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Hanging On por yane

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Notas del capitulo:

Hola

 

 

Como estan espero que bien...

 

alguna aqui de Mexico que vaya al concierto de BigBang... *-*

oh las que van a verlos al aerepuerto pues no hay para mas U_U

 

Chicas soy de Panama y estoy feliz por ustedes assdsfsdfjk portense bien y quien quita y se tomen fotos con ellos... he visto fancam y videos de los chicos de BigBang siendo un amor cn sus fans y Taeyang me impresiona que les de confianza a sus fans eso es bueno... 

 

Bueno solo queria decir que no se vuelvan locas... aunqueu bueno eso lo dudo la emocion del momento.. sera inevitable pero ah niñas comportense.. siiiii... <3 en fin que alguien me etiquete lo que sea xD denle mucho amor a los chicos ... 

 

bueno ya kkk

 

a leer

 

 

—¿De quién es, Key?

Key  continuó callado y Jonghyun volvió a dar otro puñetazo en la pared.

—El bebé...

 —No quiero oír hablar de tu bastardo —gritó con los ojos fuera de sus órbitas.

 —¡No es ningún bastardo! —repuso Key—. Es mi hijo.

—¡Por Dios!, ¿qué es lo próximo que te propones?

Con la desazón en el cuerpo y sin querer contestar, Jonghyun se acercó a la ventana y , para acabar la conversación, sentenció:

—A partir de mañana, dormirás fuera de casa.

 —¡¿Cómo?!

—Lo que has oído.

«¡Lo mato!», pensó Key indispuesto.

 Agarrándose de la ventana, sus nudillos se quedaron blancos de indignación. Pensó en gritar, entrar en cólera, pero no quería darle tal satisfacción. Decidió asumir la humillación a que él lo sometía pensando en su hijo, aquel bebé que él ya despreciaba. Así que en un tono servil, murmuró:

—De acuerdo, Jonghyun.—Y separándose de él, indicó levantando el mentón—: A partir de este momento, quiero el divorcio. Está claro que aquí sobro yo y mi hijo,

Jonghyun  se quedó pasmado por lo que estaba escuchando. Molesto por lo que Key acababa de decir, y con voz baja preguntó:

—Key, ¿Qué dices? Al oír el aterciopelado tono de su voz, cerró los ojos. Quería que lo abrazara, que lo acunara, lo mimara ¡no que lo volviera loco!

 Eso era... ¡Jonghyun pretendía volverlo loco!

 —Estoy cansado de todo esto, fue error como has dicho, por favor déjalo ya,  necesito descansar. Como Key siguió caminando, él insistió:

—¿Dónde vas? Key, ¿no ves que está tronando y cayendo un tremendo aguacero?

¿Qué es lo que no te ha quedado claro? Dando dos zancadas, se puso tras él. Key, al notar que él le tocaba el pelo, se volvió y, desconcertándolo como nunca lo había hecho hasta el momento, le imploró, exhausto:

—Por favor, Jonghyun, déjame. Quiero trasladarme hoy; no quiero esperar a mañana. —Y sollozando por primera vez ante él, murmuró—:

Me ha quedado claro por qué te casaste conmigo. Me ha quedado claro que no soy lo que esperabas. Me ha quedado claro que Hyori es perfecta y está por encima de mí que estoy casado contigo. Me ha quedado claro que te repele mi manera de ser. Me ha quedado claro que te avergüenzo continuamente. Me ha quedado claro que no sientes por mí lo mismo que yo siento por ti. Y por supuesto, me ha quedado claro que nuestro hijo será un bastardo para ti.

 ¿Algo más me tiene que quedar claro? ¿O es suficiente lo que me has dicho como para que hoy duermas feliz sabiendo que me siento totalmente humillado por ti? Oh. Sabes Jonghyun mis humillaciones te las podría perdonar pero quiero que sepas que el que digas que nuestro hijo  es un bastardo eso no te lo perdonare. Nunca te lo perdonare. Piensa lo que quieras. Y te prometo no interferir en tus asuntos a partir de hoy. Ya todo me ha quedado claro.

 

 Esas palabras, unidas a las lágrimas de Key al que nunca había visto llorar, consiguieron sin pretenderlo que él reaccionara. De pronto le hicieron sentir cruel, y despreciable por cómo se comportaba con él.

 Tal vez debería calmarse e intentar entender todo lo ocurrido. Quizá el bebé... «¡Dios !, ¿qué estoy haciendo? Si es mi hijo».

Key, vencido como nunca en su vida, se dio la vuelta y comenzó a andar hacia la puerta; pero antes de llegar allí, notó que él lo cogía del brazo y lo hacía girar hasta tenerlo de frente. Como pudo, retuvo las ganas de abofetearlo, y él, empujándolo contra la puerta y agachándose, apoyó su frente contra la de él, y con los ojos cerrados por el horror que sentía al mirarlo y ver que lloraba por su culpa, le imploró:

—Lo siento... Key, cariño, lo siento. No te vayas. Perdóname todo lo que te he dicho, y en cuanto al bebé..., hablemos.

