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Pequeños sueños de grandes metas por MitsukoCho

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Notas del capitulo:

Holaaa! Nueva actualización. Este capítulo es un poco más largo que los anteriores, se nota que he acabado los examenes por esta semana.

 

Por cierto, puede parecer otnto pero lo que más me cuesta es encontrarle un nombre al capítulo. Puede ser que por eso el primer capítulo se llame como el fanfic y el segundo no tenga nombre jajaja.

 

Disfrutad del capítulo!

El camino del colegio al parque se les hizo largo. Ninguno había dicho nada desde que había acabado la disputa con el grupo de Yongguk. Al llegar al parque se estiraron en la hierba mirando el cielo. Esa extraña acción se estaba volviendo un hábito en los últimos días. Fue Tao el primero en hablar.

-Chicos, siento lo de esta mañana…

-¿Qué es lo que sientes?-preguntó Lay. Tanto Kris como Luhan lo fulminaron con la mirada al pensar que ni si quiera se había enterado de la pequeña pelea que habían tenido. Lay se dio cuenta rápidamente y se excusó.-Eh, que me refiero a que él no ha hecho nada de lo que tenga que disculparse.

-Supongo… Pero por mi culpa tuvieron que decir cosas innecesarias-dijo Tao mientras se sentaba y escondía la cabeza en las rodillas.

-Yo nunca digo cosas innecesarias-dejó claro el más alto de todos.

-Puede que en él quede más serio, pero yo tampoco digo nunca mentiras.

-¿Qué queréis decir con eso?-preguntó Tao, que asomaba tímidamente la cabeza entre sus brazos.

-Pues bueno… Aún no lo habíamos hablado pero sobre lo que dijiste el otro día, estuve viendo vídeos musicales de diferentes idols y pensé que sería divertido intentarlo. Además como ya dije, me lo paso muy bien en clases de baile-dijo Luhan un poco avergonzado.

-A mi siempre me ha gustado todo lo que tenga que ver con el arte, ya lo sabéis. Cuando tenía 4 años salí en algún que otro anuncio e incluso participe en una obra de teatro-dijo Lay intentando hacer memoria.

-A mi también me gusta el arte. Dibujo muy bien-dijo Kris, aunque se escucharon algunas risas que desaprobaban está información.

-¿Lo estáis diciendo de verdad?-dijo Tao con la sonrisa más brillante que nunca antes había tenido en la cara.

-Por mi sí-dijeron Lay y Luhan a la vez.

-¿Qué dices tú, Kris-ge?-preguntó Tao girándose hacía el chico.

-Hmm…-dijo Kris en un intento de tono frío, aunque al ver la felicidad del panda no podía evitar que se le escapara una pequeña sonrisa.

Al escuchar esto, Tao se puso en pie de un salto. Miró a sus amigos, les sacó la lengua y se puso a correr. Los tres chicos que seguían en el suelo se miraron entre ellos con malicia y decidieron seguir al pequeño. Muchas de sus tardes de mayor diversión habían empezado así. Cuando Tao quería jugar a un juego que fuera de perseguirse siempre lo hacía saber con una incitación. Él pensaba que a los demás eso les hacía enfurecer, pero en realidad les divertía, incluso se podría decir que a Kris le parecía tierno. Tras la carrera inicial Tao logró despistar a sus perseguidores. Se escondió dentro de uno de los lavabos del parque y se paró a pensar. De repente le vino una buena idea a la cabeza. Iría corriendo hasta la tienda de helados y les compraría un helado a cada uno. Antes de emprender la carrera revisó sus bolsillos y comprobó que la paga que le había dado su madre esa misma mañana seguía allí. Abrió la puerta del lavabo lentamente y asomó la cabeza con cuidado. Al ver que no había ninguno de sus amigos cerca empezó a correr dirección la tienda de helados.

En la otra punta del parque se encontraban Kris, Lay y Luhan. A pesar de no estar cansados habían decidido parar para pensar una estrategia. El sitio en el que más veces se había escondido Tao era debajo de los toboganes así que habían decidido descartar ese sitio por ser demasiado obvio. Kris dibujo un mapa del parque en la arena del suelo y hizo círculos en los sitios donde se podría haber escondido Tao. Se repartieron los sitios donde buscar y salieron corriendo lo más rápido que pudieron.  Luhan buscó en la zona del jardín de flores y cerca de la fuente. Lay buscó en la zona de picnic y en el bar de refrescos. Por último Kris buscó en la zona donde se alquilaban bicis y por los alrededores del lago. A la media hora los tres volvían a estar enfrente del mapa del suelo. No había ni rastro de Tao por ningún sitio.

-¿Dónde puede haberse metido este chaval? Mira que hacer que nos preocupemos de esta manera-preguntó Luhan. Tao era el más pequeño de todos y por eso siempre intentaban protegerle de todo lo que le pudiese hacer daño.

-¿No es posible que haya salido del parque no?-preguntó Lay.

-No lo creo. Todos sabemos lo mala que es la orientación de Tao y se está haciendo de noche. No creo que haya salido del parque, le daría miedo estar por ahí solo…-Kris calló y pareció que reflexionaba sobre algo. Repentinamente volvió a hablar.-No puede ser…

-¿El qué no puede ser?-preguntó Lay alarmado.

