Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

De Sacrificios y Recompensas Kaisoo/KaiDo por Azul Olivia

[Reviews - 119]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Bebés! 

¡Cuánto tiempo sin leerenos! 

Lamento dejarlos así, tanto tiempo, soy cruel. :c 

Pero ya, aquí estoy de nuevo. 

 

(Presiento que me odiarán, pero bueno.)

¡Continuemos!

 

¡Pasen y lean, bebés, es un placer y honor volver a leernos~ 

pov Kyungsoo.

 

De pronto usar el casco de seguridad se vuelve una tortura, me gustaría sentir el viento en mi cara, sentir la adrenalina del momento, el aferrarme a la cintura de Jongin se vuelve una prioridad de vida o muerte, o quizás, el simple hecho de que quiero o necesito hacerlo.

 

Quizás Jongin puede sentir el tamborileo de mi corazón en mi espalda, y por primera vez puedo culpar a la velocidad inaudita, su espalda es ancha, sus brazos fuertes, Jongin tiene un cuerpo muy formado. No es como si lo notara siempre. Pero creo que hoy es tiempo para notarlo.

 

La inocencia con la que tiempo atrás miraba a Jongin se ha extinguido. Nuestra buena amistad ha mutado de una manera extraña, no de forma desfavorable, sino, de manera particular. Significativa. Ahora, ya casados, es hora de aflorar sentimientos que, ambos sabemos, que existen. Quizás uno sienta más fuerte que el otro, quizás sea solo una idea, o simplemente, un sueño del que no quiero despertar.

 

Hace un rato que me quité el saco, ser tan blanco no me favorece. Jongin se rió diciendo que estaba viendo un espíritu. Él se ve tan guapo, tan formado, casi adulto. ¿Estamos tomando una buena decisión? Jongin quería tener un hijo propio, y parece, que yo puedo dárselo. En todo caso, no podemos retroceder en el tiempo, ya pasó lo que tenía que pasar y estamos en el punto en el que estamos. Vamos a tener una hija. Y es una niña hermosa.

En todo caso…

 Jongin es tan él y yo soy tan yo. Siempre tan distintos.

Quizás por eso nos ha ido tan bien todo este tiempo viviendo juntos.

 

Jongin estaciona la moto en la entrada, me bajo a toda prisa y le entrego su casco, la noche ha empezado a caer, y por eso puedo notar otro tipo de brillo peculiar en su mirada. ÉL me mira como si me conociera de toda la vida, como su supiera lo que pienso y lo que voy a decir.

Jongin se quita el casco, y madre mía. Kim perfecto ha vuelto al ataque.  Es cierto que atrás quedaron los años de juventud, ya no somos esos chiquillos llenos de picardía y adrenalina de cuando teníamos diecisiete, somos ya unos adultos que pronto pisaran la tercera base. Y lo mejor de todo es que, por alguna extraña razón del destino, venimos compartiendo toda nuestra vida, juntos.

Jongin, me brinda su media sonrisa, su sonrisa de galán y de coqueto. Está nervioso, está tan nervioso como yo, lo noto por su ligero rubor en las mejillas y por su, casi imperceptible, temblorcillo en las manos. No importa su sonrisa gatuna. Su mirada brillosa y sus labios mojados. Jongin está nervioso.

Calor. Lo que mis mejillas están empezando a sentir y trasmitir, es calor. No me veo, pero estoy muy seguro de mi sonrojo. Y ya no soy un adolescente como para seguir haciéndolo pero lo hago, estoy totalmente sonrojado por el señor perfecto Kim. La máquina sexual y el sexo que camina. No cabe duda, los años le han sentado bien.

Dudando doy un paso hacia él, el aprieta los labios, su manzana de adán sube y baja de prisa por su garganta.  Él también se acerca a mí, parándose frente a frente.

¿Deberíamos hacerlo, no?

Un beso. ¿Por qué no? Estamos casados.

 

Soy yo quién se acerca a él, soy yo el primero en rosar sus labios. Soy yo el primero en alejarme, muy rápido.

Pero es él quién se sorprende, es él es que ríe, como cuando niño a punto de hacer una travesura, es él el que cambia la expresión de su rostro en menos de un segundo, es él quién me besa. Me toma de la nuca y me apega a su cuerpo en busca de más contacto, es él que me roba el aliento con un beso.

Rayos, es tan bueno en esto.

Mis manos se dirigen solas a su cabeza, me pongo en puntas, me acerco un poco más, estamos frente al edifico, aún está cayendo la noche y todas las personas que observan con distintos puntos de vista en su cabeza se pueden ir a la mierda. No cambiaría nada por los besos de Jongin. Por sus manos aferrándose a mi cintura o por su lengua que entra con todo permiso a mi boca. No cambiaría nada.

