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Hanging On por yane

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Notas del capitulo:

 

Hi ^^ 

 

 

Espero que les guste el capi 

 

 

a leer

 

 

Después de la ceremonia, Key se sentía como en una nube, estaba confundido por todo lo que ocurría a su alrededor Hana y su padre se acercaron a él intimidatoriamente, que ni siquiera cuando los tuvo encima se movió. Pero en el momento en que el padre de Hana levantó su mano para golpearlo, Jonghyun se interpuso y le dio tal puñetazo que lo hizo saltar por encima de los bancos de la capilla; luego le gritó que si volvía a acercarse a su esposo lo pagaría.

 Después Jonghyun al ver que Hyori lo miraba con tristeza, le ordenó a Eushin que la llevara al salón. Mijoo los acompañó. Conocía a su hermana y estaba segura de que sacaría de quicio al pobre Eushin. Tras firmar los papeles Jonghyun salió de la iglesia con Key de la mano. Una vez fuera, lo soltó y comenzó a golpear a Onew, mientras Kai, Luhan y Taemin trataban de separarlos.

Key convencido de que su boda había sido lo peor que había hecho en su vida, huyó. Necesitaba desaparecer. Después de calmarse, miró con incredulidad el trozo de cuero atado en su dedo, y decidió subir a su habitación. Necesitaba estar solo y pensar en lo que había pasado.

 Pero al abrir la puerta de su refugio particular se quedó congelado al ver a Jonghyun, apoyado plácidamente en la ventana. Su expresión cuando lo miró hizo que se estremeciera de pies a cabeza. Pero no de placer, sino de miedo. Con gesto duro, Jonghyun le sostuvo la mirada durante un buen rato, mientras se preguntaba por enésima vez por qué se había casado con él. No supo responder y se olvidó de ello momentáneamente.  Al ver que Key, con valentía, cerraba la puerta y se apoyaba en ella.

—Nunca vuelvas a desaparecer sin decirme adónde vas —dijo con dureza—. Ven aquí, Key. A consecuencia del tono de voz de Jonghyun, Key quiso desaparecer, pero antes de que le diera tiempo a hacer movimiento alguno, él volvió a hablar, esa vez de peor humor.

—La primera regla que necesito que aprendas es que no repito las cosas. Si no quieres tener problemas, comienza a obedecer. Sin embargo, Key continuó mirándolo como si estuviera en una nube.

—¿Pretendes que te castigue, o prefieres que te azote? —añadió.

 La pregunta consiguió que reaccionara, y clavándole sus felinos ojos, se le acercó.

 —Ni me castigarás, ni me azotarás, o... De repente, lo tomó por el brazo y tiró de él hasta que quedó frente a él. Posando sus manos en la cintura de Key lo atrajo hacia sí y lo besó.

 Aquel beso lo pilló tan desprevenido que apenas pudo moverse mientras sentía cómo las piernas le temblaban al sentir la voraz arremetida contra su boca. Asustado por aquella intensidad, Key intentó escapar, pero le fue imposible.

La boca de Jonghyun era exigente y salvaje, y sus manos aún más. Asustado por aquella invasión, atrapó entre sus dientes la lengua de Jonghyun y la mordió. Él lo soltó.

—¡Joder, Gato! —bufó, molesto—. No vuelvas a hacerlo. Cogiendo aire con dificultad, Key se separó de él y, poniendo la distancia de la cama entre ambos, siseó enojado:

—No vuelvas a llamarme así, Jonghyun.—Al verle sonreír, gritó—: Pero ¡¿quién te has creído que eres para hacer lo que has hecho?! Rascándose la barbilla, Jonghyun rodeó la cama.

—Soy tu esposo. ¡Tú dueño! ¿Te parece poco? Key no respondió.

—Y por ello te llamaré como me venga en gana y te trataré de igual manera, ¿has entendido?

 —No.

—¡¿Cómo?!

 —¡He dicho que no! —volvió a gritar Key. Y agarrando unas tijeras, lo amenazó—: No me obligues a hacer algo que no quiero. Jonghyun sonrió, aunque con una sonrisa tan fría como sus ojos.

