Al despertar, Luhan siguió el olor a tortitas que llegaba hasta su habitación hasta llegar a la cocina.
-Buenos días mamá!-dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Buenos días Lu. Veo que te has despertado feliz, por qué será?-le dijo su madre con una sonrisa pícara.
Sin perder un segundo el pequeño empezó a devorar todas sus tortitas hasta que no quedó ni una miga. Cuando ya tuvo la barriga llena volvió a su habitación para vestirse. Finalmente fue al lavabo para peinarse. Realmente le ponía mucho empeño a que su pelo quedara perfecto, no podía mostrarse delante de sus admiradoras desarreglado. Una vez que consideró que tenía el peinado perfecto cogió la mochila, que casi parecía más grande que el propio Luhan, y salió de casa después de un grito de despedida. Una vez en la calle fue correteando hacia el punto donde siempre se encontraban los cuatro amigos. Ese día él había llegado el primero. Fue por poco tiempo que estuvo él solo allí, ya que a los pocos minutos apareció un parlanchín Tao acompañado de un adormilado Lay que parecía no atender a lo que le contaba su compañero. Cuando llegó Kris se dispusieron a caminar hacia el colegio. Hablaron de lo que solían conversar todos los días: el último capítulo de aquella serie de dibujos que tanto les gustaba, las nuevas técnicas que había aprendido Tao en sus clases de artes marciales, de lo feos que eran los dibujos del más alto… Sin casi darse cuenta llegaron al colegio. Las horas de clase pasaron lentas hasta que llegó la hora de educación física. Seguía tocando baile y ese día aprenderían el baile de Bar bar bar de Crayon pop. Los chicos de la clase parecieron un poco decepcionados con la idea pero las chicas saltaban de alegría. Aún así la clase empezó y todos atendieron a las indicaciones del profesor. De repente un profesor entró a la clase de baile para avisar a Lay de que su madre había venido para darle su almuerzo. Otra vez se lo había dejado, este chico… Kris se ofreció a acompañarle, pero solo porque necesitaba ir al baño. Una vez se fueron el profesor accedió a dar un descanso a los alumnos mientras los dos que se habían ido volvían. Tao se acercó a Luhan y le explicó que se lo estaba pasando muy bien. Luhan solo pudo sonreír al ver la felicidad de su amigo. En ese momento alguien toco la espalda de Tao desde abajo. Era Yongguk.
-¿No crees que te ves demasiado patético haciendo este baile con lo alto que eres?-dijo con cara de burla, mientras los dos chicos que tenía detrás (Jongup y Zelo) reían exageradamente alto -. Creo que deberías dejarlo gigantón, el baile no es lo tuyo.
Tao solo pudo responder con una mueca de tristeza. Se dio la vuelta y se puso a correr para salir de allí. No soportaba que la gente le viera triste y no era poca la tristeza que le invadía en aquel momento. Al abrir la puerta se chocó con Kris que ya estaba de vuelta. Intentó aguantar, pero las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos. Aunque Kris no entendía lo que estaba pasando abrazó a su amigo para intentar reconfortarlo. Luhan al ver lo que le habían hecho a su amigo no pudo quedarse callado.
-Pues que sepas que nosotros vamos a hacer un grupo de baile. Seremos idols y nos contratará la mejor agencia de toda China. No habrá quien nos paré, ya lo verás.-En aquel punto de la conversación toda la clase, incluido el profesor, estaban mirando aquellos dos.
-Que vosotros qué? Se puede que has tomado esta mañana para desayunar?-dijo Yongguk.
-Pues he desayunado tortitas, y bien buenas que estaban-dijo Luhan realmente enfadado hasta que notó que alguien estaba detrás suyo.
-Ya lo has oído Yongguk. Seremos un grupo y ganaremos suficiente dinero como para salir de China. Tranquilo, si quieres te podemos mandar una postal desde cada país que visitemos. Deja a Tao en paz, enano acomplejado-dijo Kris, que había acudido a ayudar a sus amigos. Yongguk solo hizo una mueca de fastidio y se movió hacía su sitio ya que se había acabado el descanso.
El día siguió con tranquilidad hasta que se acabaron las clases y se dispusieron a ir al parque del lago. Hoy si que tendrían muchas cosas de las que hablar.