Combo #3 – Especial de Navidad
De la primera navidad del Kaisoo.
Pov Jongin
-¿Qué haces?- le pregunto al entrar al cuarto, la verdad no me importa pero quiero hacerle tema de conversación. Taemin se acaba de ir a su casa y yo no quiero estar solito.
-Me rasco las bolas, ¿No ves?- me contesta. Su mirada se mantiene fija en el libro que recién acabo de notar, esos lentes grandes, circulares, lo hacen ver tan jodidamente sexy, imagínatelo lleno de semen en la cara, uh, ese puto antisocial me pone.
-Vete a la mierda.- le digo.
Kyungsoo me odia, y no entiendo porque, si soy bastante guapo, todas las mujeres, incluso hombres, se mueren por mí. Y Kyungsoo no va a ser la puta excepción.
Me llega.
Su actitud me llega. Creo que por eso cierro la puerta de golpe al salir.
Alguien que no falla y que siempre va a estar de mi lado, es Sehun. Porque incluso hasta el mismo Taemin me deja de lado. Sehun es un buen amigo. Inteligente, divertido, incluso tiene el culo grande, también el anillo apretado, por lo que sirve en cualquier momento de desahogo, una buena combinación.
-Hey.- me saluda al entrar, -hoy es veinticuatro de diciembre, ¿sabes lo que eso significa?- me pregunta. Volteo los ojos echado en su cama. Como si me importara. Acaba de salir de la ducha.
-¿Navidad? Ñe. Para lo que me importa. ¿Vas a estar aquí?-
-Nop. Mis padres si me quieren y voy a salir en la tarde. La mitad de la universidad se va, y la otra mitad se encierra para los exámenes que se vienen, ¿te vas a unir al grupo de los nerds? … la propuesta de pasar la navidad en mi casa sigue en pie, Jongin.- me dice. Secándose con la toalla todo el cuerpo.
-Hum, no lo sé, no quiero nada familiar y lo sabes. Por eso no voy a salir hoy. Creo que veré una película en mi cuarto.- le contesto, es lo que normalmente hago, así que no hay problema.
-¿Kyungsoo te va a dejar?- lo miro extrañado. -¿Qué? No me digas que no lo sabías.-
-¿Saber qué?- le pregunto, él se encoge de hombros mientras se coloca un bóxer.
-Kyungsoo pasará la navidad en la universidad.- siento que me congelo. ¿Eso haría que pasemos na navidad juntos? -¿Ya le vas a dar noche buena?- me pregunta, con cara de pervertido. Sonrío de medio lado, sabe muy bien que le tengo ganas y lo dice.
-Sería un buen regalo de navidad. No sé hace cuanto le conozco y hasta ahora no quiere, creo que estuvimos rozándonos los codos desde la secundaría, no sé, no es como si le haya tomado mucha importancia
-¿Y sabes cuanto llevan viviendo juntos?- -Un año, creo. El alumno de contabilidad no se deja follar por el de administración. Estoy seguro de que también se muere de ganas, solo que se hace el difícil. Es un puto, la vez pasada lo vi conversando de lo más coqueto con Ryewook. Apuesto que ya se acostaron.-
-¿Celos Jongin?-
-Claro que no.-
-Como sea. Tu conciencia sabrá. Hey, tengo un buen regalo para ti. Busca debajo de la cama.- me dice, curioso levanto las sábanas de su cama. -En mi cama no, en la de Chen.- le hago cara de asombro antes de agacharme, veo una caja… bastante grande.
-¿Una caja? ¿Qué es? ¿Mi ataúd?- le pregunto, arrastrando la caja hasta mí, no se me hace tan pesada.
-No seas exagerado. Es un árbol pequeño y todas sus decoraciones. Esas cosas bobas. Mi mamá me lo dio para que decore este lugar pero, y ni a mí ni a Chen nos hizo mucha gracia el armarlo. En fin. Llévatelo.- ni de coña. -Le puede gustar a Kyungsoo.-
-Me lo llevo.- le dijo firme. El sonríe. -No te burles idiota.- le digo, tirándole una almohada en la cara.
