"¿Qué tengo que hacer? para hacer que me quieras...
pero si no puedo hacer que me quieras
¿Qué tengo que hacer?"
Joey y Yugi yacían en silencio en el fresco suelo de la habitación del primero, pensando qué es lo que harían para hacer pagar las cosas que hizo Yami pero desgraciadamente – o para fortuna de Yami – no se les ocurría una brillante idea como para dejarlos satisfechos. Pasaron los minutos y los chicos no podían conseguir que se les ocurriera alguna brillante idea cuando Joey se levantó repentinamente
- ¡Tengo una idea Yugi! Una genial idea
- Dime Joey – contestó Yugi sorprendido
Joey sonrió de una manera que Yugi no le había visto jamás y le dijo su brillante idea.
Yugi lo pensó un momento, y recordó que también al abuelo le había ocultado la identidad de Yami, algo más de lo que arrepentirse. Yugi se preguntó de pronto, si le hubiese dicho al abuelo a quien había visto ¿hubiese cambiado su compromiso de algún modo? Bueno, decían que las cosas pasaban por algo y si no le había dicho al abuelo – aparte de evitar armar un escándalo – era por algo.
- ¿Por qué te quedas callado? ¿No te gustó la idea Yug? – cuestionaba Joey
En realidad a Yugi después de haberlo pensado, le había encantado la idea
- No sé qué haría sin ti Joey – dijo Yugi
Joey rió
- Lo mismo que yo sin ti Yug – contestó Joey
Yugi le pidió a Joey que lo ayudara en todo esto enfrentando las tareas dadas a Yami, Joey aseguró que después de lo que Yugi le había dicho no pensaba dejarlo solo con él ni un minuto si podía evitarlo. Se despidieron pensando que esa sería la primera de las tareas imposibles en las que fracasaría Yami. Yugi tendría que llamarlo primero, después decirle dónde y cuándo se verían, verlo – por supuesto acompañado de Joey – y entonces soltar la bomba. Sabrían que todo eso sería muy duro para él pero sin duda se lo merecía.
Una vez llegó a casa, Yugi recogió el papel arrugado junto al bote, lo extendió y lo leyó una vez más. Tragó saliva, miró un momento su teléfono resignado y marcó lentamente el número como quien no quiere la cosa. El sonido de la llamada realizándose comenzó a sonar por el auricular y Yugi comenzó a temblar ligeramente mientras sentía que su garganta se secaba.
- ¿Si, Diga? – contestó la voz de Yami del otro lado del auricular. Yugi retuvo el aire – ¿hola?... ¿hola?
Yugi suspiró profundamente – Soy Y-Yugi – dijo nervioso
- ¡Ah! Hola Yugi – dijo Yami cauteloso - ¿Estás bien? Te fuiste muy rápido del hospital sin avisar así que ya no pude…
- Te daré la oportunidad – interrumpió Yugi apretando los puños y cerrando los ojos como si pudiera ver a Yami por alguna parte de su habitación. – pero quiero que hagas tres tareas antes de que pueda pensar en perdonarte – abrió los ojos decididos – si logras cumplir las tareas entonces podré perdonarte y quizás llegues a mi corazón como dijiste - por fin pudo terminar, esperaba que su voz no hubiera sonado extraña.
Hubo un corto silencio en el que Yami no dijo nada y después parecía haber dejado escapar un suspiro.
- De acuerdo, ¿Qué tengo que hacer?
- Mañana te veré en la estación del metro cercana a mi casa, a las 2:00 pm y entonces te lo diré – dijo Yugi colgando rápidamente y sin darle oportunidad a Yami de protestar.
Llamó después a Joey dándole los detalles del encuentro.
*Al día siguiente*
- ¡Hey Yug! – saludaba alegremente Joey
- ¡Joey! – Yugi correspondía al saludo
Ambos se encontraron en la estación. Ahora sólo les quedaba esperar por el susodicho
A la hora acordada llego Yami tranquilamente
- Bien, aquí estoy. Ahora ¿qué es esa tarea? – dijo Yami sonriendo ligeramente aunque esa sonrisa poco le duró una vez que vio a Joey al lado de Yugi - ¿Qué hace el aquí?
- ¿Qué acaso no puedo estar aquí acompañando a mi amigo? Violador – dijo Joey molesto abrazando a Yugi como si de su pareja se tratase, algo que hizo que Yami se molestara muchísimo.
Yami apretó los puños molesto y le lanzó una mirada llena de furia, una cosa es que Yugi fuera quien le dijera “violador” porque sabía que sus acciones no habían sido las mejores para con él. Yugi podría decirle lo que quisiera, sentía que tenía que recompensarle el sufrimiento… pero ¿este tipo? ¿Quién se creía para juzgarlo? ¿Quién se creía para abrazar a Yugi con tanta familiaridad? ¿Quién carajos creía que era para reclamarle algo que no tenía nada que ver con él? ¿Quién se creía para abrazar a Yugi como si fuera suyo?
Yugi notó la tensión entre ellos y decidió intervenir antes de que alguno de ellos intentara golpear al otro.
- ¡Basta! – dijo Yugi quitándo el brazo de Joey de sus hombros – Yami, escucha con atención. Yami miraba a Yugi atento a lo que dijera pero conteniendo las ganas de empezar una pelea con el tipo – Tu primera tarea es…d-decirle a mi abuelo lo que me hiciste.
Yami se quedó helado.