Me alejo un poco. Solo un poco. Abro los ojos despacio, valla. ¿En qué momento los cerré? Jongin me está mirando, sus ojos brillosos me están mirando y por primera vez en mi vida me siento especial, porque esos ojos me están mirando a mí.

Picardía. Sus ojos me miran con picardía cuando me alejo de él, me levanta una ceja en señal de protesta, rio sincero, incluso coqueto, me lamo los labios delante de él y el me mira con los ojos negros. Esas pupilas dilatadas, que en su momento, me hacían girar los ojos cuando hablaba de alguna chica. Esas pupilas dilatadas, me miran a mí.

Le doy la espalda con rapidez, siento una palmada en el trasero y doy un sobresalto, ¡No puede ser, Jongin me ha tocado el culo! Giro a encontrarlo, pero la visión que tengo me atropella.

Jongin apoyado en su moto, con los brazos cruzados, con su pose de galán, mirándome sin reparo el trasero.  Esto no puede estar pasando. ¿Ese el Jongin que yo conozco?

Sus ojos se elevan hasta encontrarse con los míos, se lame los labios y se los muerde.

-Run.-  me dice.

 

Atrás quedó en el pasado, cuando tenía veinte y Jongin diecinueve, cuando aún nos odiábamos y todo el mundo creía que había una tensión sexual entre nosotros, y que como ninguno se atrevía a dar el segundo paso, nos la pasábamos peleando entre los pasillos de la universidad. Atrás quedaron las jugarretas a muerte que no hacíamos, porque nos las hacíamos, él fue el primero en iniciar con eso, y luego yo, pero, justo ahora, los recuerdos invaden mi mente, cuando Jongin se molestaba conmigo y me perseguía por toda la universidad. El “Run” era la señal de batalla. Jongin decía esa palabra y yo sabía que debía correr por mi vida.

 

Po eso, una oleada de calor y adrenalina azotan mi cuerpo sin discreción, ya no somos unos niños, ya no va a haber juegos de niños, Jongin no me revolcará entre las hojas o me tirará a la piscina. Este es un juego de adultos.

Adultos casados.

 

Una sonrisa se me escapa de la boca, Jongin se sube a su moto y acelera, quizás llevándola al sótano del edificio. Es ahí donde subo cas corriendo por las escaleras de la entrada del edificio, una sensación extraña invade mi cuerpo y no sé exactamente lo que está ocurriendo.

¿En serio, ocurrirá?

Estoy ansioso.

 

Para mi mala suerte, el ascensor parece ir súper lento, subiendo de piso cada dos horas, no puedo evitar dar unos golpecitos leves a la pared, como si tuviera la culpa.

Cuando las puertas se abren me siento libre. Salgo corriendo palmeándome todo el cuerpo. La llave. ¿Dónde está la maldita llave?  Entrar al departamento se vuelve toda una odisea. Mierda. ¿Dónde me escondo?

Estamos jugando al gato y al ratón, sin decir ninguna palabra.

Miro mi mano, ahora se ve distinta, ahora hay un anillo en el dedo anular, y es una réplica del anillo que tiene Jongin. Anillos de compromiso. Ahora estamos casados. No sé cuánto tiempo me tome asimilarlo, se siente ser un hombre casado, con otro hombre. Yo me quería casar, tener una vida perfecta, yo quería ser esposo de la pequeña ojos lindos, pero el destino y el tiempo quisieron que las cosas sean así, que mi vida este destinada para Jongin, que los dos compartiéramos el resto de nuestras vidas juntos.

En serio, aún no lo asimilo.

Es como un sueño extraño, en donde estoy casado con mi mejor amigo casi hermano de toda la vida. Mi mejor amigo casi hermano apuesto y varonil.

Cuando entro al departamento, por primera vez en toda mi vida arrojo mi saco al sofá. Por primera vez me quito los zapatos en medio de la sala. Por primera vez me quito la corbata de prisa, las medias.

Estoy descalzo y mal vestido en medio de la sala.

El teléfono suena, me asusta un poco y el sonido se me hace tan molesto que me obliga a contestar. Al descolgar el teléfono, la voz inconfundible de Lu Han, suena.

-Do Kyungsoo de Kim.- se oye, me hace gracia escucharlo y sonrío.

-Lu Han.- le digo, una risilla se escucha tras la línea.

-No puede ser, en este momento me caso con Baozi, debo cambiar mi apellido, ya. En fin, les dejé un regalo, sobre la cama de Jongin, es algo que debes usar tú, pero estoy seguro de que a Jongin le encantará, usen protección. Ya se los eh mencionado.-

-¿De qué hablas?-

-Los niños están dormidos, pero por respeto, no mencionaré lo que tengo en mente. Tú hazme caso, ve al cuarto de Jongin y vístete. Solo eso. Nos vemos~ Espero no verte caminando raro mañana.-  unas risillas dobles se escuchan, seguro Minseok está junto a él.