Aquellas palabras tronaron de forma esperanzadora en su corazón, que comenzó a latir desbocado. Pero no, no le iba a  perdonar que pusiera en duda la paternidad de su hijo. No lo iba a perdonar. Se había cansado de sus rechazos  y no estaba dispuesto a consentir ninguno más, y menos habiendo un bebé por medio.

Destrozado por verlo así, Jonghyun lo besó, pero los labios de Key estaban fríos y sin vida, no calientes y receptivos como a él le gustaban. Al darse cuenta, con el corazón destrozado por lo que él solo había originado, se apartó de él, y entonces Key murmuró:

—No, Jonghyun; no te voy a perdonar. Ahora soy yo el que te va a dejar claro que no quiero estar contigo.

—¡Key, eres mi esposo! —exigió él. Con las manos en su vientre, tomo valor a pesar de sus ojos dolidos y su voz quebrada, él lo miró.

—Sí, Jonghyun, soy tu esposo, pero … no por mucho. Ya te dije quiero el divorcio.

—¡No!–gritó Jonghyun.

No te puedes divorciar de mí, si puedo Jonghyun por el momento podrás tomar mi cuerpo cuando te plazca, pero lo que te tiene que quedar muy claro es que ¡nunca! Más me tendrás a mí.

 Entonces, abrió la puerta y , con los ojos inundados de lágrimas, fue hacia la escalera. Las bajó, y dejando a todos sus empleados sorprendidos, salió por la puerta principal y bajo la lluvia torrencial corrió con la dignidad que aún le quedaba hasta el garaje.  

 

**

 

Tras esperar en el garaje y ver  una maleta con sus cosas, Key salió de la casa sabia donde debía ir, Mijoo guardaba las llaves en una maceta cerca de la estrada de su pequeña cabaña. Abrió dentro de la cabaña, empapado por la lluvia y tiritando de frío. Encendió las luces  era un lugar pequeño pero acogedor, una pequeña sala con sillones de cuero marrón, una cocina con lo indispensable.

Con un mohín y muerto de frío, arrastro su maleta hasta la que sería la habitación un espacio de lo más acogedor,  se sentó en la cama, dispuesto a dormir pero debía cambiarse o si no enfermaría.

Busco entre sus cosas ropa cómoda y que lo pudiera abrigar, cuando estuvo listo se preparó un té que lo hiciera entrar en calor.  Cuando estaba a punto de sentarse alguien llamó a la puerta, y preguntó sin moverse:

—¿Quién es?

—Soy Jaebum, señor. Sorprendido porque el apareciera allí, abrió, y se quedó de piedra.

—¿Qué ocurre? —preguntó mientras observaba que los presentes miraban hacia el interior de la cabaña.

 —Venimos para ver si necesita algo. Conmovido, les sonrió.

—Se los agradezco a todos, pero estoy bien. No se preocupen.

—Key —hemos traído comida, otras cosas —dijo Key.

—Gracias..., gracias..., muchas gracias.

Al verlos tan serios, intentó bromear para quitarle importancia a la situación. —Esto me vendrá muy bien para cenar. Pero como ninguno sonreía, finalmente añadió:

 —Vamos..., deben volver a casa. Está lloviendo.

— Solo queremos asegurarnos que está bien. —dijo Boram.

Key se tapó la boca. Estaba a punto de llorar. «¡Oh, Dios!, el embarazo me está haciendo comportarme como una llorón», pensó, emocionado.

Después de aquella visita Key,  sonrió al quedarse solo. Después de comer  se aseguró de que las ventanas y puertas estaban bien cerradas y se acostó. Estaba agotado.

 El día había sido muy largo y con demasiadas emociones nada agradables. Oyendo el sonido del viento y la lluvia, que cada vez golpeaba con más fuerza se durmió.

 

-**

A la mañana siguiente Key, preparaba su desayuno,  sin que pudiera evitarlo pensó en Jonghyun. Aquella mañana había decidido llamar a su hermano Heechul, él lo ayudaría, podía poner los trámites del divorcio.

Tras terminar de desayunar pensó por horas la decisión que había tomado seria la correcta, luego pensó en lo que Jonghyun dijo de su hijo.

“Idiota”

 

En ese momento unos golpes en la puerta, le advirtieron de una visita, sonrió al pensar que podían ser Boram o Jaebum. Pero al abrir la sonrisa se le borro. Jonghyun estaba ahí.

—Hola Key, ¿Cómo estás?

Fue a cerrar la puerta precipitadamente, pero Jonghyun se lo evito. No tenía escapatoria.

—Key.