—Hum... Ese carácter tuyo creo que lo tengo que aplacar.

—Ni lo sueñes, Jonghyun. Verlo ante él de aquella manera lo excitó; Key lo mirada retadoramente y eso le fascinaba. En circunstancias normales, le hubiera quitado las tijeras de un manotazo, lo habría tumbado sobre la cama y le habría hecho el amor con la misma pasión con que lo miraba. Pero no. Key necesitaba aprender.

—Suelta eso, Key, si no, tendré que darte un escarmiento.

 Key sabía que aquel juego era peligroso, pero una vez comenzado era incapaz de pararlo. Por ello, sujetó con más firmeza las tijeras.

—Atrévete a darme un escarmiento, Jonghyun, y lo pagarás —dijo.

Tras una carcajada que le puso a él los pelos de punta, él soltó:

—Ya lo estoy pagando, Key. Estar casado contigo es un castigo.

—¡¿Por qué te has casado conmigo?! —gritó el—. ¡Maldita sea, Jonghyun! Yo no te he obligado. Jonghyun asintió y lo miró con una profundidad que lo hizo estremecerse. Nunca le diría la verdad; no le revelaría el plan que había trazado junto con Minho y Kai. Había pretendido raptarlo tras la cena para confesarle su amor y casarse con él.

 —¿Por qué? ¿Por qué te has casado conmigo? —volvió a gritar Key.

 —¿Quieres la verdad? —dijo él, incapaz de confesarle la verdad.

—Sí. Tras mirarlo unos instantes, dijo: —Le debía varios favores a tu abuela, y ésta ha sido una manera de pagárselos, ¿te parece bien?

—Un intercambio de favores, eso soy para ti —susurró Key con un hilo de voz.

—Sí..., Key —respondió—, eso eres, te guste o no. Pero, ¿sabes?, ese intercambio te permitirá que sientas la soledad como yo la he sentido todos y cada uno de mis días por tu culpa. Quiero que desees morir tantas veces como yo lo deseé, sintiéndome solo y rechazado. Me destrozaste la vida, Key; me la quitaste.

—Ver su cara de horror le dolió, pero prosiguió—: No quiero nada de ti; antes prefiero disfrutar con cualquiera puta. Pero no te voy a mentir, Gato, ahora que me he casado quiero un hijo.

—Eso te lo puede dar cualquiera puta que se lo pidas.

 —Lo sé —asintió Jonghyun.

—¿Quién te dice que no lo tienes ya?

 —No, Gato, quiero un hijo de mi esposo. Y tú eres mi esposo.

 Una vez que consiga lo que quiero no me volveré a acercar a ti. No me interesas. Key sintió que la boca se le secaba. ¿Cómo era posible que le estuviera ocurriendo aquello? ¿Cómo podía Jonghyun estar hablándole así? ¿Qué le ocurría? ¿Qué le había hecho?

—Mira, Key, no tengo intención de acercarme a ti a no ser que esté tan borracho como para confundirte con alguna prostituta que me calientan de vez en cuando.

Llevándose las manos a la cabeza, Key  susurró: —Esto es humillante... Yo... Jonghyun no lo dejó terminar. Lo que le estaba diciendo era mentira, pero quería hacerle daño, que se sintiera mal.

—Por ello, como tu esposo, cuando yo te pida un beso, me lo darás. Si te pido que seas amable, lo serás. Y si me desobedeces te juro, Gato, que sin importarme quién esté delante, te cogeré y te azotaré.

—¡No! —gritó el—. Si te atreves a tocarme, te juro que te mato. Con una risotada que hizo que Key se paralizara, Jonghyun saltó por encima de la cama. Jonghyun lo cogió y rodó con él por el suelo. Y tras quedar encima, le dio un nuevo y profundo beso en la boca que lo dejó sin aliento.

 Jonghyun, al notar que su entrepierna crecía por momentos, decidió levantarse, y con Key aún en sus brazos, se sentó en la cama y lo puso sobre sus piernas boca abajo.

