Al siguiente día de que KyungSoo se hubo ido sin avisar, JongIn se propuso salir a buscarlo a su casa, sin embargo su madre tuvo el día libre y decidió pasar tiempo con ella; acababan de arreglar las cosas entre los dos y necesitaban esa convivencia, además podría ir a buscar a KyungSoo en cualquier otro momento.
Para el día siguiente las cosas parecían mejorar. Estando en su habitación, escuchó el golpeteo de la puerta y de inmediato se levantó para asomarse por la ventana. Todo lo que divisaba era el oscuro cabello de su tía, por lo que pensó que KyungSoo se hallaba con ella, pero al bajar corriendo las escaleras, su madre abrió la puerta y solamente vio entrar a SunMin.
—¿No vino KyungSoo? —preguntó el cuanto llegó a su lado. Quería parecer casual, pero no podía cuando en su voz se notaba la ansiedad que sentía.
Escuchó a su tía reír un poco y luego recibió de su parte un beso en la mejilla. SunMin se arregló la blusa y lo miró con las cejas alzadas.
—Le pregunté que si quería acompañarme, pero no quiso. Él y GeumMi se quedaron en casa con su padre —respondió. JongIn asintió y quiso preguntar algo más, pero no lo hizo—. Si quieres verlo puedes ir a buscarlo, no me quiere decir nada pero está enojado contigo, y si quieres arreglar lo que sea que haya ocurrido más vale que lo hagas cuanto antes, a veces KyungSoo se pone demasiado difícil —dijo, como si supiera lo que estaba pensando. JongIn quiso quedarse a explicar que no había hecho cualquier cosa para molestar a KyungSoo; deseaba impedir cualquier malentendido que pudiera haber, pero ya lo haría más tarde. En esos momentos su prioridad era KyungSoo, hablar con él y preguntar qué era lo que había sucedido.
Mientras las dos hermanas iban a la cocina para beber una taza de café para charlar, JongIn caminó nervioso pero seguro hacia la salida. Ya estando afuera, decidió apresurarse, pero la pequeña figura de Hyun Young a lo lejos lo detuvo. La chica sacudió la mano a modo de saludo al verlo y entonces comenzó a correr en su dirección.
—Hola —saludó la chica deteniéndose a su lado. JongIn le sonrió y le devolvió el saludo un poco apresurado—. ¿Estás ocupado?
—Lo lamento, pero la verdad es que sí, ahora mismo iba camino a casa de KyungSoo —explicó, deseando marcharse sin más, pero no lo hacía por educación y por el aprecio que le tenía a su nueva amiga.
—Comprendo, pero necesito decirte algo. Prometo no tardar.
—¿Es muy importante?
—Tan importante como para venir hasta aquí sin avisar a mis padres —comentó Hyun Young riendo. A JongIn no le quedó más opción que esperar.
De un momento a otro la chica adoptó una actitud bastante nerviosa. El rostro se le puso colorado y apoyaba el peso de su cuerpo en un pie y otro. Cuando quiso hablar, las palabras no le salían con fluidez; se rompían y cortaban en su boca temblorosa. A JongIn le dio la impresión de que a continuación vendría una confesión, y al pensarlo dos veces, se dio cuenta de que esa idea no era tan extraña.
Quizá era cierto lo que su madre decía. Ahora que lo pensaba, con él Hyun Young tenía atenciones que con los otros no. Podía estar en lo cierto, y si lo estaba, se vería obligado a rechazar a la chica. No era la primera vez que debía hacer tal cosa. Sabía que su atractivo estaba por encima del promedio, y desde muy pequeño las chicas lo seguían, sin embargo ninguna de ellas había sido amiga suya. Esta situación era más difícil.
—Lo diré y ya: me gustas —declaró con firmeza. A pesar de haberlo sospechado, a JongIn le tomó por sorpresa y los mostró con su expresión.
—Pues no sé qué decir. No sé si agradecerte, pero de cualquier modo lo que diga no importa —Hubo una pausa. Vio que Hyun Young bajaba la mirada, derrotada, como si de antemano conociera su respuesta—. Perdón, a mí no me gustas de la misma forma.
