Durante esos días, Jonghyun apenas dormía. Sólo podía pensar en Key, ha escondida lo visitaba, tenía que saber de él, verlo. No quería que el supiera que estaba tan desesperado.
Pero una noche Key se despertó, y al abrir la puerta de la cabaña, se quedó sin habla al ver el auto de Jonghyun y verlo dormido. El primer instinto fue asustarlo para que se alejara de allí, pero cuando vio que las lágrimas acudían a él, se metió en la cabaña y lloró.
No podía perdonarlo fácilmente.
Mijoo y Jaehyo lo visitaron y al enterarse de la situación, intentaron mediar. Pero fue imposible. Key se había cerrado en banda y le daba igual todo lo que dijeran. No pensaba volver a confiar y perdonar a Jonghyun. Nunca más.
Pasados los días Jonghyun al ver que no conseguía acercarse a Key, trazo un plan, así que todos los días cuando Key salía de su casa, Jonghyun estaba esperándolo con una sonrisa radiante. Le llevaba un presente, mientras le pedía una y mil veces disculpas y trataba de bromear con él.
Key simplemente le escuchaba, pero no sonreía. Sólo asentía.
Jonghyun llevaba tanto tiempo sin verlo sonreír que él comenzó a preocuparse.
¿Cuándo había perdido Key aquella sonrisa tan maravillosa?
Dos semanas después.
Una mañana, tras pasar una noche en la que Key no paró de vomitar, salió de su casa rumbo a casa de Jonghyun, necesitaba ir por sus pertenencias faltantes y esperaba no encontrarse con Jonghyun, pero al llegar se quedó boquiabierto al ver a tres personas bajándose de un auto y a Jonghyun sonriendo feliz.
Poniéndose la mano en los ojos para intentar que el sol no lo cegara, de pronto, una alegría se instaló en su pecho al reconocer a Taemin, y bajándose del auto corrió hacia Taemin.
***
En la casa Jonghyun hablaba con Eushin, cuando una sonriente Boram entró para avisarle de una visita. Cuando Jonghyun salió al exterior por la puerta principal sonrió al ver llegar a su hermano Minho a Taemin y a Onew.
—¡Vaya! ¡Qué agradable visita! —aplaudió, feliz. Con rapidez se acercó hasta Taemin y le susurró al oído:
—Gracias por venir en mi ayuda. Éste sonriendo, le respondió:
—Si no he venido antes es porque me lo prohibiste, maldito cabezotas. Jonghyun sonrió. Taemin era fantástico y con seguridad lo ayudaría a recuperar el cariño de Key, que en los últimos días había empeorado. Minho se acercó a su hermano y lo abrazó.
—No sé qué habrá pasado aquí, pero tu cara de cansancio me hace suponer lo peor. Aunque tengo que decirte que no te preocupes; si yo he podido con Taemin, tú podrás con Key.
Divertido por el comentario le dio a su hermano un par de palmadas en la espalda y miró a Onew, que miraba a su alrededor.
—Y tú, ¿qué haces aquí, Onew? —preguntó Jonghyun, divertido.
—Estaba visitando a mis pequeñas Sulli y Jihyo, cuando Taemin me invito a hacerte una corta visita.
El me pidió que los acompañara. Pero si quieres que desaparezca sólo tienes que decírmelo y me iré por donde he venido.
—Anda ya..., no digas tonterías. —Lo abrazó Jonghyun, aunque sintió una punzadita en el corazón al recordar que Key le había dicho que Onew lo viera hecho feliz.
¿Sería verdad?
— Eres bienvenido a mi hogar, que desde este mismo instante es el tuyo.
—Gracias, hombre —sonrió Onew. Y mirando a su alrededor, preguntó—: Bueno, ¿y dónde está ese maravilloso rubio?
—Eso, ¿dónde está Key? —insistió Taemin, mirando hacia la puerta.
En ese instante, Jonghyun miró hacia el portón y sonrió al verlo correr hacia ellos.