-¿Te das cuenta de que tienes la polla caliente por él?-
-Si un poco. No jodas. ¿Me lo llevo?-
-Si, todo tuyo. Ya puedes irte, me peino y me voy a la casa de mis padres, ¿Te traigo el calentado? Habrá pollo, creo.- me dice.
-Si, claro. Tráeme comida. Iré a ver a Kyungsoo. Nos vemos.-
-¿Ni un abrazo?- me dice. Doy una sonrisa de medio lado, me levanto del suelo y lo abrazo, él me devuelve el abrazo, sus brazos se escurren por mi espalda y se meten entre mi pecho. -Feliz navidad, Jongin.- me susurra, pone sus manos en mi cara, se acerca, y me besa. Y bueno, es un beso. ¿Por qué no? … los labios de Según me gustan mucho. Y también su culo. ¿Será por eso que se lo aprieto?
-Si, para ti también. Nos vemos, iré a ver si le puedo meter la polla a Kyungsoo.-
-Seguro que se lo metes en algún agujero, tú tranquilo.- le despeino el cabello divertido, agarro la caja y salgo de su habitación. Que por cierto, queda a tres cuartos del mío… que comparto con Kyungsoo.
Cuando llego al cuarto, Kyungsoo esta hablando por teléfono.
-Ajá… si mamá, si… tengo clases lo sabes… si, me llevo bien con mi compañero.- le miro arqueando las cejas, él gira los ojos. -es divertido, si… bueno, voy a estudiar, feliz navidad mamá, si claro. Adiós.- ¿Ese chico no sabe más excreciones mas que cansancio y molestia?
Ah, no, si llamamos a Ryewook quizás hasta sonríe.
-¿Le hablas bien de mí a mi suegra?- le digo riendo, el hace ese sonido raro con la lengua.
-Estúpido- mastica, sus ojos vuelven a ese estúpido libro.
-Como sea, te traje un regalo.- le digo divertido, poniéndolo a sus pies en su parte de na habitación.
-Veneno, seguro.- me dice, me siento en el suelo, al lado de la caja.
-¿No vas a abrirlo?- le animo, el me gira los ojos, se acomoda los lentes con el dedo medio, costumbre que aprendió a hacer hace poco.
-Que más da.- me dice, deja el libro de lado y se agacha. Curioso, o quizás está sorprendido, nunca lo sé porque tiene los ojos grandes y no me ayuda.
-Genial. Veamos.- Kyungsoo abre la caja y enseguida, se pueden ver las ramas falsas del arbolito, no me causa gran emoción pero, parece que a Kyungsoo le encanta.
Jamás en mi vida le he visto ese brillo particular, sus dedos recorren la caja hábilmente, ahora a descubierto los adornos, y los fierritos para poder pararlo. Se ve demasiado entusiasmado.
Me sorprende.
-Debemos armarlo. Armémoslo ahora. Mueve el culo Jongin.- y enseguida, junta su mesita de noche y la mía. Es un árbol pequeño, treinta centímetros, supongo.
-Oye, ten cui…dado.- y así, murió mi lámpara, y la de Kyungsoo. -Rayos, ¿Qué te pasa?-
Kyungsoo acaba de tirar mi lámpara y la suya, junto a mi teléfono llaves, ¡junto a sus libros!
-Cierra la boca, necesitamos espacio.- me dice, quita las ramas y las maderas, esas cosas extrañas. -¿Te vas a quedar mirando?- me pregunta, creó que está enfadado, pero el brillo en sus ojos permanece intacto.
Nos pasamos horas amando el puto arbolito, el único que parece disfrutarlo es él, a mí sigue sin importarme. Ahora le estamos poniendo bolas de colores, minúsculas bolas de colores.
-No tenemos luces.- dice. ¿Ese es un puchero? Oh Dios, es hermoso. -¿Tengo monos en la cara?- auch. Puto blanquito, es tan tierno que basta.
-No, no tenemos. ¿Qué harás señor sabelotodo?-
-Robar.- dice, riendo de una forma extraña. Sus manos se mueven de una forma extraña.
-¿Tu sabes robar?- le pregunto extrañado. -Claro, estúpido, se hacerlo.- me dice. Lo miro asombrado.
-¿De dónde crees que saco esos libros?- me pregunta señalando el pequeño librero de la habitación.