-¿Qué cosa?-

-Por cierto, hablé a tu trabajo, ¡Au!-se escucha, seguro se golpeó con algo. –Okey, okey, Baozi habló a tu trabajo.- giro los ojos escuchando, ese par no cambia. –Tienes una semana libre, y no te preocupes por estos días que faltaste, se libre, Kyungsoo. Estás casado con ese niño rico, disfruta. … Baozi te manda saludos, ¡Nos vemos!- y cuelga.

Desde que tengo memoria, Lu Han es así. Tan despreocupado y franco, tan directo.  Capaz de hablar de algo muy importante y al segundo cambiar el tema. Lu Han es… tan Lu Han.

Dejo el teléfono en su sitio y me dirijo al cuarto de Jongin. Hay una caja morada encima de la cama. La destapo y lo primero que veo, es mucho papel blanco.

Giro los ojos y saco el papel, hay muchas cosas pequeñas que, jamás en mi vida eh visto y no sabría distinguir bien que son, unos frascos, de olor extraño y líquido viscoso. ¿Se tomarán? Lo dejo de lado, no me hace mucha gracia tomarme eso. Hay unos anillos, ¿un látigo? De cuero, negro. Un… humm... “aparato” algo que tiene botones, es un poco largo y se siente gelatinoso, cuando presiono los botones me doy un buen susto, porque la cosa esta se mueve y vibra. También hay condones. Eso sí logro distinguir.

Debajo de todo eso, hay una tapa más, de caja, que casi. Casi, ignoro. Al sacarla, lo primero que veo es ropa. Son tres paquetes sellados. Al abrir el primero, se me salen los ojos. Es ropa.

 Pero qué clase de ropa…

Un traje de ¿enfermero? Uno blanco, trae un bóxer blanco, con elástico rojo. Un gorrito con el símbolo tan conocido, un estetoscopio y, un termómetro más grande de lo normal. Extraño.

Abro el segundo paquete. Es un traje de policía. En inconfundible. Trae un gorro, unas esposas un bóxer y esos palos que la policía usa de vez en cuando. Muy real.

La tercera bolsa es un simple bóxer, uno negro, creo que es un par de tallas más chico de los que yo uso.

Si todo eso es para mí, Lu Han calculó bien mi talla, pero, por mucho esfuerzo que haya hecho, no me pondré eso. Ninguno. Nada.

Guardo todas las cosas en la caja apresuradamente.  Si Jongin ve esto, seguro se sentirá un poco ofendido. Es mejor ser rápido.

-¿Qué tienes ahí?- me pregunta, apretó los labios derrotado. Justo en este momento.

Me giro hacia Jongin y mierda.

Jongin tiene toda mi ropa en sus manos y también su camisa. Y quizás sea por ese peinado suyo, que por eso me hace irresistible. Y si a eso le sumamos esos gestos tan suyos en su cara, ¡Uf! No podría ni describir como me siento.

-Na-nada.-

-Déjame ver.- me dice, tira toda la ropa al suelo y se acerca. Su piel brilla, pequeñas gotitas de sudor empiezan a dar señales de vida, seguro vino corriendo, como yo.

-No te vayas a enfadar.- le digo, bajando la cabeza.

Le siento jugar con esas cosas curioso, pero no le veo, quizás esté un poco molesto y decepcionado con esas cosas que no estoy ciento por ciento seguro de qué son.

-No estoy enfadado.- su voz se siente más ronca.

Le miro a través del cerquillo y el me mira coqueto.

-¿En serio?-

Él extiende una mano hacia mí,  la tomo, me jala y me pone frente a la cama, dándole la espalda. Su cuerpo caliente se pega al mío en segundos y mi cuerpo se da cuenta de que necesitaba de eso, al apegarse a él incluso un poco más.

-Eres virgen.- me dice, y me sonrojo al instante. –Lo sé, siempre lo supe.- dice, pero ahora, su mentón se apoya en mi hombro, y sus labios rosan mi oreja, y ni hablar de su voz ronca. Un premio para mí. –Cuando te conocí, te odiaba porque me gustabas. Y para ese tiempo yo era un maldito homofóbico hijito de papis ricos, y tú eras, eres, tan guapo que solo con verte se me paraba.- sus dientes mordisquean mi oreja. Agacho la cabeza, es momento de confesiones. –El tiempo pasó, y descubrí que tú no eras una simple calentura, y eventualmente, trate por todos los medios de que tus horarios y los míos se cruzaran, siempre molestándote, siempre consiguiendo que fijes tus ojos en mí, eras mi obsesión.- sus manos acariciando mis caderas, jugando intranquilas con el botón de mi pantalón. –Salí con muchas chicas, muchas, muchas chicas. Y con un par de chicos también, pero nadie se igualaba  ti, a tu piel pálida, a tus ojos grandes, nadie era como tú y yo nunca quedaba satisfecho.-

-Era cierto.- le digo, rompiendo mi silencio.