—Allí viene. Todos se volvieron hacia donde Jonghyun indicaba.
Taemin, feliz, saltó sobre sí mismo, moviendo los brazos, mientras Key, por su parte, corría y hacía lo mismo.
—¡Vaya, Jonghyun! Por tu cara de bobo presiento que las cosas entre ustedes dos han mejorado bastante —cuchicheó Onew. Él se encogió de hombros, y Onew prosiguió:
—Entonces, me confirmas que estás mejor que el último día en que os vi.
—Júzgalo por ti mismo —resopló Jonghyun. Onew se quedó extrañado por aquella contestación.
—¿Lo tratas bien? —preguntó. Molesto por la pregunta, Jonghyun miró a su amigo.
—Por supuesto. Como él se merece —respondió.
—¡Por Dios, Key!, ¿qué te ha pasado? —gritó Taemin en ese momento.
Key se detuvo en seco, sabia como estaba, tenía unas horrendas ojeras y encima la noche anterior se había golpeado el labio con la puerta, así que esa mañana tenía un moretón en la cara.
Onew, incrédulo, fijó la vista en Key, y al ver el labio amoratado, se volvió hacia Jonghyun y le dio un puñetazo que le tumbó hacia atrás.
—¡Maldito cobarde!, ¿cómo puedes haberle pegado? —gritó sin darle tiempo a explicaciones.
Enojado, Onew se tiró encima de él, y dándole otro puñetazo que le hizo sangrar por el labio, gritó antes de que Minho los separara—: ¿A eso le llamas tú tratarlo como se merece?
—¡Suéltame, maldita sea! —gritó Jonghyun, ofendido.
Key llegó hasta ellos rápidamente, y junto a Minho y Taemin, ayudó a separarlos.
—Pero bueno, ¿se puede saber qué les pasa? —preguntó casi sin voz por la carrera.
Jonghyun, tocándose el labio para quitarse la sangre, vociferó, molesto:
—Explícale a ese burro que yo no te hice las marcas de tu rostro. Minho, incrédulo, lo miró.
—¡Ay, Key! —gimió Taemin, mirándolo—. ¿Qué te ha pasado?
Consciente de que todas las miradas estaban dirigidas a él, sin acercarse a Jonghyun para ver su herida del labio, aclaró:
—Lo creas o no me he dado con la puerta, y por eso tengo el labio así. —Y volviéndose hacia Onew, le increpó—: ¿Cómo has podido pensar que Jonghyun ha sido capaz de hacerme esto?
—No lo sé —murmuró, tocándose el puño.
Divertido, vio la sangre en la boca de su esposo, pero haciendo caso omiso de su estado, se volvió hacia su amigo y , con una sonrisa que llevaba tiempo sin enseñar, murmuró, haciendo que a Jonghyun se le encogiera el corazón:
—¿Crees que yo me dejaría hacer esto sin haberle marcado a él?
—No sé, precioso. Por un momento he pensado que...
—No pienses tanto, Jinki, y si piensas, hazlo con conocimiento —bufó Jonghyun, marchándose hacia el interior de la casa. Minho, al ver que Key no corría tras él, miró a Onew, y lo invitó:
—Anda..., vamos.
Taemin, mirando a Key con detenimiento, le dijo a Minho: —sigan ustedes. Yo iré a dar un paseo con Key por los alrededores. Así pues, los hombres se adentraron a la casa, y ellos comenzaron a caminar.
En el auto de Key, todo se tornó silencioso, tras ingresar a un pequeño sendero se detuvieron frente a una pequeña cabaña, Key se bajó he invito a Taemin abrió la puerta y lo hizo entrar.
—Bienvenido a mi hogar —dijo mirando a su alrededor.
Taemin, sin entender nada, miró la casa, y Key le señaló la puerta del baño.
—Ése es el responsable de que mi labio esté así. Ha veces se traba y tengo que jalar con fuerza.
