El día siguiente llegó y los chicos se encontraron donde quedaban cada día para ir a la escuela. Tao tenía las ojeras más marcadas que nunca y los ojos rojos, este hecho no paso desapercibido entre los demás chicos.
-Tao..., ¿estás bien?-preguntó Luhan.
-Sí... Es sólo que ayer por la noche mis padres se pelearon. Mi madre planea dejarme intentar lo de ser idol pero ya visteis a mi padre... Por cierto, ¿vuestras madres están libres está tarde?-dijo Tao recuperando un poco la energía que parecía no tener desde ayer por la tarde, los chicos asintieron con la cabeza expectantes.-Es que mi madre quería ir a ver academias de baile esta tarde, y si están vuestras madres mejor que mejor.
-¿Esta tarde ya?-dijo Kris, intentando ocultar la emoción que sentía.
-Sí, Kris-ge. ¿No te parece bien?-dijo Tao, claramente entristecido.
-No es eso, está bien por mi.-dijo Kris, con Tao no podía mantener esa fachada de chico frío.
-Eso, eso.¿No te parece bien?-dijo Luhan haciendo pucheros, burlándose del cambio de actitud del chico frío, mientras Lay reía de fondo.
Con una mueca de desagrado, Kris apretó el paso dejando a los demás atrás. Entraron a la escuela y se dirigieron a su clase. Cada uno se dirigió a su pupitre y allí pasaron las horas de clase. Cuando salieron se dirigieron cada uno a su casa para avisar a sus madres de los planes que tenían esa tarde. Tao avisó a su madre de que todas estaban libres y, hasta que su madre no se puso a llamarlas, no paró de insistir en que lo hiciera lo más rápido posible.
Cuando llegó la hora acordada, las cuatro madres y sus cuatro respectivos hijos se reunieron cerca del parque del lago. Todas se saludaron y comentaron lo nerviosos que estaban sus hijos.
-¿No os hace gracia verlos tan nerviosos e ilusionados? Ya son todos unos hombrecitos...-comentó la madre de Luhan.
-Me recuerdan a alguien de por aquí cuando teníamos su edad-dijo la madre de Kris. La madre de Tao se sonrojó al escuchar tal comentario, en cambio Tao se sintió bien orgulloso de su madre.
-Pues yo no me acuerdo de aquella época-dijo la madre de Lay, que se había quedado distraída mirando un carrito de helados.-Bueno, hay que ponerse en marcha. ¿Nos dijiste que tenías una lista de academias de baile cercanas, verdad?
-S-sí-dijo la madre de Tao, aún confundida recordando su niñez. Torpemente sacó el papel donde tenía apuntadas las mejores academias de la ciudad y las empezó a leer.-Creo que primero tendríamos que ir a la academia Luthier, es la más cercana.
Los niños empezaron a tirar de las mangas de sus madres hasta que llegaron a la academia. Un joven de unos 20 años les recibió nada más entrar. Cordialmente les preguntó que necesitaban, pero al explicarles que querían apuntar a los chicos a la academia, les dijo que no daban clases a niños tan pequeños. Se despidieron y decidieron ir a por la siguiente.
Visitaron más de seis academias pero en ninguna pudieron apuntarse. Si a las madres les gustaba la academia, no tenían edad suficiente, y si tenían edad suficiente a las madres no les gustaba la academia. Ya sólo quedaban dos centros de baile más en la lista, y los ánimos habían empezado a decaer.
-Si os desanimáis tan rápido lo lleváis negro para ser bailarines profesionales. No sabéis todo lo que uno tiene que aguantar... Así que ánimos arriba, que aún nos quedan dos academias que visitar-dijo la madre de Tao, cual jovencita de quince años.
Cuando llegaron a la penúltima academia, todos quedaron impresionados por las instalaciones. Parecía estar diseñada por algún importante diseñador como los franceses que salían en las noticias. Llevaron a las madres a una sala anexa, mientras los chicos se quedaron en lo que sería una sala de juegos.
-¿No estáis nerviosos?-preguntó Luhan.
-Se podría decir que un poco...-dijo Kris para sorpresa de Lay y Luhan.
-Algo me dice que está es la academia indicada-dijo Lay, que contaba con una mejor intuición que todas las niñas de su clase juntas.
-Realmente me gusta este lugar. Siento que si entrenamos aquí lo tendremos más fácil para poder entrar a una agencia-dijo Tao.
-No vayamos tan rápido, que ni si quiera sabemos si podremos entrar-dijo Luhan, recordando las anteriores experiencias.
En menos de dos minutos, las madres de los chicos entraron donde sus hijos se encontraban jugando con unos choches teledirigidos. Sin decirles nada les cogieron y salieron de la academia. Los chicos estaban asustados y se miraban nerviosos los unos a los otros. ¿Tan mal había ido?