—¡Suéltame! —gritó horrorizado al sentir que lo iba a humillar. Pero Jonghyun no lo soltó, y con voz clara, le dijo entre dientes:

—Hoy, querido gatito, recibirás lo que tu hermano y tu abuela debieron darte hace tiempo.

—¡No se te ocurra ponerme la mano encima, Jonghyun! Sin bajarle el pantalón para no dañarlo, le dio un azote en el trasero que lo hizo chillar. Intentó zafarse de él, e incluso morderle en la pierna, pero le fue imposible. Jonghyun lo tenía  de tal manera que no podía hacer nada, excepto seguir recibiendo azotes.

 —Esposo, si sigues chillando, todos pensarán que disfrutas mucho de mí. Avergonzado por aquella posibilidad, y humillado por todo lo que le estaba haciendo y diciendo, gritó:

—Suéltame, idiota. Un nuevo azote cayó sobre él.

 —No me insultes, o no pararé.

Así estuvieron un buen rato, hasta que finalmente Key paró de insultarlo y se calló. Jonghyun, con el corazón más dolorido que la mano, al comprobar su silencio se detuvo. Levantándose de la cama, lo puso en pie, y sin soltarlo, lo miró.  En sus ojos vio el enfado y la humillación.

—Ve preparando tus cosas —dijo, mirándolo—. Pasado mañana, nos iremos. Y sólo te diré una cosa más: si no quieres ver a tu familia sufrir, intenta hacerles creer que eres feliz. Tras dar un portazo Jonghyun se marchó.

—Eres un idiotaa... — grito Key con lágrimas.

 

**

 

Después  salir de la habitación de Key, Jonghyun buscó a Onew y se enzarzó de nuevo con él. Todos en la casa se dedicaron a separarlos, y al final, Jonghyun, dispuesto a aclarar ciertas cosas con Onew, le exigió que hablara a solas con él. Onew aceptó, aun sabiendo que aquello significaba continuar peleando.

Con un ojo casi cerrado y un dolor de cabeza increíble, Onew se volvió hacia Jonghyun para hablar, y éste, sin mediar palabra, le lanzó un puñetazo. Esa vez Onew no se estuvo quieto y se lanzó contra él, y ambos rodaron por el suelo repartiéndose golpes a diestra y siniestra. Cuando las fuerzas comenzaron a fallar, se quedaron tendidos en el suelo. Los dos, agotados, estaban heridos y les faltaba el aire.

—Eres un maldito bastardo, JinKi. Nunca pensé que harías algo así. Onew, respirando con dificultad, le preguntó:

—¿Re…realmente crees que yo quería casarme con tu adorado Key?

Jonghyun, limpiándose la sangre que le corría por el labio, dijo: —¿Y tú crees que yo iba a permitir que se casara con Hana? Onew soltó una carcajada, y Jonghyun prosiguió:

—¡Maldita sea! Tenía un plan. Sólo debías quedarte a un lado para que yo hiciera las cosas a mi manera. Pero no. Onew blasfemó y levantó los brazos.

—¡Jonghyun! —exclamó—. Si tenías un plan, ¿por qué no me dijiste nada? Entonces fue Jonghyun quien se carcajeó.

—¡Maldito cabezón! —continuó Onew—. Si te hubieras dirigido a mí, yo nunca habría escuchado a Taemin ni habría intentado ayudar a Key.

«Ya sabía yo que Taemin algo tendría que ver en todo esto», pensó él.

 —¿Sabes, Jonghyun? Casi llegaste a convencerme de que no te importaba Key. Te vi tan atontado con Hyori que...

—Hyori no es nada para mí —lo cortó Jonghyun—. Sé que ella se había hecho ilusiones con respecto a nosotros, pero yo nunca la engañé. Hace tiempo que les dejé claro a su padre y a ella que no quería nada con ella.

—Pues pensé que...

 —¡Ah!, pero ¿tú piensas? —se mofó Jonghyun, incorporándose.

 —Por supuesto que pienso, no como los Choi. Durante un rato se quedaron en silencio.

—Jonghyun—dijo Onew.  No seas duro con Key, sabes que tiene carácter, pero te quiere.