-En serio, ¿Do Kyungsoo robando? Eres todo un criminal..- -Como sea. No tenemos luces. ¿Qué haremos?- me pregunta, ladeando la cabeza. Puedo que esto suene gracioso, pero, esta es la conversación más grande que estamos manteniendo desde que nos conocimos.
-No tendremos luces, asimílalo.- le digo. El repite eso sonido con la lengua.
-Quiero chocolate.- me dice, por primera vez le escucho decir un “quiero”
-En eso si te puedo ayudar, dame una bolsa, grande.-
-No me digas, tus faldas sueltas te dieron obsequios.-
-Así es, ¿quieres o no?-
-Si, si.- Y en ese momento, creo que son las once y media. Se apagan las mierdas de las luces, creo que van haciendo eso por tres semanas seguidas, pata que los estudiantes duerman temprano y así. Hasta donde se, Kyungsoo odia la oscuridad. -¿Vienes?-
-S-si.-
-¿Le tienes miedo a la oscuridad?-
-Bésame el culo.- -No es una mala idea.- No le veo, pero estoy seguro de que giró los ojos.
-Estúpido.-
-Hey, basta. Hagamos una tregua de navidad – Le oigo caminar hacia mí, sus pasos lentos y calculados, cuando esta un poco cerca, su mano choca con mi pecho, se dirige a mi hombro y acaricia mi brazo hasta llegar a mi mano. Puedo jurar que sentí corrientes eléctricas puedo jurarlo.
-Trato. Solo no e dejes solo y aliméntame.-
-De acuerdo ¿Traes tu teléfono? Yo apagué el mío. –
-Si, lo tengo, toma.- me dice, me deja teclearlo y accedo a la linterna con facilidad.
-Ven, vamos a mi casillero, no sueltes mi mano.- le digo, ojalá el no sienta esas corrientes eléctricas extrañas que yo siento.
Caminamos de la mano, en medio de la penumbra, alumbrándonos con una pobre y triste linterna. Cuando llegamos a mi casillero, hago que Kyungsoo me alumbre mientras pongo mi contraseña. Demonios. No tuve tiempo de agarras una bolsa.
-No tenemos donde guardarlo.- digo a la vez que abro mi casillero, miles de cosas que no logro distinguir caen al suelo sin piedad. -Rayos.- Kyungsoo alumbra abajo y se tira.
-¡Son mis favoritos!- grita.
-No tenemos como llevar todo.- le digo.
-Muy bien.- no sé que hace, porque el teléfono esta botado en el suelo, pero le oigo mover algo.-Méteme los chocolates aquí.-
-¿Dónde?-
-En mi chompa, estu… Jongin.-
-Ahhh vale.- le meto los chocolates del suelo, por el agujero de la cabeza, el me ayuda con los que se quedaron en el casillero y yo sigo recogiendo los que ahora, él bito al suelo.
Cuando terminamos, Kyungsoo ah engordado considerablemente.
-Así quedarás cuando termines todos esos chocolates.- le digo, cerrando mi casillero y recogiendo el teléfono. -Vamos a cuarto, ven.- esta vez yo tomo su mano, siento lo mismo, incluso con más fuerza. Y se siente genial.
-Valdrá la pena.- me contesta. Quizás sonríe .
Cuando llegamos a la habitación, Kyungsoo saca las linternas de emergencia, de alguna manera termina de romper las lámparas, las une y ya. Lámparas nuevas y de pila. Solo en ese momento deja caer mis regalos. Nos sentamos en el suelo y empezamos a comer, el coge su olvidado teléfono y mira la hora
-Jongin, doce y tres, feliz navidad.- susurra.
-Feliz navidad, Kyungsoo.- Le veo sonreír por primera vez, con la boca de chocolate y me gusta. El árbol improvisado, los dulces, la luz, su compañía. Me gusta
-Es una buena navidad, tenemos un árbol y todo.-
-Seamos amigos, de verdad. – suelto. Kyungsoo parece buen tipo y no me quiero arriesgar a perderlo.
-Vale. Pero no dudaré en mandarte a la mierda si me molestas. –
-Entendido.-
¿Cómo iba a saber que ese era el inicio de nuestra bella historia?