-A ver chicos, tenemos una noticia buena y una mala.¿Por cuál queréis que empecemos?-anunció la madre de Luhan. Los chicos se encogieron de hombros y la mujer siguió con su explicación.-La buena es que tienen clases de baile desde los cinco años, así que vuestra edad no es un problema-unos grititos se escaparon de las bocas de los chicos, contentos de obtener una buena noticia después de tanto esfuerzo.-Pero también hay una mala noticia. Las clases son de tres horas. Es una agencia muy prestigiosa que ha entrenado a bailarines famosos, y por lo tanto van a lo que van. Os avisamos de que no se toman el baile como un mero pasatiempos. Los entrenamientos serán duros y es posible que os restrinjan algunas comidas, como el chocolate-dijo mirando especialmente a su hijo, que ponía cara de pena.-¿Aún así queréis intentarlo?
-Vais bien equivocadas si pensáis que dejaríamos nuestro sueño por algo así-dijo Kris, su madre sonrió al ver lo serio que se ponía cuando hablaba del baile.
-¿Todos pensáis lo mismo?-preguntó la madre de Lay.
-Sí-dijeron todos al unísono.
-¿Entonces que os parece si entramos a apuntaros ahora mismo?-dijo, incluso más ilusionada que los chicos, la madre de Tao.
Los cuatro chicos sonrieron mientras saltaban de la alegría y entraron de nuevo a la academia. En la sala de entrada les esperaba el director con el que habían hablado antes las cuatro mujeres.
-Como ya le habíamos dicho, no se han echado para atrás. Son demasiado testarudos para eso-dijo la madre de Kris sonriendo.
-Me alegro, los chicos así son los que triunfan-dijo el director mientras miraba detenidamente a cada uno.-¿Podríais entrar de nuevo a la sala de antes? Allí les estará esperando mi secretaria con todos los papeles de las inscripciones. Mientras tanto chicos, acompañadme.
El director guió a los chicos hasta otra sala donde había unos chicos bailando. Parecían tener apenas catorce años pero su técnica les dejó impresionados. Los cuatro se quedaron embobados mirándoles, preguntándose si ellos también serían capaces de bailar así.
-Bueno, ya veo que os ha gustado como bailan los bailarines de esta academia-los cuatro asintieron firmemente con la cabeza.-Ahora me gustaría que me contarais algo de vosotros, como porqué queréis entrar en esta academia, cuales son vuestras metas,..., para dejar hecha vuestra ficha. Cuando acabemos dejaré vuestras fichas en la sala de entrenadores y el que más identificado se sienta con vosotros decidirá ser vuestro entrenados.¿Empezamos?
-Hola, yo me llamo Wu Yi Fan, pero me conocen como Kris debido a que pasé mucho tiempo viviendo en Canadá-empezó Kris para romper el hielo.-Las cosas que más me gustan hacer son pasar tiempo con ellos y bailar. Me gustaría entrar en esta academia para cumplir el sueño de un amigo mío y llegar a debutar algún día en una agencia importante.
-¿Estás seguro de que quieres hacer esto por el sueño de alguien que no eres tú?
-Al principio era así, pero poco a poco su sueño se ha convertido en el mío también-dijo Kris mientras miraba a Tao, que se sonrojó un poco.
-Si es así, perfecto. ¿Quién es el siguiente?-dijo el director.
-¡Hola! Yo me llamo Luhan. Me gusta bailar porque creo que puedo expresarme mejor que con las palabras. Puede que también porque me gusta un poco ser el centro de atención... Me gustaría poder debutar junto a ellos en una agencia y visitar muchos países diferentes-dijo Luhan demasiado rápido.
-Bien Luhan, veo que tu eres el nervioso del grupo-dijo el director sonriendo.
-Hola señor, yo soy Tao. Descubrí que me gustaba bailar en las clases de la escuela. No tengo muy claro porque me gusta, sólo sé que me lo pasó muy bien cuando estoy junto a ellos bailando. Algunos dicen que me veo ridículo bailando y siendo tan alto, pero pienso dar lo mejor de mi para poder llegar a ser alguien conocido algún día-explicó Tao.
-Esa es la actitud, Tao. Y por último tenemos a...
-Lay.
-¿Podría ser que nos hubiéramos visto antes?
-Puede ser, he participado en algunos anuncios y obras de teatro.
-¡Ah! Pero si eres Zhang Yixing. Ya decía yo que me sonabas, ese aire despistado no lo tiene cualquiera. Lo siento, lo siento. Puedes continuar con tu explicación.
-Quiero hacer esto porque con ellos todo es divertido y porque siempre me ha gustado el mundo del entretenimiento.
-Perfecto. Pues ya lo tenemos todo. Vuestras madres os están esperando ahí fuera, mañana os informaremos de todo.
Los chicos se despidieron y se fueron a reunir con sus madres. Todos estaban tan felices que a pesar de lo tarde que era, pararon en una cafetería a tomar unos refrescos. Tenían que prepararse, mañana sería un día muy movido.