta reacción, Jongdae sonrío incluso más.
-Pues... una normal, ¿no?-dijo Tao.
-“¿EN SERIO TENÍAS QUE RESPONDER ESO TAO?”-pensó Kris.-Así es, una normal-dijo, intentando fingir seguir como siempre.
-Ya veo...-dijo Chen reflexionando.
-¿Luhan me acompañas fuera?-dijo Lay, que estaba bastante despierto para ser él.
-Claro-dijo el cervatillo con su deslumbrante sonrisa.
Cuando salieron, Chen siguió con su ronda de preguntas.
-¿Y esos dos?¿También tienen una relación normal?
-Quien sabe... Lay no es muy hablador que se diga y a Luhan no le gusta hablar de estos temas-dijo Kris, fijándose en la mirada inocente de Tao que no parecía entender nada.
Fuera de la cafetería, Lay y Luhan se habían sentado en un banco.
-¿Te pasa algo Lay?-preguntó Luhan.
-Ahí dentro hacía mucha calor y estaba empezando a marearme.
Fue entonces cuando Luhan se dio cuenta de lo roja que tenía la cara su compañero. Delicadamente puso su mano en la frente del chico, notando lo caliente que estaba.
-Lay, estás ardiendo. ¿Desde cuándo te sientes mal? No me digas que has entrenado así...¡Tendrías que haberme avisado! Espera un momento, aviso a los chicos y te llevo a tu casa.
Luhan entró y salió como un rayo. No podía ver a su amigo así de mal. Cuando se acercó pudo ver como Lay ya había caído dormido. Tendría que despertarlo si quería llevarlo a su casa pero se veía como una ángel así dormido. “Este chico... Encima su casa está muy lejos de aquí. Tendré que llevarle a la mía. ¿No pasará nada no?”. Dicho y hecho. Cargó a su amigo sobre sus espaldas y emprendió el camino hacia su casa. Se le hizo más largo que nunca, después de entrenar no le sobraban fuerzas como para hacer esos esfuerzos. Cuando llegó recostó a Lay en su cama y se sentó al borde de la cama. Respondió un par de mensajes de Tao y Kris preocupándose por la salud de Lay con un simple “está descansando” y apagó el móvil. No tenía fuerzas, el camino le había dejado exhausto. Volvió a observar al Lay durmiente y acercó su cara a la de Lay para poder fijarse mejor en sus rasgos. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo se asustó y apartó la cabeza. Miró el reloj, eran las diez. Normalmente se iba a dormir más tarde pero no podía más. Empujó el cuerpo de Lay un poco hacia un lado de la cama y se estiró en el otro. Ni siquiera levantó las sábanas. A los cinco minutos de estirarse quedó profundamente dormido.