Taemin cada vez más confuso, lo miró y añadió:
—No entiendo nada de lo que me estás contando. ¿Qué es eso de que éste es tu hogar, y de que la puert...? Pero no pudo seguir hablando.
Key se derrumbó y comenzó a llorar, y poco después le sobrevino una arcada que lo hizo vomitar. Taemin, asustado, lo llevó rápidamente hasta la cama y logró sentarlo allí.
—Vamos a ver, Key, comencemos por el principio, porque te prometo por mis niñas que cada vez entiendo menos.
Entonces, Key, necesitada de hablar, empezó a contarle todo lo que le había ocurrido en los últimos meses.
—¡¿Que estás embarazado?!
—Sí.
—¿Jonghyun no lo sabe?
—Sí, y ese patán cree que no es suyo. Incrédulo por lo que oía, Taemin susurró:
—¿Cómo es posible que crea eso? Entre gemidos, respondió:
—Dijo que no era hijo suyo, y yo no quiero oírlo, lo detesto y no lo perdonare.
—Vaya, Key... Veo que han estado muy entretenidos. —Pero Key no tenía ganas de reírse.
—Y además, sólo se la pasa mencionándome a la tonta de Hyori. Que si ella es bonita, graciosa, hermosa, con un pelo encantador... ¡Oh, Dios..., la odio! Cada vez más consciente de por qué Jonghyun lo había llamado, Taemin se sentó junto a él y, tocándole con cariño el pelo, le susurró al oído:
—Mira, Key, entiendo todo lo que me dices. Entiendo que él no se ha portado todo lo bien que debería haberlo hecho y... Pero calló al notar que alguien entraba en la casa. Era Onew, que cerró la puerta y dijo a su espalda:
—Vamos a ver, Key, ¿qué ocurre aquí? Me acabo de enterar por Eushin de que vives en esta cabaña y que estás esperando un bebé. —Y señalándola con el dedo, siseó—: Si Jonghyun es quien te hizo eso en el labio, dímelo, pero dímelo ya, porque te juro que se lo hago pagar ahora mismo.
Key se llevó las manos a la cara y comenzó a llorar de nuevo, y Taemin, mirando a Onew, le susurró:
—Lo tuyo es ser oportuno, siempre.
**
Aquella noche, las cosas parecían haberse calmado, pero como cada día, Key se empeñó en que no quería dormir en la casa de Jonghyun, y este una vez más, lo dejó marchar.
Taemin, Minho y Onew intentaron por todos los medios que él se quedara a descansar, pero no hubo manera. Por ello, Jonghyun, cansado de escucharlo, lo tomó del brazo, y lo llevó hasta la puerta principal de la casa y, con una sonrisa, le dijo:
—¿Estás seguro de que no te quieres quedar, cariño?
—¡No me llames cariño! —protestó.
Jonghyun, conteniendo las ansias de besarlo, se acercó a él y le susurró al oído:
—Si no te importa, esta noche, como tenemos invitados, no te visitare.
—Me parece justo —asintió el—. Que pases una buena noche.
Jonghyun lp vio alejarse y , entre susurros, dijo sin que él lo oyera: —Lo mismo digo, cariño.
Al ver aquello Taemin, Minho y Onew se miraron. ¿Qué estaban haciendo aquel par de tontos?
Cuando Jonghyun se sentó junto a ellos, una avalancha de emociones le recorrió el cuerpo. Se sentía frustrado, rabioso, enfadado, pero estaba enamorado de aquel rubio de una manera tan irracional que le estaba comenzando a nublar la razón. Parte de él deseaba darle una buena azotaina para que dejara de comportarse de aquella absurda manera, pero otra parte de él lo único que quería era besarlo, que lo besara, hacerle el amor, ¡y por todos los santos!, que le sonriera.
Necesitaba oír el sonido de su risa, sentirlo, pero Key parecía no darse cuenta.
—Vamos a ver, JOnghyun, ¿desde cuándo ocurre esto? —le preguntó Minho, molesto.