—Bueno, pero te agrado, ¿no? Así empiezan muchas de las relaciones, lo he visto con mis amigas. Tal vez, si empezamos a salir y tenemos citas como amigos, algo más puede surgir —sugirió la chica. JongIn se sintió un poco exasperado por su insistencia, sin embargo la intentó comprender.
—No puedo hacer tal cosa, lo siento, pero no importa cuántas citas podamos tener, estoy seguro de mis sentimientos y de que no cambiarán —aseguró él.
—De verdad me gustas, JongIn. Lo que siento por ti es demasiado grande, no es cualquier cosa, por favor, dame una oportunidad.
—Ya te dije que aunque lo haga no funcionará. A mí ya me gusta alguien.
El semblante de Hyun Young cambió. Antes lucía determinada, pero ahora parecía que acababa de ser abofeteada.
—Es KyungSoo —dijo segura. JongIn la miró con incredulidad, sin entender cómo era posible que lo haya sabido.
—Es KyungSoo —confirmó—. Lo que siento por él no podría ser cambiado ni siquiera con mil citas, espero que comprendas.
Tal parecía que Hyun Young había aceptado su derrota. No volvió a decir nada. Apoyó la espalda contra la verde fachada de su casa y miró al piso. JongIn iba a disculparse una vez más antes de marcharse, pero entonces ella habló, todavía sin mirarlo.
—Cuando conocí a KyungSoo estaba celosa. Él no me agradó —JongIn estuvo a punto de responder, pero ella le sonrió, como pidiendo que esperara—. No fue su descortesía, yo me sentía celosa, siempre tenías algo qué decir acerca de él, incluso si no tenía que ver con lo que estábamos hablando. BaekHyun dijo que es un chico muy especial para ti, y puedo ver que es así. Luego cuando me dio la flor me sentí confundida. Estaba conmovida, él ni siquiera me conocía y arrancó una flor para mí, aun después de que lo odié sin razón.
«Tao me dijo que lo que a lo que KyungSoo tiene se le conoce como autismo. Yo creí saber sobre el tema, pero estaba equivocada, en realidad no sabía nada. Creía que la gente con autismo era incapaz de tener sentimientos, los veía como muñecos que se mueven o robots, y ahora veo que no estaba en lo correcto. Vi sólo un poco de la interacción que hay entre KyungSoo y tú, pero lo poco que presencié fue suficiente para saber cuán importantes son el uno para el otro, pero en especial me di cuenta de lo especial que KyungSoo es. No es que no pueda sentir, simplemente tiene una manera de mostrarlo diferente a la del resto. Es por eso que sus miradas son tan significativas, están llenas de lo que hay en su interior.
JongIn introdujo las manos en los bolsillos de su pantalón; comenzaba a soplar un aire helado.
—KyungSoo es una persona que tiene demasiado por expresar.
—Lo sé, y también sé que tú eres importante para que lo haga. Se nota que los dos se entienden con sólo mirarse a los ojos.
—Él es tan importante para mí como lo soy yo para él. Estoy enamorado —dijo él. Hyun Young sonrió forzosamente.
—Eso también lo sé, desde el principio lo supe, sin embargo necesitaba intentarlo, aunque ya sabía que sería rechazada. Fue egoísta de mi parte pedirte una oportunidad. Gracias por no hacerlo, sería injusto para KyungSoo, él ya ganó tu corazón.
—Gracias por entenderlo.
—Me voy, pronto oscurecerá y no quiero que mis papás se preocupen por mí —dijo mirando el firmamento. Las primeras estrellas ya se notaban en el cielo.
—Adiós.
—Nos vemos, saluda a tu madre de mi parte, también a KyungSoo y GeumMi.
—Lo haré.
La muchacha le dio la espalda y se retiró apresurada. En ese instante JunMin y SunMin abrieron la puerta y le miraron.
—Te escuchamos hablar con alguien —comentó su madre. JongIn suspiró y asintió.
—Era Hyun Young, ya se fue.
—Oh, y ¿qué quería? —preguntó sonriente.
—Me dijo que le gusto, pero la rechacé.
—Bueno, tienes tus razones.
—¿Qué tan malo es que esté enamorado de KyungSoo? —preguntó con la vista fija al cielo con franjas de un azul oscuro.