-Esta mañana Tao me ha explicado que su madre le había dado la paga. La debe llevar encima-explicó Kris.

-Con lo glotón que es…-empezó a decir Luhan.

-Puede haber salido a comprar algo para comer. Y Tao no se caracteriza por su orientación especialmente-interrumpió Kris, acabando la frase de Luhan.-Corred, tenemos que ir a buscarle.

Rápidamente salieron corriendo y pasaron por las calles más cercanas al parque. Cada vez se hacía más oscuro y más se preocupaban por Tao.

Tao, por su parte, estaba sentado en un bordillo de la calle gimoteando. Tenía las cuatro tarrinas de helado en las manos, pero los helados ya se habían convertido en líquido. Había sabido llegar hasta la tienda de helados pero una vez allí se había perdido. No tenía ni idea de donde estaba ni a cuanta distancia estaba del parque, y ya ni hablemos de su casa. Al darse cuenta de esto decidió quedarse quieto antes de arriesgarse a perderse más.

Los tres chicos seguían buscando a Tao pero no había manera de encontrarlo. Ya habían llamado a su casa para ver si estaba allí pero nadie había contestado. Los padres de Tao trabajaban hasta tarde y si él hubiese estado en casa lo hubiese cogido. En un acto de desesperación Kris empezó a gritar su nombre. Al principio Lay y Luhan le miraron raro pero a los pocos segundos empezaron a hacer lo mismo.

Tao seguía sentado en el bordillo. Le estaban pasando por la cabeza los peores pensamientos que un niño de esa edad podía tener. Escuchó unos pasos a su derecha que hicieron que se paralizara del miedo, pero por su izquierda empezó a oír gritos. Aquello que gritaban… era su nombre! En seguida pudo reconocer las voces que le estaban llamando. Se puso en pie con abrazando las tarrinas y apretándolas contra su cuerpo y intentó seguir las voces. Giró la esquina de la calle y pudo ver a sus amigos. Se acercó a ellos con alegría pero al ver la cara de Kris se asustó.

-¿A ti que te pasa, eh canijo? No sabes lo que nos hemos preocupado por ti. ¿Dónde se supone que te habías metido?-entonces Kris bajó su mirada hasta los brazos de Tao.-¡¿En serio has hecho todo esto para comerte cuatro helados?!-dijo sumamente enfadado el chico.

-Kris, ¿es que no lo ves? Él fue a comprarnos helados-le explicó Lay a su amigo.-Tao, no te preocupes. Pero eso sí, la próxima vez que quieras salir sólo del parque avísanos.

El pequeño Tao no respondió, aún estaba observando a Kris, que a pesar de la explicación de su compañero no había relajado su expresión facial.

-Lay, creo que sería mejor que nos fuéramos a casa. Kris, acompaña a Tao hasta su casa que te pilla de camino.

Sin decir nada Kris se giró en dirección a la casa del más pequeño del grupo y empezó a andar. Tao dejo las tarrinas en una basura que estaba próxima a ellos y se despidió de Lay y Luhan con la mano. Empezó a seguir a Kris sin pronunciar ni una palabra. El chico frío iba delante y chutaba todas las piedras y latas que encontraba por el suelo. Parecía muy enfadado. Cuando ya llevaban tres cuartos del camino, Kris paró de andar. Tao hizo lo mismo sin saber que decir.

-Tao… Yo no quería decirte todas esas cosas feas. Solo es que me he asustado mucho. No sabía donde estabas y si estabas bien. Me he acordado de que un día me dijiste que te daba miedo estar solo por la noche y me he puesto muy nervioso. Yo… L-lo siento-al acabar de decir esto Kris apretó los puños y finalmente se giró hacia Tao- No vuelvas a hacer esto nunca más-dijo mirando al pequeño fijamente a los ojos.- No hagas que tu ge sienta tanto miedo.

-Kris-ge…-dijo Tao mientras sus ojos se humedecían.

Rápidamente acortó la distancia que les separaba y le dio un gran abrazo a su amigo. Al notar que las lágrimas brotaban de sus ojos escondió su cabeza en el pecho de Kris. El mayor suspiró y le correspondió el abrazo.

-Debes estar muy cansado Tao. Te han pasado muchas cosas hoy. Te llevaré en brazos hasta casa-le dijo haciéndole señas para que se subiera a su espalda.

-No hace falta Kris-ge…

-¿Qué pasa?¿Qué hoy no piensas hacerme caso en nada?-preguntó Kris.

Tao sonrió y se subió a la espalda de su amigo. No pudo asegurar cuanto tiempo tardó, pero acabó quedándose dormido antes de llegar a su casa. El último pensamiento que tuvo antes de adormecerse fue: “Gracias por todo, Kris-ge.” Kris rió al darse cuenta de que su amigo se había quedado dormido en su espalda con una sonrisa en la cara.

Notas finales:

Aunque parezca que las parejas ya están muy claras aviso de que aún tienen que conocer a más gente, chan chan chaaan. Sí, probablemente ya os imagineis quien jajaja.

 

Gracias por los reviews de yayis panda y Pandita2000. Siempre he pensado que lo mejor de un fanfic es que la gente te escriba lo que opina de él y eso así que sepais que me haceis muy feliz*-*

 

Hasta la próxima! Fighting!


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