—Desde hace dos o tres semanas. Tuvimos una fuerte discusión, me comporté como un imbécil, y eso ha originado que Key esté así conmigo.
—Pero ¿cómo puedes permitir que Key, que está embarazado, ande por ahí con el frío que hace? —le recriminó Onew.
Incapaz de callarse, Taemin miró a su cuñado y , en un tono nada conciliador, espetó:
—Por lo que yo sé, Key se fue por que tú lo quisiste o No. Key sólo cumple órdenes. Jonghyun le clavó la mirada a su cuñado y respondió:
—Tienes razón. Ofuscado, la noche de nuestra discusión dije esa tontería, pero esa misma noche, antes de que saliera de nuestra habitación, intenté rectificar, pero ya sabes cómo es tu amiguito Key.
—Te puedo asegurar que si Minho hubiera dudado de que mi hija no era de él, tampoco lo habría perdonado—añadió Taemin—. ¿Cómo se te ha ocurrido ofenderlo de tal modo?
—¡Joder, Jonghyun! —exclamó Onew.
—Estaba cegado por la rabia —respondió, desesperado—. No intento disculparme por ello; la furia me cegó, y ahora estoy pagando las consecuencias, y con creces.
—No me lo puedo creer, Jonghyun—dijo Minho—. ¿Me estás queriendo decir que desde hace dos, tres semanas, permites que Key este lejos, aun creyendo que su hijo ¡es tu hijo!?
Con sorna su hermano lo miró y, señalándole con el dedo, le indicó: —Precisamente tú cállate.
—Yo no se lo permitiría —insistió el otro sin amilanarse.
—Mira, Minho—le recriminó Jonghyun—, llevas seis años permitiendo que tu gracioso esposo, ese que ahora me mira con ganas de sacarme los ojos, se salga con la suya en todo.
¿Qué se supone que me recriminas a mí?
—Creo que son unos blandos.
¡Oh, sí!, lo creo firmemente —se mofó Onew. Taemin, tras darle un pescozón que a aquél le hizo reír a carcajadas, preguntó:
—¿Cómo pudiste decirle que no era tu hijo?
—Te lo acabo de explicar... Me cegué.
—Muy mal, Jonghyun; muy mal —murmuró Minho.
—¿Quieren dejar de juzgarme y ayudarme a buscar una solución? ¿Acaso crees que a mí me gusta ver como él no me mira, no me habla, no se dirige a mí para nada, no me cuenta si está bien o mal? ¡Joder, me voy a volver loco!
—Te lo mereces por idiota —le recriminó Taemin. —Mira, Jonghyun —dijo Taemin—, Key no puede continuar durmiendo solo en su estado y...
—Ya lo sé... —respondió, molesto—. Lo que no sé es qué hacer para que el vuelva a confiar en mí, y además quiere separarse de mí.
—Que?
Lo que escuchas, Key está decidido a separarse de mí, y ya no sé qué hacer llevo días diciéndole que lo quiero, implorándole su perdón, dejándome pisotear como nunca antes lo he hecho y , aun así, nada. Pero me angustia oírlo llorar por las noches en su casa.
—¿Espiando a escondidas? —se mofó Onew. Jonghyun lo miró con gesto fiero, pero Onew sonrió.
—Si no hubieras sido tan idiota todo este tiempo y no te hubieras comportado como un energúmeno, nada de esto te estaría ocurriendo. Quisiste darle una lección a Key por cosas que pasan a veces sin uno proponérselo, y al final, tú solito la has vuelto a liar —le recriminó Taemin—. Siento decírtelo, pero te lo tienes merecido, por cabezón.
Sin importarle mostrar sus sentimientos ni lo que pensaran sobre él, Jonghyun se volvió hacia Taemin y susurró:
—Tae, amo a Key. Ese rubio es lo mejor y más bonito que he tenido nunca, y estoy dispuesto a luchar lo que haga falta porque el vuelva a mirarme como me miraba hasta que yo solito fastidié nuestra relación.