 

 

 —Hola —respondió sin volverse. Jonghyun que había pasado la peor noche, no tenía buena cara. Desde que lo  había visto salir de su casa, estaba inquieto por saber cómo estaba y al  amanecer ese día y ver que su personal, no lo miraba y hablaba escuetamente lo necesario con él,  fue en su busca.

 —¿Estas bien?

 —No te interesa —respondió el.

 —Una persona en tu estado no debe estar solo, podría pasarte algo.

—Tú lo has dicho: es mi estado. Es mi hijo; por lo tanto, soy yo el que decide lo que debo o no debo hacer.

Durante toda la noche en la habitación, había intentado pensar como hablar con Key, pero sabía que Key no se lo pondría fácil.

Lo había hecho llorar por ser tan estúpido, se había comportado como un energúmeno, y él no quería ser así. Lo amaba y lo adoraba. Lo necesitaba más que a nadie en el mundo, a él y su hijo, porque era su hijo y el tan cabezotas había herido a Key con algo  importante para ellos y por ello se había propuesto reconquistarlo, aunque Key se lo pusiera difícil.

—¿Te encuentras bien?

—Sí.

—¿Te duele la cabeza, o algo?

 —No.

—Necesito hablar contigo, Key.

 —Pues yo contigo no.

—Cariño —susurró.

—¡No me llames cariño! —gritó él.

Consciente de que debía tener la paciencia que últimamente no había tenido con él, suspiró; pero tras un incómodo silencio se extrañó que Key no se moviera ni lo mirara. Por eso, se acercó a él, hasta quedar justo detrás. Necesitaba abrazarlo, besarlo, decirle todas las cosas bonitas que él se merecía, pero temía su reacción.

—Key...—susurró, acercándose.

 —No..., no te acerques a mí. Dispuesto a conseguirlo hundió su cara en su cuello para aspirar el perfume de su pelo y susurró:

—Te quiero, Gatito. Aguantando las ganas de estamparle el jarrón que tenía ante él, tras mover su hombro para que él se separara, espetó:

 —Me alegra saberlo, Jonghyun, pero yo no siento lo mismo por  ti.

—Sé que es una mentira piadosa; tú me quieres.

—No, no miento. Te quería, pero ya no, te podre olvidar. Ahora sólo quiero a mi hijo que es lo más importante para mí. Cabizbajo por oír aquello, decidió desnudar su corazón, y murmuró:

—Soy un idiota, un necio, soy todo lo que tú quieras que sea. Me merezco que estés enfadado conmigo, que me ignores, que no me hables, pero déjame decirte que soy un hombre enamorado de ti y que haré todo lo que esté en mi mano para que vuelvas a creer en mí y me quieras. Resistiendo su impulso de abrazarlo por lo que acababa de decir, Key respiró hondo y, negando con la cabeza, murmuró:

—Entre tú y yo nunca más  habrá nada.  Te di oportunidades, y si te doy otra será lo mismo, así que hazte la idea que lo que hubo pertenecerá al pasado y, como tal, ha de quedar olvidado. Quiero que sepas que comenzare los trámites del divorcio.

 Sin darse por vencido y sin separarse de él, le susurró al oído:

—No voy a permitir que te separes de mí y que no me ames. No voy a permitir que olvides lo que una vez existió entre tú y yo. Y no lo voy a permitir porque sé que me quieres, y yo no puedo ni quiero vivir sin ti.

A punto de saltársele las lágrimas y olvidándose de todo, Key se volvió hacia él y gritó:

—Eres despreciable. ¡Te odio! Todo esto lo haces para que yo vuelva a caer como un bobo en tu cama. Pero estoy seguro de que cuando me haya abierto de piernas y todo se normalice, volverás a humillarme y a decirme eso de «¿por qué te has casado conmigo?».

Además, llevo en mis entrañas un bebé del que tú, ¡maldita sea, tú!, has dicho que es un bastardo. Por lo tanto, no te acerques a mí porque ni mi hijo ni yo queremos nada de ti.

—¡Ahora fuera de mi casa!

—Key, cariño... Pero él no quería escucharlo.

—¡Fuera de mi casa he dicho! —volvió a gritar.

Convencido de que era inútil hablar con Key en ese momento, finalmente se marchó. Ya hablaría con el cuándo estuviera más tranquilo. Pero no. Hablar con Key sería imposible.

Bastante bruto había sido ya con él. Aquélla fue la primera de muchas veces que Jonghyun, trataba de hablar con él, y cuando llegaba a su casa, se sentaba abatido y malhumorado en su cama y se preguntaba qué podía hacer para reconquistar a Key.

Key era demasiado importante y valioso para él como para que las cosas quedaran así. Y tenía que apresurase pues su abogado le había dicho que pronto tendría noticias de los papeles del divorcio. 

Notas finales:

Pues que les digo.... nada 

 

creen que no se debe divorciar o si se debe divorciar... ???

 

Jonghyun tiene que hacer de todo para que Key confie en el.

 

dejen rw

nos leemos

 

bye  bye


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