—Ya he puesto remedio a eso —rió Jonghyun con amargura—. Le he dejado claro a ese malcriado que su vida conmigo no va a ser un campo de rosas.

—¡Jonghyun! ¿Qué has hecho?

—Simplemente, lo he sentado sobre mis rodillas y le he dado unos azotes para que aprenda. Un fuerte golpe en la mejilla hizo que Jonghyun cayera hacia atrás.

—¿Le has pegado a Key? —grito Onew fuera de sí, pues si algo odiaba era a los hombres que imponiendo su fortaleza usaban la violencia.

 —¡Maldita sea, JinKi! —gruñó Jonghyun, levantándose—. No le he pegado. Nunca haría algo tan vil. Sólo le he dado unos dulces azotes para hacerle ver que no puede seguir comportándose así. Pero bueno, ¿me crees capaz de pegar a Key? Onew  negó con la cabeza mientras Jonghyun se tocaba la mandíbula.

—Que te proteja alguien, porque estoy seguro de que esos «dulces azotes» de los que tú hablas han enfadado mucho a Key.

—Muchísimo —asintió Jonghyun recordando la escena.

En ese momento se oyó el ruido eran Kai y Minho, quienes al ver a los otros juntos se sintieron más relajados.

—¿Todo bien por aquí? —preguntó Minho.

 —Sí, Minho, no te preocupes —respondió Jonghyun.

Kai se acercó a Onew y, tras ver que el ojo de éste estaba cada vez más cerrado, se mofó.

—JinKi, ¿cuándo vas a aprender a alejarte de los Choi? Los cuatro prorrumpieron en grandes risotadas mientras regresaban a la casa.

Aquella madrugada, Jonghyun entró en la habitación donde Key, aún vestido, dormía. Se asombró al ver más de una docena de velas encendidas. ¿A qué se debía aquello? Pero dispuesto a no hacer ruido para no despertarlo se apoyó en la pared y simplemente lo miró.

 

**

    

A la mañana siguiente, nadie sabía realmente cómo estaban los recién casados tras lo ocurrido la noche anterior. ¿Habría sido buena idea aquella boda?

Por la tarde, Key se dignó aparecer en el salón. Su abuela y su hermano se alegraron al verlo. Y el, al percibir su preocupación, se sintió culpable, y exponiendo la mejor de sus sonrisas, intentó que creyeran que era feliz y lo consiguió. Luego su hermano Heechul le regalo unos pasajes para ir a disfrutar en un hotel, Key con una sonrisa los acepto, no quería que supieran el tremendo error que había cometido. Lo pagaría, pero ellos nunca lo sabrían. Más tarde, logró engañar a Taemin y al resto, quienes, sentados, lo miraban con una sonrisa de picardía y algo de compasión.

—¡Oh, no te preocupes por nada, Key! Duele la primera vez, pero ya verás cómo, con el tiempo, ese dolor desaparece y cada vez que lo hagan se volverá más placentero—susurró Luhan, tocándole el pelo.

 —¡Por favor, Luhan! —se quejó Hee—, ¿es necesario que comentes ese tipo de cosas con tanta claridad?

 —Por supuesto que sí —asintió Taemin—. Creo que un poco de información por parte de nosotros siempre es bueno. Además Hee tú tienes más experiencia que nosotros.

Al ver que Key lo miraba y asentía, continuó—: Es necesario que sepa que, tras la dolorosa y desconcertante primera vez, luego llegarán otras muchas placenteras y maravillosas. Incluso con el tiempo serás tú quien lo posea a él.

—¡Oh, Dios! ¡No quiero escuchar! —Heechul  se tapó las orejas y se marchó.

 Los demás rieron. Key  parecía feliz, a pesar de las ojeras que tenía.  Con seguridad no habría dormido nada.

—Bueno, Key, cuéntanos: ¿qué tal tu primera noche con Jonghyun? —preguntó Taemin con una sonrisa pícara, pues había suficiente confianza entre ellos como para que pudieran hablar de la experiencia sin escandalizarse. Dispuesto a continuar con el engaño, sonrió.