—¡Oh, qué romántico! —se mofó Onew.
—Tú, cállate —dijo Minho, dándole un puñetazo—. No tienes ni idea de lo que mi hermano está hablando.
—Jonghyun, ¿por qué no cambias de táctica? Si la que estás usando ahora no funciona, intenta otra. Quizá tanto agobio a Key no le gusta.
—¿Y qué pretendes que haga? Si no soy yo quien intenta estar con él y verlo, te aseguro que Key no intentará verme a mí.
—¿Estás seguro?
—Totalmente seguro —asintió él.
Taemin, tras resoplar, miró a Minho, que le guiñó un ojo.
—Hablemos de lo que vamos a comenzar a hacer a partir de mañana. A Key, como siempre, o lo pones entre la espada y la pared, o nunca reaccionará. Y Onew, necesitaremos tu ayuda de nuevo.
—Al ver que aquél sonreía, Taemin le aclaró—: Y tranquilo, esta vez no permitiré que Minho , ni Jonghyun te ponga la mano encima. Minho, al ver que su hermano y Onew se sentaban junto a Taemi, rió y dijo:
—Todo o nada. Te la juegas hermanito.
**
Aquella mañana, cuando Key se levantó, suspiró otro día mas, paso su mano por su vientre y sonrió, pero al pensar que nada más abrir la puerta allí estaría Jonghyun rápidamente esta se esfumo.
Al medio día Onew y Taemin fueron en su busca, Key se resistió pero al final lo convencieron. Cuando entró en la casa de Jonghyun, esperó encontrarlo sentado a la mesa junto a Minho, pero no estaba allí.
—Ven, siéntate Key —sugirió Taemin—. Necesito de tu ayuda para la fiesta que organizaré a Sulli para su cumpleaños. Vendrás, ¿verdad?
—Por supuesto. Mirando a su alrededor, Key quiso preguntar por Jonghyun, pero no quería dar a entender que le extrañaba no verlo; por ello, se sumó a la conversación y se sorprendió cuando Taemin dijo:
—Minho y Jonghyun han ido a visitar al padre de Mijoo. «¡Vaya así que está haciendo visitas», se dijo molesto al pensar en Hyori. Pero con rapidez recordó que ésta ya no vivía con sus padres.
—¿A qué han ido?
—Por lo que se negocios.
Durante un buen rato, escuchó a Onew y Taemin hablar sobre Luhan, Kai y un sinfín de personas, mientras él estaba sumido en sus pensamientos.
—Bueno..., ahora que estamos los tres solos y el bruto de Jonghyun no está —dijo Onew—, Key, ¿qué vas a hacer? Anoche nos quedó muy claro a todos que la convivencia con tu tormentoso esposo es totalmente nefasta.
¿Volverás con tu abuela, o te quedarás aquí?
Aquella pregunta lo pilló totalmente desprevenido.
—No sé. No he pensado nada.
—¡Oh, cariño! Anoche hablé muy seriamente con Minho y Jonghyun —le explicó Taemin—. Y a ambos les pareció correcto que si tú quieres, te vengas a vivir con nosotros.
—¡¿Cómo?! —susurró Key. Pero Taemin, sin prestarle atención, continuó:
—Mira, Key, así no puedes continuar. No me parece bien que estés viviendo tú solo y en estado de gestación. Por ello, Minho ha hablado muy seriamente con su hermano, y él ha accedido a que tú decidas si quieres continuar viviendo aquí o regresar con tu abuela. Aunque ciertamente la convivencia no era la mejor... —Y el siguiente paso es intentar una separación amistosa —continuó Taemin, haciendo que Key se atragantara—. Si Jonghyun accede, podrán separarse y así ambos tendrán la ocasión de comenzar una nueva vida cada uno.
