Tao se despertó a las ocho de la mañana y lo primero que vio fue a Kris durmiendo. Los brazos del mayor le rodeaban y no le dejaban alejarse. La noche anterior..., ¿qué había pasado la noche anterior?
Flashback
-Kris-ge corre, quiero llegar ya al parque. Estoy cansado, llevamos todo el día caminando por Seúl-dijo un impaciente Tao.
-Para ya de llamarme Kris-ge. Cuando estemos solos puedes llamarme... no sé, algo más cariñoso.
-Mm... ¿Cariño?-preguntó Tao, aunque le salió un tono muy poco natural.
-Déjalo, mejor sigue llamándome por mi nombre. Pero quítale el -ge, ya no soy tu hermano.
Tao se encogió de hombros ya que no entendía el alboroto que estaba montando Kris por solo un nombre. Kris le cogió por la muñeca y le arrastro hasta el parque donde iban a tener su primer picnic y también su primera cita. Cuando llegaron pudieron observar un enorme parque que de tan verde que era a tus ojos les costaba acostumbrarse. También habían muchas flores diferentes y de todos los colores. Tao miraba hacia todos los lados con la boca abierta mientras Kris observaba lo contento que se veía su niño
-¿Tienes hambre?-le preguntó Kris.
-Un poco-dijo Tao, pero debido a como rugieron sus tripas Kris pensó que sería mejor que pararan ya a comer.
Caminaron hasta llegar a la sombra de un gran roble que se alzaba en lo alto de una pequeña colina. Kris sacó de su mochila el mantel a cuadros que había comprado el día anterior y una cesta donde había guardado la comida.
-¿Has guardado una cesta dentro de una mochila?-dijo Tao riéndose.
-Sí, me daba vergüenza ir cargando con la cesta por la calle-le respondió Kris abochornado.
Juntos colocaron el mantel sobre el suelo y Kris invitó a Tao a que se sentara. El mayor empezó a sacar cosas de la cesta: unos cojines para estar más cómodos, unas velas, un encendedor y mucha, mucha comida. Kris encendió las velas creando un ambiente de lo más romántico y esparció la comida por el mantel. Debido a que estaba oscureciendo y en aquel lugar del parque no había farolas las caras de los dos chicos quedaban iluminadas por la luz de las velas.
-Kris, esto... esto es muy bonito-dijo Tao totalmente sorprendido, a la vez que pinchaba un rollito de huevo frito.
-¿Te gusta?-dijo Kris orgulloso de sí mismo.
-Mucho-dijo Tao con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Sabes, Tao? Cuando empecé a darme cuenta de que me gustabas tuve mucho miedo. Temía perderte. Eras y sigues siendo alguien muy importante para mí, desde que te conocí con unos dos años he tenido la necesidad de protegerte, siempre has sido mi pequeño. A veces pienso que estábamos destinados a acabar juntos-dijo pensativo Kris.
-Yo también tuve miedo. Tenía miedo de no poder corresponderte y hacerte daño. No me lo hubiese perdonado nunca-dijo Tao acercándose a Kris y apoyando su cabeza en el hombro del chico frío que parecía que poco a poco se iba derritiendo.
Los dos chicos se quedaron en aquella posición un largo tiempo mientras observaban la llama de las velas.
-Tao, no quiero seguir escondiéndome así-dijo Kris.-No me avergüenzo de estar saliendo contigo ni veo mal que tengamos una relación por ser dos hombres. Quiero que todos sepan que eres mío y que no te comparto.
Tao miraba a Kris dulcemente, nunca habría pensado que aquel chico que llevaba con él desde que eran dos enanos pudiera hacerle sentir tantas emociones juntas. Lentamente se acercó a su cara y besó aquellos labios anhelados. Debido a la convivencia con los demás miembros apenas tenían tiempo para estar solos y aún menos tiempo para demostrar el amor que sentían el uno por el otro. Kris cogió de los hombros a Tao y le estiró sobre el mantel. Se puso encima de él y empezó a besarle el cuello. Tao intentaba no hacer ruido pero algún gemido se le escapaba de vez en cuando.
-K-kris, nos puede ver alguien-dijo Tao, a quien le costaba articular las palabras con claridad.