—Maravillosa. Si les soy sincero, nunca me la habría imaginado así —dijo con un hilo de voz. Realmente, Key no mentía. Nunca se hubiera imaginado que pasaría su noche de bodas solo, enfadado y desesperado.

 —Por cierto, Onew se ha marchado en la mañana —indicó Taemin—, pero me ha dejado una nota en la que dice que la próxima vez ira a avistarte. 

—No he podido darle las gracias por todo lo que ha hecho por mí —se lamentó Key sonriendo.

—Él sabe lo agradecido que le estás. No te preocupes. —La que creo que no deja de lloriquear como una lela es la insulsa de Hyori — dijo Luhan, cambiando de tema.

—Siento decirlo, pero no me da ninguna pena. Esa mujer nunca me ha gustado, ni me gustará —añadió Taemin.

 —Espero no tener problemas con ella, o le haré saber quién soy— repuso Key con amargura en los labios. Todos rieron.

—¿Te asustaste mucho cuando viste a Jonghyun desnudo? —preguntó Luhan—. Yo aún recuerdo la primera vez que vi a Kai y ¡oh, Diosssss!

«Qué digo, qué digo», pensó Key.

—¡Uf!, un poco —contestó rápidamente—. Jonghyun es tan grande que... Aquello los hizo reír de nuevo, y Taemin lo abrazó.

—No te preocupes.

Ya verás como lo que en un principio te ha asustado con el tiempo te encantará.

—Taemin, ¡qué descarado eres! —le recriminó riendo Key  al entenderlo.

—Me gusta ser descarado. Luhan, risueño, se aproximó aún más a Key y murmuró:

—Te aconsejamos que lo que hiciste anoche en la cama lo hagas en el agua. ¡Es apasionante! Al ver que Key  los miraba sonrojado le aclaró:

 —Lo entenderás cuando estés con Jonghyun en la bañera... ¡Oh, Dios!, sólo con pensarlo siento la necesidad de buscar a Minho urgentemente.

Mientras Key los escuchaba sin entender realmente de lo que hablaban deseó decirles la verdad, pero no quería decepcionarlos. Se les veía tan felices con aquella unión que decidió seguir con la farsa.

¿Para qué preocuparlos si nada iba a cambiar?

 

No muy lejos de ellos, Minho y Jonghyun hablaban. Al oír unas risas se volvieron al escuchar a sus esposos reír, mientras entraban a la casa.

—¿Qué fechoría estarán tramando? —murmuró Minho, complacido al ver a Taemin reír y levantar los brazos hacia el cielo.

—Seguro que nada bueno —musitó Jonghyun.

 Al igual que Key, Jonghyun no había contado nada de lo que había pasado con él en la habitación. Se sentía confuso. Cuando pensaba que Key era suyo, sonreía; pero cuando se acordaba de que se había casado con él, se enojaba. No estaba feliz por las cosas tan terribles que le había dicho, pero tampoco se culpaba.

 Key, durante años, lo había tratado peor que a un perro y se merecía que él le hiciera sentir su desprecio. Por más que trato de explicarle porque lo había dejado el día de su compromiso, Key solo lo humillaba. Como explicarle que lo dejo porque no tenía otra opción, si lo llevaba consigo lo más probable era que Key estuviera siempre solo, en su departamento en Inglaterra. Prácticamente no lo vería. Era más fácil dejarlo con su familia  y al volver retomar todo. Pero Key solo lo humillo y nunca lo dejo explicarse.

Minho, preocupado por su hermano, le obligó, pese a las continuas negativas, a subir a la habitación para que fuera con Key, sabía que algo andaba mal con ellos. Jonghyun haciéndole caso a Minho fue a la habitación de Key,  cuando entro, Taemin y Luhan, los dejaron solos.

Jonghyun camino y se quitó la camisa mientras se sentaba en la cama,  con la espalda muy recta, mientras Key, apoyado en la ventana, admirando la espalda de su ahora esposo. Sus hombros anchos, fuertes y morenos brillaban, y su musculosa espalda. Con deleite, bajó la vista hasta donde los pantalones comenzaban y suspiró al notar la sensualidad que aquel cuerpo transmitía.