Llevándose las manos a la boca, Key sintió una tremenda arcada. Sólo pensar en irse de aquel precioso lugar lo enfermaba. Por ello, y sin darles tiempo a decir nada más, se disculpó y salió al exterior en busca de aire fresco. Lo necesitaba. En el interior de la casa Taemin y Onew sonrieron, y con un descaro increíble, el primero susurró:
—Confirmado.
Key no se quiere marchar de aquí ¡ni muerto!
Por la noche, aparecieron Minho y Jonghyun.
—Hola, cariño —dijo Taemin, corriendo a besar a Minho.
Minho, con un afectuoso abrazo, lo levantó y lo besó. Aquello hizo sentir a Key una punzada en el corazón aun así sonrió, por lo menos Taemin si era feliz.
Inconscientemente, miró a Jonghyun, lo suyo ya estaba perdido.
Pasado unos minutos pusieron dos platos más para los recién llegados, y Jonghyun, sentándose al lado de Key, comenzó a comer. Con el rabillo del ojo, éste se percató de que él tenía bastante apetito, y eso lo extrañó. Llevaba tiempo sin verlo comer así, y en especial, sin atosigarlo para que comiera.
—Jonghyun, hoy hemos hablado con Key sobre lo que anoche comentamos.
—¿Ah, sí? —asintió Jonghyun, y mirándolo, preguntó—: Bueno, Key, y tú ¿qué piensas?
Entenderé perfectamente que desees marcharte. Es más, conociéndote creo que eso realmente te haría feliz. Dejando el tenedor sobre la mesa, Key los miró a todos y , con una falsa sonrisa, murmuró:
—Bueno, yo no había pensado en marcharme de aquí, pero si tú crees que... Al ver su cara de desconcierto, Jonghyun se alegró, pero fingiendo como nunca, afirmó con una maravillosa sonrisa:
—Key, yo sólo quiero lo mejor para ti. Y está visto que estar aquí conmigo no es lo que más te agrada. Por ello, si tú quieres, yo accederé a que te marches.
—Creo que en su situación es lo más sensato, Key —admitió Minho—. Y estoy seguro de que tu abuela lo entenderá. No te preocupes por nada. Entre todos, lo solucionaremos.
Taemin, percatándose de su estado, quiso meter más presión y, levantándose, dijo:
—Mira, Key, no te martirices. Vente conmigo y no te preocupes por nada. Pasado mañana regresamos, y te aseguro que yo allí te haré la vida mucho más fácil de lo que la tienes aquí.
—Pero… No pienses, Key. Piensa en ti y en el bebé.
Lo nuestro fue más que un error desde el principio, y tú lo sabes tan bien como yo. «¿Un error? ¿Que lo nuestro ha sido un error?».
—Sinceramente, Key —remató Jonghyun—, creo que nos merecemos la oportunidad de poder retomar nuestras vidas. Tú te mereces a alguien que te haga feliz, y yo también.
Nadie espero lo siguiente Key se levantó de la silla y mientras las lágrimas caían de sus ojos murmuro:
—Quiero..., yo… necesito ir a descansar — y Jonghyun — dijo Key antes de salir.
Jonghyun, con todos los músculos de su cuerpo agarrotados, contuvo la respiración, dime:
— En tres días, podrás ser feliz completamente, el error que cometiste al haberte casado conmigo, se terminara en tres días.
Jonghyun, levantándose de la mesa fue a decir algo pero Key, farfullando unas buenas noches, y salió de la casa.
En cuanto Key salió, Jonghyun furioso exploto: y comenzó a gruñir y a quejarse de lo que había ocurrido allí:
—¡Joder, Taemin!, Tranquilo.
Pero Jonghyun estaba horrorizado. Con sólo recordar el rostro pálido y las lágrimas de Key, lo ponía enfermo.
Taemin dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias, se acercó a él y le susurró con cariño mientras le acariciaba la cabeza:
—No te preocupes. Lo conozco y reaccionará.
—¿Y si no lo hace? —preguntó, desesperado.
—Lo hará —sentenció Taemin, o eso creo— susurro dispuesto a que esa historia no terminara así.