-¿Qué?- me pregunta, girándome, haciendo que mi cuerpo se estremezca con su tacto.

-Que te gustaba, que querías echar un polvo conmigo. Que yo era tu favorito.- le digo, los rumores llegaron a mí, justo antes de ser amigos, un poco después de empezar a compartir piso, en la universidad.

-Sí. Al inicio quería un polvo. Algo rápido. Pero creo que eso cambia. Ahora. Bueno, desde antes, creo que me has gustado toda la vida, de una manera inconsciente. Todo lo que hice, lo hice para ti, siempre. No hubo un día en que yo te decepcione. Mi razón de vivir, inconscientemente, eras tú.-

-Jongin.-

-Kyungsoo.-

Jongin desabotona mi pantalón y tira de ellos hacia abajo.

En cuanto mis pantalones tocan el suelo y logro quitármelo de los tobillos me impulso y me tiro hacia él, para comerle la boca.

Todo se ve tan borroso que me es imposible tener los ojos abiertos. Creo que lloro, no sabría decir cómo me veo ahora, y creo que quizás no me gustaría saberlo.

Mis manos van directo a su nuca. Si estoy actuando mal.  Arderé en el infierno encantado.

Sus manos me toquetean las piernas sin descaro. Jugando con el borde d mi bóxer y de rato en rato metiendo algunos dedos, ¿Cómo decirlo? Sus dedos queman mi piel.

Él me aferra a su cuerpo, le siento agacharse, a quitar todo de la cama y ni siquiera me giro a verlo. Estoy concentrado en sus labios. Sus sexys, dulces y mojados labios.

Jongin me hecha en la cama y mi cuerpo ya extraña el roce del suyo.

Jongin se quita el pantalón, divertido. Me mira con ojos coquetos y pupilas dilatadas. Me toma de los tobillos y me jala hasta el borde de la cama. Me desabotona los botones uno a uno, con paciencia, y solo me limito a observar sus manos mientras acaricia mi abdomen sin forma. No soy gordo, ni relleno, tengo una textura adecuada, pero no tengo el cuerpo tonificado, no como Jongin.

Estoy acostumbrado a ver a Jongin día con día. Resignándome a saber que jamás en mi vida seré como él, pero, por primera vez en mucho tiempo, lo miro con ojos de deseo. Hace tiempo que no lo hacía, hace tiempo que no sentía esto por él. Y ahora, lo tengo totalmente para mí.

Jongin es mío.

-Kyung. Tócame.- me dice, su vos ronca, madre mía. ¡Qué vos! Es inevitable no hacerlo, mis manos van a su torso como imanes, sentir su piel caliente es lo mejor.

Estamos dando un paso muy fuerte, y de eso dependerá todo en el futuro.

-Jong.-

-Eres delicioso.- me dice. Me toma de la nuca y me atropella con un beso que gustoso le correspondo. Mis manos enredadas en el botón de su pantalón, sin saber que hacer o como moverse.

Cuando Jongin se aleja de mí, jadeo. Dios. Que guapo es.

Siempre lo ha sido, pero jamás me eh atrevido a verlo de esa manera.

-Sé que Lu Han te dejó esto aquí, pero eres tan delicioso así, que no usaremos estas cosas. Kyungsoo, eres perfecto. Mírate. Tienes los ojos grandes tan negros y brillantes, los labios rojos, tu camisa te da el toque sexy en este pequeño cuerpo tuyo, tu piel tan suave y blanca. Tus piernas. Desde el primer día, que amaneciste sin pantalón, quise saber su sabor  hoy a llegado el momento. Kyungsoo. Eres mío.-

Uhhh.

Y esto recién empieza.

 

Notas finales:

(yo les dije que me odiarían.)

 

Lamento dejar el capítulo ahí, pero, necesito cambiar el pov, y me pareció conveniente hacerlo a partir de aquí.

 

Por cierto. Si tienen alguna duda del pasado, de algún personaje o algún cavo suelto que haya dejado, por favor, pregúnten, me ayuda mucho. 

ah, sí. 

Antes de que lo olvide. 

Estaba pensando hacer un especial por navidad para este capítulo. -nada seguro- y quisiera saber si les gustaría o si tinen alguna idea, lo que quieran.

 

Hoy no pido amor. Lo sé, lo sé. 

Solo no me odien mucho, ¿si? 

 

Nos leemos pronto~ :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).