 —¿Quieres un poco de agua? —preguntó, cauteloso.

 —No. Intentando entablar conversación con él, volvió a preguntar: —¿Te encuentras bien?

—Sí. Al ver lo difícil que Jonghyun se lo ponía difícil, volvió a atacar: —¿Tienes hambre?

—No. 

Escuchar el dulce tono de la voz de Key lo destrozaba. Deseaba salir de aquella habitación, pero si lo hacía, su propio hermano se le echaría encima, y no estaba de humor para discutir con nadie. Con la respiración entrecortada por lo que sentía al tenerlo medio desnudo ante él, tras un breve silencio dijo con voz aterciopelada:

—Gracias por casarte conmigo, a pesar de todo sé que...

—Tú no sabes nada, Key. Cállate. Pero pocos segundos después Key percibió el cuerpo de Jonghyun tenso.

—Jonghyun—lo llamo.

Jonghyun, lo miró con curiosidad, y luego quiso decir algo, pero no pudo. Key era tan bonito, tan precioso, que lo que menos quería hacer con él era hablar. Al sentir su mirada, Key se movió, se puso delante de él y se agachó sin rozarle.

—Jonghyun, déjame darte las gracias por haberte casado conmigo. 

—Al comprobar que él no respondía y deseoso de verlo sonreír, cuchicheó—: ¿Eres consciente de que si no te vieras casado podrías haberte librado de mí?

 Mirándolo a los ojos Jonghyun fue consciente, sin embargo, de otra cosa: lo que más deseaba en aquel momento era hacerle el amor. Pero aquello era querer un imposible y, sonriendo por lo que él había dicho, murmuró:

 —Debería haberlo recordado en el momento. Olvidando sus fricciones, Key le devolvió la sonrisa y él, hechizado por su precioso Key, dijo para acabar con aquella tortura:

—Descansa, Key. Mañana nos marchamos.

 —Al ver que lo miraba asustado, añadió cerrando los ojos—: No te preocupes, duerme tranquilo. No voy a propasarme. Una mezcla de alivio y decepción inundó el interior de Key, quien, incorporándose, se dirigió a su tocador y encendió un par de velas más.

—Dios, Key, deja de iluminar la habitación con tantas velas no podremos dormir.

Key se detuvo y, mirando con resignación las velas aún apagadas, murmuró: —Es que yo no puedo dormir a oscuras.

—¡¿Cómo?!

—No..., no me gusta la oscuridad.

—¿Te asusta? Sin importarle qué pudiera pensar él, respondió con sinceridad:

—Sí, Jonghyun.

Nunca me ha gustado la oscuridad. Sorprendido por aquella revelación, dio unos golpes en la cama con la mano y en un tono más amable le indicó: —Acuéstate. Yo estoy aquí, y nada tienes que temer. Con las pulsaciones a mil, deseó salir corriendo de allí, e incapaz de hacerle caso, buscó una excusa.

 —Jonghyun, yo me muevo mucho en la cama y después no te dejare dormir. Lo mejor será que yo duerma en el sofá. —Y sentándose en su sofá, dijo—: Es muy cómodo.

 —Ni lo pienses, Kibum. —Se levantó, tiró de él y lo obligó a tumbarse a su lado —. Dormirás en la cama conmigo, y no se hable más. Al ver que Key lo miraba con la cabeza apoyada encima de la almohada, no pudo evitarlo y rozándole con su mano el óvalo de la cara le susurró, poniéndole la carne de gallina:

—Duerme, Key. Confía en mí. Una vez que dijo aquello, Jonghyun con todo el dolor de su corazón se volvió hacia la puerta, y Key intentó dormir, aunque no lo consiguió.

Notas finales:

El orugullo .... el orgullo y la cabezoneria U_U no lleba a nada bueno.

 

Espero que no se desesperen con este par, pero creo que lo haran ^^¡ 

 

gracias por su rw.... espero no demorar en actu

 

dejen sus rw

 

 

bye bye

 


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