Kris hizo caso omiso a las advertencias de su novio y le subió la camiseta hasta quitársela por completo. Sus besos siguieron bajando hasta llegar al ombligo. Paró un momento para quitarse la camiseta él también, de golpe le había entrado mucho calor. Volvió a besar los labios de Tao mientras con sus manos le tocaba el culo. Nunca habría pensado que lo tenía tan bien puesto. Tao había subido sus manos hasta el cuerpo de Kris y con ellas tocaba una por una las bien marcadas abdominales de su pareja. Kris, cada vez más excitado, le desabrochó el cinturón a Tao y le quitó los pantalones. Metió su mano por dentro de los calzoncillos del más pequeño y empezó a masajear su pene.
-K-kris, yo no puedo a-aguantar-dijo Tao.
Kris sonrió al ver la expresión de Tao. Tao que no sabía muy bien que hacer en esa situación también le bajó los pantalones a Kris. Empezó a mover su mano arriba y abajo tímidamente.
-N-no tengas miedo-dijo Kris.
El mayor empezó a sacudir su mano más rápidamente haciendo que el menor le siguiera el ritmo. Mientras se masturbaban mutuamente Kris seguía besando a Tao, que con mucho esfuerzo lograba seguirle.
-Kris, me voy a correr-dijo Tao angustiado.
Kris subió más el ritmo haciendo que Tao no pudiera retener más sus gemidos. Cada gemido que soltaba Tao excitaba más y más a Kris. Tao llegó al orgasmo el primero y Kris notó como una sustancia pringosa le impregnaba la mano. Sacó su mano de los calzoncillos de Tao y se la lamió.
-Por favor, sigue-le pidió Kris a Tao.
Tao tumbó a Kris en el suelo siendo él el que estaba encima ahora. Volvió a colocar su mano en el pene de su novio moviéndola frenéticamente. Los gemidos de Kris le indicaban que lo estaba haciendo bien. A pesar de ya haber llegado al orgasmo antes Tao estaba muy cachondo. Acerco su boca a la erección de Kris y empezó a lamerla. Después de un sonoro gemido que pareció resonar por todo el parque los dos se estiraron en la hierba exhaustos. Después de unos diez minutos el primero en hablar fue Tao:
-Deberíamos ir recogiendo, los chicos se van a preocupar si ven que no llegamos.
Kris se levantó de mala gana y lo metió todo en la mochila sin orden alguno. Empezó a andar adelantándose. Incluso en esta relación quiere ser el líder, pensó Tao con una sonrisa antes de acercarse a su novio y cogerle de la mano. Kris miró hacia un lado y le dio un beso rápido antes de seguir el camino hacia casa. Cuando llegaron todos estaban ya durmiendo. Kris soltó la mochila en la mesa del comedor y Tao se dirigió hacia su habitación. Noto que alguien le cogía del hombro y al girarse vio de nuevo a Kris.
-¿No te quedas a dormir conmigo?-dijo haciendo un puchero.
A Tao le pareció graciosa la manera en que se lo podía y no pudo rechazar la propuesta. Siendo honestos aunque se lo hubiese dicho de la peor manera posible tampoco la hubiese rechazado. Al entrar en la habitación Kris cerró la puerta. Destapó la cama y entró primero. Tao apagó la luz y también se metió en la cama. Al ver que Tao estaba un poco incómodo Kris le giró hacia él y le abrazo.
-Buenas noches-fue lo último que escuchó Tao de Kris aquella noche.
Fin del flashback
Al recordar todo aquello el cuerpo de Tao se estremeció. ¿Sería hoy cuando Kris anunciaría su relación a todos los chicos? Sin darse cuenta había empezado a temblar, cosa que había despertado a Kris.
-Buenos días-dijo éste bostezando.
-Bu-buenos días-dijo Tao aún temblado.
-¿Qué te pasa ya tan temprano?
-Na-nada. Voy a la cocina, ¿eh? ¿Quieres algo para desayunar?-dijo Tao nervioso mientras se marchaba.
-¿Qué mosca le habrá picado? Menudo hombre con el que me he juntado...-dijo Kris frotándose la cabeza.